CAP蚑ULO 2-COMPETITIVIDAD MICRO
CAP脥TULO 2: COMPETITIVIDAD MICRO
鈥淟a riqueza es creada, en realidad, en el nivel microecon贸mico de la econom铆a, partiendo tanto de la sofisticaci贸n de las compa帽铆as existentes como de la calidad del ambiente microecon贸mico de negocios en el cual las empresas compiten. A menos que estas capacidades microecon贸micas mejoren, las reformas macroecon贸micas, pol铆ticas, legales y sociales no dar谩n frutos.鈥
Michael Porter
2.1 Introducci贸n
En un a帽o en el que el debate sobre el rumbo macroecon贸mico de la Argentina ha dominado la agenda p煤blica, las consideraciones sobre competitividad deben estar presentes en cualquier an谩lisis o propuesta que pretenda abordar los problemas fundamentales de la estructura econ贸mica del pa铆s. En este sentido, el Instituto de Investigaciones Econ贸micas busca realizar un aporte al debate desde la perspectiva sist茅mica de la competitividad, enfocando a la misma desde su nivel m谩s b谩sico: el microecon贸mico.
Para ello, el presente cap铆tulo parte de algunas consideraciones te贸ricas elementales sobre competitividad microecon贸mica, para luego centrarse en t贸picos aplicados a la realidad de empresas argentinas y latinoamericanas. La secci贸n 2 del cap铆tulo presenta esquem谩ticamente el concepto y el enfoque que el Instituto de Investigaciones Econ贸micas desarrolla desde 2006 en sus estudios sobre competitividad, as铆 como algunas consideraciones particulares sobre el nivel de an谩lisis microecon贸mico. En la tercera secci贸n se expone un modelo de uso generalizado para el abordaje te贸rico y pr谩ctico de la competitividad microecon贸mica, y algunas aplicaciones recientes del mismo. La cuarta secci贸n se enfoca en aspectos tecnol贸gicos y organizacionales al alcance de las empresas para desarrollar la competitividad en su nivel b谩sico . La secci贸n 5 presenta un aspecto de la competitividad que muy recientemente ha comenzado a recibir atenci贸n en los debates mundiales: su sostenibilidad en el tiempo y su capacidad de generar bienestar para los miembros de la sociedad. Finalmente, en la secci贸n 6 se exponen algunas consideraciones finales.
2.2 Marco te贸rico
2.2.1 El concepto de competitividad
El t茅rmino 鈥渃ompetitividad鈥 es un concepto ampliamente utilizado por economistas, empresarios, pol铆ticos y otros dirigentes sociales. Cuando se hace referencia a los 鈥減roblemas de competitividad鈥, tanto en el debate p煤blico como en el acad茅mico, pareciera que todos los intervinientes entienden muy bien qu茅 se est谩 discutiendo. Sin embargo, al revisarse los trabajos m谩s influyentes sobre este tema en los 煤ltimos veinte a帽os, puede notarse que el concepto de competitividad no siempre es utilizado de manera uniforme.
El Instituto de Investigaciones Econ贸micas desarrolla desde hace a帽os , en las sucesivas ediciones de El Balance de la Econom铆a Argentina y del 脥ndice de Competitividad Provincial 1, una exhaustiva revisi贸n y actualizaci贸n del debate permanente en torno al concepto de la competitividad . Entre algunos de los conceptos m谩s ampliamente difundidos , se encuentran los propuestos por la Organizaci贸n para la Cooperaci贸n al Desarrollo Econ贸mico (OCDE), el Foro Econ贸mico Mundial (WEF, por sus siglas en ingl茅s), el enfoque de Michael Porter, y el de la Subsecretaria de Desarrollo Regional (SUBDERE) del gobierno chileno (encargada de la realizaci贸n del 脥ndice de Competitividad Regional para Chile).
Como se mencionara en el 脥ndice de Competitivida d Provincia l 2012 , e l Institu to de Investigaciones Econ贸micas se ha inclinado hacia la definici贸n de competitividad propuesta por la SUBDERE, que postula:
鈥淸Competitividad es la]Capacidad o potencial del sistema econ贸mico de una determinada regi贸n de alcanzar mayores niveles de ingreso per c谩pita de manera sostenida鈥 (SUBDERE, 2008).
La Organizaci贸n para la Cooperaci贸n al Desarrollo Econ贸mico (OCDE), por su parte, define a la competitividad de un pa铆s de la siguiente manera:
鈥淟a competitividad debe entenderse como la capacidad de las empresas, sectores, regiones, naciones, regiones supranacionales para generar, estando y permaneciendo expuestos a la competencia internacional, niveles relativamente altos de ingresos y de ocupaci贸n de los factores en forma sustentable鈥
(OCDE, 1994; citado en Jerusalmi & Camacho, 2007).
Otra propuesta es la del Foro Econ贸mico Mundial (World Economic Forum), quien en su Informe de Competitividad Global, define al t茅rmino en cuesti贸n como 鈥渆l conjunto de instituciones, pol铆ticas y factores que determinan el nivel de productividad de un pa铆s鈥 (World Economic Forum, 2013).
Analizando todos estos conceptos, puede notarse que la competitividad parece ser un concepto difuso, que involucra a distintos actores y variables, y cuya definici贸n no es del todo precisa, pues depende de la perspectiva (empresa, pa铆s, ciudadanos, etc) de quien la defina. Zhang & Ebbers (2012) aclaran esta observaci贸n:
鈥淎 pesar de que la competitivida d e s un a noci贸 n ampliament e utilizad a, su medici贸n exige un estudio m谩s minucioso debido a que el concepto de competitividad carece de una definici贸n universalmente aceptada, y existe poco consenso acerca de su medici贸n emp铆rica apropiada. La competitividad ha sido aplicada a diferentes niveles y medida por distintos 铆ndices. En la literatura, el concepto ha sido estudiado a nivel pa铆s, regi贸n, industria, empresa y grupo. En cada uno de los niveles, los estudios se enfocan en las distintas caracter铆sticas de las unidades que los componen鈥. (p. 204)
En base a lo expuesto, queda en evidencia la necesidad definir un marco te贸rico adecuado para abordar la problem谩tica de la competitivid ad microecon贸mica, particularmente a nivel empresa. El Instituto de Investigaciones Econ贸micas ha optado al respecto por un enfoque sist茅mico de competitividad, que busca ser amplio y abarcativo de los diferentes conceptos antes mencionados.
1 V茅anse cap铆tulo 3 BEA 2012; e 脥ndice de Competitividad Provincial 2012 para revisiones bibliogr谩铿乧as m谩s extensas sobre el concepto de competitividad.
Recuadro 2.1: El 脥ndice de Competitividad Provincial
Desde 2008, en per铆odos bianuales, el Instituto de Investigaciones Econ贸micas de la Bolsa de Comercio de C贸rdoba realiza un 脥ndice de Competitividad Provincial que analiza 72 variables cualitativas y cuantitativas, e incluye la realizaci贸n de m谩s de 1.200 encuestas a empresarios y ejecutivos de empresas de todo el pa铆s. El 脥ndice tiene por objetivo contribuir con una herramienta importante para mejorar la calidad de las pol铆ticas p煤blicas, facilitar la inserci贸n argentina en la econom铆a global, apoyar decisiones sobre oportunidades de inversi贸n y propender a un desarrollo geogr谩fico m谩s equilibrado.
Basado en el concepto de competitividad y la metodolog铆a utilizada por la SUBDERE del gobierno chileno en su 脥ndice de Competitividad Regional, el 脥ndice de Competitividad Provincial del Instituto de Investigaciones Econ贸micas se encuentra a la par de proyectos similares como el Informe de Competitividad del Bacon Hill Institute en los Estados Unidos, el 脥ndice de Competitividad Estatal realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) o el 脥ndice de Competitividad Regional del Per煤 desarrollado por la Pontificia Universidad Cat贸lica de Per煤.
A continuaci贸n se reproducen los resultados de la medici贸n del 脥ndice de Competitividad Provincial para el a帽o 2012.
2.2.2 El enfoque sist茅mico de competitividad
Este enfoque2 busca capturar los determinantes econ贸micos, pol铆ticos, sociales y comportamentales de la competitividad. El elemento 鈥渟ist茅mico鈥 del concepto hace referencia al conjunto de relaciones entre distintos actores sociales, a partir del cual se desarrollan las condiciones para la competitividad. Estas condiciones surgen de cuatro niveles distintos: micro, meso, macro y meta.
El nivel micro se refiere a las empresas y sus redes de relaciones, y se encuentra afectado fundamentalmente por factores tecnol贸gicos e institucionales propios de cada organizaci贸n. En este nivel, los elementos clave para la competitividad son las capacidades individuales de las empresas para lograr mejoras tecnol贸gicas y organizacionales, unidas a la posibilidad de desarrollar redes de relaciones productivas que generen externalidades positivas sobre todos sus miembros.
2El enfoque de competitividad sist茅mica fue originalmente desarrollado en Altenburg, Hillebrand, & Meyer-Stamer (1998) y desde entonces ha tomado notable relevancia. En CEPAL (2001) se introduce la aplicaci贸n de este enfoque al estudio de las empresas latinoamericanas.
La competitividad a nivel meso est谩 relacionada con la eficiencia del entorno regional y/o sectorial donde se encuentra inserta la empresa. Est谩 conformado por las instituciones espec铆ficas de cada sector o regi贸n: c谩maras empresariales, centros de formaci贸n y capacitaci贸n profesional, institutos tecnol贸gicos, organismos p煤blicos de promoci贸n sectorial, sindicatos, consultores especializados, asociaciones civiles, instituciones financieras especializadas, etc.
El nivel macro est谩 vinculado principalmente al desarrollo de las variables macroecon贸micas y sociales de un pa铆s. El Estado desempe帽a el papel principal en este nivel, a trav茅s de sus pol铆ticas fiscales, monetarias, comerciales y cambiarias.
Finalmente, el nivel meta est谩 constituido por la estructura sociocultural de la econom铆a, junto con los patrones de consenso y organizaci贸n social, jur铆dica y pol铆tica. Estos factores subyacentes dan origen a las condiciones institucionales b谩sicas para la producci贸n y el intercambio. Los valores orientados al desarrollo y la habilidad de los actores sociales para generar consenso son los elementos fundamentales de la competitividad meta.
