NANOTECNOLOGA

   CAPÍTULO 11: NANOTECNOLOGÍA

Dado su potencial para generar innovaciones radicales, la nanotecnología está despertando el interés de empresas y gobiernos. Muchos investigadores afirman que estas nuevas técnicas no sólo constituirán una revolución tecnológica más, sino que además, serán responsables de una nueva revolución industrial ya que tienen el potencial de modificar de manera sustancial las características de los productos y de las formas de producción. En este contexto, tanto el sector público argentino como el privado están acompañando la evolución de estas nuevas tecnologías.

 

11.1 ¿Qué es la nanotecnología?

La  nanotecnología  es  el  estudio  del  conjunto  de  técnicas  de  manipulación  de  materia  a  nivel atómico  o  molecular.  Implica  la  posibilidad  de  fabricar  materiales  y  productos  a  partir  del reordenamiento de átomos y moléculas (nanomateriales), y desarrollar estructuras o dispositivos funcionales en dimensiones nano. Un nanómetro, que es la unidad de medida utilizada por estas tecnologías, es la millonésima parte de un milímetro. Generalmente, la nanotecnología abarca 

el desarrollo de materias o dispositivos con tamaños entre 1 y 100 nanómetros, es decir, entre 0,000001 mm y 0,0001 mm. Una característica importante es que estos materiales tan pequeños presentan propiedades térmicas, eléctricas, magnéticas, ópticas y químicas diferentes a las que presentan a escala volumétrica.

Existe  una  diferencia  conceptual  entre  la  nanociencia  y  la  nanotecnología.  Mientras  que  la nanociencia estudia los fenómenos y la manipulación de la materia a escala atómica, molecular y  supramolecular,  la  nanotecnología  aplica  estos  conocimientos  al  diseño  y  construcción  de dispositivos y sistemas a esa escala.

El área de las nanotecnologías es reciente y multidisciplinaria. En la cadena de valor, se pueden identificar los siguientes eslabones:

   Nanomateriales: estructuras de materia desarrolladas artificialmente con dimensiones inferiores a los 100 nanómetros que exhiben propiedades dependientes del tamaño y que han sido mínimamente procesadas. Por ejemplo: nanopartículas, nanotubos, puntos cuánticos, fulerenos, dendrímeros y materiales nanoporosos.

•    Nanointermediarios:  productos  intermedios  que  no  corresponden  a  la  categoría  de nanomateriales ni de productos de consumo final, pero que incorporan nanomateriales o  que  han  sido  construidos  con  características  nanométricas:  revestimientos,  tejidos, memorias y chips lógicos, componentes ópticos, materiales ortopédicos, entre otros.

•    Productos  nanoenriquecidos:  productos  finales  que  incorporan  nanomateriales  o nanointermediarios: autos, vestimenta, aviones, computadoras, cosméticos, dispositivos electrónicos, alimentos procesados, productos farmacéuticos, etc.

   Nanoherramientas:   instrumentos   técnicos   y   software   utilizados   para   visualizar, manipular  y  modelar  la  materia  a  escala  nanométrica.  Por  ejemplo:  microscopios  de fuerza atómica, nano-manipuladores y equipamiento de nano-litografía.

Existen dos métodos para desarrollar nanoestructuras: de arriba hacia abajo (“top-down”) y de abajo hacia arriba (“bottom-up”). En el primero de los casos se trata de una reducción de las dimensiones de dispositivos o miniaturización (de lo más grande a lo más pequeño), mientras que en el segundo se montan estructuras a partir de átomos y moléculas (de lo más pequeño a lo más grande).

Dado su potencial para generar innovaciones radicales, la nanotecnología está despertando el interés de empresas y gobiernos. Muchos investigadores afirman que estas nuevas técnicas no sólo constituirán una revolución tecnológica más, sino que además, serán responsables de una nueva revolución industrial ya que tienen el potencial de modificar de manera sustancial las características de los productos y de las formas de producción. En este contexto, tanto el sector público argentino como el privado están acompañando la evolución de estas nuevas tecnologías.

