CONTEXTO ECON

CONTEXTO ECONÓMICO REGIONAL

Si Argentina hubiera tenido durante las últimas décadas una economía abierta e integrada a los mercados internacionales, la distribución regional de las actividades, decisiones y recursos económicos no se encontraría tan concentrada en la zona de influencia del puerto de Buenos Aires. En ese caso, la Región Central se habría integrado estrechamente con los territorios correspondientes a los países vecinos más cercanos a la misma, tanto por los menores costos de transporte como por la homogeneidad de las condiciones económicas y sociales prevalecientes. De esa manera, en lugar de contar con una distribución de la infraestructura de transporte y las comunicaciones radiocéntrica y concentrada, tendría una distribución reticular y estructurada alrededor de los corredores bioceánicos con accesos a los puertos de los océanos Atlántico y Pacífico. Su relación con el territorio central de Chile, la República Oriental del Uruguay y el Sur de Brasil hubieran contribuido a un desarrollo más armónico de la región austral del continente.

8.1. Hacia una Regionalización más Equilibrada

En la última edición del Balance de la Economía Argentina, publicada en diciembre de 1997, el IIE definió la «Región Central Amplia» como aquella formada por las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y la Región de Cuyo1, es decir, la franja central del territorio argentino que queda comprendida dentro del denominado Corredor Austral de Crecimiento2. A nuestro criterio, constituye una región alternativa y complementaria a la provincia de Buenos Aires, necesaria para impulsar un desarrollo económico regional más equilibrado dentro del territorio argentino3.

Varios acontecimientos posteriores contribuyeron a lograr un creciente consenso alrededor de esta definición. En el seminario “Corredor Biocéanico Central e Hidrovías», organizado por la Bolsa de Comercio de Rosario el 29 y 30 de septiembre de 1998, el gobernador de la provincia de Mendoza fundamentó su exposición sobre el concepto mencionado en el párrafo anterior. Con posterioridad, en otro seminario denominado «Corredor Central Biocéanico», realizado el 4 de noviembre del mismo año en la Bolsa de Comercio de Santa Fe, se reunieron los gobernadores de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y San Juan, quienes apoyaron la misma idea4. Asimismo, en la reunión de entidades empresarias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos realizada el 22 de octubre, donde se creó el Foro de Entidades Empresarias de la Región Central, se consideró la posibilidad de extender en un futuro el ámbito de la nueva institución a las provincias de Cuyo.

Uno de los principales fundamentos para definir una Región Central que comprenda seis provincias es la conveniencia de estructurar el territorio nacional en solo cuatro regiones, para otorgarles a cada una de ellas una mayor capacidad de decisión e integrarlas más eficientemente a los mercados internacionales. De esta manera, se pueden elaborar políticas económicas que apunten a reducir la brecha de desarrollo regional y atenuar la debilidad que históricamente caracterizó a las provincias al momento de tratar aspectos del federalismo que las afectaba. Las cuatro regiones definidas se conforman de la siguiente manera:



1 Siguiendo la división regional propuesta por Zamorano (Zamorano, M.; 1969), la cual incluye gran parte de los territorios de las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.

2 El mismo se define como la franja geográfica con mayores niveles de ingreso de Ia región austral de América del Sur, que se extiende aproximadamente entre el triángulo formado por las ciudades de Belo Horizonte, Río de Janeiro y San Pablo, orientado hacia el Océano Atlántico, hasta las regiones IV, V, VI y Área Metropolitana de la República de Chile sobre el Océano Pacífico.

3 Ver «El Balance de la Economía Argentina en 1997»,Capítulo 8.

4 si bien el gobernador de Entre Ríos no declaró en su exposición dentro del programa establecido para el seminario en forma contundente que su provincia se sumaba a Ia iniciativa, en cierto modo lo testimonió con su presencia y lo hizo conocer, según comentarios periodísticos, en las conversaciones informales mantenidas durante el evento.


a) Buenos Aires: Capital Federal, 19 partidos del Gran Buenos Aires y Resto de Buenos Aires5.

b) Región Central: Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza, San Juan y San Luis.

c) Región Norte: Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

d) Región Sur: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur.

En el cuadro 8.1 se aprecia que, si bien Buenos Aires posee aproximadamente la mitad del territorio de las otras regiones analizadas, el Producto Bruto Geográfico (PBG) que genera es más del doble que el de la Región Central y siete veces más que el de todo el norte argentino6. El PBG per cápita de Buenos Aires supera en un 50% al de la Región Central y es casi tres veces superior al promedio de la Región Norte. En la Región Sur, las políticas de promoción de la actividad económica, el mayor gasto público en relación a otras regiones y la gran abundancia de recursos naturales junto a un territorio poco poblado, permitieron alcanzar un nivel de PBG per cápita similar al del Buenos Aires, pero con una capacidad adquisitiva promedio menor debido a que los precios finales son más altos en la mayoría de los bienes y servicios disponibles.