La ventaja de este enfoque radica en que es lo bastante amplio y abierto como para incluir una diversa variedad de fortalezas y debilidades que determinan las capacidades locales y regionales de generaci贸n de competitividad. Asimismo, trata de capturar los determinantes pol铆ticos y econ贸micos de un desarrollo industrial exitoso, centr谩ndose en los aspectos de creaci贸n de redes (networking) entre gobierno, instituciones, empresas y organizaciones privadas, como condici贸n necesaria para tal desarrollo. En este sentido, la competitividad es sist茅mica al menos por tres razones:
鈼 Una empresa en general no es competitiva por s铆 misma, especialmente si no cuenta con un entorno de apoyo de proveedores, servicios orientados a la producci贸n, o una presi贸n competitiva de competidores locales. La competitividad en el nivel micro est谩 basada en la interacci贸n.
鈼 Un entorno que favorece la competitividad se encuentra arraigado en un sistema nacional de normas, reglas, valores e instituciones que definen los incentivos que moldean el comportamiento de las empresas. Estos aspectos, propios del nivel meta, influyen de forma complementaria en cada uno de los otros niveles.
鈼 La interacci贸n entre los sectores p煤blico y privado es decisiva en la definici贸n del desarrollo industrial y la reestructuraci贸n productiva de un pa铆s, especialmente bajo las nuevas modalidades de gobernanza.
2.2.3 La discusi贸n micro versus macro
Frecuentemente, el debate p煤blico sobre competitividad nacional se ha centrado en su dimensi贸n macro, prest谩ndose menor atenci贸n a los otros niveles. Sin embargo, el concepto de competitividad macro resulta el m谩s controvertido de todos, y su sustento te贸rico es mucho m谩s d茅bil que el de la competitividad micro.
Una de las interpretaciones m谩s conocidas de competitividad macroecon贸mica es la de World Economic Forum (citada en la secci贸n anterior), que en su World Competitiveness Index incorpora atributos tales como estabilidad, buen gobierno y oportunidades de inversi贸n rentables.
Siguiendo a Siggel (2006), las caracter铆sticas mencionadas se relacionan m谩s con la idea de 鈥渃lima favorable de negocios鈥, que con la de competitividad. Esto puede resultar 煤til para los inversores internacionales; sin embargo, la base te贸rica del 铆ndice y su m茅todo de agregaci贸n (de caracter铆sticas muy dis铆miles) resultan problem谩ticos . Porter , refiri茅ndo se a los atributos macroecon贸micos e institucionales con los que trabaja World Economic Forum, afirma que
鈥溾stas condiciones son necesarias pero no suficientes. Ellas proveen la oportunidad de crear riqueza, pero no crean riqueza en s铆 mismas. La riqueza es creada, en realidad, en el nivel microecon贸mico de la econom铆a, partiendo tanto de la sofisticaci贸n de las compa帽铆as existentes como de la calidad del ambiente microecon贸mico de negocios en el cual las empresas compiten. A menos que estas capacidades microecon贸micas mejoren, las reformas macroecon贸micas, pol铆ticas, legales y sociales no dar谩n frutos鈥 (Porter, 2004).
Otra interpretaci贸n de competitividad macro es la que se enfoca en la competencia entre pa铆ses por colocar sus exportaciones en mercados internacionales y/o atraer inversiones extranjeras, de la misma forma en que las empresas compiten en mercados de productos y de capitales.
Respecto a esta analog铆a entre empresas y naciones, Krugman se帽ala:
鈥淓l punto de cierre de una compa帽铆a es, literalmente, su punto de cierre: si una compa帽铆a no puede pagar a sus trabajadores, proveedores y accionistas, debe cerrar. Los pa铆ses no tienen un punto de cierre bien definido. Como resultado, el concepto de competitividad nacional es, cuanto menos, elusivo鈥
(Krugman, 1994).
Los conceptos e indicadores microecon贸micos de competitividad, por su parte, tienen una base te贸rica m谩s solida debido a que se enfocan en caracter铆sticas esenciales de los productores que compiten por porciones de mercado o beneficios. Estas caracter铆sticas pueden ser medidas por los cambios en las participaciones de mercado, productividad, relativos de precios y costos, o por indicadores multidimensionales, como los propuestos por Buckley, Pass, & Prescott (1988) y Porter (2004).
En base a esto, una tercera interpretaci贸n de competitividad macroecon贸mica – que incorpora los aspectos micros reci茅n mencionados – sostiene que una naci贸n es competitiva si en ella opera un gran n煤mero de empresas internacionalmente competitivas. Esta definici贸n tambi茅n presenta problemas de agregaci贸n, porque supone que una econom铆a nacional es simplemente la suma de las empresas que la componen. Una m谩xima de la Teor铆a General de los Sistemas es que el todo es mayor que la suma de las partes. Asimismo, surge la dificultad de imputar las grandes firmas multinacionales como pertenecientes a un pa铆s espec铆fico.
En s铆ntesis, la relaci贸n entre competitividad micro y macro es verdaderamente compleja. Los aspectos macro surgen, evidentemente, de la agregaci贸n de los micro; pero, a su vez, el desarrollo de la competitividad micro requiere condiciones macro favorables como condici贸n previa.
Como resultado, la competitividad es un proceso de retroalimentaci贸n entre distintos niveles, el cual intenta ser captado por el enfoque sist茅mico propuesto. Siguiendo la direcci贸n que fuera formulada en El Balance de la Econom铆a Argentina 2012, una valiosa contribuci贸n a la discusi贸n sobre los aspectos micro y macro de la competitividad es la de Delgado, Ketels, Porter, & Stern (2012). Estos autores proponen una medida de competitividad nacional definida como el producto potencial o esperado por trabajador, dada la calidad de un pa铆s como lugar para hacer negocios3; y analizan el impacto de factores micro y macro sobre esta medida de competitividad. Para ello, utilizan tres variables:
鈼 Infraestructura Social e Instituciones Pol铆ticas (ISIP): variable macro referida a ladad de las instituciones pol铆ticas y el estado de derecho.
鈼 Pol铆tica Monetaria y Fiscal (PMF): variable macro que incluye medidas de sosteniblidad fiscal y pol铆ticas de deuda e inflaci贸n para administrar fluctuaciones de corto y mediano plazo de la actividad econ贸mica.
鈼 Determinantes microecon贸micos de la competitividad (MICRO): variable micro referida a la calidad del ambiente empresarial nacional, el estado de desarrollo de mercados y cl煤steres, y la sofisticaci贸n de las operaciones y estrategias empresariales.
El objetivo del modelo es determinar qu茅 porcentaje de los cambios en la medida de competitividad est谩 explicado por cada una de las variables. Utilizando datos de 130 pa铆ses para el per铆odo 2001-2008, los autores concluyen que aproximadamente el 43% de los cambios en la competitividad se deben a los factores micro, el 46% se deben a la Infraestructura Social e Instituciones Pol铆ticas, y el 11% a la Pol铆tica Monetaria y Fiscal.
3 V茅ase BEA 2012, Cap铆tulo 3, para una explicaci贸n m谩s detallada del modelo.
De esta forma, evidencian la enorme importancia del nivel micro en la competitividad nacional, y remarcan el hecho de que una econom铆a que no goza del mejor ambiente macroecon贸mico a煤n tiene posibilidades de encontrar elementos dinamizadores en la micro.
En el cap铆tulo 3 de El Balance de la Econom铆a Argentina 2012 se se帽al贸 que uno de los instrumentos destacados de pol铆tica microecon贸mica son los cl煤steres, al transformarse los mismos en el 谩mbito ideal desde donde un conjunto de organizaciones que trabaja mancomunadamente detr谩s de lograr la eficiencia colectiva puede, a partir de un objetivo microecon贸mico que inicialmente lo convoc贸, lograr que se modifiquen aspectos relevantes de pol铆ticas de un nivel superior en forma poco costosa. En la secci贸n 2.4.5 del presente cap铆tulo se ampl铆a esta propuesta, incorporando al 鈥渃apital social鈥 como factor constitutivo de las redes colaborativas.
2.2.4 Competitividad y eficiencia
Es com煤n observar que la idea de 鈥渆ficiencia鈥 surja en los debates sobre competitividad, ya sea como concepto asociado e incluso como sin贸nimo. Buckley, Pass, & Prescott (1988) analizan la relaci贸n entre estos conceptos.
La eficiencia puede definirse como la 贸ptima asignaci贸n de recursos para alcanzar los objetivos propuestos. En consecuencia, la competitividad implica la b煤squeda de ineficiencias y la implementaci贸n de mecanismos para erradicar dichas ineficiencias. Sin embargo, existe un elemento de la competitividad que no est谩 presente en el concepto de eficiencia: la elecci贸n de los objetivos m谩s apropiados. Puede decirse entonces que la competitividad implica tanto la efectividad (es decir, la elecci贸n de los objetivos correctos o adecuados) como la eficiencia (el logro de objetivos al menor costo posible). En otras palabras, incluye tanto los fines como los medios para alcanzarlos.
2.3 Un modelo de competitividad micro
2.3.1 Elementos del modelo
Buckley, Pass y Prescott (1988) formularon un modelo de an谩lisis de competitividad basado en tres categor铆as: potencial, performance y procesos (suele ser llamado 鈥渕odelo de las tres P鈥).
Este modelo ha sido frecuentemente utilizado para estudiar y comparar la competitividad de distintas compa帽铆as en mercados nacionales o internacionales. Entre los estudios m谩s novedosos y recientes que parten de este modelo como instrumento de an谩lisis pueden mencionarse el de Jerusalmi y Camacho (2007), que indaga en la competencia dentro del sector farmac茅utico norteamericano; el de Zhang y Ebbers (2012), que compara la competitivida d de diferentes industrias en China y la Uni贸n Europea; y el de Patl谩n P茅rez, Zorrilla y Vel谩zquez (2013), el cual analiza las caracter铆sticas de las empresas mexicanas que compiten a trav茅s de la innovaci贸n.
La idea b谩sica del modelo consiste en clasificar una serie de medidas de competitividad dentro de tres categor铆as, y luego analizar la forma en que las categor铆as y sus medidas se relacionan entre s铆. Como se mencion贸, las tres categor铆as b谩sicas son:
Potencial: El potencial es el 鈥渋nput鈥 o insumo de la competitividad. Son los recursos y capacidades de los que dispone la empresa y a los que tiene acceso para fabricar bienes o servicios.
