COMERCIO EXTERIOR REGIONAL
COMERCIO EXTERIOR REGIONAL
10.I. Evolución de las Exportaciones en el Mercosur
Actualmente, Argentina no compite plenamente dentro de una economía global integrada por países desarrollados, sino que actúa en el ámbito del Mercosur, es decir, en una zona de libre comercio protegida por un tarifa externa común. Este esquema pone al país en una situación de ventaja frente al resto del mundo y permite que las empresas locales se preparen para competir dentro de un contexto más amplio.
En el cuadro 10.1 se observa la evolución de las exportaciones del bloque, las cuales crecieron un 75,1% entre 1988 y 1996, valor equivalente a aproximadamente tres veces el aumento del Producto Bruto Interno que presentara el Mercosur durante el período (26,3%).
El fuerte incremento (cercano a 400%) de las exportaciones Intra-Mercosur entre 1988 y 1996, demuestra la intensificación del comercio exterior entre los países del bloque. Por su parte, las exportaciones Extra Mercosur aumentaron un 45% en el mismo período.
Los beneficios logrados como consecuencia de esta integración, atrajeron el potencial ingreso de nuevos socios. Tal es el caso de Chile, quien, a pesar de no haber manifestado desde un comienzo intenciones de incorporarse, posteriormente celebró un Acuerdo de Complementación Económica (ACE) con los países del bloque, el cual prevé una desgravación arancelaria más gradual que la aplicada entre los socios originales del Mercosur. Asimismo, se pactó la eliminación en el corto plazo de las restricciones no arancelarias y el compromiso por parte de los firmantes a armonizar y compatibilizar las normas y reglamentos técnicos, sanitarios y fitosanitarios.
En la IX Cumbre Andina realizada a comienzos del corriente año, los presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, firmaron la denominada Acta de Sucre, donde se reafirma su decisión de construir un mercado común y aliarse con el Mercosur. En mayo, Perú solicitó la incorporación al Mercosur bajo una posición similar a la de Chile.
Con el fin de coordinar la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), Canadá firmará en enero de 1998 un convenio con el Mercosur, fecha en la que el Primer Ministro canadiense, Jean Chétien, visitará Brasil y Argentina.
Por último, se celebraron numerosas reuniones de negociación con autoridades del gobierno de México, con el objetivo de consensuar un futuro acuerdo de complementación.
I0.2. Evolución de Exportaciones en el «Corredor Austral de Crecimiento»
Como se observa en el cuadro 10.2, las exportaciones totales de Argentina crecieron a una tasa promedio anual superior a las presentadas por Brasil, Uruguay y Chile durante el período 1990-1996.
Concentrando la comparación dentro del Corredor Austral de Crecimiento, definido en el capítulo 8, se observa que las distintas subregiones que lo conforman, a excepción de Uruguay, mostraron un gran dinamismo exportador durante los primeros seis años de la presente década, advirtiéndose que las tasas de crecimiento registradas fueron similares.
En el gráfico 10.1, se compara la evolución de las exportaciones de la provincia de Buenos Aires, la «Región Central», el estado brasileño de San Pablo y la “Región Sur» de Brasil1, destacándose las grandes diferencias entre los valores registrados por los estados brasileños y las provincias argentinas.
1 Región Sur de Brasil: Santa Catarina, Paraná y Río Grande Do Sul.
I0.3. Exportaciones Regionales en Argentina
El cuadro 10.3 compara la evolución de las exportaciones de distintas regiones argentinas para el período 1990-1996, observándose que las tasas de crecimiento presentadas por las mismas fueron similares, cercanas al 10%.
Sólo la Región Patagónica aumentó sus ventas externas en una proporción notoriamente superior, impulsada por el fuerte crecimiento del rubro Combustibles y Energía y en menor medida, por los aumentos en los Productos Primarios y MOA. De esta manera, la Región
Patagónica fue la única que aumentó su participación en el total exportado nacional entre 1990 y 1996.
El incremento del 11,2% anual de las ventas externas de la región Noroeste, fue consecuencia principalmente del crecimiento en Combustibles y Energía y en Productos Primarios. Las provincias integrantes de esta región participaron con un 5,2% en las exportaciones totales argentinas durante 1996.
