LA IMPORTANCIA DE LA SOJA PARA ARGENTINA
CAPÍTULO 22: LA IMPORTANCIA DE LA SOJA PARA ARGENTINA
Por el Dr. Rogelio Pontón del la Bolsa de Comercio de Rosario
Nuestro país es el tercer productor mundial de soja con alrededor de 48 millones de toneladas, después de Estados Unidos con 80 millones, Brasil con 60 millones y delante de China con 18 millones.
En Argentina se siembran alrededor de 32 millones de hectáreas, correspondiéndole a la soja 17 millones. Es el cultivo que más ha crecido en los últimos 25 años y tiene una característica distintiva de los otros granos: se exporta en su casi totalidad (alrededor del 96% de la producción) ya sea como poroto, harina o pellets, aceite y biodiesel, siendo ésta una de las razones que explican que el productor siga sembrando cada vez más soja mientras disminuye en parte la siembra de otros cultivos, como trigo y el maíz, cuyos registros de exportación se han cerrado en repetidas ocasiones. Con la soja, y sin la interferencia estatal, el productor se encuentra más tranquilo y seguro.
El centro del cultivo se encuentra cerca de Rosario y si a partir de allí trazamos un círculo con un radio de 300 kilómetros, tenemos el 50% de producción. De todas maneras, a partir de ese centro, el cultivo se ha ido implantando en vastas regiones del noreste y noroeste argentino.
El complejo soja, poroto, harina, aceite y biodiesel se ha constituido en el más importante de la balanza comercial de nuestro país. Si estimamos que las exportaciones argentinas por todo concepto van a superar ligeramente los 70.000 millones de dólares en el corriente año (2008), a los productos del sector agropecuario y a la agroindustria le corresponde alrededor de 40.000 millones; a todos los productos granarios alrededor de 31.000 millones y al complejo soja alrededor de 23 a 24.000 millones.
Según datos provisorios las manufacturas de origen industrial (MOI) serían este año deficitarias en divisas en alrededor de 29 a 30.000 millones de dólares, y sólo pueden mantener su ritmo y ocupación si los productos agropecuarios, y más precisamente, el complejo soja le proporcionan esas divisas, permitiendo que puedan importar insumos y bienes de capital que necesitan. De ahí que denostar al complejo soja es como cortar la rama sobre la que uno está sentado.
A raíz de que la producción sojera se centra en el área mencionada más arriba y que desde el año 1997 contamos con una vía navegable desde Puerto San Martín (km 457 del río Paraná) al mar que permite un calado efectivo de 32 pies (hoy en 34 pies), calado pagado por Juan productor, y contando toda la zona portuaria al norte y sur de la ciudad de Rosario con casi veinte puertos privados eficientes, se ha instalado una industria decrushingde soja muy poderosa (en el Cuadro A22.1 de Anexo a este capítulo un listado de las plantas aceiteras ubicadas en la zona).
A nivel mundial, China ocupa el primer lugar con respecto a la capacidad decrushingllegando ésta a alrededor de 220.000 toneladas por día. Le sigue Estados Unidos con una capacidad cercana a los 180.000 toneladas; Argentina con una capacidad cercana a los 160.000 toneladas (en la zona cercana a Rosario cerca de 130.000) y Brasil con una capacidad de 135.000 toneladas.
Lo que diferencia a la estructura decrushingde soja de nuestro país con respecto a los otros países, en especial en referencia a la exportación, es lo siguiente:
a) Las plantas argentinas están situadas en la zona de producción y a la vera del río Paraná.