 

Capítulo 11: Nanotecnología

Dado su potencial para generar innovaciones radicales, la nanotecnología está despertando el interés de empresas y gobiernos. Muchos investigadores afirman que estas nuevas técnicas no sólo constituirán una revolución tecnológica más, sino que además, serán responsables de una nueva revolución industrial ya que tienen el potencial de modificar de manera sustancial las características de los productos y de las formas de producción. En este contexto, tanto el sector público argentino como el privado están acompañando la evolución de estas nuevas tecnologías.

 

11.1 ¿Qué es la nanotecnología?

La  nanotecnología  es  el  estudio  del  conjunto  de  técnicas  de  manipulación  de  materia  a  nivel atómico  o  molecular.  Implica  la  posibilidad  de  fabricar  materiales  y  productos  a  partir  del reordenamiento de átomos y moléculas nanomateriales), y desarrollar estructuras o dispositivos funcionales en dimensiones nano. Un nanómetro, que es la unidad de medida utilizada por estas tecnologías, es la millonésima parte de un milímetro. Generalmente, la nanotecnología abarca el desarrollo de materias o dispositivos con tamaños entre 1 y 100 nanómetros, es decir, entre 0,000001 mm y 0,0001 mm. Una característica importante es que estos materiales tan pequeños presentan propiedades térmicas, eléctricas, magnéticas, ópticas y químicas diferentes a las que presentan a escala volumétrica.

Existe  una  diferencia  conceptual  entre  la  nanociencia  y  la  nanotecnología.  Mientras  que  la nanociencia estudia los fenómenos y la manipulación de la materia a escala atómica, molecular y  supramolecular,  la  nanotecnología  aplica  estos  conocimientos  al  diseño  y  construcción  de dispositivos y sistemas a esa escala.

El área de las nanotecnologías es reciente y multidisciplinaria. En la cadena de valor, se pueden identificar los siguientes eslabones:

   Nanomateriales: estructuras de materia desarrolladas artificialmente con dimensiones inferiores a los 100 nanómetros que exhiben propiedades dependientes del tamaño y que han sido mínimamente procesadas. Por ejemplo: nanopartículas, nanotubos, puntos cuánticos, fulerenos, dendrímeros y materiales nanoporosos.

•    Nanointermediarios:  productos  intermedios  que  no  corresponden  a  la  categoría  de nanomateriales ni de productos de consumo final, pero que incorporan nanomateriales o  que  han  sido  construidos  con  características  nanométricas:  revestimientos,  tejidos, memorias y chips lógicos, componentes ópticos, materiales ortopédicos, entre otros.

   Productos  nanoenriquecidos:  productos  finales  que  incorporan  nanomateriales  o nanointermediarios: autos, vestimenta, aviones, computadoras, cosméticos, dispositivos electrónicos, alimentos procesados, productos farmacéuticos, etc.

•    Nanoherramientas:   instrumentos   técnicos   y   software   utilizados   para   visualizar, manipular  y  modelar  la  materia  a  escala  nanométrica.  Por  ejemplo:  microscopios  de fuerza atómica, nano-manipuladores y equipamiento de nano-litografía.

Existen dos métodos para desarrollar nanoestructuras: de arriba hacia abajo (“top-down”) y de abajo hacia arriba (“bottom-up”). En el primero de los casos se trata de una reducción de las dimensiones de dispositivos o miniaturización (de lo más grande a lo más pequeño), mientras que en el segundo se montan estructuras a partir de átomos y moléculas (de lo más pequeño a lo más grande).

La  nanotecnología  es  el  estudio  del  conjunto  de  técnicas  de  manipulación  de  materia  a  nivel atómico  o  molecular.  Implica  la  posibilidad  de  fabricar  materiales  y  productos  a  partir  del reordenamiento de átomos y moléculas nanomateriales), y desarrollar estructuras o dispositivos funcionales en dimensiones nano. Un nanómetro, que es la unidad de medida utilizada por estas tecnologías, es la millonésima parte de un milímetro. Generalmente, la nanotecnología abarca el desarrollo de materias o dispositivos con tamaños entre 1 y 100 nanómetros, es decir, entre 0,000001 mm y 0,0001 mm. Una característica importante es que estos materiales tan pequeños presentan propiedades térmicas, eléctricas, magnéticas, ópticas y químicas diferentes a las que presentan a escala volumétrica.