Distintos autores proponen diferentes medidas de potencial: Buckley et al (1988) incorporan la competitividad de costos, la productividad individual de los factores, la competitividad de precios, e indicadores tecnol贸gicos como la posesi贸n de patentes o la pertenencia a determinadas ramas industriales.Patl谩n P茅rez et al (2013) agregan el acceso a recursos (como el capital extranjero, los recursos naturales, la mano de obra calificada o el apoyo gubernamental), la edad, el tama帽o y la ubicaci贸n de la empresa, y la rotaci贸n de los productos. Por su parte, el estudio emp铆rico de Jerusalmi y Camacho(2007) utiliza la variable 鈥渧entas por empleados鈥 para aproximar la productividad de los recursos humanos como potencial competitivo.
Procesos: Se refieren a las distintas combinaciones posibles de los recursos incluidos en el potencial para obtener resultados. Implica la selecci贸n e implementaci贸n de procesos productivos y administrativos. Dentro de esta dimensi贸n pueden incluirse, por ejemplo, las habilidades de marketing, las relaciones directivas (hacia adentro y hacia afuera de la compa帽铆a), la cercan铆a al cliente, la integraci贸n horizontal y vertical, la innovaci贸n y el liderazgo en productos. Jerusalmi y Camacho (2007) utilizan la variable 鈥渋nversi贸n en investigaci贸n y desarrollo (I&D)鈥 como proxy al proceso de innvovaci贸n.
Performance: Es el desempe帽o o los resultados visibles que obtiene la compa帽铆a a partir de su potencial y sus procesos competitivos. Suele ser com煤n que las medidas de performance se confundan con medidas globales de competitividad. En esta categor铆a pueden ubicarse la rentabilidad, las ventas, la participaci贸n en el mercado y las exportaciones. La medida emp铆rica que utilizan Jerusalmi y Camacho (2007) para aproximar la performance operativa y financiera de una empresa es el ratio de utilidades netas en relaci贸n al activo de la empresa (tambi茅n conocido como 鈥淩eturn On Assets鈥 o ROA).
2.3.2 Din谩mica de la competitividad microecon贸mica
El an谩lisis conjunto de las tres categor铆as permite captar la din谩mica de la competitividad a nivel micro, algo que no es posible si se estudia cada categor铆a por separado. Como se帽alan Buckleyet al (1988), observar s贸lo las medidas de performance implica perder de vista la sostenibilidad de los resultados en el tiempo, y la regeneraci贸n y mantenimiento del potencial competitivo. Es decir, impide ver si un resultado exitoso se obtuvo por mera casualidad o como consecuencia de un proceso conciente de obtenci贸n y combinaci贸n de recursos. Por otro lado, si se considera exclusivamente el potencial de una compa帽铆a para evaluar su competitividad, no se brinda ning煤n indicio acerca de la realizaci贸n de dicho potencial. De este modo se ignora la posibilidad de que las ventajas no aprovechadas puedan distorsionar los resultados que obtiene la empresa.
Por 煤ltimo, los procesos pueden ser analizados de forma independiente; pero, al incluir medidas fundamentalmente cualitativas, se hace dif铆cil compararlos. Para ello, resulta conveniente comparar procesos sobre la base cuantitativa de sus recursos y resultados.
Las relaciones entre las tres categor铆as no siguen una secuencia lineal del tipo 鈥淎 ocasiona B, que luego ocasiona C鈥; m谩s bien, podr铆a afirmarse que todas las categor铆as se vinculan de manera directa a trav茅s de relaciones que no siguen una 煤nica direcci贸n, tal como se aprecia en el Esquema 2.1.
El potencial es el fundamento de la performance, pues dentro del primero se incluyen todos los recursos que la empresa puede utilizar para lograr un desempe帽o competitivo. A su vez, el desempe帽o debe contemplar el mantenimiento y ampliaci贸n del potencial competitivo, de forma tal que la performance pueda ser sostenida y mejorada en el tiempo. Un sencillo ejemplo de esta relaci贸n se observa en algunas industrias explotadoras de recursos naturales no renovables, las cuales logran resultados en el presente a costa de sacrificar su potencial futuro.
Los procesos, como se mencion贸, transforman el potencial en performance o resultados, por lo que puede establecerse aqu铆 una secuencia 鈥淧otencial 鈥 Procesos 鈥 Performance鈥. Sin embargo, deben considerarse tambi茅n las relaciones de retroalimentaci贸n que permiten mejorar los procesos a partir de la observaci贸n y el an谩lisis de los resultados obtenidos, y los procesos de obtenci贸n y reorganizaci贸n de recursos que maximizan el potencial competitivo de la empresa.
2.3.3 Comparaci贸n y medici贸n
La competitividad es un concepto esencialmente relativo, tal como puede apreciarse en las definiciones revisadas en la segunda secci贸n del presente cap铆tulo. Ello implica que, al momento de evaluar la competitividad de una empresa (y, en general, de cualquier unidad de an谩lisis) debe elegirse previamente un punto referencia en base al cual comparar. Al respecto, las posibilidades son:
鈼 Competitividad relativa a la misma unidad de an谩lisis (e. g. la empresa), pero en un punto temporal diferente; esto es, la competitividad en funci贸n del tiempo. Esta modalidad permite observar las ganancias o p茅rdidas de competitividad de la unidad observada y su evoluci贸n hist贸rica.
鈼 Competitividad relativa aotra unidad de an谩lisis ( e. g. otra empresa ), en el mismo punto temporal. En este caso tambi茅n es necesario tener en cuenta otros factores de comparabilidad, como nacionalidad, pertenencia a mercados similares, tama帽o, etc.
鈼 Competitividad relativa a una situaci贸n contra f谩ctica bien definida. Esto implica realizar el ejercicio te贸rico de analizar c贸mo se hubiese modificado la competitividad en un escenario hipot茅tico que en la realidad no ocurri贸 (por ejemplo, un cambio en el entorno de la empresa o la ejecuci贸n de un plan alternativo).
Cada una de estas posibilidades tiene implicancias metodol贸gicas para la medici贸n emp铆rica de la competitividad. La principal dificultad de estas mediciones emp铆ricas radica en la necesidad de mantener constantes los factores ambientales, de modo tal que las medidas reflejen verdaderamente el potencial, los procesos y la performance propias de las unidades, y no las condiciones externas sobre las que no tienen poder de decisi贸n. Para lograr una medida end贸gena de competitividad micro, todos los elementos ex贸genos (los macro, meso y meta) deber铆an poder controlarse y aislarse, lo que resulta pr谩cticamente imposible en la pr谩ctica, dado que una empresa es inseparable de su entorno. En consecuencia, cualquier medici贸n emp铆rica de competitividad micro exige una adecuada contextualizaci贸n dentro de los niveles superiores. Por ejemplo, al estudiar la evoluci贸n competitiva de una empresa deben considerarse las condiciones macroecon贸micas de auge, recesi贸n, apertura internacional, etc.; y al comparar empresas de distintas nacionalidades deben contemplarse los factores metas inherentes a cada cultura. Estas consideraciones no son exclusivas de los estudios te贸ricos sobre competitividad.
En efecto, toda empresa que eval煤e y desarrolle su competitividad debe tener en cuenta expl铆citamente cu谩l es su punto de referencia y c贸mo su contexto puede diferir de 茅ste.
2.3.4 Aplicaciones
El modelo aqu铆 presentado, si bien data de 1988, ha recibido una importante atenci贸n en la literatura y contin煤a siendo un enfoque actual ampliamente utilizado en investigaciones sobre competitividad microecon贸mica. En este apartado se presentar谩n, a modo de ejemplo de aplicaci贸n, dos trabajos recientes que utilizan el modelo de Buckley.
El primero de ellos, titulado 鈥淓l Tri谩ngulo de la Competitividad: Un modelo de medici贸n de competitividad empresarial, hallazgos emp铆ricos sobre empresas farmac茅uticas de EEUU鈥 (Jerusalmi & Camacho, 2007), propone una medida cuantitativa de competitividad, fundada en las tres categor铆as de Buckley, y ensaya su aplicaci贸n en el sector farmac茅utico norteamericano. En el estudio, la performance es medida mediante el indicador financiero 鈥淩eturn On Assets鈥 (ROA), que permite visualizar cu谩n efectivamente est谩n siendo utilizados los activos que producen utilidades; el potencial se mide a trav茅s de la variable 鈥渧entas por empleado鈥, como un indicador de la calidad de los recursos humanos a los que cada empresa tiene acceso; y se emplea el volumen de inversi贸n en I&D como medida cuantitativa de los procesos de innovaci贸n.
Calculadas estas medidas de performance, potencial y procesos, los autores proponen, a los fines de considerar las interrelaciones entre las tres categor铆as, un m茅todo gr谩fico-matem谩tico al que denominan 鈥渢ri谩ngulo de competitividad鈥. La idea consiste en representar los valores correspondientes a las tres categor铆as en un gr谩fico radial, tal como se observa en el Gr谩fico 2.1. De esta manera, quedan marcados tres puntos conformando un tri谩ngulo cuya 谩rea depender谩 tanto de los niveles alcanzados en cada una de las variables como de las interrelaciones entre las mismas, expresadas a trav茅s de funciones trigonom茅tricas. Esto permitir铆a aproximar una medida de competitividad.
Los autores aplican esta metodolog铆a para medir la competitividad relativa de un conjunto de empresas del sector farmac茅utico en Estados Unidos. Luego del c谩lculo y an谩lisis de las 谩reas triangulares para las diecisiete empresas de la muestra, en el per铆odo 1999-2008, Jerusalmi y Camacho (2007) arriban a las siguientes conclusiones:
鈼 Se diferencian tres grupos de empresas (heterog茅neos entre s铆 y homog茅neos hacia adentro) de acuerdo a su competitividad promedio medida por la superficie triangular.
鈼 Si se analiza el nivel de utilidades operativas de las empresas estudiadas, en relaci贸n a la media del sector, se diferencian los tres mismos grupos que en el punto anterior. Puede decirse entonces que existe una correlaci贸n directa entre la medida de competitividad propuesta y el nivel de utilidades operativas.
鈼 Algunas de las empresas presentan 谩reas triangulares que permiten calificarlas como 鈥渃ompetitivas鈥; sin embargo, sus niveles de utilidades operativas est谩n por debajo de la media sectorial. Esto permitir铆a inferir que a煤n cuando una empresa posea utilidades operativas por debajo de las del promedio del mercado comparable, 茅sta puede estar dando indicios de competitividad no explotada.
EL otro estudio reciente que utiliza el modelo de competitividad de Buckley es el de Patl谩n P茅rez, Zorrilla y Vel谩zquez (2013). El estudio tiene como premisa el hecho de que M茅xico ha perdido competitividad en numerosos sectores industriales en los a帽os precedentes , lo que llev贸 a la implementaci贸n de diversas medidas y estrategias, como la sanci贸n de la 鈥淟ey para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro y Peque帽a Empresa鈥, la creaci贸n del Instituto Mexicano para la Competitividad, la realizaci贸n del primer Foro para la Competitividad en M茅xico, y la propuesta del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.
