BIOTECNOLOGA

  CAPÍTULO 10: BIOTECNOLOGÍA

Labiotecnologíaes uno de los ejes de laestrategia de desarrollo científicoy productivo de la Argentina. Empresas de base tecnológica -tanto nacionales como multinacionales- generan investigaciones y productos innovadores reconocidos en todo el mundo. Hay en el paísunas 120 empresasdedicadas a la biotecnología, cifra que evidencia la importancia actual de esta actividad y augura un sostenido crecimiento impulsado y regulado por laley de Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna (Ley Nº 26.270). Entre los sectores más dinámicos se encuentran: el agropecuario, el alimenticio y la industria farmacéutica.

 

10.1 Definición  

En sentido amplio, la biotecnología se define como el uso de organismos vi vos o partes de ellos (estructuras subcelulares, moléculas) para la produc ción de bienes y servicios. Esta definición engloba un conjunto de actividades que el hombre ha venido desarrollando desde hace miles de años, como la producción de alimentos fermentados (pan, yogurt, vinos, cerveza, etc.). En tanto, se considera biotecnología moderna (BM) a aquella que, contemplando la definición anterior, hace uso de la información genética, incorporando técnicas de ADN recombinante172.

De acuerdo a la Ley Nacional N°26.270: “Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna”, se entiende por BM a “toda aplicación tecnológica que, basada en conocimientos racionales y principios científicos provenientes de la biología, la bioquímica, la microbiología, la bioinformática, la biología molecular y la ingeniería genética, utiliza organismos vivos o partes derivadas  de  los  mismos  para  la  obtención  de  bienes  y  servicios,  o  para  la  mejora  sustancial de procesos productivos y/o productos, entendiéndose por “sustancial” que conlleve contenido de innovación susceptible de aplicación industrial, impacto económico y social, disminución de costos, aumentos de la productividad, u otros efectos que sean considerados pertinentes por la Autoridad de Aplicación”. 

Un producto o proceso será considerado de base biotecnológica cuando para su obtención o realización, la aplicación descripta en el párrafo anterior sea parte integrante de dicho proceso o producto y además, su utilización sea indispensable para la obtención de ese producto o para la ejecución de ese proceso.

Una empresa biotecnológica puede ser definida como una empresa que se dedica a la biotecnología mediante el uso de al menos una técnica biotecnológica para producir bienes o servicios y/o para realizar I+D (Investigación y Desarrollo). 

 

10.2 Antecedentes

La biotecnología moderna deriva de la aparición de la biología molecular, una disciplina fundada en los años ‘30 con el objetivo de aplicar los métodos de la física a la biología. El descubrimiento de la estructura del ADN en los ‘50 permitió demostrar que los genes contienen la información para la producción de proteínas. Luego, la revolución tecnológica de mediados de los años ’70, asociada a los avances en la biología molecular, dio lugar a la emergencia del paradigma de la BM. 

El desarrollo de un conjunto de herramientas que permiten identificar la estructura y funciones del ADN, y al mismo tiempo modificarlo con fines comerciales, abrió nuevas oportunidades de cambios  tecnológicos,  organizacionales  e  institucionales.  Entre  los  principales  rasgos  de  estas tecnologías caben destacarse: i) la estrecha interpenetración entre la ciencia y la tecnología; ii) 172 Se trata de una molécula de ADN artificial formada de manera deliberada in vitro por la unión de secuencias de ADN proveniente de dos organismos de especies diferentes que normalmente no se encuentran juntos.

la  base  multidisciplinaria  y  recombinante  de  los  conocimientos,  en  continuo  desarrollo;  (iii)  el carácter genérico y transversal de las tecnologías que la conforman; iv) los diferentes niveles de complementariedad y ruptura con tecnologías existentes según las industrias de aplicación, (vi) el impacto productivo sobre el entramado económico (relaciones proveedores/clientes, alianzas público/privadas). 

A nivel internacional, la BM se ha desarrollado con particular dinamismo en un conjunto de actividades que tienen una larga trayectoria tecno-productiva en Argentina. Así, agro, alimentos y medicamentos son actividades donde, por un lado, se verifican desarrollos sustantivos en el plano biotecnológico y, por otro, tienen una base empresaria, técnica y productiva local de cierta relevancia y trayectoria histórica. 

En particular, las industrias de la salud humana (SH) han constituido el primer y principal sector de difusión de la BM. Así, a comienzos de la década del ochenta y con pocos años de diferencia con las primeras inversiones en BM a nivel mundial, Argentina, junto a Cuba, se convirtieron en los primeros y únicos productores de proteínas recombinantes173 de América Latina durante varios años. La producción local se basó en procesos de copia o imitación de moléculas/proteínas desarrolladas (y patentadas) en el exterior, realizándose innovaciones en los procesos productivos, algunas de las cuales dieron lugar al otorgamiento de patentes.

Actualmente y a más de treinta años de su surgimiento, la industria biotecnológica en el sector de SH enfrenta un nuevo escenario competitivo caracterizado, entre otros rasgos, por el vencimiento de las patentes de productos surgidos con los primeros desarrollos de las biotecnologías. Estos procesos, junto a la existencia de un doble estándar en materia de propiedad intelectual, da lugar a la emergencia de un nuevo segmento de mercado, el de los biosimilares, llamados también 

“follow on biologics” (FOB). Se trata de segundas versiones de medicamentes biotecnológicos o de ingredientes activos para la industria farmacéutica que se producen y comercializan, una vez aprobados por la institución regulatoria respectiva, luego de la expiración de la patente que protege al producto innovador (o bien, antes de su expiración, en mercados con sistemas de derechos de propiedad intelectual y regulaciones flexibles).

En Argentina existe un grupo significativo de empresas dedicadas al desarrollo de productos y procesos biotecnológicos, que han llevado adelante estrategias de diversificación hacia el sector de biosimilares, terapias génicas y otros productos y servicios que utilizan técnicas biotecnológicas.  Comparando  este  perfil  con  los  existentes  en  las  economías  más  avanzadas,  si  bien  no alcanza los niveles máximos, se constituye en una masa crítica relevante para un ulterior proceso de desarrollo.

 

10.3 Panorama Mundial y Regional 

Estados Unidos fue pionero en el desarrollo de la biotecnología y aún hoy es el líder mundial en este campo. Las primeras empresas se formaron entre fines de los años setenta y principio de los ochenta, mientras que en Europa la mayoría de las firmas se originaron en la década del noventa, siendo en su mayor proporción PyMES.  