Existe  una  diferencia  conceptual  entre  la  nanociencia  y  la  nanotecnología.  Mientras  que  la nanociencia estudia los fenómenos y la manipulación de la materia a escala atómica, molecular y  supramolecular,  la  nanotecnología  aplica  estos  conocimientos  al  diseño  y  construcción  de dispositivos y sistemas a esa escala.

El área de las nanotecnologías es reciente y multidisciplinaria. En la cadena de valor, se pueden identificar los siguientes eslabones:

   Nanomateriales: estructuras de materia desarrolladas artificialmente con dimensiones inferiores a los 100 nanómetros que exhiben propiedades dependientes del tamaño y que han sido mínimamente procesadas. Por ejemplo: nanopartículas, nanotubos, puntos cuánticos, fulerenos, dendrímeros y materiales nanoporosos.

•    Nanointermediarios:  productos  intermedios  que  no  corresponden  a  la  categoría  de nanomateriales ni de productos de consumo final, pero que incorporan nanomateriales o  que  han  sido  construidos  con  características  nanométricas:  revestimientos,  tejidos, memorias y chips lógicos, componentes ópticos, materiales ortopédicos, entre otros.

•    Productos  nanoenriquecidos:  productos  finales  que  incorporan  nanomateriales  o nanointermediarios: autos, vestimenta, aviones, computadoras, cosméticos, dispositivos electrónicos, alimentos procesados, productos farmacéuticos, etc.

     Nanoherramientas:   instrumentos   técnicos   y   software   utilizados   para   visualizar, manipular  y  modelar  la  materia  a  escala  nanométrica.  Por  ejemplo:  microscopios  de fuerza atómica, nano-manipuladores y equipamiento de nano-litografía.

Existen dos métodos para desarrollar nanoestructuras: de arriba hacia abajo (“top-down”) y de abajo hacia arriba (“bottom-up”). En el primero de los casos se trata de una reducción de las dimensiones de dispositivos o miniaturización (de lo más grande a lo más pequeño), mientras que en el segundo se montan estructuras a partir de átomos y moléculas (de lo más pequeño a lo más grande).

La  nanotecnología  forma  parte  de  las  “nuevas  tecnologías”  (microelectrónica,  robótica, biotecnología y la genética) y es considerada una de las industrias de alta tecnología con mayores potencialidades de evolución en el futuro próximo. En la opinión de muchos investigadores, ésta marcará un hito en el desarrollo económico y social de la humanidad.

 

11.2. Antecedentes

La primera vez que se mencionó en público algún concepto referido a lo que actualmente se denomina nanotecnología surgió del físico norteamericano Richard Feynman en una conferencia que presentó en el Instituto Tecnológico de California en al año 1959. En su presentación, Feynman sostuvo que “…los principios de la física, tal y como yo los entiendo, no niegan la posibilidad de manipular  las  cosas  átomo  por  átomo  (…)  Los  problemas  de  la  química  y  la  biología  podrían evitarse si desarrollamos nuestra habilidad para ver lo que estamos haciendo, y para hacer cosas al nivel atómico”. Fue la primera vez que se hizo referencia pública a la posibilidad de modificar el orden de los átomos.

Sin embargo, para llevar esta idea a la práctica era necesario contar con los instrumentos que permitieran ver y trabajar a ese nivel. El instrumental requerido para comenzar a hacer esto realidad sólo surgió en 1981 tras la invención del microscopio de efecto túnel, microscopio electrónico altamente eficiente que permite observar y manipular la materia a escala de átomo. Más tarde, en 1986, se inventó el microscopio de fuerza atómica que también contribuyó al desarrollo de esta nueva tecnología.

Con  esos  medios  disponibles,  en  1985  Robert  Curl,  Harold  Kroto  y  Richard  Smalley  (Premios Nobel de Física de 1996) descubrieron una nanoestructura que llamaron “Buckyballs” (“pelotas redondas”) con propiedades extraordinarias, especialmente como superconductores.