Por su parte, la Región Noreste mostró la menor tasa de crecimiento de las exportaciones, con un 9,7% promedio anual, destacándose el fuerte aumento registrado en Combustibles y Energía y en Productos Primarios.
Los rubros que contribuyeron en mayor medida en el crecimiento exportador cuyano fueron las MOA y los Productos Primarios. Esta región aportó en 1996 el 4,4% de las exportaciones nacionales.
Las exportaciones de Buenos Aires crecieron al 10,3% promedio anual, siendo las MOI y las MOA los rubros que evidenciaron la mayor tasa de crecimiento regional.
Por último, las ventas externas de la Región Central mostraron un crecimiento del orden del 11,4% anual, influenciado por el aumento en las exportaciones de MOI, Productos Primarios y MOA.
En el gráfico 10.2 se expone la participación de distintas provincias en la exportación total del rubro Productos Primarios en 1990 y 1996. Se puede apreciar un leve aumento de la participación de la Región Central, en contraposición con la reducción de diez puntos porcentuales presentada por la provincia de Buenos Aires. Este comportamiento se debe a la concentración de los lugares de embarque de granos sobre el tramo santafesino del río Paraná.
Las restantes provincias registraron tasas de crecimiento superiores al promedio nacional, incrementando de esta manera su contribución en el total exportado hasta representar en 1996 aproximadamente el 40%.
En el gráfico 10.3 se expone una comparación similar pero considerando las Manufacturas de Origen Agropecuario. Se puede observar que mientras Buenos Aires aumenta levemente su participación, la Región Central presenta una reducción, a pesar de lo cual, mantiene su liderazgo dentro de las exportaciones nacionales de este rubro.
con respecto a las Manufacturas de Origen Industrial, se observa en el gráfico 10.4, que la Región Central y Buenos Aires aumentan su participación en las exportaciones nacionales de este rubro, mientras que las restantes regiones la reducen. En 1996 Buenos Aires concentró aproximadamente el 67% del volumen exportado de MOI.
l0.4. Destino de las Exportaciones
Tal como se observa en el cuadro 10.4, el 28,1% del total nacional exportado en 1993 se destinó al Mercosur, elevándose dicha proporción al 35,4% en 1996. Se aprecia una gran dependencia de este mercado por parte de Buenos Aires, provincia que remite más del 40% del total de sus exportaciones a este destino, porcentaje notoriamente superior al enviado desde la Región Central.
Asimismo, las exportaciones argentinas a Asia-Pacífico aumentaron su participación desde el 8,6% en 1993 hasta el 10,7% en 1996. Se presenta un comportamiento diferente en las ventas externas de Buenos Aires y la Región Central hacia esta zona, ya que mientras en la primera se reducían levemente, en la segunda se duplicaban.
I0.5. Principales Productos Exportados por Regiones
Para observar la oferta exportadora de las provincias integrantes de la «Región Central» se confeccionó el cuadro 10.5, donde se incluyen los principales productos exportados en 1996.
Dentro de las exportaciones con destino a Brasil, se advierte la elevada participación de la provincia de Córdoba en las partidas de automóviles, autopartes, maquinas y artefactos mecánicos, superando el 80% del total exportado por la región en este rubro.
Por su parte, Santa Fe se ha convertido en un importante exportador de productos de origen agropecuario, los cuales representaron en 1996 el 74,1% del total exportado por la provincia.
En el mismo año, participaron con el 37,4% del total nacional de ventas externas del rubro. Entre los principales productos que ofrece Santa Fe se encuentran los lácteos, carne y despojos comestibles, algodón, combustibles y aceites minerales, y pieles y cueros.
Entre Ríos, con menores volúmenes que Santa Fe, refuerza la exportación de Manufacturas de Origen Agropecuario y de Productos Primarios, especialmente las partidas de Cereales, Carne, Pescado, Tableros de madera, Jugos de frutas y Carbón vegetal. Sus ventas externas de Productos Primarios representaron en 1996 e1 59,8% del total exportado, destacándose dentro de este rubro la importante participación del arroz.
