INVERSIONES

CAPITULO 5: INVERSIONES

Entre 1995 y 1998 la Inversión Extranjera Directa a nivel mundial se duplicó. Con respecto a 1997 creció un 39% mientras que la recibida por los países emergentes en conjunto cayó un 4%. A pesar de las dificultades, las inversiones dirigidas hacia América Latina crecieron un 5%.

5.1. Inversión Extranjera Directa Mundial

Como se puede observar en el gráfico 5.1, durante 1998 la Inversión Extranjera Directa a nivel mundial se incrementó un 39%, pasando de U$S 464 billones a U$S 644 billones1. Mientras el flujo de inversiones hacia los países emergentes en conjunto disminuyó en un 4%, las inversiones hacia América Latina crecieron un 5%, alcanzando U$S 72 millones.

Los países más beneficiados por estos flujos han sido Estados Unidos y la Unión Europea, cuyos niveles se incrementaron desde U$S 235 billones a U$S 423 billones.

5.2. Inversión Extranjera Directa en América Latina

Durante la última mitad del siglo, varios países de América Latina estuvieron involucrados en lo que se denominó «la primera ola de Inversiones Extranjeras Directas», la cual tuvo lugar durante la década de los ’60 y los ’70. Este proceso respondió principalmente a la oportunidad que se les presentó a las empresas transnacionales en el período de sustitución de importaciones.

Durante los ’80 se produjo una segunda ola de IED (en la que América Latina prácticamente no tuvo participación), dirigiéndose casi en su mayoría hacia los países asiáticos. En los ’90 se produjo una tercera fase de IED, en donde los países de América Latina (gracias a la adopción de políticas de apertura económica y a las reformas realizadas), se convierten en los principales receptores de las mismas. A pesar de las turbulencias en los mercados emergentes, la IED hacia la región en 1998 mostró un comportamiento muy positivo, incrementándose un 5% con respecto a los valores alcanzados en 1997, los cuales ya eran un récord.



1 Fuente: UNCTAD.


Del total de U$S 71.652 millones, aproximadamente el 50% tiene como destino a los países integrantes del Mercosur (ver cuadro 5.1). Es importante destacar que, por tercer año consecutivo, Brasil es el principal país receptor, con cifras cercanas a los U$S 28.000 millones. Este valor representa cerca del 39% del total invertido en la región e implica un crecimiento del orden del 53% en relación a 1997. En segundo lugar se encuentra México, con el 14% del total, mientras que en el tercer puesto se ubica Argentina, con una participación del 8%.

El incremento mostrado por Brasil, debido principalmente al proceso de privatizaciones en que se encuentra, muestra que a pesar de las dificultades de corto plazo, los inversores confían en ese país. La principal empresa estatal privatizada durante 1998 fue Telebras, la compañía de telecomunicaciones. Otra operación de importancia fue la incorporación de capital a la empresa estatal de combustible Petrobras.

Por su parte, Argentina mostró durante 1998 un decrecimiento del 30% comparado con 1997, pero se mantuvo en los valores alcanzados durante 1994-1997 de alrededor de U$S 6.000 millones anuales. Las inversiones recibidas durante los últimos años, a diferencia de Brasil, se han dirigido principalmente a las adquisiciones de empresas existentes en los rubros bancos, telecomunicaciones e hidrocarburos.

Durante este último año, las IED cumplieron un rol muy importante en la estabilización de los flujos de capitales hacia la región, en un contexto de alta volatilidad de los flujos de corto plazo y de un gran incremento en el costo del financiamiento de la deuda. Asimismo, este efecto financiero coincidió con la abrupta caída en los términos del intercambio, debido a la importante baja en los precios de los commodities registrada durante el mismo año.

5.3. Inversión Bruta Interna en Argentina

La inversión bruta permite tener una idea de lo que está sucediendo con la acumulación de capital en la economía. En el gráfico 5.2 se observa la evolución de la misma como porcentaje del PBI desde comienzos del presente siglo. Durante todo el período considerado se destacan cuatro momentos en los que la IBI mostró caídas muy pronunciadas. El primero de ellos fue durante la primera guerra mundial entre 1915 y 1920, cuando la IBI alcanzó valores de sólo el 7% del PBI. El segundo se presenta en el período influenciado por la crisis del 30, donde la IBI ascendió aproximadamente al 9%. El tercero se registró en el transcurso de la segunda guerra mundial y, finalmente el cuarto y más prolongado, se produjo durante la década de los ’80.

En cuanto a los períodos de crecimiento, se observa un fuerte incremento en los primeros años del siglo, con valores superiores al 30%. Asimismo, con posterioridad a cada una de las crisis mencionadas anteriormente, se presenta una recuperación muy importante, pero que en ningún caso alcanza los valores iniciales.

Analizando la última década, se observa que desde 1990 hasta la fecha la tendencia ha sido creciente, salvo en los años 1995 y 1999. Ello ha permitido alcanzar cifras similares a las presentadas durante la década de los ’70.