A partir de tales estructuras básicas, en 1991 se fabricaron los primeros nanotubos de carbono, uno de los resultados más importantes de la nanoinvestigación. Se trata de tubos formados por capas de grafito enrolladas sobre sí mismas. Existen de una sola capa y de múltiples capas, y presentan características y propiedades especiales (son más resistentes que el acero, poseen una relación largo/ancho muy elevada y tienen características electromagnéticas especiales).

Actualmente,  la  nanotecnología  se  encuentra  despegando  de  su  etapa  “pre-competitiva”,  es decir, de investigación básica, y cada vez son más los desarrollos que se están haciendo en el campo aplicado.

La  nanotecnología  forma  parte  de  las  “nuevas  tecnologías”  (microelectrónica,  robótica, biotecnología y la genética) y es considerada una de las industrias de alta tecnología con mayores potencialidades de evolución en el futuro próximo. En la opinión de muchos investigadores, ésta marcará un hito en el desarrollo económico y social de la humanidad.

 

11.2. Antecedentes

La primera vez que se mencionó en público algún concepto referido a lo que actualmente se denomina nanotecnología surgió del físico norteamericano Richard Feynman en una conferencia que presentó en el Instituto Tecnológico de California en al año 1959. En su presentación, Feynman sostuvo que “…los principios de la física, tal y como yo los entiendo, no niegan la posibilidad de manipular  las  cosas  átomo  por  átomo  (…)  Los  problemas  de  la  química  y  la  biología  podrían evitarse si desarrollamos nuestra habilidad para ver lo que estamos haciendo, y para hacer cosas al nivel atómico”. Fue la primera vez que se hizo referencia pública a la posibilidad de modificar el orden de los átomos.

Sin embargo, para llevar esta idea a la práctica era necesario contar con los instrumentos que permitieran ver y trabajar a ese nivel. El instrumental requerido para comenzar a hacer esto realidad sólo surgió en 1981 tras la invención del microscopio de efecto túnel, microscopio electrónico altamente eficiente que permite observar y manipular la materia a escala de átomo. Más tarde, en 1986, se inventó el microscopio de fuerza atómica que también contribuyó al desarrollo de esta nueva tecnología.

Con  esos  medios  disponibles,  en  1985  Robert  Curl,  Harold  Kroto  y  Richard  Smalley  (Premios Nobel de Física de 1996) descubrieron una nanoestructura que llamaron “Buckyballs” (“pelotas redondas”) con propiedades extraordinarias, especialmente como superconductores.

A partir de tales estructuras básicas, en 1991 se fabricaron los primeros nanotubos de carbono, uno de los resultados más importantes de la nanoinvestigación. Se trata de tubos formados por capas de grafito enrolladas sobre sí mismas. Existen de una sola capa y de múltiples capas, y presentan características y propiedades especiales (son más resistentes que el acero, poseen una relación largo/ancho muy elevada y tienen características electromagnéticas especiales).

Actualmente,  la  nanotecnología  se  encuentra  despegando  de  su  etapa  “pre-competitiva”,  es decir, de investigación básica, y cada vez son más los desarrollos que se están haciendo en el campo aplicado.

 

11.3 Nanotecnología aplicada

La gama de productos que incorporan materiales de dimensión nanométrica es cada vez mayor:

desde  ropa  especial  para  heridos  a  causa  de  quemaduras,  hasta  sofisticados  palos  de  golf, pasando por cosméticos, bloqueadores solares, productos de limpieza industrial, farmacéuticos, filtros ópticos, adhesivos dentales, productos textiles y componentes electromagnéticos.

Asimismo, ya se diseñan, experimentan, ponen a prueba y perfeccionan productos y aplicaciones específicas de la industria aeroespacial, naviera, petrolera, portuaria, textil, química, de aparatos de televisión, del agua, automotriz, alimenticia y de la industria del vidrio.

Pero los principales desarrollos que se están logrando actualmente en el campo de la nanotecnología aplicada se refieren a la fabricación de semiconductores, la “líder” de las nuevas tecnologías. 