Los valores de exportación de la provincia de Entre Ríos en los dos últimos años indican que ha superado la notable caída registrada entre 1990 y 1994, ocasionada principalmente por el cierre del principal frigorífico exportador, la falta de demanda de aceite de lino por parte de los países del este europeo y la baja en las exportaciones de madera por una contracción en los precios.
A continuación, en el cuadro 10.6 se observan los principales productos exportados en 1996 por la provincia de Buenos Aires con destino al Mercosur. Se advierte la presencia de un gran número de productos industriales, tales como vehículos, autopartes, laminados de hierro o acero, medicamentos, hilados y tejidos, tubos y perfiles, herbicidas y fungicidas y neumáticos.
I0.6. Oportunidades para la Región Central
La amplia variedad de productos de exportación de Córdoba y Santa Fe, junto con el potencial agrícola de Entre Ríos, permitirían incrementar la performance exportadora de estas provincias. Las manufacturas agropecuarias e industriales podrían beneficiarse mediante el alcance de los volúmenes exportables necesarios para enfrentar el desafío de nuevos mercados, la ampliación de los existentes y el desarrollo de canales de comercialización conjuntos.
Con la finalidad de potenciar el crecimiento de la Región Central, se podrían impulsar en forma conjunta programas de fomento al comercio exterior, así como participar activamente en ferias internacionales y misiones comerciales. Asimismo, se podrían desarrollar programas de incentivos específicos para aquellos productos de la Región que representan una elevada proporción de la producción nacional, tales como soja y lácteos.
I0.7. Comercio Exterior, Educación y Crecimiento
El comercio exterior juega un rol importante como generador de crecimiento de las economías. En este sentido, Víctor Elías2 menciona que el comercio exterior promueve el crecimiento a través de distintos canales, tales como:
– Aumentos en la producción que permitan alcanzar los beneficios de las economías de escala.
– Incorporación de capital y nuevas tecnologías, contribuyendo al incremento de la productividad de los insumos.
– Movilidad de los insumos trabajo y capital.
– Incorporación de insumos desempleados.
El autor remarca la importancia del comercio internacional para un país con ventajas comparativas en la producción de bienes de consumo, permitiéndole contar con una mayor cantidad de bienes de inversión de la que dispondría en una economía cerrada.
Cabe suponer que con los notables aumentos en los intercambios comerciales en Latinoamérica, especialmente en la década de 1990, la contribución al crecimiento por parte del comercio exterior haya aumentado. Como se observa en el grzáfico 10.5, se advierte una relación directa entre los incrementos de las exportaciones de las provincias argentinas y el crecimiento de sus economías.
2 Ver » Fuentes de Crecimiento – Un Estudio de Siete Economías Latinoamericanas».
Robert Lucas3 enumeró como principales causas del denominado milagro de las economías del sudeste asiático, las siguientes:
– Un gran volumen de exportaciones, especialmente de productos con creciente sofisticación.
– Un importante nivel de infraestructura y urbanización.
– Una creciente inversión en educación.
– Altas tasas de ahorro.
– Gobernantes que supieron combinar la libertad de mercados con el apoyo a los sectores menos preparados para la competencia internacional.
La combinación de estos factores ocasionó una mejora de la productividad, impulsada por la acumulación de capital humano, el aprendizaje y el entrenamiento.
Para analizar la relación entre la educación de la población y el crecimiento de las exportaciones, se consideró para cada provincia el porcentaje de personas con secundario completo en 1991 y las tasas de crecimiento anuales de las exportaciones, en el período 1990-1996. Como se observó en el gráfico 10.6, existe una relación directa entre ambas variables, señalando el importante papel que juega el capital humano como uno de los factores que contribuye al crecimiento de los mercados internacionales.
3 Ver «Making a Miracle».
En el gráfico 10.7 se aprecia la relación directa entre la completación del nivel secundario de educación y el crecimiento de las exportaciones provinciales de Manufacturas de Origen
Industrial. En este caso, el valor del coeficiente R2 prácticamente duplica al expuesto en el gráfico 10.6, lo que significa que la educación explica aproximadamente el 40% del crecimiento exportador de las MOI. En este sentido, si se pretende incrementar la exportación de productos con mayor valor agregado, será necesario mejorar en cantidad y calidad la dotación de capital humano en las economías provinciales.