De acuerdo a un estudio realizado por Bisang et al. (2010), Estados Unidos cuenta con 1699 empresas dedicadas a la producción de biotecnología y Europa con 1790 firmas. Existe una segunda línea de países, conformada por Canadá como líder, y otros países como Argentina, Brasil y Australia, que cuentan con planteles empresariales importantes, con 324, 120, 105 y 74 empresas, respectivamente. En el caso de Brasil, desde la década del ‘70 el gobierno ha enfocado gran parte de sus esfuerzos de promoción al sector de biotecnología con el objetivo final de estimular el


  173 Se refiere a la producción de una proteína no presente en un organismo determinado y producida a partir de ADN recombinante.


desarrollo industrial. Específicamente en la última década el sector privado brasilero se expandió fuertemente, generando tanto polos y parques industriales como centros biotecnológicos en todo el país. En este sentido, tanto Argentina como Brasil muestran una masa crítica de investigadores y empresas biotecnológicas que les permitiría insertarse no solo como rápidos difusores de paquetes tecnológicos provenientes del exterior, sino también como creadores de adelantos propios. 

 

10.4 Biotecnología en Argentina

La biotecnología adquiere un papel muy importante cuando se integra debidamente con otras tecnologías para la producción de alimentos, productos agrícolas, farmacéuticos, entre otros; ya que  puede  contribuir  a  satisfacer  numerosas necesidades  alimentarias  y  sanitarias.  Este  punto resulta  crítico  en  países  como  Argentina,  donde  tiene  un  gran  peso  el  sector  agropecuario  y agroindustrial. 

En este sentido, es importante analizar cuáles son los avances e investigaciones en materia de biotecnología en Argentina para conocer el estado actual del sector y así poder analizar cuáles serían los lineamientos de políticas más eficientes en términos de promoción y fomento. 

Entre las técnicas biotecnológicas utilizadas en el sector agropecuario174 se pueden mencionar la propagación clonal de plantas (micropropagación) que permite multiplicar o propagar plantas nuevas asexualmente en forma rápida, eficiente y en grandes cantidades, el mejoramiento genético asistido por marcadores moleculares y, principalmente, el desarrollo de organismos genéticamente modificados para uso agropecuario. 

El proceso de adopción de estas nuevas tecnologías ha tenido un gran impacto en la agricultura argentina y en toda la economía del país. Una parte de los alimentos producidos mediante el uso de biotecnología moderna son derivados de organismos genéticamente modificados. El primer cultivo de estas características incorporado a la agricultura argentina fue la soja tolerante al herbicida glifosato, aprobada en 1996. En este proceso Argentina se ha transformado en el segundo 

productor mundial de este tipo de cultivos, detrás de los Estados Unidos.

Desde 1996 en adelante se han iniciado numerosas pruebas de campo en las cuales los tipos de eventos  más  importantes  ensayados  incluyen  una  o  dos  características  nuevas  (generalmente tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos). En los últimos años comenzaron también a en-ayarse otros tipos de eventos, como aquellos vinculados con la calidad y la tolerancia a estreses abióticos175

En materia de producción pecuaria, desde la década del ’60 se utilizan en el país técnicas de inseminación artificial tanto para la obtención de reproductores como para el mejoramiento de la producción. A partir de la década del ‘80 se desarrolla el mejoramiento genético por transferencia de embriones y, recientemente, se logró aumentar su eficacia a través del uso de semen y embriones sexados176

Por otro lado, Argentina dio un gran paso en cuanto a la obtención de animales transgénicos para su uso en la industria farmacéutica. A fines del 2005, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (hoy Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca), a través de la Oficina de Biotecnología, permitió a la empresa argentina Bio Sidus la liberación al medio del Primer Tambo Transgénico. Este proyecto de tambo farmacéutico surgió hace más de diez años y significó primero la obtención de animales transgénicos a través de técnicas de clonado y transgénesis para 174 Para un análisis más detallado de los avances de la biotecnología aplicada al agro, tanto a nivel mundial como en Argentina, consultar el Capítulo 12 de este libro. 


175 www.argenbio.org

176 Existe discrepancia en cuanto a estas técnicas. Algunos las consideran como tecnologías biológicas avanzadas y otros

como herramientas biotecnológicas.


luego ser utilizados con fines farmacéuticos. La leche producida por estos bovinos contiene una proteína humana, la hormona del crecimiento, que es utilizada en el tratamiento del enanismo hipofisario y en trastornos de crecimiento. Además, se está trabajando en otros fármacos de gran impacto sanitario como la insulina y anticuerpos monoclonales. 

La industria farmacéutica constituye un campo de la biotecnología muy importante para Argentina, en la que confluye una larga tradición en investigación biomédica y una industria nacional activa. Un número considerable de los productos desarrollados son el resultado de la aplicación de técnicas de ADN recombinante; además se han realizado varias innovaciones en el campo de la biotecnología animal como, por ejemplo, la elaboración de vacunas veterinarias antivirales (aftosa, diarrea viral, herpes, rotavirus, etc). 

Al igual que lo que ocurre en los mercados farmacéuticos de los países industrializados, esta industria en Argentina conforma un mercado relativamente concentrado altamente regulado, con elevadas barreras a la entrada. La industria local está poco integrada, la gran mayoría importa los principios activos y realiza localmente la etapa de formulación y comercialización. A fines de la década del ochenta, mientras que en Brasil se localizaban las filiales de empresas multinacionales (EMN), las especificidades del sistema regulatorio local, con la tardía reglamentación de las patentes vinculadas a nuevas moléculas, posibilitaron una fuerte presencia de empresas/grupos de capital nacional en el mercado para llevar a cabo sus desarrollos e investigaciones.

De acuerdo a Gutman et. al. (2010)177, el total de empresas biotecnológicas en el sector de salud humana (SH), en el año 2010 se estima en unas veintiséis empresas, todas menos una de capitales nacionales. Las mismas surgieron en diferentes momentos del desarrollo industrial del país  y  muestran  distintas  trayectorias  sectoriales.  Algunas,  clasificadas  como  Nuevas  Empresas Biotecnológicas (NEB) de reciente instalación, son spin-off empresariales o start-up universitarios, 

centradas en las etapas de I+D, sin producciones destinadas al mercado; otras son Empresas Especializadas en Biotecnología (EEB) que se articulan con grandes empresas farmacéuticas locales en el marco de relaciones de cooperación tecnológica, productiva y comercial, y de participaciones en los capitales accionarios, conformando empresas en red, grupos o holdings tecno-financieros; otras clasificadas como Empresas Farmacéuticas Diversificadas (EFD), son laboratorios farmacéuticos tradicionales que han incursionado en la biotecnología, cuyos ingresos principales provienen de la venta de medicamentos convencionales.