Ésta es la nanotecnología actualmente más importante, estrechamente ligada a las necesidades La gama de productos que incorporan materiales de dimensión nanométrica es cada vez mayor: 

desde  ropa  especial  para  heridos  a  causa  de  quemaduras,  hasta  sofisticados  palos  de  golf, pasando por cosméticos, bloqueadores solares, productos de limpieza industrial, farmacéuticos, filtros ópticos, adhesivos dentales, productos textiles y componentes electromagnéticos.

Asimismo, ya se diseñan, experimentan, ponen a prueba y perfeccionan productos y aplicaciones específicas de la industria aeroespacial, naviera, petrolera, portuaria, textil, química, de aparatos de televisión, del agua, automotriz, alimenticia y de la industria del vidrio.

Pero los principales desarrollos que se están logrando actualmente en el campo de la nanotecnología aplicada se refieren a la fabricación de semiconductores, la “líder” de las nuevas tecnologías. 

 Ésta es la nanotecnología actualmente más importante, estrechamente ligada a las necesidades y requerimientos de la electrónica, la informática y las telecomunicaciones. En el Cuadro 11.1 se presenta una lista de las principales aplicaciones de la nanotecnología en diferentes industrias.

En  2009,  según  “The  Project  on  Emerging  Nanotechnology”  el  inventario  de  productos  de consumo que incorporaban nanotecnología alcanzaba las 1.015 unidades, diecinueve veces más que en 2005, cuando había 54 productos en la lista. Esta evolución queda reflejada en el Gráfico 11.1.

 

La categoría con mayor participación es “Salud y Fitness”, con 605 productos en el inventario, seguido por la categoría “Casa y Jardín” (152), “Electrónica y Computación” (57), “Alimentos y bebidas” (98), entre otros. En la categoría más importante (“Salud y Fitness”), los productos cosméticos, vestimenta y de cuidado personal son las que mayor número de invenciones registran.

En cuanto al origen de la invención, las industrias establecidas en Estados Unidos tienen la mayor cantidad  de  productos  con  un  total  de  540,  seguida  por  compañías  del  este  de  Asia  (incluye China, Taiwán, Corea del Sur y Japón) con un total de 240, Europa con 154, y otros países con 66.

 

11.4 Panorama mundial

En  la  actualidad,  Estados  Unidos  es  el  país  líder  en  materia  de  nanotecnología,  tanto  por  la cantidad de investigadores abocados a su estudio, como por el volumen de las inversiones y la cantidad de patentamientos. En 2001, bajo la administración del presidente Clinton, se creó en los Estados Unidos la “National Nanotechnology Initiative” (NNI), con el objetivo de coordinar las investigaciones y desarrollos federales en el campo de la nanotecnología.

Otros países que realizan importantes inversiones en este campo son Japón, la Unión Europea, China,  Taiwán,  Corea  del  Sur,  India  e  Israel.  En  el  contexto  latinoamericano,  Brasil,  México, Argentina y Chile son los países que mayor relevancia le han dado a esta nueva tecnología.

El  sector  público  ha  tomado  gran  protagonismo  en  aportes  e  incentivos  para  el  desarrollo  de nanotecnologías. Este hecho se ve reflejado en el Gráfico 11.2, que muestra la evolución del gasto gubernamental en investigación y desarrollo de estas nuevas ciencias en los principales países. Se advierte el claro liderazgo de Estados Unidos, seguido a la distancia por Japón, Alemania, Francia, Corea del Sur e Inglaterra.

Un  dato  interesante  surge  al  analizar  la  inversión  pública  de  los  Estados  Unidos  desagregada por agencias. En los años 2009 y 2010, el Departamento de Defensa de aquel país fue el área que  mayores  fondos  invirtió  en  el  desarrollo  de  nanotecnologías.  Asimismo,  se  advierten  los 

Además de la participación del sector púbico, la nanotecnología también ha capturado el interés de empresas e inversionistas de riesgo debido a que permite crear, transformar y mejorar productos. 

De hecho, en el año 2007, la participación de la inversión privada en el total mundial fue mayor que la de los gobiernos (54% y 46%, respectivamente). Sin embargo, esta característica varía en los diferentes países. En el Gráfico 11.3 se muestra la participación de la inversión pública y privada en nanotecnologías en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón para el período 2004-2006. Mientras que en la Unión Europea prevalece la inversión pública, en Estados Unidos y Japón el sector privado toma mayor relevancia.