I0.8. Aduana4
I0.8.l. Antecedentes
Desde la década de 1970, numerosos organismos internacionales5 señalaban la necesidad de desregular la operatoria aduanera, simplificando los trámites e informatizando los procedimientos.
En el ámbito regional, la liberalización y modernización del comercio constituyeron un tema central en la celebración de acuerdos comerciales, tales como el Tratado de Asunción (constitutivo del Mercosur), el cual estableció la reducción de las tarifas y las restricciones no arancelarias.
4 Los principales conceptos mencionados han sido recogidos de la revista «Novedades Económicas», N° 197 –junio de 1997 y del trabajo «La Operatoria Aduanera y su efecto negativo sobre las Regiones y las PyMES» de la Coordinadora de Cámaras de Comercio Exterior del Interior de la República Argentina.
5 Consejo de Cooperación Aduanera, Organización Mundial de Aduanas, Fondo Monetario Internacional y Banco Interamericano de Desarrollo.
Los países del Mercosur impulsaron otras medidas en materia aduanera para facilitar e incentivar el comercio de la región, entre las cuales pueden mencionarse:
– Convenio sobre el Transporte Internacional de Cargas (MIC/DTA).
– Valoración de las mercaderías importadas por la región de acuerdo al GATT.
– Verificación selectiva de mercaderías.
– Simplificación y unificación de los controles aduaneros, migratorios, sanitarios y de seguridad.
En diciembre de 1994, en la reunión de Ouro Preto, se presentó el primer proyecto de Código Aduanero Común, el cual constituía el primer intento de unificar y simplificar los procedimientos y reglamentaciones aduaneras para la región. Si bien el proyecto fue aprobado por los presidentes de los cuatro países, actualmente se encuentra en estudio en los respectivos parlamentos para su ratificación final.
En Argentina, se adoptaron medidas aduaneras desde 1990, las cuales agilizaron la operatoria del comercio internacional, como por ejemplo:
– Establecimiento de un régimen de inspección selectiva de cargas de exportación e importación.
– Puesta en marcha de un sistema de contraverificación de mercaderías.
– Implementación de un régimen de valoración única, uniforme y posterior al desaduanamiento, de acuerdo a los principios del GATT.
– Autorización de la apertura de nuevos depósitos fiscales.
– Informatización de los procedimientos de importación y exportación (Sistema Informático María).
– Informatización de la operatoria de tránsitos. (Sistema informático María -Módulo de tránsitos).
I0.8.2. Nuevas Disposiciones
A fines de 1996, las autoridades nacionales dictaron una serie de reglamentaciones, con el objetivo de combatir las irregularidades y operaciones aduaneras fraudulentas descubiertas.
Entre estas medidas tomadas se pueden mencionar:
– Depósitos Fiscales:
La función de estos recintos es almacenar la carga de importación y exportación durante el lapso de tiempo que autorice la aduana, como paso previo a su destino final. Vencido el plazo autorizado, la carga pasa a condición de rezago, quedando a disposición de la Aduana para su venta, remate, destrucción o afectación a Organismos Públicos.8
De acuerdo a la legislación nacional, los depósitos fiscales pueden ser generales (cuando almacenan mercaderías para terceros), o particulares (cuando sólo albergan mercaderías del propietario del depósito).
Dentro de las ventajas que ofrece la utilización de estos almacenes en operaciones de importación se destacan:
– La mejora en la planificación de las compras, ya que al adquirir mayores cantidades de bienes se puede acceder a mejores precios y condiciones de venta.
- La nacionalización en forma fraccionada de la mercadería ingresada, mejora el manejo de inventarios y permite que se abonen los impuestos de importación solo por la mercadería que se requiera en cada ocasión.
En el caso de la exportación, estos depósitos resultan de suma utilidad ya que permiten el almacenamiento en el recinto fiscal de los envíos necesarios, los cuales son considerados, a los efectos aduaneros y fiscales, como exportaciones definitivas.