Como se puede observar en el Cuadro 10.1, las NEB y las EEB representan el 58% del padrón.

Además, un 38% son Empresas Farmacéuticas Diversificadas nacionales y sólo una empresa es de capitales multinacionales, contrastando con el panorama presente en otros sectores de difusión de la biotecnología en el país, como el agrícola, en el que la mitad de las empresas son filiales de EMN.


 177 Gutman et. al. (2010) “Lineamientos para un cambio estructural de la economía argentina. Desafíos del Bicentenario”. 

2° Congreso Anual AEDA, septiembre 2010.


Otro sector de difusión de la biotecnología es la industria alimenticia, donde se destacan algunos  ejemplos  de  aplicación  en  la  producción  de  ingredientes  para  alimentos  tales  como  la incorporación de organismos biológicos a los lácteos (yogures y leches); levaduras y fermentos recombinados en la producción de vinos, quesos y yogures; y aditivos alimentarios de origen biológico ya sea conservantes, colorantes, edulcorantes, etc. De esta manera, la adopción de la biotecnología en este sector tiene como objetivo no sólo mejorar la calidad, seguridad y consistencia de los alimentos sino también aumentar la eficiencia en la producción y facilitar la diversificación de productos.

El Cuadro 10.2 constituye una guía de los usos posibles en esta materia.

Dentro del sector químico, cabe destacar la fabricación de plásticos biodegradables, ácidos orgánicos y enzimas, entre otros.

El  proceso  de  producción  se  inicia  con  un  conjunto  de  componentes  químicos  naturales  (que incluso pueden tener modificaciones genéticas para evitar procesos posteriores), que pueden ser material vegetal o desechos de animales que se incorporan como material de cultivo en un fermentador (biomasa). En dicho caldo de cultivo se producen una serie de reacciones químicas controladas -utilizando organismos modificados genéticamente- que dan como resultado precursores 

de insumos industriales. A partir de allí comienzan a aplicarse los procedimientos tradicionales de las industrias químicas y petroquímicas.

Por último, dentro del sector energético y minero, también se aplica la biotecnología en productos como el alcohol carburante, biogás, la recuperación de metales y petróleo por microorganismos y los biocombustibles.

El caso de los biocombustibles plantea un modelo de funcionamiento muy similar al descripto anteriormente. La posibilidad de reemplazo de los combustibles fósiles por otros provenientes de origen vegetal, remite a las distintas rutas de producción y tipos de biocombustibles. Los más relevantes son los biodiesel y el etanol o bioetanol; los primeros tienen como bases las grasas y los aceites, mientras que los segundos derivan de los alcoholes.

En todos estos procesos que implican el uso de granos, los impactos de las biotecnologías se asocian con las modificaciones que afectan a los contenidos de las semillas. Por un lado, existe una amplia gama de modificaciones genéticas sobre las oleaginosas -soja tolerante a herbicidas, clonaciones de plantas de palma, incorporación de genes que otorgan resistencia a la sequía- que mejoran las estructuras de costos; algo similar ocurre con el maíz con la incorporación de genes que lo tornan resistente a insectos y/o la “suma” de genes que generan varios de estos efectos combinados. Por otro, avances recientes, apuntan a modificar el contenido oleico e incluso el tipo de grasa que contienen, lo cual permite “acortar” el número de pasos para llegar del aceite al biodiesel.

 

10.5 Tipología de empresas biotecnológicas 

A nivel mundial, el universo de empresas relacionadas con la biotecnología puede clasificarse en:

•    Empresas biotecnológicas: Firmas que controlan técnicas innovadoras, a través de procesos de investigación propia o subcontratada,  que sustentan el desarrollo de nuevos productos y procesos;

•    Empresas usuarias de biotecnología: Firmas que usan biotecnologías como parte importante de sus actividades cotidianas y no la consideran  como central para sus actividades. No desarrollan nuevos productos y procesos biotecnológicos, usan la biotecnología como podrían usar otro insumo o equipo.

•    No usuarias de biotecnología: Son empresas cuyas tecnologías centrales son complementarias a las biotecnologías pero que no usan sin embargo estas últimas.

 Dentro de las tipologías de empresas biotecnológicas (EB) se pueden  agrupar según:

1.   Los procesos biotecnológicos que desarrollan: existen EB que se ocupan de la identificación,  manipulación  y  otras  técnicas  basadas  en  el  ADN;  otras  que  se  centran  en bioquímica o inmunoquímica y otras que se basan en el desarrollo de bioprocesos.  

2.   Los productos o servicios que generan:en este caso las empresas se clasifican de acuerdo con el sector final hacia el que se dirigen estos productos o servicios:

 Salud  Humana:  comprende  actividades  de  diagnóstico  (biosensores,  inmunodiagnósticos, prueba de genes); y actividades terapéuticas (terapia genética, vacunas, estimulantes inmunes, biofarmacéuticos).

 Agro: está comprendido por o  Sanidad Animal: comprende a las empresas dedicadas a la salud animal (diagnósticos, terapéuticos, trasplantes embrionarios, marcadores genéticos, ingeniería genética, vacunas).

o  Semillas y plantines: empresas que realizan alguna de las etapas en el I+D o la producción de organismos genéticamente modificados, biopesticidas, bioherbicidas y clonado de plantines entre otros.

o  Inoculantes: son las empresas que a partir de cepas de bacterias producen inoculantes destinados a aumentar la fertilidad de las producciones agrícolas.

 Ingredientes alimentarios para bioprocesamiento: incluyen las empresas que desarrollan y/o  producen  aditivos,  coadyuvantes  tecnológicos  (enzimas  y  cultivos)  y  sustitutos  de grasas y azúcares y alimentos funcionales.

o  Sanidad Animal: comprende a las empresas dedicadas a la salud animal (diagnósticos, terapéuticos, trasplantes embrionarios, marcadores genéticos, ingeniería genética, vacunas).

o  Semillas y plantines: empresas que realizan alguna de las etapas en el I+D o la producción de organismos genéticamente modificados, biopesticidas, bioherbicidas y clonado de plantines entre otros.

o  Inoculantes: son las empresas que a partir de cepas de bacterias producen inoculantes destinados a aumentar la fertilidad de las producciones agrícolas.

 Ingredientes alimentarios para bioprocesamiento: incluyen las empresas que desarrollan y/o  producen  aditivos,  coadyuvantes  tecnológicos  (enzimas  y  cultivos)  y  sustitutos  de grasas y azúcares y alimentos funcionales.