Considerando la creciente preocupaci贸n por este problema, los autores se proponen indagar en el perfil de competitividad de un conjunto de empresas cuya principal fuente de ventajas competitivas es la innovaci贸n de productos, procesos y servicios, enfoc谩ndose en el rol del capital humano en el desarrollo de innovaciones.
El estudio consisti贸 en la comparaci贸n de una muestra de 270 empresas mexicanas que realizaron alg煤n tipo de innovaci贸n de productos y/o servicios en el per铆odo 2007-2009. Las principales variables de comparaci贸n consideradas fueron: tama帽o de la empresa (por cantidad de empleados); edad de la empresa; origen del financiamiento de innovaciones; acceso a recursos humanos (de acuerdo a niveles educativos); cantidad y tipo de innovaciones logradas; y nivel y tipo de ventas (locales o exportaciones).
Las variables fueron relevadas mediante un extenso proceso de encuestas individuales a las empresas; y luego estructuradas de acuerdo a las tres categor铆as de Buckley et al(1988). En cada una de las categor铆as, los aspectos relevantes de competitividad que surgieron de la comparaci贸n fueron los siguientes:
Potencial competitivo: los autores concluyen que el potencial para innovar se encuentra directamente relacionado con el tama帽o de las empresas. En cuanto al financiamiento, los autores muestran que el logro de innovaciones estuvo fundamentalmente ligado al apoyo financiero del Estado. El 50% de las empresas recibi贸 apoyo financiero gubernamental para el desarrollo de innovaciones, el 10% recurri贸 al capital externo, y el 40% restante se financi贸 por otros medios.
El acceso al capital humano, medido por la posibilidad de contratar personal con estudios superiores, result贸 ser de particular importancia en el potencial innovador de productos y servicios, no tanto as铆 en la innovaci贸n de procesos de producci贸n.
Procesos competitivos: Como todas las empresas estudiadas desarrollaron innovaciones, la comparaci贸n se realiz贸 b谩sicamente de acuerdo a los tipos de innovaciones desarrolladas (productos, procesos o servicios). Los autores destacan aqu铆 la importancia de las innovaciones de producto (m谩s del 50% del total) y la capacidad de apropiarse de dichas innovaciones por medio de la generaci贸n de activos intelectuales (marcas, patentes, etc).
Performance competitiva: El estudio hace 茅nfasis en la peformance exportadora de las empresas, la cual fue baja e insatisfactoria: en promedio, s贸lo un 10% de las ventas se realiz贸 al exterior. Esto indicar铆a que el potencial competitivo de las empresas estudiadas no ha sido lo suficientemente explotado para posicionarse en los mercados internacionales.
2.4 Las empresas frente a la competitividad microecon贸mica: requerimientos tecnol贸gicos y organizacionales
Como se mencion贸 anteriormente, el principal nivel de competitividad afectado por el accionar de las empresas es el micro. Las mejoras en la competitividad microecon贸mica pueden lograrse fundamentalmente a trav茅s de desarrollos organizacionales y tecnol贸gicos que impacten sobre el potencial, los procesos y la performance de las empresas (siguiendo el modelo presentado en la secci贸n precedente).
En la presente secci贸n, se abordar谩n algunos t贸picos estudiados por la literatura reciente que responden a la necesidad de desarrollar los procesos y el potencial de las empresas para elevar su performance competitiva. En relaci贸n a los procesos, se revisar谩n algunas propuestas referidas a innovaci贸n en recursos humanos, orientaci贸n hacia el cliente e inteligencia de mercado. En cuanto al potencial, se analizar谩 el impacto que tienen sobre el mismo el sector log铆stico y el desarrollo de capital social.
2.4.1 Innovaci贸n de los recursos humanos4
En una econom铆a global movilizada por el conocimiento y la informaci贸n, los recursos humanos proveen de competitividad aut茅ntica a una empresa, a trav茅s de sus actitudes y habilidades. Existe un consenso general acerca de que las ventajas competitivas construidas a partir de innovaciones de recursos humanos5 son dif铆cilmente imitables, y por ende vitales para el crecimiento sustentable y competitivo de la empresa. Sin embargo, a pesar de ser considerados como uno de los activos m谩s valiosos de la compa帽铆a, la forma en la que se generan e implementan innovaciones de recursos humanos contin煤a siendo un terreno de ambig眉edad.
Una nueva actividad, pr谩ctica o programa de recursos humanos se considera una innovaci贸n cuando genera valor para la compa帽铆a que la adopta. Estas innovaciones pueden ocurrir en cualquier empresa y en distintos grados. Puede ser tan simple como el cambio de una modalidad de reclutamiento a trav茅s de avisos en diarios a otra basada en p谩ginas web especializadas;
o puede ser radical, como el 鈥淧royecto 20%鈥 introducido por Google (ver Recuadro 2.2), y los institutos de capacitaci贸n especializados de FedEx e Infosys, entre otros. El grado de innovaci贸n diferir谩 de acuerdo a la profundidad del cambio, la cantidad o tipo de empleados afectados, y la naturaleza de sus resultados (Botla & Harigopal, 2011).
Recuadro 2.2: El Proyecto 20%
Una de las m谩s famosas innovaciones de Google en su campus de Mountain View (California) es el 鈥淧royecto 20%鈥. B谩sicamente, Google permite a sus empleados dedicar hasta un 20% de su tiempo laboral (8 horas semanales) a proyectos especiales propuestos por ellos mismos, que resulten de su inter茅s y generen valor para Google. Entre algunos de los productos surgidos de esta iniciativa se encuentran el sistema de publicidad de Google AdSense (que lleg贸 a generar el 25% de los ingresos de la compa帽铆a), GMail, Google Transit, Google Talk, Google News, e incluso el sistema de minibuses que traslada a los empleados desde sus hogares al campus.
Las razones de Google para sostener este proyecto tienen que ver con el valor que representan para la empresa las innovaciones. Asimismo, trabajar con proyectos propios incentiva a los empleados, y permite transformar los 鈥渢iempos muertos鈥 de la rutina diaria en horas productivas. Sin embargo, algunos aspectos negativos del proyecto podr铆an hacerlo no recomendable para muchas empresas: cumplir con la carga habitual de trabajo y el proyecto extra puede generar presiones y agotamiento que reduzcan la productividad; y la selecci贸n y monitoreo de los proyectos generan costos adicionales (en personal y procesos) que no todas las compa帽铆as pueden permitirse.
El primer paso esencial para una innovaci贸n en recursos humanos (RRHH) es la identificaci贸n de necesidades u oportunidades que requieran cambios en el sector. A partir de ello deben evaluarse los riesgos y requerimientos de recursos asociados a los cambios. Cada innovaci贸n en materia de RRHH tiene asociados dos tipos de riesgos: el riesgo de falla en la implementaci贸n y el riesgo de resultados no deseados (por m谩s que la innovaci贸n haya sido correctamente implementada).
El dise帽o y la implementaci贸n de innovaciones en RRHH es un proceso inclusivo que requiere tanto del involucramiento de las gerencias como del apoyo de la administraci贸n superior. El involucramiento de las gerencias es necesario debido a que las nuevas pr谩cticas o actividades de RRHH deben satisfacer los requerimientos de aqu茅llas. Para ello, el aprendizaje interno es una buena forma de entender dichos requerimientos.
4 Para un mayor an谩lisis sobre innovaci贸n, leer el Cap铆tulo 8 de 鈥淓l Balance de la Econom铆a 2010鈥.
5 Los procesos de upgrading en las cadenas de valor, tal como se explican en el Cap铆tulo 8 de este libro, pueden requerir innovaciones esenciales en los recursos humanos.
En cuanto al apoyo de la administraci贸n superior, el mismo consta de dos elementos. En primer lugar, el reconocimiento hacia el concepto de RRHH en general, lo que requiere la incorporaci贸n de profesionales de RRHH aut贸nomos y con poder decisi贸n. Lo segundo es la confianza y la aceptaci贸n del riesgo que implica el cambio, por medio de la asignaci贸n efectiva de los recursos necesarios para su implementaci贸n. Tambi茅n es importante el involucramiento del personal de los niveles inferiores, ya que las medidas, en general, los afectan directamente. La implementaci贸n exitosa de un cambio requiere el compromiso de toda la organizaci贸n Para que esto pase, los primeros que tienen que demostrar su compromiso son las gerencias y la administraci贸n superior, con acciones que demuestren que el cambio va en serio. Si toda la organizaci贸n est谩 comprometida, el riesgo de fallas en la implementaci贸n es much铆simo menor (Thompson & Strickland, 2008).
Para concluir, puede decirse que, en tiempos en los que las empresas buscan permanentemente fuentes no tradicionales de competitividad, la innovaci贸n de RRHH es una interesante alternativa para que el 谩rea contribuya al agregado de valor y las ventajas competitivas (Amarakoon, Weerawardena, & Verreynne, 2013).
2.4.2 Orientaci贸n hacia el cliente
Los clientes son los beneficiarios fundamentales de la competitividad, y son ellos quienes en 煤ltima instancia juzgan y determinan (a trav茅s de sus decisiones de compra) cu谩les empresas son competitivas y cu谩les no. Por ello, la intensidad en la captaci贸n de clientes es una medida elemental de competitivida d empresarial . Est a medid a s e encuentr a altament e influenciada por la forma en la cual la empresa se orienta hacia el cliente.
Altenburg, Hillebrand, & Meyer-Stamer (1998) se帽alan dos procesos surgidos de la globalizaci贸n de los mercados que presionan (conjuntamente) a las compa帽铆as para que se orienten hacia el cliente: la creciente diferenciaci贸n de los patrones de demanda, que implica consumidores m谩s sofisticados que consumen combinaciones cada vez m谩s espec铆ficas de productos; y el acortamiento de los ciclos de vida de nuevos productos, al generarse nuevas exigencias en los clientes a medida que se satisfacen las anteriores. Las empresas que entienden esto y logran satisfacer las expectativas de sus clientes son las que lideran los mercados. Algunas estrategias reconocidas como exitosas para desenvolverse en esta realidad son la cercan铆a con el cliente, la delegaci贸n de poder al cliente (鈥渃ustomer empowerment鈥) y la creaci贸n de mercados (Botla & Harigopal, 2011).