Estos esquemas flexibles de depósito de mercaderías, constituyen una práctica usual de almacenamiento, tanto en los países desarrollados (Estados Unidos, Australia, España, Francia, etc.) como en las naciones de menor desarrollo relativo (Brasil, México, Venezuela, Perú,
Ecuador, etc.). Japón, por ejemplo, cuenta con más de 5.200 depósitos fiscales distribuidos en todo el país, los cuales pueden almacenar mercaderías de importación y exportación por un periodo de hasta dos años.
Hasta diciembre de 1996, el almacenamiento en depósitos fiscales de mercaderías de importación se podía realizar por un período de hasta 180 días (si se trataba de cargas arribadas por vía marítima) o de 60 días (si llegaban por vía aérea o terrestre). A partir de enero de 1997, el plazo máximo se redujo a 15 días, con la posibilidad de solicitar una extensión por otros 15 días (Resol. N° 4187/96).
Esta medida obliga a nacionalizar la mercadería en un muy corto plazo, incrementando los costos operativos y disminuyendo la eficiencia en el uso de los inventarios, al tiempo que la reglamentación no significa un mayor control aduanero.
Respecto al fraccionamiento de las cargas, se introdujeron nuevas modificaciones. A partir de enero de 1997, sólo es posible fraccionar la nacionalización de las cargas en dos veces (Resol. N° 11/97). De esta manera, se pierde el objetivo del fraccionamiento, es decir, el mantenimiento de un bajo nivel de stock, el acceso a compras directas por mayores cantidades y mejores precios, y la posibilidad de evitar la intervención innecesaria de los importadores mayoristas.
Anteriormente, era común que un grupo de pequeñas empresas se agruparan para hacer uso del régimen de importación a través de terceros, utilizando los servicios de un depósito fiscal y fraccionando la nacionalización de sus cargas. Esto les permitía actuar como importadores directos, significando una reducción de costos.
En definitiva, la nueva disposición obliga a manipular las cargas según las restricciones aduaneras y no en función de los requerimientos comerciales o las posibilidades financieras de los usuarios. Por otra parte, la restricción en el fraccionamiento no disminuye la probabilidad de ocurrencia de actos ilícitos.
Mediante las Resoluciones Nº 3612/96 y 4216/96, la Aduana dispuso la suspensión de la habilitación de nuevos depósitos fiscales, tanto generales como particulares. Esta medida no genera mejoras en el control de las actividades, ya que todas las operaciones deben ser registradas en el sistema informático y todos los movimientos deben realizarse bajo supervisión aduanera. Por el contrario, una menor cantidad de depósitos puede contribuir a complicar las actividades, ya que el tamaño promedio de cada almacén debería ser mayor y la congestión de cargas más importante. A esto se le suma que, mientras menor sea el número de depósitos fiscales, mayores serán los costos de almacenamiento debido al menor nivel de competencia existente.
– Control de Tránsitos de Importaciones
El principal objetivo de esta figura aduanera es posibilitar el tránsito de las cargas dentro del territorio nacional bajo el carácter de mercadería extranjera. Si se trata de un tránsito de importación, la carga circulará desde la Aduana de frontera hasta la Aduana de destino sin ser nacionalizada. Una vez en destino, la carga será nacionalizada. En el caso de la exportación, las mercaderías que se encuentran en el interior del país efectuaran los trámites de aduana en su lugar de origen y luego partirán hacia su destino exterior, transitando dentro del país como si fueran extranjeras.
A fines de 1996, las autoridades aduaneras dispusieron un conjunto de medidas que afectaron la operatoria descripta, principalmente en lo que respecta a las exigencias de documentación. Para que un tránsito pueda ser realizado, debe indicarse en la documentación de origen que tal procedimiento será efectuado (tanto en el Manifiesto de Carga como en el Conocimiento de Embarque), no pudiendo ser modificado lo expresado por el importador, una vez que la documentación haya arribado al país (salvo que la Aduana lo autorice mediante un trámite particular).
Otra modificación implementada se refiere al lugar de nacionalización, dictaminándose que las mercaderías en tránsito sólo pueden nacionalizarse en recintos fiscales, lo cual aumenta los costos en los casos en que no se requiere de almacenamiento o se reside a grandes distancias de los depósitos.