 

10.6 Estructura del sector en Argentina

10.6.1 Perfil de las empresas 

Actualmente, la biotecnología proporciona ventajas competitivas al sector farmacéutico, agrícola, alimentario, químico y medioambiental. No obstante, la integración de esta tecnología en dichos sectores no ha sido uniforme ya que el sector farmacéutico continúa siendo predominante. 

En Argentina, como se muestra en el Gráfico 10.1, las empresas que realizan actividades vinculadas a la biotecnología concentran su trabajo de investigación en las áreas de salud humana (25%) y animal (19%) y en el sector agrícola (22%).

Antes de analizar el tamaño de las mismas, se detallan las cuatro modalidades básicas que se observa en el mercado:

•    Inversión privada en biotecnología: por ejemplo, empresas de biocombustibles y de mejoramiento genético de las semillas.

•    Reconversión  hacia  actividades  biotecnológicas:  es  decir,  la  reconversión  de  empresas clásicas en firmas biotecnológicas.

•    Fusiones: Distintos sectores de empresas existentes se fusionan para desarrollar productos  biotecnológicos  para  la  generación  de  nuevas  empresas  con  recursos  humanos  y materiales acordes con la nueva tecnología.

•    Nacimiento de PyMEs biotecnológicas: esta última tendencia está sustentada en la formación de PyMEs de base científico-tecnológica, integradas por un equipo de investigadores e inversores.

En Argentina se registra un fuerte predomino de empresas pequeñas y medianas cuyas actividades son mayoritariamente biotecnológicas. Esto puede observarse claramente en el Gráfico 10.2, donde las PyMes y microempresas abarcan el 92% del total de empresas biotecnológicas argentinas. A ello cabe sumar un número reducido de empresas de mayor tamaño, que se destacan en las producciones de semillas y medicamentos y otros servicios aplicados a la salud humana, mientras que las firmas de menor tamaño tienen presencia en inoculantes, fertilización asistida y reproducción animal. En su conjunto, el grueso de las actividades locales se desarrolla a partir de la adaptación y de la realización de mejoras menores de cambios radicales llevados a cabo por grandes empresas radicadas en el exterior. Es decir, Argentina es un receptor adaptativo de los cambios tecnológicos ocurridos en el exterior. 

Operativamente las empresas tienen un alto grado de especialización en biotecnología, verificándose una fuerte tendencia a integrar verticalmente sus actividades y un escaso desarrollo de redes interempresarias para emprendimientos conjuntos. En cambio, la casi totalidad de ellas desarrolla una activa relación formal e informal con institutos públicos, grupos de investigación o investigadores dedicados a esta disciplina.

En suma, Argentina cuenta con una base empresaria de cierta relevancia en términos económicos, tecnológicos y productivos, dedicada a la producción de procesos y productos biotecnológicos que se convierte en una excelente plataforma de desarrollos futuros.

 

10.6.2 Desempeño del sector

De acuerdo al trabajo realizado a partir de la II Encuesta Nacional de Empresas de Biotecnología (Bisang et al., 2010), las ventas del sector de biotecnología en Argentina fueron de US$1.000 millones para el periodo 2008-2009, mientras que el empleo superó los 8.000 puestos de trabajo, considerando todas sus actividades; sin embargo sólo poco más de 1/3 se dedican a actividades estrictamente biotecnológicas.

Entre todos los complejos productivos se destaca, por su facturación, el caso de las semillas, que representan el 45% del total; le siguen en orden de importancia económica, la producción de biotecnológicos aplicados a la SH con una participación del orden del 12%, seguido de las restantes actividades con participaciones que rondan el 10%. Estos resultados se pueden observar en el Cuadro 10.3.

 

Por otro lado, los autores observaron que la mayor cantidad de firmas en los estratos pequeños no tiene su contrapartida en un peso similar en la facturación, ya que, si bien las microempresas representan el 48% de las firmas, su facturación cubre poco más del 7% del total. Mientras que las firmas grandes, que representan menos del 10% del total del empresariado, cubren casi la mitad de la facturación.

 

10.6.3 Comercio exterior de productos biotecnológicos

De acuerdo al Boletín Estadístico Metodológico N° 4 del Mincyt, el comercio de bienes biotecnológicos presenta una tendencia creciente, tan¬to en materia de exportaciones como de importaciones en Argentina. En el bienio 2007-2008 el total comercializado se incrementó un 35%, registrándose una expansión interanual de las exportaciones del 41% y un incremento del 33% en las importaciones. 

En esos años, Argentina fue ganando nuevos mercados para insertar sus productos biotecnológicos en el exterior. En 2007, el país expor taba a 61 países y en tan solo un año logró sumar siete nuevos mercados; entre lo que se destacan Dinamarca, Australia, Arabia Saudita y Portugal. 

Con respecto a las exportaciones y, como se puede observar en el Gráfico 10.3, Alemania constituyó en 2008 el principal destino de los productos nacio nales, concentrando el 43% de las exportaciones, seguido por Francia (10,8%) y Brasil (10,6%), con quien Argentina fue superavitaria en el inter cambio biotecnológico. Estos tres países explican el 73% del incremento en las ventas nacionales de productos biotecnológicos entre 2007-2008. 

Por otra parte, en el año 2008, más del 36% de las exportaciones de productos biotecnológicos fue destinado al mercado latinoamericano, lo que da cuenta que Argentina es uno de los países referentes en dicha área.

 

10.7 Organismos regulatorios y entidades de cooperación en Argentina

La biotecnología genera dilemas éticos y legales complejos. La bioseguridad en la biotecnología ha sido objeto de fuerte controversia en el escenario internacional, atribuible a causas culturales, de percepción de los consumidores y de posicionamiento en los mercados internacionales. Esta creciente preocupación por los riesgos potenciales que plantean algunos aspectos de la biotecnología se focaliza principalmente en los efectos que podría causar en la salud humana y animal y en las consecuencias ambientales. 

En respuesta a tales planteos y necesidades, a principios de 1990, los organismos con competencia en el área de biotecnología crearon comisiones específicas, entre ellas: 

 

1- Comisión Nacional de Biotecnología y Salud (CONBYSA)

 La CONBYSA es una de las comisiones que asesora a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Fue creada en 1993, por resolución 413/93, en el ámbito del Ministerio de Salud y Acción Social, con el objeto de asesorar a las autoridades en todo lo referido al desarrollo y la aplicación de la biotecnología en el campo de la SH. Está compuesta por representantes de la ANMAT y del Foro Argentino de Biotecnología. Entre otros, regularizó los procedimientos exigibles para la obtención de sustancias naturales a partir de procesos biológicos, tales como algunas vacunas. Las normativas establecidas son muy estrictas y calificables como pioneras en la materia, con definiciones de repercusión internacional que están compiladas en “Guías referentes a la presentación y control de fármacos obtenidos a través de las llamadas biotecnologías modernas: Biofármacos”.