Por  otro  lado,  el  mayor  número  de  patentamientos  se  da  en  el  área  de  los  nanomateriales, seguido por la nanoelectrónica, la nanobiotecnología, y la nanoóptica. Menor participación tiene el registro de instrumental nanotecnológico y la nanomagnética (ver Gráfico 11.4).

En cuanto al patentamiento mundial según la institución, en 2005, el 61% de los registros eran propiedad de empresas privadas, el 20% de universidades, 7% de gobiernos, 9% de individuos particulares  y  el  restante  3%  eran  propiedad  de organizaciones  sin  fines  de  lucro.  Entre  las empresas que mayor cantidad de patentes poseen se encuentran Phillips, Hewlett-Packard, Intel, Canon y Pioneer.

El volumen de negocios generado por estas nuevas tecnologías está en pleno auge. El mercado global de productos que incorporan nanotecnologías alcanzó los 382 mil millones de dólares en el año 2010 y algunas proyecciones estiman que llegará a 2,5 billones en 2015 (Lux Research, 2011).

 

11.5 La nanotecnología en Argentina y en Córdoba

Comparado con Brasil o Estados Unidos, donde desde 2001 los gobiernos incentivan con fondos públicos  el  desarrollo  de  las  nanociencias  y  nanotecnologías,  el  impulso  gubernamental  en Argentina es relativamente reciente. En noviembre de 2004 la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) abrió la convocatoria para la presentación de proyectos en el marco de un programa llamado “Programa de Áreas de Vacancia (PAV)”, que incluye las siguientes áreas: sustentabilidad de la producción agropecuaria y forestal, tecnologías biomédicas, recursos del mar y de la zona costera, nanotecnologías, energía, contaminación ambiental, aeronáutica, estado y sociedad.

El  programa  financió  cuatro  proyectos  relacionados  a  las  nanotecnologías,  de  los  cuales  dos están integrados por instituciones pertenecientes a la provincia de Córdoba. Estos son: “Auto organización de bionanoestructuras para la transmisión de información molecular en neurobiología y procesos biológicos”, donde participan la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC), la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y la Universidad Nacional de Tucumán (UNT-CONICET); y “Red argentina de nanociencia y  nanotecnología  molecular,  supramolecular  e  interfases”,  donde  intervienen  la  Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), UNC, CNEA-CAC, CONICET-UNLP (Universidad Nacional de La Plata), UBA, UNSL y CNEA-CAB181.


181 CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), CAC (Centro Atómico Constituyentes), CAB (Centro Atómico Bariloche),

CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).


En abril de 2005, por medio del Decreto Nº 380/2005 el Estado nacional autorizó al Ministerio de Economía a constituir la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN). Ésta es una entidad de derecho privado sin fines de lucro que tiene el objetivo de sentar las bases y promover el desarrollo de infraestructura humana y técnica para competir internacionalmente en la aplicación de micro y nanotecnologías que aumenten el valor agregado de la producción nacional. El directorio de 

la fundación está compuesto por representantes del gobierno, de los principales institutos con capacidades  en  nanociencia,  y  de  la  empresa  estatal  INVAP182.  El  Estado  nacional  se  obligó  a aportar US$10.000.000 durante los primeros cinco años sin perjuicio de las donaciones en dinero o bienes que se reciban de empresas, instituciones civiles y personas físicas.

A su vez, en el año 2005, en el marco de la Reunión Ciencia, Tecnología y Sociedad, Argentina y Brasil firmaron un acuerdo de cooperación científica y tecnológica que, además de promover el intercambio y la integración, aprobó la creación del Centro Argentino-Brasileño de Nanociencia y Nanotecnología (CA BNN) con el objetivo de formar recursos humanos altamente especializados, elaborar y ejecutar proyectos de investigación y desarrollo direccionados para la generación de 

conocimientos, productos y procesos, estimulando la creación de empleos binacionales.