Los cambios en el medio de transporte de las mercaderías fueron limitados por las nuevas disposiciones. Poco tiempo atrás, una mercadería que llegaba al país por vía aérea (Ezeiza), podía continuar a su destino final por otro medio, siendo particularmente útil para las cargas
cuya manipulación resultaba dificultosa o imposible en aviones de menor porte. A partir de octubre de 1996, ese transbordo sólo puede realizarse cuando la compañía aérea emite un certificado indicando la imposibilidad de cubrir dicho tramo. En definitiva, esta nueva reglamentación disminuye la agilidad operativa y aumenta los costos, creando incentivos para nacionalizar la mercadería en el aeropuerto de entrada (Ezeiza) con la consiguiente pérdida de eficiencia para las empresas localizadas en el interior.
– Verificación Selectiva de Mercaderías
En las Aduanas Nacionales, la inspección física de las cargas se efectúa sobre un 10% a un 20% del total, ya que no existen medios materiales ni recursos humanos para controlar un porcentaje mayor (en países de mayor desarrollo este porcentaje no supera el 5%)6. Aun cuando se dispusiera del presupuesto necesario, tampoco existiría el espacio físico ni el tiempo material para realizar las inspecciones. Finalmente, se provocaría el entorpecimiento total del flujo de mercancías, dificultando el normal abastecimiento de insumos y bienes importados.
Por esta razón, los Organismos Internacionales recomiendan sistemas de verificación selectiva de mercaderías, procedimiento adoptado por la mayoría de los países. Entre 1992 y 1993, Argentina se sumó a esa tendencia mundial, logrando hacia 1995 importantes avances en materia de agilidad del comercio7.
No obstante, frente a la comisión de hechos irregulares, las autoridades adoptaron medidas restrictivas estableciendo un mayor porcentaje de cargas a verificar. Es decir, la política no fue
6 En Estados Unidos, se controla sólo el 2% de los contenedores y en Francia el 4% de la carga.
7 Una importación que hasta 1990 se realizaba en el término de 10 días, en 1995 se ejecutaba en un lapso de tres horas.
combatir los ilícitos con medidas que impidan o castiguen el comercio irregular sino, por el contrario, complicar la operatoria, aun cuando ello implique afectar la agilidad y eficiencia comercial de las operaciones genuinas y legales.
En octubre de 1996, en la Aduana de Córdoba se verificó algo más del 30% del total importado en la provincia, ascendiendo dicho porcentaje al 50% este año, según estimaciones de las autoridades aduaneras.
– Garantía de los Transportistas:
En noviembre de 1996, se dictó la Resolución N° 3618/96, por Ia cual sólo podían realizar operaciones de tránsito o traslado de mercaderías de importación, aquellos Agentes de Transporte Aduanero (ATA) que hubieran aportado una garantía a la Aduana de US$ 1.000.000. Esto concentraba las operaciones en aquellos que podían cumplir con el requisito, al tiempo que incrementaba el costo operativo de los tránsitos.
Frente a las críticas que suscitó esta disposición, en abril de 1997 se redujo el monto de la garantía a US$ 100.000. Adicionalmente, se exige que la flota de las empresas transportistas debe tener un valor mínimo de US$ 300.000.
De esta forma, las autoridades de la Aduana, con la finalidad de recuperar los posibles tributos y multas no abonados, exigen la constitución de dicha garantía a los transportistas.
Esto implica un desconocimiento de la responsabilidad de los importadores o consignatarios de la mercadería, encareciendo el costo de transporte, limitando su oferta y la descentralización de los servicios.
La Circular Tlx. N° 799/97, establece una discriminación entre las empresas de Transporte Internacional Argentino y las extranjeras, eximiendo de registrarse y otorgar garantía a aquellas empresas de transporte internacional extranjeras que operen bajo el régimen MIC/DTA (Acuerdo de alcance parcial sobre el Transporte Internacional del Mercosur).
Estas medidas perjudican notoriamente a los prestadores nacionales, en especial a los más pequeños, ya que de esta manera no se contempla el libre derecho de trabajar que los mismos poseen, el aumento de la competencia y la baja en los fletes que su presencia determina.8
– Intervención obligatoria del Despachante de Aduana:
A fines de 1996, se dictó el Decreto N° 1160/96, el cual establece la eliminación de la intervención obligatoria del Despachante de Aduana en las operaciones de importación y exportación. Dicha norma permite a las personas de existencia ideal gestionar el despacho y destino de mercaderías en forma directa o a través de personas autorizadas, pero sin la intervención de un Despachante de Aduana.