La cercan铆a al cliente ayuda a las compa帽铆as a entender las necesidades especiales y a construir relaciones duraderas que permiten proveer los productos y servicios deseados. Una herramienta 煤til son los sistemas de administraci贸n de las relaciones con el cliente (鈥淐ustomer Relationship Management鈥). Permiten coordinar los procesos relacionados con el cliente, lo cual permite aumentar la satisfacci贸n y retenci贸n del cliente. Adem谩s brinda informaci贸n detallada sobre los clientes y sus preferencias. American Express y Wal-Mart lograron optimizar sus ventas por medio del armado de detalladas bases de datos de compras de clientes, para luego analizarlas de manera minuciosa en la b煤squeda de patrones particulares de consumo, como se comenta en el Recuadro 2.3(Botla & Harigopal, 2011). Toyota tuvo gran 茅xito en la India con sus productos Toyota-qualis y Toyota-Innova gracias a la comprensi贸n de las expectativas de los clientes indios. La empresa sigue el concepto de 鈥淕enchi Genbutsu鈥 (la filosof铆a de 鈥渋r y ver鈥, referida al lugar f铆sico donde se desarrollan los procesos), la cual le permite entender las necesidades espec铆ficas que tienen en mente sus compradores potenciales. Otro interesante ejemplo es el de Mohammed Yunus, Premio Nobel y creador del Grameen Bank, el cual ofrec铆a microcr茅ditos a mendigos porque los conoc铆a muy bien y visualizaba su transformaci贸n en propietarios de peque帽os negocios en Bangladesh.
Recuadro 2.3: Pa帽ales y cervezas
La detecci贸n de h谩bitos de compra en supermercados es un ejemplo cl谩sico de la aplicaci贸n de t茅cnicas de miner铆a de datos sobre estad铆sticas de ventas. Un estudio frecuentemente citado es el realizado por la firma de minimercados Osco (Estados Unidos), que detect贸 que los viernes hab铆a una cantidad inusualmente elevada de clientes que adquir铆an a la vez pa帽ales y cerveza. El estudio permiti贸 concluir que tales ventas se deb铆an a que dicho d铆a sol铆an acudir al supermercado padres j贸venes cuya perspectiva para el fin de semana consist铆a en quedarse en casa cuidando de su hijo y viendo la televisi贸n con una cerveza en la mano. El supermercado pudo incrementar sus ventas de cerveza coloc谩ndolas pr贸ximas a los pa帽ales para fomentar las ventas compulsivas.
Otro caso renombrado es el de Wal-Mart, que al detectar que un amplio porcentaje de sus clientes llevaban leche entre sus compras, decidi贸 colocar el sector de productos l谩cteos en la parte posterior de sus salones de ventas. De este modo, sus clientes tendr铆an que recorrer todos los dem谩s sectores para comprar leche, lo que aumentar铆a la probabilidad de compra de otros productos.
La delegaci贸n de poder al cliente o 鈥渃ustomer empowerment鈥 implica involucrar al cliente en determinados procesos normalmente realizados puertas adentro de la empresa, como por ejemplo el desarrollo de productos o la elecci贸n del canal de distribuci贸n. Esto implica un cambio en la conceptualizaci贸n del cliente: de ser un mero objetivo de la estrategia comercial de la empresa pasaa ser visto como un agente con poder de decisi贸n. Las compa帽铆as que han explotado este tipo de ventaja competitiva en general lo han logrado haciendo uso de la nuevas Tecnolog铆as de la Informaci贸n y la Comunicaci贸n (TICs). Entre ellos, pueden mencionarse algunos fabricantes de indumentaria, como Nike o Levi-Strauss, que permiten a los clientes dise帽ar productos a medida en sus sitios web y pedir que se los env铆en a domicilio; o la cadena hotelera Ritz-Carlton, que brinda a sus hu茅spedes la posibilidad de elegir determinados aspectos de su habitaci贸n (piso, decoraci贸n, fumador) al realizar una reserva online.
La idea de 鈥渃rear mercados鈥 surge como alternativa a la posibilidad (o imposibilidad) de competir en mercados ya existentes. La capacidad de identificar e incluso crear nuevas necesidades es una habilidad poco com煤n que resulta crucial para la creaci贸n de mercados a trav茅s de productos innovadores. El caso de la firma Apple Computers es un destacado ejemplo de la habilidad para entrar en la imaginaci贸n de los consumidores y descubrir qu茅 los cautiva, con el objetivo de sorprenderlos permanentemente y quedar siempre varios pasos delante de sus potenciales competidores.
2.4.3 Inteligencia de mercado
La inteligencia de mercado o de negocios (鈥渂usiness intelligence鈥) es definida como el conjunto de estrategias y herramientas enfocadas a la administraci贸n y creaci贸n de conocimiento en una compa帽铆a. Estas capacidades empresariales est谩n dirigidas hacia afuera y hacia adentro de la organizaci贸n.
Fuera de su propia organizaci贸n, la empresa debe vigilar no s贸lo a sus actuales competidores, sino tambi茅n a competidores potenciales que pudiesen llegar a ofrecer productos sustitutos. En este sentido, la competencia en un mercado no siempre proviene de los rivales tradicionales.
Un caso ejemplar de ello lo constituye el fabricante de pel铆culas fotogr谩ficas Kodak, cuya principal fuente de competencia, a comienzos de la d茅cada de 2000, dej贸 de ser su tradicional rival Fuji. En su lugar, Kodak pas贸 a competir con las empresas fabricantes de c谩maras digitales como Sony o Canon. De este modo, el cambio tecnol贸gico gener贸 rivales inesperados para la empresa. Otro ejemplo reciente de competencia no esperada se dio en el mercado de software de procesadores de texto. En este caso, la principal competencia de Microsoft Word dej贸 de provenir de los procesadores de texto Linux y comenz贸 a originarse en las nuevas herramientas de edici贸n online de documentos que Google hab铆a empezado a ofrecer (Botla & Harigopal, 2011).
Por otro lado, la inteligencia interna o introspecci贸n organizacional es fundamental para la adaptaci贸n al entorno competitivo. La inteligencia interna de la compa帽铆a tiene por objeto el adquirir conciencia de las propias fortalezas competitivas, tanto las manifiestas como las latentes. Una 煤til herramienta conceptual para entender estas fortalezas es el 鈥渘煤cleo de competencias鈥. Johnson y Scholes (2001) definen al n煤cleo de competencias como 鈥渓a base sobre la que la organizaci贸n obtiene su ventaja estrat茅gica (en t茅rminos de habilidades o actividades), que la distingue de sus competidores y proporciona valor a los consumidores o clientes鈥. Prahlad (2008) agrega al respecto: 鈥渆l n煤cleo de competencias es un conjunto de habilidades que: (a) no est谩n ampliamente disponibles en una industria, y (b) no son f谩cilmente copiables o transmisibles de una organizaci贸n a otra鈥. Definir claramente este n煤cleo ayuda a la empresa a entender c贸mo se diferencia de otras y cu谩les son sus productos distintivos que pueden liderar mercados. Como ejemplos de empresas y sus n煤cleos, pueden mencionarse a Sony, cuya capacidad para 鈥渕iniaturizar鈥 productos no ha podido ser igualada por sus competidores; y a Honda, que ha logrado aplicar su tecnolog铆a de motores en una amplia variedad de productos (desde autom贸viles hasta generadores el茅ctricos).
2.4.4 Impacto del sector log铆stico
Haciendo referencia a las relaciones entre la competitividad micro y la competitividad macro, un sector clave de la econom铆a en donde pueden visualizarse estas relaciones es el sector log铆stico, que comprende fundamentalmente transportes, almacenamiento y telecomunicaciones.
La existencia de un sector log铆stico desarrollado (v. g. que sea capaz de proveer servicios especializados acordes a las necesidades de empresas que operan tanto en el mercado global como en un mercado local geogr谩ficamente disperso) no s贸lo mejora el potencial, los procesos y la performance competitiva de compa帽铆as individuales , sino que adem谩 s contribuye al funcionamiento competitivo de la econom铆a en su conjunto. Tal contribuci贸n puede sintetizarse en:
Mayor competitividad de las exportaciones: la reducci贸n de costos log铆sticos permite que los precios de exportaci贸n resulten m谩s competitivos y que una mayor proporci贸n de los mismos remunere al productor (en lugar de remunerar a intermediarios). Asimismo, la eficiencia del sector log铆stico posibilita a los productores geogr谩ficamente aislados convertirse en exportadores.
Tr谩nsito eficaz de las importaciones: las importaciones de bienes de consumo final y de bienes intermedios tienen un importante impacto sobre el costo de vida y la competitividad de las exportaciones, respectivamente. Cabe destacar entonces que las importaciones no s贸lo incluyen los bienes importados en s铆 mismos, sino tambi茅n todos los servicios log铆sticos necesarios para disponer de ellos en tiempo y forma.
Desarrollo del mercado interno: la conectividad entre regiones impulsada por los desarrollos log铆sticos ampl铆a los mercados en los que los productores pueden posicionarse. Esta ampliaci贸n de mercados puede brindar posibilidades para nuevos proyectos, o tornar viables proyectos que de otra forma no lo ser铆an, favoreciendo en consecuencia el desarrollo emprendedor.
Ahorro y generaci贸n de divisas: la posibilidad de contar con un sector log铆stico competitivo dentro de una econom铆a nacional reduce la fuga de divisas por importaci贸n de este tipo de servicios. En el caso de econom铆as que han logrado desarrollar cl煤sters log铆sticos competitivos a nivel internacional (como Noruega, Hong Kong y Singapur), el sector no s贸lo ahorra divisas sino que se convierte en un importante generador de las mismas.
Considerando la relevancia de este sector, resulta interesante analizar algunas de las tendencias que para el mismo se帽ala el estudio 鈥淟a Infraestructura en el Desarrollo Integral de Am茅rica Latina鈥 (IDeAL, 2013):
鈼 El comercio de servicios, a nivel internacional, creci贸 doce veces en los 煤ltimos veinte a帽os. El 50% de este crecimiento estuvo explicado por los servicios log铆sticos (viajes, transporte y comunicaciones), lo que evidencia la importancia que los mismos han adquirido. Los pa铆ses desarrollados lideraron el crecimiento del sector log铆stico, al concentrar el 73% de las exportaciones de este tipo de servicios.
鈼 El boom de los pa铆ses emergentes en la 煤ltima d茅cada los ha convertido en importantes demandantes de servicios En particular, la incorporaci贸n de los emergentes a diversas cadenas globales de valor ha tenido su correlato en la importaci贸n de los servicios log铆sticos necesarios para ello.