Más recientemente, en abril de 2010, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica abrió la convocatoria para el FSNano 2010 (Fondo Sectorial de Nanotecnología) que invitaba a instituciones públicas, privadas sin fines de lucro y centros de investigación científica y tecnológica a presentar proyectos que tengan como meta generar plataformas tecnológicas o espacios para promover la innovación en el sector nanotecnológico a fin de lograr el desarrollo de productos y/o  tecnologías  de  aplicación  general  y  con  potencial  impacto  en  áreas  productivas.  Fueron seleccionados ocho proyectos con un monto total de más de 110 millones de pesos. El 68% (75 millones) es aportado por la Agencia, y los 35 millones restantes por las contrapartes beneficiadas.

En 2006, Argentina ocupaba el tercer lugar entre los países latinoamericanos en lo relativo al desarrollo nanotecnológico con la titularidad de once patentes internacionales en nanotecnología entre 2003 y 2006. El primer lugar corresponde a Brasil con 45, seguido por México con 20. Este ordenamiento también se mantiene cuando se analiza la cantidad de publicaciones científicas en nanotecnología: Brasil (827), México (376) y Argentina (220) en el año 2006  (Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, 2008).

Según  un  estudio  del  Ministerio  de  Ciencia,  Tecnología  e  Innovación  Productiva183,  en  2008, más  del  4%  del  total  de  publicaciones  científicas  argentinas  fueron  sobre  nanotecnología.  En 2003,  esta  relación  era  del  3%.  Además,  una  de  las  características  de  la  investigación  básica en  nanotecnología  en  Argentina  es  la  importante  cantidad  de  publicaciones  que  se  realizan en colaboración internacional. De hecho, entre 2003 y 2006, el número de publicaciones con colaboración internacional significó más de la mitad del total de publicaciones en este campo. 

Esto se revertió en 2007 y 2008. El Gráfico 11.5 refleja también el acelerado crecimiento en el número de publicaciones totales, que entre 2003 y 2008 crecieron a un ritmo del 14% anual. Además, se observa un particular 

dinamismo del sector nanotecnológico, ya que en ese mismo período, el total de publicaciones (en todos los campos científicos) tuvo una tasa de crecimiento de sólo el 7%.


182 INVAP Sociedad del Estado es una empresa argentina de alta tecnología abocada al campo de la energía uclear, tecnología espacial, tecnología industrial, y equipamiento médico y científico.

183  MINISTERIO  DE  CIENCIA,  TECNOLOGÍA  E  INNOVACIÓN  PRODUCTIVA.  “Boletín  Estadístico  Tecnológico: 

Nanotecnologías”. Junio de 2009.


La  mayor  parte  de  los  trabajos  de  divulgación  en  nanotecnología  fueron  elaborados  por investigadores  del  CONICET.  Por  otro  lado,  como  puede  observarse  en  el  Gráfico  11.6  tres universidades nacionales también realizan un importante aporte en este campo: Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Universidad Nacional de Córdoba (UNC). La Comisión Nacional de Energía Atómica también ha realizado numerosas publicaciones.

 

En  Córdoba,  además  de  la  UNC,  la  Universidad  Nacional  de  Río  Cuarto  también  ha  realizado investigaciones en el campo de las nanotecnologías. Entre 2000 y 2006, investigadores de aquella institución publicaron un total de veintisiete trabajos sobre esta temática. En la provincia aún se realiza investigación a nivel básico, en el sentido de que no se buscan aplicaciones de manera inmediata. Sin embargo, existe un gran potencial para el desarrollo de nanoaplicaciones.

A nivel de la actividad privada, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva recabó información sobre dieciocho (de un total de veintidós) empresas que se encuentran desarrollando actividades nanotecnológicas, trece de ellas productoras de nanomateriales, nanointermediarios y nanoproductos, y otras cinco productoras o comercializadoras de nanoherramientas. Sus áreas de  especialidad  son  diversas,  destacándose  el  área  industria,  salud,  energía,  medio  ambiente, agricultura y alimentos. Estas empresas se ubican principalmente en la provincia de Buenos Aires (más del 50%), en Santa Fe, Río Negro y Entre Ríos. No hay registro de empresas nanotecnológicas asentadas en la provincia de Córdoba.