5.4. Inversiones Directas en Argentina entre 1990 y 1999

Como se aprecia en el cuadro 5.2, durante el período 1990/1999 en Argentina se realizaron inversiones directas por un total de U$S 173.970 millones, lo que implica un récord en comparación a las últimas décadas2. De este total, el 68% correspondieron a inversiones extranjeras mientras que el restante 32% fueron inversiones nacionales. Tal como fue explicado en anteriores ediciones del Balance, la metodología de cálculo del CEP no es igual a la utilizada por el BM.

Dentro de los sectores de mayor importancia, se destaca la infraestructura, con una participación en toda la década del 38%. Le siguen la industria manufacturera, con el 25% y las actividades extractivas, con el 24%.

Analizando los períodos por separado, se observa que durante 1990-1997, la infraestructura significó el 42% del total, destacándose dentro de la misma al rubro comunicaciones (con un total de U$S 21.373 millones) y el rubro Energía Eléctrica (con un total de U$S 10.076 millones). Estos montos responden prácticamente en su totalidad al fuerte proceso de privatizaciones de empresas estatales que se realizó en nuestro país durante los primeros años de la década.


2 Según metodología utilizada por el Centro de Estudios para la producción.


Esta participación se mantiene durante 1998 y decrece fuertemente durante 1999, alcanzando sólo el 26%. Comunicaciones sigue siendo el rubro de mayor importancia; sin embargo, sólo alcanza un total de U$S 3.990 millones. La industria manufacturera muestra un comportamiento bastante similar. Durante el período 1990-97 alcanzó una participación de aproximadamente el 29%, siendo los sectores más dinámicos Alimentos y bebidas (con U$S 8.416 millones), Automotriz y Autopartes (U$S 5.635 millones), Derivados de petróleo y gas (U$S 5.322 millones) y Químicos (U$S 2.994 millones).

Dicha participación fue decreciendo paulatinamente, alcanzando el 25% durante 1998 y sólo el 16% en 1999. El rubro Alimentos y Bebidas y el rubro Químicos siguen siendo importantes, mientras que Automotriz y Autopartes mostró una participación casi nula durante este último año.

Por su parte, las actividades extractivas que anteriormente habían mostrado una participación inferior al 20%, alcanzaron en 1999 el 44%, principalmente en el rubro Petróleo y Gas. En el cuadro 5.3 se clasifican las inversiones en Compras y en Formación Bruta de Capital. Este último concepto se compone de Ampliaciones (incrementos de capacidad instalada de las empresas) y por Greenfields (inversiones en nuevas plantas). Se puede observar que del total invertido en toda la década, el 41,6% han sido ampliaciones y que el 28% fueron Fusiones y adquisiciones.

En el primer período considerado predominaron fuertemente las ampliaciones de plantas, representando el 48,7% del total, seguido por las fusiones y adquisiciones, con una participación del 21,6%. En 1998 aumentaron fuertemente los greenfields, alcanzando una participación del 34% mientras que las ampliaciones mostraron una participación inferior (39%). En el transcurso de 1999 se observó un importante incremento en las Fusiones y Adquisiciones, las cuales pasaron de representar el 25,4% en 1998 al 47,3% en 1999.

Analizando el origen del capital, en el gráfico 5.3 se observa que el 35% del total de inversiones en la década provino de EE.UU., el 22% de España y el 7% de Francia. Dentro del rubro Otros se incluyen países como Brasil, Holanda, México y Australia.

Es importante mencionar que EE.UU. ha sido el principal inversor tanto en el período 1990-1997 como en 1998, con una participación que alcanza el 42%. Sin embargo, en 1999 apareció España, con una participación del 53%, debido principalmente a la compra de YPF por la empresa Repsol.

5.5. Inversión Directa en Argentina 2000-2005

Para los próximos cinco años se esperan inversiones por un valor aproximado de U$S 35.000 millones, incluyendo aquellas que se encuentran actualmente en ejecución y cuya finalización se prevé para el período en análisis.

Del total programado, el 64% corresponde a inversiones extranjeras mientras que el 36% restante es de origen nacional. Nuevamente, el rubro de mayor participación es Infraestructura, que alcanza el 60% del total, destacándose rubros como Construcción (con una inversión total de U$S 6.105 millones) y el rubro Transporte (con una inversión total de U$S 4.503 millones). Asimismo, se destacan las actividades extractivas, con una participación de aproximadamente el 20%.

Dentro de la Industria manufacturera, con sólo el 12,5% del total, se destacan rubros como Celulosa y Papel (con una inversión estimada de U$S 1.233 millones), Derivados de Petróleo y gas (con una inversión de U$S 1.087 millones) y Químicos (con un total de U$S 398 millones).

5.6. La Inversión Extranjera Directa como financiamiento de la Cuenta Corriente

En el gráfico 5.4 se observa la relación existente entre la Inversión Extranjera Directa y la Cuenta Corriente. En los bastones se expresa la Cuenta Capital y Financiera del Balance de

Pagos, desagregando la IED. Es importante destacar el incremento de su participación en el total, especialmente en el último año, a pesar de presentarse un contexto económico adverso.

Finalmente, la línea del gráfico refleja la creciente porción del déficit de Cuenta Corriente que se ha ido financiando con la IED, pasando del 44% en Diciembre de 1998 al 93% en Junio de 1999.

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