 

2- Comisión Nacional Asesora para la Conservación y Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica (CONADIBIO)

La CONADIBIO se creó en 1997, a partir de la reglamentación de la Ley Nacional Nº24.375, en la que se aprueba el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), a cargo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

 Siguiendo a Bisang et al. (2010), la actividad exportó para el período 2008-2009 alrededor de US$260 millones, ubicándose por encima de sectores como maquinaria agrícola, que colocó algo menos de US$210 millones en el año 2008, manufacturas e cueros (US$132 millones), calzados (US$34 millones), maquinarias y aparatos eléctricos (US$111 millones) y levemente por debajo del conjunto de textiles y confecciones (casi US$310 millones). 

Tres son las actividades que sustentan esta salida exportadora: las colocaciones externas de semillas, las exportaciones de medicamentos y reactivos de uso humano y las colocaciones de insumos industriales.

Con respecto a las importaciones y, como se puede observar en el Gráfico 10.4, Estados Unidos se presentó como el principal origen de los productos biotecnológicos de Argentina en 2008 con el 64% de las importaciones, seguido por lemania (16%), Irlanda (11%) y Suiza (10%).

Dentro de las funciones de la comisión se pueden mencionar:

•    Asesorar a la Autoridad de Aplicación en todos aquellos aspectos relacionados con la implementación de la Ley Nº24.375 y el Convenio sobre Diversidad Biológica.

•    Proponer y propiciar acciones conducentes al logro de los objetivos y metas contenidas en el Convenio sobre Diversidad Biológica.

•    Considerar y aprobar el Plan de Actividades para ser propuesto a la Autoridad de Aplicación.

•    Elaborar y proponer a la Autoridad de Aplicación, para su aprobación, la Estrategia Nacional sobre Diversidad Biológica.

•    Ejercer todas aquellas otras funciones que, en casos especiales, le fueran encomendadas.

3- Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agropecuaria (CONABIA)Fue creada en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (hoy Ministerio) para asesorar sobre los requisitos técnicos y de bioseguridad que deben reunir los materiales genéticos obtenidos por procedimientos biotecnológicos, previo a su incorporación al biosistema. 

Está constituida por representantes de los sectores público y privado involucrados en la Biotecnología Agropecuaria. La Comisión desarrolló a comienzos de la década del ‘90 la primera normativa para la introducción experimental y la liberación al ambiente de organismos genéticamente modificados (resolución Nº 656 de la SAGyP del 30 de julio de 1992 y sus posteriores actualizaciones). 

En el caso de la tecnología orientada a la actividad agropecuaria, además de la CONABIA, participan la Dirección de Seguridad Alimentaria dependiente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), y dentro del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la Dirección de Mercados.

Cada uno de estos organismos tiene responsabilidad en diferentes aspectos del análisis:

•    Evaluación de la inocuidad para el agroecosistema.

•    Evaluación de la inocuidad para la salud humana y animal.

•    Impacto en los mercados internacionales.

Una vez concluidos sus propios ensayos, que pueden durar de cinco a diez años, las empresas, institutos de investigación o universidades, pueden presentar a la CONABIA (Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria), la evaluación del impacto para el agroecosistema  del nuevo evento. 

Una  vez  obtenida  la  aprobación  de  la  CONABIA,  la  Dirección  de  Calidad  Agroalimentaria  del SENASA evalúa la inocuidad de estos productos cuando son utilizados como alimentos para consumo humano o animal, ya sea en forma directa o en alguno de sus subproductos. 

La Dirección de Mercados asesora al Ministro de Agricultura en lo relacionado a la implicancia que puede tener para Argentina exportar a diferentes destinos la producción obtenida en base a estos materiales transgénicos, fundamentalmente en lo relacionado al posicionamiento de Argentina como proveedor de materias primas para el mundo.

 

El Estado, por su parte, está creando el marco jurídico para fomentar el sector biotecnológico a través de la ley de Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna (Ley N° 26.270), promulgada en julio de 2007 y el Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles (ley n° 26.093). 

 

Recuadro 10.1: Leyes 26.270 y 26.093 Ley 26.270 

El objetivo de dicha ley es fomentar y promocionar el desarrollo de proyectos de investigación y de aplicación de a biotecnología moderna en el país.

Los proyectos incluidos en la presente ley se resumen en dos categorías: a) Proyectos de investigación y/o desarrollo; b) Proyectos de producción de bienes y/o servicios. Quedan excluidos los proyectos que involucren productos y/o procesos cuya obtención se lleve a cabo mediante aplicaciones productivas convencionales y ampliamente conocidas, mediante procesos que utilizan organismos tal cual se presentan en la naturaleza, o la obtención de nuevas variedades por medio del cruzamiento genético convencional o multiplicación convencional.

Como requisitos a los beneficiarios se exige que los proyectos de investigación y desarrollo sean basados en la aplicación de la biotecnología moderna, que desarrollen estas actividades en el país y que cumplan con los criterios de elegibilidad que denotan que el proyecto implique un impacto tecnológico fehaciente, que demuestre solvencia técnica, capacidad económica y/o financiera y que cumplan con los requisitos de bioseguridad establecidos por la normativa vigente.

El instrumento adoptado por la ley para impulsar y fomentar el desarrollo de la actividad en el país es el incentivo económico, a través de un sistema de beneficios fiscales que consta de:

-Amortizaciones aceleradas del impuesto a las ganancias y devolución del impuesto al valor agregado correspondiente a la adquisición de bienes de capital y equipos especiales adquiridos con destino al proyecto promovido.

-Conversión en Bonos de Crédito Fiscal el cincuenta por ciento (50%) del monto de las contribuciones a la seguridad social que hayan efectivamente pagado sobre la nómina laboral afectada al proyecto.

-Conversión en Bonos de Crédito Fiscal el cincuenta por ciento (50%) de los gastos destinados a las contrataciones de servicios de investigación y desarrollo con instituciones pertinentes del sistema público nacional de ciencia, tecnología e innovación.

Ley 26.093

La  producción,  mezcla  y  comercialización  de  biocombustibles  en  la  Argentina  cuenta  desde  el  2006  con  un marco específico establecido por el denominado Régimen de Regulación para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles, previstos en esta ley, y cuya vigencia ha sido prevista en quince años.