鈼 La crisis financiera internacional de 2008 oblig贸 a los principales operadores globales del sector log铆stico a redefinir sus estrategias de posicionamiento en los mercados.
Como consecuencia, surgieron dos tendencias. Por un lado, la concentraci贸n de las grandes compa帽铆as del sector en sus actividades n煤cleo de planificaci贸n y control log铆stico, por medio de la subcontrataci贸n de actividades intensivas en activos fijos (como la operaci贸n de medios de transporte o el almacenamiento)6. Por el otro, la b煤squeda de una mayor presencia en los mercados emergentes que no poseen sectores log铆sticos muy desarrollados, entre ellos M茅xico, Turqu铆a e Indonesia.
鈼 En el caso de Am茅rica Latina, el proyecto de ampliaci贸n del canal de Panam谩 (iniciado en 2005 y proyectado para 2025) conjuntamente con la intensificaci贸n del tr谩fico de manufacturas y materias primas entre Sudam茅rica y Asia han convertido a la regi贸n en un interesante destino para el desarrollo de proyectos log铆sticos. Por esta raz贸n, la regi贸n se encuentra dentro de los planes de expansi贸n de todos los operadores globales del sector.
Como resultado de estas tendencias, el estudio de IDeAL prev茅 un importante desarrollo de los mercados de servicios log铆sticos en Am茅rica Latina en los pr贸ximos a帽os. Tal desarrollo generar铆a dos tipos de impactos:
En primer lugar, un aumento en la oferta de servicios log铆sticos deber铆a reducir los elevados costos por este concepto que penalizan a las empresas y a los habitantes de la regi贸n. Esto redundar铆a en un aumento de la competitividad micro, meso y macro. En segundo lugar, el ingreso de operadores globales al sector log铆stico de Am茅rica Latina someter谩 a los proveedores locales a una mayor presi贸n competitiva. De no poder hacer frente a esta mayor competencia aumentando su eficiencia, muchos de los proveedores locales deber谩n retirarse del mercado. Sin embargo, la presencia de nuevos actores internacionales en los mercados latinoamericanos no s贸lo generar谩 mayor competencia: tambi茅n brindar谩 a las empresas locales la posibilidad de implementar alianzas con grandes compa帽铆as multinacionales. Las estrategias de expansi贸n asset-light de estas 煤ltimas las llevar铆an a demandar aquellos servicios intensivos en capital fijo en el mercado local, lo que abrir铆a nuevas oportunidades de inversi贸n y crecimiento para las empresas locales. Asimismo, los eslabonamientos del sector log铆stico tambi茅n generan oportunidades para proveedores de otros servicios de soporte como consultor铆a, ingenier铆a o servicios inform谩ticos.
2.4.5 Aprovechamiento del capital social
El capital social puede ser definido como 鈥渆l conjunto de valores o normas informales compartidas entre miembros de un grupo que permite que sus miembros cooperen entre s铆鈥 (Fukuyama, 1995). Siguiendo a Putnam (1995), el capital social es una caracter铆stica de las organizaciones que facilita la coordinaci贸n y la cooperaci贸n para el beneficio mutuo. Esta caracter铆stica puede convertirse en una importante fuente de ventajas competitivas cuando tiene condiciones hist贸ricas 煤nicas, es decir, cuando es rara y dif铆cil de imitar. Estas ventajas radican en la mejora de capacidades individuales y colectivas a trav茅s de pr谩cticas colaborativas. Asimismo, como otras formas de capital, el capital social tambi茅n es productivo, genera rendimientos, y hace posible la consecuci贸n de muchos objetivos que ser铆an inalcanzables sin su existencia7.
Dos trabajos recientes estudian algunas formas de explotar las ventajas competitivas del capital social en contextos diferentes: las redes colaborativas de empresas y las relaciones proveedor-cliente.
Una red colaborativa es un arreglo organizacional emergente8 que involucra compromisos mutuos entre sus participantes para resolver problemas de manera conjunta. Estas redes est谩n constituidas por diversas personas y organizaciones que son aut贸nomas y heterog茅neas en relaci贸n a sus entornos, cultura y objetivos.
6La estrategia de reducci贸n de activos 铿乯os, con el 铿乶 de aumentar la e铿乧iencia y reducir los riesgos, se conoce con el nombre de 鈥渁sset-light鈥.
7Cabe mencionar que el concepto de capital social ha recibido fuertes cr铆ticas por parte de Arrow(1999) y Solow(2000). Las cr铆ticas apuntan a que este concepto no cumple con los elementos esenciales para ser considerado capital, y que por ende constituye s贸lo una met谩fora. Por el contrario, Haynes(2009) de铿乪nde el concepto por considerar que se trata un factor de producci贸n tan esencial como el trabajo y el capital f铆sico.
8 Es decir, que surge de relaciones entre individuos (por lo que depende de ellas hasta cierto punto), pero que posee procesos propios que no se reducen a tales relaciones, y que son capaces de in铿倁ir sobre ellas(Lawson, 2003).
La capacidad asociativa depender谩 del grado en que compartan normas y una identidad com煤n, as铆 como de su disposici贸n a subordinar sus intereses individuales a los del grupo. De la comparaci贸n de las definiciones de red colaborativa y capital social, se desprende que el segundo concepto es un elemento constitutivo del primero.
Recuadro 2.4: El cl煤ster vitivin铆cola de Serra Ga煤cha
Un caso ilustrativo de la formaci贸n de capital social en redes colaborativas es el del cl煤ster vitivin铆cola en Brasil, en la regi贸n de Serra Ga煤cha de Rio Grande do Sul. La regi贸n, particularmente apta para esta industria debido a las caracter铆sticas de su clima y su suelo, contaba en 2006 con aproximadamente 680 compa帽铆as productoras de uvas y vino (Macke et al., 2013).
La existencia de obst谩culos al desarrollo de la industria vitivin铆cola – entre los que se destacan el bajo consumo de vino en el mercado interno brasilero, la presi贸n competitiva de productores argentinos y uruguayos, y la alta incidencia de impuestos en los precios finales- llev贸 a productores, asociaciones privadas y agencias gubernamentales a impulsar la creaci贸n de una red colaborativa en la regi贸n de Serra Ga煤cha para enfrentar conjuntamente tal problem谩tica. Es as铆 como en 1998 naci贸 el 鈥淚nstituto Brasileiro do Vinho鈥 (IBRAVIN). De acuerdo al estudio realizado por Macke et al (2013), la formaci贸n de capital social en esta red colaborativa fue facilitada por la cultura y la historia de la inmigraci贸n en la regi贸n, que carga con la tradici贸n de la asistencia mutua y la cooperaci贸n para el desarrollo local.
El estudio de Macke et al (2013) analiza la formaci贸n de capital social en el cl煤ster vitivin铆cola de Serra Ga煤cha en tres dimensiones b谩sicas: estructural, relacional y cognitiva. La dimensi贸n estructural se refiere a la configuraci贸n de las relaciones institucionales dentro de la red colaborativa (jerarqu铆as, canales de comunicaci贸n, etc.). La dimensi贸n relacional abarca las relaciones personales o informales (es decir, fuera de la estructura institucional) entre los miembros de la red; esto sumado al desarrollo de valores como la confianza, la tolerancia y la participaci贸n activa en la red. Por 煤ltimo, la dimensi贸n cognitiva hace referencia a la existencia de una visi贸n compartida entre los miembros de la red acerca del funcionamiento del sector (vitivin铆cola, en este caso) y la interpretaci贸n de sus problem谩ticas.
Por medio de encuestas a miembros de la red colaborativa y del an谩lisis factorial de los datos as铆 recabados, el estudio detecta una significativa formaci贸n de capital social en sus tres dimensiones. Los autores concluyen entonces que 鈥渓a importancia del desarrollo de capital social en redes colaborativas puede sintetizarse en: (i) los altos niveles de confianza y fuertes normas de reciprocidad reducen los costos de transacci贸n; (ii) las redes de colaboraci贸n aten煤an los riesgos, lo que estimula a sus miembros a realizar innovaciones; (iii) las redes facilitan una r谩pida diseminaci贸n de la informaci贸n, reduciendo las asimetr铆as entre miembros; y (iv) las redes colaborativas permiten la resoluci贸n de problemas colectivos con mayor facilidad鈥 (Macke et al, 2013).
Por otro lado, el potencial competitivo del capital social tambi茅n puede ser explotado a trav茅s de las relaciones proveedor-cliente que impactan sobre las capacidades de innovaci贸n de una compa帽铆a. El trabajo de Prihadyianti et al (2012) estudia las relaciones proveedor-cliente entre las compa帽铆as automotrices japonesas radicadas en Indonesia y sus proveedores locales, buscando determinar c贸mo las compa帽铆as locales desarrollaron sus capacidades de innovaci贸n a partir de la interacci贸n con sus clientes extranjeros.
Prihadyianti et al (2012) analizan estas relaciones utilizando un modelo que vincula tres conceptos: capital social (tal como fue definido anteriormente), capacidad de absorci贸n y capacidad de innovaci贸n. La capacidad de absorci贸n es definida por los autores como 鈥渓a habilidad de las compa帽铆as para identificar, asimilar y explotar conocimientos en su entorno externo鈥 (Prihadyianti et al, 2012); mientras que la capacidad de innovaci贸n es 鈥渓a habilidad para transformar continuamente conocimientos e ideas en productos, procesos y sistemas nuevos鈥 (ib铆d.).
El modelo vincula los tres conceptos de manera secuencial, tal como se muestra en el Esquema 2.2. De este modo, el capital social tiene un efecto positivo sobre la capacidad de absorci贸n debido a que la existencia de v铆nculos y confianza entre individuos es el soporte indispensable para la transferencia y asimilaci贸n de conocimientos entre ellos. El estudio de Prihadyianti et al (2012) hace referencia a los v铆nculos entre individuos pertenecientes a distintas compa帽铆as (en particular, a aquellos del tipo proveedor-cliente); sin embargo, el impacto del capital social sobre la capacidad de absorci贸n tambi茅n se da dentro de una misma empresa, en las relaciones entre agentes, 谩reas o departamentos.
A su vez, las capacidades de adquirir y asimilar conocimientos constituyen requisitos esenciales (necesarios pero no suficientes) para el desarrollo tanto de capacidades innovativas como de innovaciones en s铆 mismas.