-Sistema Informático:
En Argentina, las Aduanas no cuentan con un sistema informático integral para el control de tránsitos, por lo que la inspección se realiza de acuerdo al procedimiento que se describe a continuación.
8 «La Operatoria Aduanera y su efecto negativo sobre las Regiones y las PyMES», C.C.C.E.I.R.A.
Cuando una carga proveniente del exterior llega a la Aduana de frontera para continuar en tránsito hacia un punto del interior del país, el funcionario de Aduana revisa los precintos, retira una copia de la documentación de tránsito que acompaña la carga (llamada MIC/DTA) y asienta los movimientos en sus registros. Si no advierte irregularidades, autoriza la partida del tránsito.
Cuando la mercadería arriba a la Aduana de destino, ésta registra la operación, destina la mercadería, conforma el documento MIC/DTA y retira una nueva copia (denominada tornaguía), la cual será remitida a la Aduana de origen por sistema de bolsa o correo. Allí se confronta dicha información con los registros previamente asentados y, de estar conforme, se cancela la operación. Si surgen diferencias, se efectúan los reclamos o denuncias correspondientes.
Sin embargo, esta tarea fundamental de cruce de información puede demorar varios días o varios meses, debido a la gran cantidad de tareas administrativas que realizan las aduanas. De esta forma, la única herramienta que permite supervisar eficientemente la cancelación de las declaraciones de tránsito, es la informatización total de su operatoria y la comunicación en tiempo real de las Aduanas intervinientes.
Bajo procesos informatizados, la operación se realizaría de la siguiente manera: cuando una carga arriba a la Aduana para continuar en tránsito, el transportista debe ingresar en el Sistema los datos referidos al nombre de la empresa, el medio de transporte, las características de la carga, etc. Una vez conformada la información por el personal aduanero interviniente, el Sistema autoriza la salida, indicando el tiempo máximo establecido para su arribo a la Aduana de destino. Simultáneamente, el Sistema transmite a dicha Aduana la información mencionada.
Las cargas que arriban a destino en el plazo establecido deben recibir alguna destinación aduanera (Depósito Fiscal, nacionalización, etc.)9. En el mismo momento que esta destinación es aprobada, el Sistema cancela la operación. Los tránsitos no cancelados quedan registrados en una Base de Datos. Esta información es analizada por las Aduanas que intervinieron en la operación como forma de control del movimiento de los tránsitos y de las posibles situaciones irregulares. De este modo, la informatización total de la operatoria aduanera, con la consiguiente transmisión en tiempo real de los registros, constituye la única y más efectiva vía de solución.
La Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, advirtió que, si bien Córdoba es una de las Aduanas donde más se avanzó con el Sistema Informático María, existen problemas de capacidad del Sistema que imposibilitan utilizarlo hoy como única vía. Las dificultades en Córdoba se originan en la gran cantidad de ítems con que se realizan las destinaciones, trabando el uso del Sistema para el resto de los usuarios, ante la falta de equipos y tarjetas magnéticas.
Asimismo, en base a datos de dicha Cámara, el 32% de la operaciones se realizan a mas de 50 km de la Sede de la Aduana, existiendo importantes concentraciones entre los 100 km y 250km, siendo que los nuevos emprendimientos y radicaciones en el interior provincial demandarán mayores esfuerzos para la aduana local.
Esta situación se toma preocupante, conociendo que la planta de personal de la dependencia se ha mantenido casi sin alteraciones desde 1992 y el volumen exportado e importado aumentó un 170% entre 1992 y 1996. Dentro del total del personal abocado a tareas administrativas, un 30% se dedica diariamente a tareas de control operativo (embarques, verificaciones, etc.), lo que ocasiona retrasos administrativos internos que repercuten con el tiempo en el operador, tales como demoras en la devolución de garantías.
9 En Estados Unidos más del 90% de la carga ingresada a la Aduana es despachada a destino en el mismo día. – Lyon Gordon, Administradora de la Aduana del Sur de Florida (EEUU).