La ley entiende por biocombustibles“al bioetanol, biodiesel y biogas, que se produzcan a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos, que cumplan los requisitos de calidad que establezca la autoridad de aplicación”.

Los beneficios de la ley afectan exclusivamente a quienes destinen su producción al mercado interno. Están excluidos los proyectos concebidos para la exportación del producto.

Asimismo, los beneficios promocionales han sido reservados para aquellos proyectos que pertenezcan a sociedades o cooperativas, constituidas en el país, cuyo capital mayoritario lo detente el Estado nacional, provincial o municipal, o 

personas físicas o jurídicas domiciliadas, radicadas o constituidas regularmente en el país, cuya actividad principal sea la producción agropecuaria priorizando la promoción de PyMEs, Productores Agropecuarios y Economías Regionales.

Entre los dichos beneficios promocionales, cabe destacar las siguientes:

-El biocombustible que produzcan los sujetos promovidos no estará alcanzado por ciertos impuestos específicos que recaen sobre los combustibles líquidos. Podrán amortizar aceleradamente el Impuesto a las Ganancias de los bienes de capital (excepto automóviles) u obras de infraestructura (excepto obras civiles) afectos al proyecto.

-También solicitar la acreditación o devolución del Impuesto al Valor Agregado contenido en las adquisiciones de esos bienes.

-Los bienes afectados a los proyectos promovidos no resultarán computables como base imponible en el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, hasta el tercer período fiscal cerrado con posterioridad a la puesta en marcha.

-Además  los  biocombustibles  no  estarán  alcanzados  por:  Tasa  de  infraestructura  Hídrica,  impuesto  sobre  los combustibles líquidos y el gas natural  y el impuesto denominado “Sobre la transferencia a título oneroso o gratuito, o sobre la importación de gasoil”. 

-Por  último  los  proyectos  aprobados  por  la  Secretaría  de  Energía  gozarán  de  todos  los  beneficios  que  prevén  los mecanismos del Protocolo de Kyoto.

Fuente: IIE sobre la base de las Leyes Nº26.270 y 26.093.

Por otro lado, diversas instituciones impulsan la utilización de las capacidades científicas y tecnológicas instaladas y la generación de nuevos conocimientos para promover el desarrollo de la biotecnología. Algunas de ellas son: 

 

4- Centro Argentino Brasileño de Biotecnología (CABBIO) 

Los gobiernos de Argentina y Brasil crearon en 1987 la CABBIO, una entidad de coordinación integrada por una red de grupos de investigación en biotecnología, cuyo objetivo es promover la interacción entre los institutos científicos y el sector productivo mediante la implementación de proyectos binacionales de I+D y la formación de recursos humanos por medio de cursos de la Escuela Argentina-Brasileña de Biotecnología (EABBIO). 

Las investigaciones llevadas a cabo en este marco han permitido el desarrollo de productos y procesos tales como anticuerpos monoclonales, maíz transgénico resistente a herbicidas e insectos, cítricos libres de  chancro,  enzimas industriales, cultivo de  crustáceos,  recuperación de cobre  y manganeso por biolixiviación, mejoramiento de cultivos de arroz, producción in vitro de embriones con certificación sanitaria, animales transgénicos y plásticos biodegradables. 

 

5- Foro Argentino de Biotecnología (FAB) 

El FAB es una entidad privada sin fines de lucro que se creó en 1986 para promover la biotecnología e impulsar la cooperación y colaboración entre los sectores científico, empresarial y gubernamental. Actualmente, nuclea a medio centenar de instituciones públicas y compañías nacionales y extranjeras en las que se desempeñan científicos, tecnólogos y especialistas en diferentes áreas biotecnológicas. 

Como Unidad de Vinculación Tecnológica (UVT), el FAB tiene por función facilitar a las empresas interesadas la gestión para conseguir créditos y subsidios otorgados por el FONTAR dependiente de la Secretaría de Ciencia y Tecnología.

Además, este organismo posee varias líneas de financiamiento adaptadas a las necesidades de las empresas argentinas, tanto micro emprendimientos y pequeñas empresas que están en pleno desarrollo, como grandes emprendimientos y compañías que ya están afianzadas en el mercado pero siguen buscando ampliar sus horizontes.

 

6- Red de Cooperación Técnica en Biotecnología Vegetal (REDBIO/FAO) 

La REDBIO/FAO se constituyó en noviembre de 1990 con el objetivo de generar el intercambio de conocimientos, tecnologías y materiales biológicos, fomentar la enseñanza y uso racional de la biotecnología e impulsar la conservación de los recursos fitogenéticos. 

La Red, integrada por 5.467 investigadores que trabajan en 738 laboratorios de biotecnología agropecuaria en 32 países de América Latina y el Caribe178, promueve la utilización responsable de la biotecnología como una herramienta clave para el desarrollo competitivo y sustentable de la producción agropecuaria y forestal de la región. A partir de 1992, en virtud de la resolución adoptada por la Conferencia Regional de la FAO, REDBIO abarca también la biotecnología animal. 

 

7- BIOTECSUR 

Es la plataforma de biotecnología del MERCOSUR en la que participan actores públicos, privados y académicos con la finalidad de desarrollar acciones y proyectos de I+D enfocados en temas de interés prioritarios para la región. 

Bajo esta visión se relevan periódicamente las normativas vigentes, los instrumentos financieros y los centros de excelencia con el objetivo de asistir a los actores de la Biotecnología en el MERCOSUR.

La Unidad de Gestión se constituye en el seno del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, a través de la Dirección Nacional de Relaciones Internacionales, y es responsable de la ejecución de las actividades de la plataforma. 

BIOTECSURsurgió de una iniciativa de cooperación entre la Unión Europea y el MERCOSUR. El 3 de noviembre de 2005 se firmó el convenio ALA/2005/017-350 con el fin de promover la consolidación de una plataforma regional de biotecnologías.

Las estrategias de coordinación regional de la plataformason:

•    Diseño de un plan estratégico para el desarrollo de la biotecnología regional que contempla propuestas consensuadas para la promoción de aplicaciones de las biotecnologías en los sectores productivos.

•    Apoyo al proceso de armonización de las regulaciones entre los países del MERCOSUR.

•    Apoyo al desarrollo de parques tecnológicos e incubadoras para fortalecer y aumentar el número de empresas innovadoras del sector biotecnológico.

•    Estímulo al desarrollo de redes de profesionales, empresas e instituciones en la región y su vinculación con otras iniciativas similares.