El caso particular estudiado por Prihadyianti et al (2012) es el de la relaci贸n entre una firma indonesa local que fabrica tableros de instrumentos para autom贸viles, y su cliente, una compa帽铆a automotriz multinacional de origen japon茅s. Las empresas han estado vinculadas durante casi veinte a帽os, y han mantenido contactos formales e informales. Al mismo tiempo, ambas empresas han desarrollado pr谩cticas de innovaci贸n en productos, procesos y capacidades gerenciales.
Mediante entrevistas y encuestas estandarizadas a grupos de responsables en ambas compa帽铆as, los autores verifican la existencia de una relaci贸n entre capital social, capacidad de absorci贸n y capacidad innovadora como la que propone el modelo.
Los resultados tambi茅n arrojan que la capacidad innovadora es mucho mayor en la compa帽铆a cliente debido a que su tama帽o y su condici贸n de multinacional le permiten acceder a una variedad de recursos mucho m谩s amplia que la de su proveedor. Por su parte, la capacidad innovadora de la firma proveedora surge de la proximidad entre sus empleados y los de su cliente. Las relaciones interorganizacionales a trav茅s del capital social generan, en este caso, un 鈥渋somorfismo mim茅tico鈥 en la compa帽铆a proveedora.
En la teor铆a de las organizaciones, la idea del 鈥渋somorfismo mim茅tico鈥 se refiere a la tendencia de una organizaci贸n a imitar la estructura de otra organizaci贸n, bajo la creencia de que tal estructura es beneficiosa. El isomorfismo mim茅tico le permite entonces a la empresa proveedora imitar las estrategias de su cliente para construir capacidades de innovaci贸n. Esto 煤ltimo se ve reforzado por la l贸gica de keiretsu9 de la empresa cliente; pero depende, en 煤ltima instancia, de la prolongaci贸n y la intensidad de las relaciones entre las compa帽铆as.
2.5 La sostenibilidad de la competitividad
Se mencion贸 anteriormente, al discutir el concepto de competitividad, que el mismo busca capturar aquellas condiciones necesarias para el crecimiento econ贸mico y la creaci贸n de riqueza.
A su vez, la riqueza y el crecimiento econ贸mico no constituyen metas 煤ltimas ni se justifican en s铆 mismas, sino que se entienden como importantes requisitos para mejorar las condiciones de la vida humana. World Economic Forum (2013) se帽ala que durante la mayor parte del per铆odo posterior a la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento econ贸mico y el aumento de la competitividad estuvo acompa帽ado por importantes mejoras en la calidad de vida de grandes porciones de la poblaci贸n mundial. Sin embargo, el estudio tambi茅n indica que este proceso de aumento simult谩neo de la competitividad y el bienestar podr铆a no ser sostenible hacia el futuro.
Al mismo tiempo que los niveles mundiales de ingreso se han expandido y m谩s mercados emergentes han entrado en senderos de r谩pido crecimiento, las presiones que tal crecimiento genera sobre el medio ambiente se han vuelto m谩s palpables, y el problema de la distribuci贸n de los beneficios que acarrea el progreso econ贸mico se ha convertido en una preocupaci贸n alarmante.
9 En el Cap铆tulo 9 del presente libro se realiza un detallado estudio sobre el keiretsu como modelo de organizaci贸n industrial en Jap贸n.
La percepci贸n de que el crecimiento econ贸mico no se traduce en los resultados esperados por amplios sectores de la poblaci贸n se ha visto reforzada, tanto en pa铆ses desarrollados como en emergentes, por la crisis financiera internacional y la consecuente desaceleraci贸n econ贸mica que persiste hasta la actualidad. Este estancamiento ha evidenciado las m煤ltiples tensiones sociales existentes, que se han manifestado en eventos mundialmente difundidos: el movimiento 鈥淥ccupy Wall Street鈥 en los Estados Unidos, la serie de revueltas que derrocaron gobiernos totalitarios durante la 鈥淧rimavera 脕rabe鈥, las protestas de los 鈥渋ndignados鈥 en Espa帽a, y los disturbios de 2013 en las principales ciudades de Brasil, entre otros (World Economic Forum, 2013).
Las consideraciones acerca de la sostenibilidad y la distribuci贸n del crecimiento econ贸mico han adquirido entonces un papel cada vez m谩s importante en los estudios y proyectos de desarrollo de competitividad. En esta secci贸n se presentar谩n dos propuestas te贸ricas desarrolladas durante 2013 que buscan incorporar tales aspectos al an谩lisis: el 脥ndice de Competitividad Global Ajustado por Sostenibilidad, de World Economic Forum (2013); y el 脥ndice de Progreso Social desarrollado por Michael Porter, Scott Stern y Roberto Artavia Lor铆a (2013).
2.5.1 脥ndice de Competitividad Global Ajustado por Sostenibilidad
World Economic Forum (2013) define la competitividad sostenible como 鈥渆l conjunto de instituciones, pol铆ticas y factores que le permiten a una naci贸n mantenerse productiva en el largo plazo a la vez que asegura su sostenibilidad ambiental y social鈥10. La sostenibilidad tiene entonces dos pilares fundamentales: el ambiental y el social.
La competitividad ambientalmente sostenible es definida como 鈥渆l conjunto de instituciones, pol铆ticas y factores que aseguran una administraci贸n eficiente de los recursos compatible con la prosperidad de las generaciones presentes y futuras鈥11.
Durante d茅cadas, economistas, ingenieros y empresarios han sido esc茅pticos acerca de la compatibilidad entre la preservaci贸n del medio ambiente y la competitividad industrial. En buena parte de la literatura econ贸mica, la naturaleza es tratada tradicionalmente como una restricci贸n al crecimiento, debido a que los recursos naturales por lo general son limitados o se renuevan a una tasa f铆sica espec铆fica (que pone un l铆mite a su explotaci贸n).
Sin embargo, estudios m谩s recientes12 se帽alan que la relaci贸n entre sostenibilidad ambiental y competitividad es mucho m谩s compleja que una mera restricci贸n. Esta relaci贸n es polifac茅tica, e incluso habr铆a evidencia acerca de la existencia de relaciones positivas entre pr谩cticas ambientales sostenibles y ganancias de productividad, entre las que pueden mencionarse:
鈼 El uso eficiente de los recursos naturales, renovables y no renovables, es un primer paso hacia la sostenibilidad ambiental compatible con la reducci贸n de costos de producci贸n.
鈼 Un medio ambiente de calidad mejora la productividad de los recursos humanos al reducir los da帽os (y sus correspondientes costos) a la salud ocasionados por la degradaci贸n ambiental. Worldwatch Institute (2006) se帽ala que en la regi贸n del Pac铆fico asi谩tico mueren alrededor de 2,5 millones de personas cada a帽o por poluci贸n, agua insegura y falta de acceso a los servicios sanitarios, lo que genera un c铆rculo vicioso de pobreza, degradaci贸n ambiental y baja performance econ贸mica.
鈼 Los impactos negativos sobre la biodiversidad reducen el acceso a las materias primas que dependen de ella, como el agua, las fibras naturales, combustibles, etc. Asimismo, la biodiversidad constituye uno de los determinantes del desarrollo econ贸mico, al ser la base de numerosas innovaciones (particularmente en el 谩rea farmac茅utica). De este modo, la preservaci贸n de la biodiversidad puede ser un interesante generador de oportunidades de inversi贸n.
10 World Economic Forum (2013), p. 55.
11 Ibid, p. 58.
12 World Economic Forum (2013) cita a Worldwatch Institute (2006), Zivin y Neidell (2011) y Rockstr枚m (2009).
A nivel empresa, el impacto de la regulaci贸n ambiental sobre la productividad se ha vuelto cada vez m谩s controvertido. Algunos estudios recientes, como el de Alpay et al. (2002) sugieren que la relaci贸n entre estas dos variables podr铆a ser positiva, a diferencia de los an谩lisis tradicionales del siglo XX que la se帽alan como negativa. El estudio trata el caso de un conjunto de refiner铆as en el 谩rea de Los 脕ngeles (California), donde la regulaci贸n ambiental tiende a ser m谩s estricta que en el resto de los Estados Unidos. Estas refiner铆as, se帽ala el estudio, muestran niveles de productividad significativamente mayores cuyo origen estar铆a, precisamente, en los altos niveles de exigencias ambientales.
Por otro lado, la sostenibilidad social de la competitividad se define como 鈥渆l conjunto de instituciones, pol铆ticas y factores que habilitan a todos los miembros de la sociedad a experimentar los mayores niveles posibles de salud, participaci贸n y seguridad; y que maximizan su potencial de contribuir y beneficiarse de la prosperidad econ贸mica del pa铆s en el que viven鈥 (World Economic Forum, 2013; p. 59). Si bien no existe una definici贸n de 鈥渟ostenibilidad social鈥 que reciba una aceptaci贸n generalizada, la propuesta de World Economic Forum busca capturar aquellas dimensiones que puedan impulsar la productividad y la prosperidad en el largo plazo al mismo tiempo que aseguren la estabilidad social.
En base a ello, el pilar de sostenibilidad social se estructura en torno a tres dimensiones centrales:
鈼 Inclusi贸n: entendida como la capacidad de que todos los ciudadanos puedan contribuir y beneficiarse de la prosperidad econ贸mica.
鈼 Equidad y cohesi贸n: la garant铆a de que todos los miembros de la sociedad tengan acceso a las mismas oportunidades y sean recompensados seg煤n sus talentos, distribuyendo de manera justa los beneficios del crecimiento.
鈼 Resiliencia: un sistema social es resiliente cuando puede adaptarse con rapidez a los cambios sin comprometer su estabilidad.
La metodolog铆a del 脥ndice de Competitividad Global Ajustado por Sostenibilidad consiste b谩sicamente en estimar dos 鈥渇actores de correcci贸n鈥 basados en los dos pilares de la sostenibilidad. Cada uno de estos dos factores es obtenido independientemente del otro. Luego, los factores son aplicados por separado al 脥ndice de Competitividad Global (ICG) para obtener dos 铆ndices corregidos: el ICG corregido por sostenibilidad social y el ICG corregido por sostenibilidad ambiental. Finalmente, el 脥ndice de Competitividad Global Ajustado por Sostenibilidad es obtenido como un promedio de los dos ICG corregidos, dado que World Economic Forum (2013) supone una relaci贸n lineal entre competitividad, sostenibilidad social y sostenibilidad ambiental. El Esquema 2.3 muestra el diagrama metodol贸gico.
Los factores de correcci贸n social y ambiental son estimados en base a variables agrupadas en torno a las tres dimensiones correspondientes a cada uno de los dos pilares. Estos factores de correcci贸n asumen valores entre 0,8 y 1,2; de modo tal que la sostenibilidad incida como m谩ximo en un 20% del valor del ICG original.