En una publicación del Ministerio de Economía de la Nación10, donde se señalaba la importancia de la integración regional y las nuevas inversiones, se expresó: «Debemos destacar que, si bien el interés de los capitales que buscan insertarse dentro de los nuevos mercados, se concentrara en analizar las posibilidades comerciales del bloque o región, prestarán mayor atención a las facilidades estratégicas que les ofrezca el país que tomen como base, en factores tan significativos como la desregulación económica, la seguridad jurídica, el bajo costo fiscal y la alternativa de contar con normas claras y sencillas que se adapten a la dinámica del comercio internacional.»
Es claro que las nuevas disposiciones aduaneras no contribuyeron a profundizar dichas ventajas, retrasando el crecimiento y desarrollo del comercio exterior argentino.
Si bien se manifestó a favor de la política comercial externa llevada a cabo por el gobierno nacional, la Coordinadora de Cámaras de Comercio Exterior del Interior de la República Argentina, señaló que las acciones desarrolladas por la ANA para combatir los ilícitos, son incongruentes con dicha política. Destaca que la tarea de control se está realizando a costa de los instrumentos del Comercio Exterior que son necesarios para las PyMES y las Regiones. Estas prácticas discriminatorias y restrictivas, bajo el pretexto de combatir el contrabando, lesionan la actividad comercial del interior y de las PyMES11.
En el cuadro 10.7 se pueden apreciar los significativos incrementos en los volúmenes importados y exportados a través de las aduanas provinciales.
Se destaca el substancial aumento del volumen operado en las aduanas de la provincia de Entre Ríos, con un crecimiento del 2.083 % en el período 1990/1996, provocando un aumento de la participación de las dependencias entrerrianas en el comercio exterior nacional.
Córdoba observó un crecimiento del 585% en el mismo período, alcanzando su participación en 1996 al 4% del total. Santa Fe, a pesar de registrar un crecimiento inferior al promedio, influyó significativamente en el crecimiento del monto comercializado por la Región Central, debido a que concentra gran parte del volumen transado.
La Región Central en conjunto, redujo la participación de las aduanas del 21,0% en 1990 hasta el 18,3% en 1996.
El monto operado en las aduanas de la provincia de Buenos Aires registró un crecimiento por debajo del promedio nacional, reduciendo en consecuencia su participación en más de seis puntos porcentuales. Este comportamiento contrasta con el importante aumento de las aduanas de Capital Federal, que posibilitó la concentración de alrededor del 50% del monto comercializado internacionalmente.
Se destaca el cambio en los corredores de comercio exterior de nuestro país. Históricamente, el tráfico comercial internacional se concentraba en las aduanas de Capital Federal, Buenos Aires y Santa Fe. Actualmente, se aprecian aumentos en la participación de las aduanas de las regiones Noreste, Noroeste, Cuyo y Patagonia. En 1990, estas últimas participaban en el 12% del comercio internacional, mientras que en 1996 alcanzarían aproximadamente el 18%. Esto introduce un cambio fundamental en la estructura del comercio exterior, ya que se rompe con el esquema concéntrico en Buenos Aires y se articulan corredores comerciales horizontales, comunicando el Océano Pacífico y el Atlántico.
10 Ver «Compendium para Inversores Extranjeros», MEyOSP 1995.
11 Ver «La Operatoria Aduanera y su efecto negativo sobre las Regiones y las PyMES», C.C.C.E.I.R.A.
Indudablemente, esta nueva estructura de comercio exige tanto de nuevas inversiones en materia de infraestructura como de una operatoria aduanera eficiente que acompañe el crecimiento del comercio exterior del interior del país.
En tal sentido, es importante que se revisen las últimas disposiciones de la Aduana, a fin de lograr que ésta cumpla con su misión de eje dinámico de las exportaciones e importaciones desde cualquier punto del país, logrando que los sectores privados realicen sus actividades en forma fluida y aporten sus tributos. La integral informatización de las Aduanas, la habilitación de nuevos depósitos fiscales y la flexibilización de su operatoria, el estímulo de la competencia en el transporte internacional y las mejoras en los sistemas de control se destacan entre las modificaciones impostergables.