•    Puesta en marcha de una ¨ventanilla¨ MERCOSUR para la preparación de proyectos regionales para programas de financiamiento y/o subvención.

•    Impulso aproyectos comunes de investigación y desarrollo entre el MERCOSUR y la Unión Europea.

De acuerdo al Boletín Estadístico Tecnológico N° 4 del MinCyT, a fines de 2008, la plataforma asignó cerca de tres millones de euros no reembolsables a cinco proyectos integrados MERCOSUR, orientados al desarrollo de la biotecnología para las cadenas de producción aviar, forestal, carne bovina y de oleaginosas, que fueron seleccionados entre doce propuestas por recomendación de prestigiosos científicos extrarregionales179.

 


 178 Datos extraídos del Boletín Estadístico Tecnológico N° 4 (Mincyt) Diciembre – Marzo 2010. 


10.8 Investigación y Desarrollo 

De acuerdo a Ernst & Young (2008), en Argentina, el Estado es el principal financista de la I+D básica y ha demostrado un comportamiento pobre. Entre 1972 y 1988 la participación del gasto público en actividades científicas y tecnológicas pasó sólo del 0,2% al 0,4% del PBI. Esta cifra se hallaba muy por debajo de la meta mínima para los países en desarrollo (1% del PBI). Aun así, en algunas disciplinas se alcanzaron notables logros. En el siglo pasado, tres científicos argentinos recibieron premios Nobel. Dos de ellos por trabajos realizados exclusivamente en el país en el campo biomédico, el tercero por una labor en biotecnología realizada fuera del país. De esta manera, Argentina se convirtió en el único país latinoamericano con premios Nobel en ciencias.

Estos autores también exponen que Argentina y México sólo invierten el 0,4% de su PBI en I+D, mientras que Brasil destina el 1%. El sector privado es sólo responsable por el 26% de este total, fenómeno también corriente en el resto de la región (30% en México y 39% en Brasil). Asimismo, el bajo esfuerzo en materia de I+D se traduce en resultados muy pobres en la participación de argentinos en el registro de patentes en Estados Unidos. 

En biotecnología, por ejemplo, tal como se refleja en el Gráfico 10.5, la cantidad de patentes concedidas por la oficina de patentes de EE.UU. es baja para México y Argentina, y levemente superior para Brasil. Esto se hace más evidente cuando se lo compara con EE.UU. que tiene un promedio de 500 patentes concedidas para el período analizado.

 


179 Para más información acerca de los proyectos consultar http://www.biotecsur.org/proyectos-regionales.


 Según la opinión de expertos, el débil aporte del sector privado al gasto en I+D en Argentina se debe, en parte, a la falta del desarrollo de un sistema de incentivos para que los beneficios motiven a las empresas a arriesgar capital a mediano o largo plazo. Algunos incentivos sugeridos fueron la protección de la propiedad intelectual, el financiamiento de la investigación y deducciones fiscales adecuadas.

 

10.8.1 Propiedad intelectual en el campo de la Biotecnología 

La protección por Derechos de Propiedad Industrial (DPI) de desarrollos bio tecnológicos, ya sea a través de patentes de invención o del sistema de de rechos de obtentor, ha sido y es aún producto de grandes discusiones a nivel internacional. Los debates principalmente se centran en la cuestión ética y moral, como así también en la tendencia por parte de algunos sistemas nacionales de patentes de ampliar el espectro de protección.

Por su parte, los argumentos a favor de la protección por DPI de productos y/o procedimientos biotecnológicos se relacionan con las formidables inversiones en I+D requeridas para la obtención de este tipo de desarrollos, que se verían incentivadas por un sistema eficaz de patentes de invención.

En Argentina, para el período 1999-2010, la cantidad de patentes presentadas al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) se pueden observar en el Gráfico 10.6. Los no residentes solicitaron más patentes a lo largo de todo el período en comparación con los residentes, observándose una caída durante los años de crisis y su pico más alto en 2008 con 391 patentes solicitadas. Mientras que los residentes tienen un comportamiento más uniforme a lo largo de todos los años considerados, con un promedio de 22 patentes solicitadas. 

 

Esta baja participación relativa en la generación de patentes biotecnológicas a nivel internacional e incluso a nivel regional resulta contradictoria cuando se la compara con la capacidad de adopción de productos de base tecnológica que ha tenido el país, por ejemplo, mediante su complejo agroexportador. En este sentido, si se observa el porcentaje de tierra arable que se destina a la producción de cultivos genéticamente modificados, Argentina se ubica en primer lugar a nivel mundial con 66,7%, seguido por EEUU (37,5%) y Brasil (35%).

Un indicador alternativo para considerar son las pruebas de campo de nuevas variedades de plantas genéticamente modificadas. Este indicador permite captar las innovaciones que han superado la fase de invernadero o laboratorio, y que están más cercanos a la fase de comercialización.

Los dos indicadores presentados -generación de patentes biotecnológicas y realización de pruebas de campo de productos de base biotecnológica- ponen en evidencia el claro contraste que muestra  Argentina entre su capacidad para adoptar la biotecnología de modo masivo, y su capacidad para participar como actor relevante en la ola de innovación de biotecnología actualmente en curso.

 

10.9 Perspectivas

Muchos predicen que vamos hacia un mundo dominado por las biotecnologías, de similar modo a como hoy el mundo se ha vuelto dominado por las tecnologías digitales.

En el paradigma fordista, la metalmecánica era la actividad central y como tal se la consideraba la “industria de industrias”. En este caso, el escenario parece moverse hacia industrias sustentadas en la biotecnología, basada en las leyes de la biología, que tiende a convertirse (con mayor énfasis en algunos sectores) en la industria de bienes de capital pero con una base de mayor conocimiento. En ese escenario, la “industria de industrias” es la biotecnología aplicada, pero con una base cada vez menos tangible. 

En este sentido, la OCDE a través de su International Futures Programme, ha lanzado un proyecto llamado “Bioeconomy 2030: Designing a Policy Agenda”, que resume el posible alcance de los cambios por venir en seis dimensiones:

•    Salud, medicina regenerativa, tecnologías reproductivas, medicina genómica;

   Alimentación, comida con valor agregado, nutrigenómica, seguridad alimentaría;

 •    Agricultura, cultivos genéticamente modificados, animales genéticamente modificados, diagnóstico en base a ADN, biofármacos;

•    Biocombustibles;

•    Biotecnología  industrial,  procesos  enzimáticos  en  manufacturas,  gestión  de  residuos, producción de fibras;

•    Seguridad: biométrica, tecnologías de biosensores, aplicaciones en la ciencia forense.