En el Gr谩fico 2.2 se comparan los puntajes del ICG de cada pa铆s con sus correspondientes versiones corregidas. Los pa铆ses est谩n ordenados de mayor a menor de acuerdo a su ranking en el ICG.
Los resultados indican que no existir铆a un trade-off demasiado claro entre competitividad y sostenibilidad. En todos los niveles de competitividad existen pa铆ses que mejoran o empeoran sus resultados cuando se los ajusta por competitividad social o ambiental. Sin embargo, los pa铆ses mejor ubicados en el ranking de competitividad tambi茅n tienden a obtener mejores resultados en cuanto a sostenibilidad. Esto es particularmente cierto en el caso de la sostenibilidad social. En general, los pa铆ses desarrollados no han impulsado su crecimiento solamente aumentando su competitividad, sino que lo han hecho de tal modo que sea sostenible en el tiempo, garantizando la inclusi贸n y la cohesi贸n dentro de la sociedad. En cuanto a la sostenibilidad ambiental, la situaci贸n es un tanto m谩s compleja. Los pa铆ses menos desarrollados tienden a mejorar sus resultados en este aspecto; sin embargo, la mayor铆a de ellos est谩 experimentando los mismos problemas a los que se enfrentaron los desarrollados durante sus primeras etapas de urbanizaci贸n e industrializaci贸n.
Un caso de particular inter茅s es el de Indonesia, pa铆s que en los 煤ltimos a帽os ha mejorado su posici贸n en el ranking de competitividad global, pero cuyo resultado se deteriora notablemente al ser ajustado por sostenibilidad social. World Economic Forum (2013) se帽ala que las precarias condiciones laborales y la falta de acceso a los servicios sanitarios b谩sicos (que afecta a casi el 40% de su poblaci贸n) socavan los resultados obtenidos en cuanto a competitividad global. Por el contrario, Brasil, otro pa铆s que ha mejorado su desempe帽o competitivo en los 煤ltimos a帽os, logra un resultado positivo en sostenibilidad ambiental. El endurecimiento de la regulaci贸n ambiental ha logrado recomponer parte del da帽o ocasionado a sus abundantes recursos naturales durante sus primeras etapas de industrializaci贸n (World Economic Forum, 2013). Argentina, por su parte, no cambia significativamente su resultado ajustado por sostenibilidad social, pero s铆 acusa un deterioro al ser ajustado por sostenibilidad ambiental.
2.5.2 脥ndice de Progreso Social
Otro esfuerzo por comprender la relaci贸n entre el desempe帽o econ贸mico de una naci贸n y el bienestar de sus habitantes (que denota la creciente preocupaci贸n por los focos de inestabilidad social que han surgido en todo el mundo en los 煤ltimos a帽os) es el 鈥溍峮dice de Progreso Social鈥 (Social Progress Imperative, 2013). Este 铆ndice fue desarrollado bajo la direcci贸n de Michael Porter, uno de los principales colaboradores de World Economic Forum en la creaci贸n del 脥ndice de Competitividad Global, y su primera medici贸n fue presentada en 2013, todav铆a en versi贸n preliminar.
El 脥ndice de Progreso Social 鈥減rovee una medida hol铆stica, objetiva y basada en resultados concretos [ex-post] acerca del bienestar de un pa铆s, que resulta independiente de otros indicadores econ贸micos鈥 (Social Progress Imperative, 2013). Intenta abordar la compleja relaci贸n entre crecimiento econ贸mico y progreso social entendiendo que 鈥渆l progreso social no es simplemente una consecuencia del desarrollo econ贸mico, sino tambi茅n una de sus causas fundamentales鈥13.
La metodolog铆a del 铆ndice (que, como afirman sus autores, debe ser mejorada y expandida) parte de la siguiente definici贸n de progreso social:
鈥淓l progreso social es la capacidad que una sociedad posee para satisfacer las necesidades b谩sicas de sus ciudadanos, establecer los fundamentos que permiten a las comunidades mejorar y preservar su calidad de vida, y crear las condiciones para que todos los individuos puedan alcanzar su m谩ximo potencia鈥 (Social Progress Imperative, 2013; p. 14).
Esta definici贸n puede ser desagregada en tres dimensiones elementales, cada una de las cuales engloba cuatro componentes, como lo muestra el Esquema 2.4.
Estas tres dimensiones son:
鈼 Necesidades Humanas B谩sicas: muestra el grado en el que se cumplen las condiciones esenciales para la supervivencia.
鈼 Cimientos del Bienestar: mide el grado en el que un pa铆s ha creado el conjunto de instituciones y pol铆ticas necesarias para el desarrollo del bienestar de la comunidad en un medio ambiente sostenible.
鈼 Oportunidades: mide el grado en el que los ciudadanos son capaces de alcanzar su m谩ximo potencial
Los valores de los componentes, las dimensiones y el 铆ndice se calculan a partir de un conjunto de variables disponibles para toda la muestra de pa铆ses, utilizando para ello el m茅todo de an谩lisis factorial de componentes principales.
13 Ib铆d, p. 13.
Uno de los resultados m谩s reveladores y concluyentes de esta nueva iniciativa muestra que, si bien existe una importante correlaci贸n entre el crecimiento econ贸mico (reflejado en el PBI perc谩pita) y el progreso social, el primero no explica completamente al segundo.
El Gr谩fico 2.3 muestra la relaci贸n entre el PBI per c谩pita y el 脥ndice de Progreso Social para los pa铆ses incluidos en esta primera muestra. En el mismo se observa la existencia de una relaci贸n positiva entre las variables; pero, al mismo tiempo, puede notarse que existen niveles de progreso social muy diferentes para niveles similares de PBI per c谩pita.
Tal es el caso de Ghana que, con un PBI per c谩pita muy similar al de Nigeria, tiene un progreso social mucho m谩s elevado que el de este 煤ltimo pa铆s. En los pa铆ses de ingreso medio, una relaci贸n similar se observa entre Sud谩frica, Brasil y Costa Rica. Argentina y Chile, que tienen niveles de PBI per c谩pita un tanto inferiores a los de Rusia, se desempe帽an mucho mejor que aqu茅lla en sus niveles de progreso social. Finalmente, los pa铆ses de mayores ingresos tampoco est谩n exentos de estas discrepancias, como lo sugiere la comparaci贸n de los indicadores de Emiratos 脕rabes, Estados Unidos y Suecia.
Estos resultados muestran que es posible alcanzar niveles elevados de desarrollo social a niveles relativamente modestos de PBI per c谩pita, lo que sugerir铆a que el crecimiento econ贸mico por s铆 mismo no es suficiente para alcanzar el progreso social; y que la relaci贸n entre crecimiento y bienestar es mucho m谩s compleja que la mera causa y efecto.
Por 煤ltimo, resulta interesante analizar el desempe帽o de la Argentina en esta medici贸n inicial del 脥ndice de Progreso Social, compar谩ndolo con el de otros pa铆ses de Latinoam茅rica.
En el ranking general de los 50 pa铆ses que conforman la muestra, Argentina ocupa el puesto n煤mero quince, y queda en tercer lugar considerando la submuestra de nueve pa铆ses latinoamericanos. Argentina se destaca particularmente en la dimensi贸n 鈥淥portunidad鈥: se encuentra entre los primeros diez pa铆ses del ranking general y es el segundo de submuestra estudiada, luego de Costa Rica. El principal determinante de este resultado es el puntaje obtenido en la componente 鈥淎cceso a la Educaci贸n Superior鈥, que supera al de algunos pa铆ses desarrollados como Jap贸n o Francia. Sin embargo, en la dimensi贸n de 鈥淣ecesidades Humanas B谩sicas鈥, la Argentina obtiene un magro resultado al ubicarse en el puesto n煤mero veinticuatro del ranking general. En este caso, el componente 鈥淪eguridad Personal鈥 es el que peor se desempe帽a, y asume valores inferiores a los reportados por Marruecos o Senegal.
2.6 Consideraciones finales
En el presente cap铆tulo se abordaron algunas claves para el desarrollo de la competitividad microecon贸mica, considerando a la misma un elemento esencial de la competitividad sist茅mica, pero buscando distinguirla claramente de la competitividad macroecon贸mica hacia la cual suele orientarse el debate p煤blico en muchas ocasiones.
La herramienta te贸rica elegida para analizar la competitividad micro fue el 鈥渕odelo de las 3 P鈥, que plantea tres categor铆as esenciales (potencial, procesos y performance) cuyas interrelaciones generan la din谩mica competitiva. En base a este modelo, que postula la necesidad de desarrollar los procesos y el potencial de las empresas para elevar su performance, se revisaron algunos t贸picos estudiados por la literatura reciente como respuesta a tal necesidad: la innovaci贸n en recursos humanos, la orientaci贸n hacia el cliente, la inteligencia de mercado, el impacto del sector log铆stico y el desarrollo del capital social. Si bien estas claves fueron presentadas en el marco de un modelo te贸rico de aplicaci贸n generalizada, la evaluaci贸n definitiva de las oportunidades o riesgos que ellas representan s贸lo puede realizarse desde la posici贸n particular de cada empresa o agente. Esto 煤ltimo sirve para destacar que el nivel microecon贸mico de la competitividad es aqu茅l en donde las acciones y decisiones particulares de un individuo o empresa pueden marcar la diferencia.
Una inquietud que muy recientemente ha comenzado a aflorar en los principales debates sobre competitividad tiene que ver con la capacidad de transformar las mejoras competitivas en mayor bienestar social; y con la posibilidad de que tales mejoras sean sostenibles en el tiempo.
Un reflejo de ello son dos propuestas presentadas este a帽o, relacionadas con la medici贸n del impacto social y la sostenibilidad de la competitividad: 鈥溍峮dice de Competitividad Global Ajustado por Sostenibilidad鈥, de World Economic Forum, y el 鈥溍峮dice de Progreso Social鈥, de Michael Porter. Si bien ambos indicadores todav铆a se encuentran en su etapa inicial de implementaci贸n, de su an谩lisis surgen dos conclusiones significativas. Por un lado que muchos pa铆ses puedan alcanzar simult谩neamente niveles altos de competitividad y sostenibilidad, es decir, que podr铆an desarrollarse conjuntamente; y por otro lado, que el crecimiento econ贸mico por s铆 mismo no es suficiente para alcanzar el progreso social, ergo, la relaci贸n entre crecimiento y bienestar es mucho m谩s compleja que la mera causa y efecto.