Ninguno de los otros países cuenta con esta ventaja. Las plantas de Estados Unidos y de Brasil están también cercanas a la zona de producción pero muy lejos de los puertos de exportación (1.500 a 2.000 kilómetros) y si es verdad que hay algunas plantas más cerca de los puertos, ellas no son las más importantes.
b) Las plantas argentinas son las más modernas y se han instalado en dos oleadas: hacia la mitad de la década pasada y de ésta. También tiene plantas modernas China, pero la mayor parte son antiguas.
c) Las plantas argentinas son las más grandes. Como se puede observar en el Cuadro A22.3 del Anexo, en el Puerto de Terminal 6 (Puerto San Martín) dos unidades productivas tienen una capacidad de 19.000 toneladas por día. Y en San Lorenzo el grupo Vicentín tiene alrededor de 20.000 toneladas de capacidad y Molinos Río de la Planta alrededor de 18.000 toneladas. Cargill en Villa Gobernador Gálvez, al sur de Rosario, tiene una capacidad de 13.000 toneladas y en Puerto San Martín 9.000 toneladas. Dreyfus tiene en General Lagos (sur de Rosario) una capacidad de 12.000 toneladas y en Timbues (al norte de Puerto San Martín) 6.000 toneladas. Bunge tiene otra vieja planta modernizada en Puerto San Martín de 8.000 toneladas. Hay otras plantas más pequeñas pero en conjunto totalizan alrededor de 125.000 toneladas diarias que hacen de la zona rosarina el principal polo decrushingde soja del mundo.
d) Los polos decrushingde Brasil, Rondonopolis (Mato Grosso) y Ponta Grossa (Paraná) no superan las 15.000 toneladas cada uno.
En los últimos años, en varias de las mencionadas plantas se han incorporados fábricas que producen biodiésel, aprovechando la gran producción de aceite de soja. Varios de esos proyectos ya están en funcionamiento: dos en Terminal 6 (Puerto San Martín), dos en Vicentín (San Lorenzo) y uno en Dreyfus (General Lagos), totalizando una capacidad superior al millón de toneladas por año.
Con respecto a los clientes de los productos del complejo soja, estos son los principales: China como importador de poroto de soja; la Unión Europea como importador de harina o pellet de soja; China e India como importadores de aceite de soja y Estados Unidos y la Unión Europea como importadores de biodiesel. El total de clientes de los productos del complejo soja pertenecen a algo más de 100 países.
La cadena comercial del complejo soja, que comienza con los proveedores de insumos para los productores; del trabajo tesonero de estos; de los acopios y cooperativas que reciben el gran para acondicionarlo; de los transportistas de camión y ferrocarriles que trasladan la soja hasta los puertos y fábricas; de los corredores bursátiles que en los pisos de las bolsas, especialmente de la Bolsa de Comercio de Rosario, enganchan oferta y demanda y transparentan los precios, de las fábricas decrushing, de los operadores portuarios y otros, constituye una de las cadenas más eficientes de la República Argentina y del mundo. Hay por supuesto algunos eslabones que tienen materias pendientes, como los medios de transporte, pero todo hace pensar que irán mejorando con el paso del tiempo.
Para lograr que todo el conjunto alcance una armonía en cuanto a la eficiencia se necesitan obras de infraestructura que están, fundamentalmente, a cargo del Estado Nacional. Una serie de proyectos, como la autopista Córdoba-Rosario; las autovías de las rutas nacionales números 33 y 34, el anillo ferrovial que deberá circunvalar a Rosario, mayor dragado, balizamiento y obras complementarias como canales a los puertos, zonas de espera, etc., están a la espera de su concreción.
Pero no hay que olvidar otro detalle: la solidaridad de ese pequeño grano que es la soja. A pesar de un sinnúmero de críticas que se le hacen, muchas de ellas infundadas, la soja a través de las excesivas retenciones que se le han aplicado ha contribuido a solucionar muchos de los problemas que la crisis del 2001-2002 produjo a un sinnúmero de nuestros conciudadanos. De todas maneras, mucho más efectiva hubiera sido esa solidaridad si se le hubiese dejado al productor del Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y otras provincias el precio pleno, sin retención, lo que le habría permitido invertir en mayor medida en sus propias zonas, evitando las migraciones internas y evitando también la centralización de recursos, que luego se usa, muchas veces, con fines políticos.
Anexo A22: Cuadros estadísticos