Argentina, al contar con más de 80 empresas que participan activamente en el desarrollo de productos biotecnológicos, un gran número de investigadores (el más alto en relación a la población económicamente activa en América Latina), más de 100 institutos de investigación públicos y privados, instituciones educativas de nivel doctoral y postdoctoral en biotecnología, y un lugar de liderazgo en el uso de cultivos genéticamente modificados, tiene importantes ventajas comparativas para desarrollar mayor competitividad y lograr insertarse, de manera exitosa y en favorables términos de intercambio, en los mercados globales.

El estudio prospectivo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Produc tiva, “Tendencias y Escenarios de la Innovación en el Sector Agroalimentario”180, realizado en base a una revisión de la literatura internacional y a consultas con expertos nacionales, analizó las principales tendencias de la biotecnología hacia el año 2020. Por un lado, se evaluaron las tecnologías genéricas cuyo desarrollo se espera que ocurra en la próxima década y, por otro, los principales productos biotecnológicos que estarían potencialmente disponibles en sus aplicaciones para la agricultura.

Las  siguientes  áreas  del  conocimiento  y  tecnologías  aparecen  en  el  estudio  como  de  especial importancia:

•    Genómica y en general “tecnómicas” sumadas al desarrollo de la informática.

•    Mejoramiento asistido por marcadores moleculares.

•    Recombinación de genes in Vitro para acelerar la evolución de genes (gene shuffling).

•    ARN de interferencia (silenciamiento específico de genes) de aplicación en el mejoramiento de especies y también en la industria farmacéutica. 

•    Diseño e ingeniería de proteínas.

•    Nanotecnología.

•    Tecnologías analíticas rápidas, sensibles y de uso sencillo (desarrollo de kits para exportadores y productores).

•    Tecnologías clásicas de mejoramiento (mejoramiento tradicional, cultivo de tejidos) para la domesticación de especies nativas, rescate de germoplasma, etc.

En cuanto a los principales productos derivados de la biotecnología que estarán disponibles en la próxima década, en dicho estudio se menciona:

   El diseño de productos para la alimentación de animales (que proporcionan un alimento mejor balanceado, aumentando la concentración de los aminoácidos esenciales a menudo deficientes en algunos alimentos para animales, mayor densidad de nutrientes, o una utilización más eficiente de estos, como fosfatos que podría proporcionar ventajas ambientales);

•    Resistencia a la sequía y a otros estreses ambientales tales como salinidad;

•    Resistencia a parásitos y enfermedades (ej. trigo resistente al fusarium; resistencia al pox del ciruelo; cultivos resistentes a varios insectos); 

•    Cultivos creados para obtener productos farmacéuticos, tales como vacunas y anticuerpos;

•    Cultivos desarrollados para aplicaciones industriales particulares como por ejemplo:

a) cultivos con mejores atributos industriales, tales como mayor concentración de almidón, 

b) la capacidad de producir enzimas útiles para ciertos procesos industriales,

c) semillas


180 www.mincyt.gov.ar/publicaciones/Tend_Esc_Innov_Sector_Agroalimentario.pdf


con un mayor contenido de un material rico en energía, como por ejemplo aceite para ser utilizado como biocombustible. 

•    Animales genéticamente modificados para consumo o para la producción de productos farmacéuticos o usos industriales (ej. Salmones transgénicos de rápido crecimiento hasta la madurez, cabras transgénicas produciendo factores de suero humano en su leche, y cerdos produciendo en su saliva la enzima pitaza para mejorar la utilización de nutrientes y la producción de abono con contenido reducido de fósforo).

•    Productos microbiológicos como fertilizantes, bio-pesticidas, promotores del crecimiento, etc.

Además,  se  prevé  que  la  disponibilidad  de  estas  tecnologías  y  productos  será  paulatina  en  el tiempo y no necesariamente en forma simultánea para todos los cultivos de importancia para Argentina, ya que el trabajo de desarrollo y aplicación concreta estará concentrado, como lo ha estado en el pasado, en algunos pocos cultivos de gran importancia económica, en los países que lideran la investigación biotecnológica. Por ello, es razonable suponer que la soja, el maíz, el trigo, el arroz y la caña de azúcar estarán entre los productos privilegiados.

En este sentido, las aplicaciones de la biotecnología en el área de la agricultura que podrían tener una mayor prioridad son los siguientes:

   Desarrollo de resistencia a enfermedades fúngicas, virales y bacterianas.

•    Desarrollo de tolerancia a estreses ambientales (sequía, temperatura, etc.).

•    Desarrollo de mapas genéticos y de marcadores moleculares para su aplicación en el mejoramiento de los principales cultivos.

•    Desarrollo y mejoramiento de cultivos regionales.

•    Tecnologías vinculadas a la nutrición animal.

•    Desarrollo de vacunas.

Para lograr estos objetivos, es necesario contar con una estrategia que posibilite definir las mejores políticas y acciones para aprovechar las significativas oportunidades aún abiertas, utilizando las fortalezas relativas, superando las actuales debilidades, y la evaluación y neutralización de las amenazas. 

Por último, es importante remarcar tres grandes líneas de acción a considerar en posibles ejercicios de planificación estratégica para el sector, en muchos casos orientadas al desarrollo de potenciales “clusters” de innovación en biotecnología en el país:

• La importante posibilidad de utilizar la gran demanda derivada de ser uno de los principales adoptantes de productos biotecnológicos para desarrollar empresas innovadoras de base local que se orienten, primero, a sustituir importaciones y, luego, a exportar productos de base biotecnológica.

• La necesidad de promover, en un grado muy superior al actual, la actividad de I+D relacionada con la biotecnología, así como el fomento de vínculos entre ésta y la actividad empresarial privada.

En este sentido, Argentina es el país con mayor desproporción relativa entre su capacidad de adopción de productos biotecnológicos y su capacidad de generación de productos de base biotecnológica.

Existen en el país varios complejos productivos que en los años recientes han avanzado de manera concreta sobre su “encadenamiento hacia adelante”, tal es el caso de la gran capacidad de procesamiento de soja, y la capacidad de producción de aceites y harinas derivadas; sin embargo, no ha pasado lo mismo con su “encadenamiento hacia atrás” y, en particular, con su vinculación con el sistema de I+D.

• El fomento de una alianza estratégica entre instituciones claves (gobiernos, universidades, empresas privadas, asociaciones civiles involucradas) para promover un ejercicio de planificación estratégica que permita analizar escenarios para el desarrollo del potencial “cluster”, delinear las líneas de acción estratégica y comprometer las acciones necesarias para su implementación. 

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