En cuanto al nivel de registro de invenciones en nuestro país, se logró identificar medio centenar de patentes relacionadas con nanotecnología publicadas entre mayo de 2007 y marzo de 2009. 

Aún cuando el aporte de las universidades en investigación básica es muy importante, la cantidad de patentamientos por parte de estas instituciones es reducido. En ese período, sólo el 4% de las  patentes  en  nanotecnología  fueron  solicitadas  por  universidades.  Las  empresas  privadas tienen la mayor participación, con un 80%. El restante 16% de las patentes corresponde a otros organismos de ciencia y tecnología (OCyT).


 184  Ezequiel Leiva es Doctor en Ciencias Químicas y Físicas, y se desarrolla como investigador del CONICET y del Instituto de Investigaciones en Físico-Química de Córdoba (INFIQC). Fue director del proyecto que dio origen al Conglomerado Cristina.


 

 

En cuanto a la nacionalidad de los solicitantes, los pertenecientes a Estados Unidos poseen un claro liderazgo, representado el 35% de las solicitudes, seguido de los argentinos con el 9%. El resto fueron realizadas principalmente por solicitantes de países europeos185.

El 47% de las patentes solicitadas son sobre nanointermediarios, acompañando la tendencia a nivel mundial que tienen los elementos de esta parte de la cadena de valor en producir mayores ganancias.

En un informe de la CEPAL de 2009, se afirma que “por cada patente obtenida por un titular argentino, existen más de cuatro inventores argentinos que participan en patentes extranjeras. Esta situación pone en evidencia un marcado proceso de absorción de conocimiento de nanociencia y tecnología por parte de aquellos países y empresas que ocupan una posición jerarquizada en las redes globales”186.

 

11.6 Perspectivas de la nanotecnología

Algunos  autores  consideran  que  la  nanotecnología  no  es  en  modo  alguno  una  revolución tecnológica  más  sino  que  constituirá  una  auténtica  nueva  revolución  industrial.  Esta  nueva tecnología  está  cambiando  características  de  los  productos  finales,  y  tiene  el  potencial  de transformar por completo el estado actual de la técnica en todos los grandes sectores industriales.

Por otro lado, de la misma forma como hoy la disparidad entre las inversiones en nanociencia es grande, la brecha tecnológica entre los países se podría agravar en el futuro. Una hegemonía tecnológica podría acentuar aún más la situación de desigualdad económica y social entre las naciones,  causando  desequilibrio  e  inestabilidad  en  las  relaciones internacionales  (Instituto Inovação, 2005).

Otro ámbito en el cual el desarrollo de nanotecnologías trae ciertos temores es en el militar. Su potencial de aplicación en la industria bélica parece ser vasto, incluyendo las comunicaciones, sensores, y armamento. En los Estados Unidos, se estima que entre un 26% y un 32% de los


  185 MINISTERIO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA. “Boletín Estadístico Tecnológico: Nanotecnologías”. Junio de 2009.

 186  CEPAL. “Innovar para Crecer: Desafíos y oportunidades para el desarrollo sostenible e inclusivo en Iberoamérica”. 2009


 fondos  federales  destinados  a  la  investigación  en  nanotecnología  entre  2000  y  2004  fueron encaminados a la industria militar (FOLADORI y INVERNIZZI, 2005).

El rápido desarrollo de estas tecnologías también ha despertado los temores sobre los riesgos para el medio ambiente y la salud. En primer lugar, los investigadores se preguntan sobre el destino que tendrán las nanopartículas una vez que los productos que las contienen sean desechados. 

Éstos podrían ser tóxicos (nanotoxicidad). En segundo lugar, ya existen estudios en relación a los daños que podrían provocar las nanopartículas en los seres humanos, ya que tienen la capacidad de traspasar tejidos e incorporarse en organismos.

El tema es muy reciente y se requieren más estudios en materia de los riesgos que la nanotecnología podría tener. Sin embargo, dado el rápido avance de esta ciencia, es importante que los gobiernos comiencen a legislar en este sentido, prohibiendo prácticas indebidas y puniendo aquellos centros de investigación o industrias que usen nanotecnologías que pudieran significar riesgos para el medio ambiente o la salud.

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