5 A nuestro criterio, no es variable desde el punto de vista de las políticas económicas regionales a implementar, separar la provincia de Buenos Aires de la Capital Federal y los 19 partidos del Gran Buenos Aires.


A pesar de las enormes diferencias observadas entre las regiones Central y Norte con respecto a Buenos Aires, un aspecto que permite alentar la esperanza de una disminución en las brechas de desarrollo futuras, es el nuevo marco de integración y los cambios estructurales en la economía. Este aspecto será tratado con mayor extensión mas adelante y es uno de los principales temas dentro del programa de investigación del IIE para el año 1999.

Si bien las tasas de crecimiento de la Región Central y Norte fueron superiores a las de Buenos Aires en el período 1970-1994, la diferencia histórica es tan pequeña que la Región Central necesitaría los próximos cuarenta años a fin de alcanzar el PBG per cápita de Buenos Aires. A su vez, la Región Norte demandaría otros cincuenta y cinco años adicionales, respecto a los que necesita el centro del país, para lograr el mismo objetivo. Es bastante probable que con políticas regionales adecuadas, algunas de las cuales se sugieren más adelante, el proceso se acelere en beneficio no solamente de las regiones más rezagadas, sino del país en su conjunto.

8.2. La Región Central en el Corredor Austral de Crecimiento7

Una vez analizados los principales rasgos geográficos y económicos de la Región Central en el territorio argentino, es interesante enmarcarlo en el contexto del cono sur o la región más austral de América Latina, especialmente en relación a los territorios aledaños pertenecientes a los países limítrofes. Es probable que de haberse mantenido en el transcurso del presente siglo una economía abierta e integrada con dichos países, el desarrollo regional hubiera sido bastante más equilibrado y los ejes de desarrollo hubieran coincidido con lo que hoy denominamos los corredores bioceánicos.

Con un criterio similar al utilizado en el punto anterior, se definen cuatro regiones dentro del Corredor Austral de Crecimiento y se las denomina de la siguiente manera:



6 Es probable que en el cómputo del PBG de Buenos Aires se compute parte de la actividad generada por empresas que tienen sus operaciones en el interior pero que la declaran en la casa central ubicada en la Capital Federal. Aún así la diferencia de Buenos Aires con las otras regiones es tan significativa, que no invalida las conclusiones que se expresan en los restantes capítulos.

7 El Corredor Austral de Crecimiento se define como la franja geográfica con mayores niveles de ingreso de la región austral de América del Sur, la cual se extiende aproximadamente entre el triángulo formado por las ciudades de Bello Horizonte, Río de Janeiro y San Pablo, orientado hacia el Océano Atlántico, hasta las regiones IV, V, VI y Área Metropolitana de la República de Chile sobre el Océano Pacífico.


i) «Región de Uruguay y Sur de Brasil», integrada por la República Oriental del Uruguay y los Estados Río Grande do Sul y Santa Catarina en el territorio brasileño;

ii) «Región Central Amplia», formada por las provincias argentinas de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, San Juan, San Luis y Mendoza;

iii) «Región Buenos Aires», que corresponde al territorio de la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y el Conurbano;

iv) «Región Central de Chile», integrada por las regiones IV, V, VI y Área Metropolitana.

A continuación, en el cuadro 8.2 se analizan algunos de los indicadores básicos referidos a la geografía, economía y aspectos sociales de las cuatro regiones.

Como primera conclusión puede decirse que existe entre ellas una relación, en los aspectos económicos, bastante más equilibrada que la prevaleciente entre Buenos Aires y cada una de las regiones del proyecto de ley sobre «Regionalización para el desarrollo económico y social»8 En el cuadro 8.2 se observa que el valor del PBG de las cuatro regiones es notablemente menos desproporcionado.

Cuando se compara el PBG per cápita calculado con el método de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), Buenos Aires y la Región Central de Chile muestran una cifra más alta que las otras dos regiones9. Esta realidad confirma nuevamente que el mayor poder adquisitivo promedio en



8 Ver proyecto de ley del 14 de octubre de 1996.

9 En el caso de Chile la gran diferencia entre la cifra del PBG corregida por el método PPA y Ia correspondiente al cálculo sin corrección, se debe al menor costo de Ia canasta de bienes ul

utilizada en el mismo, debido a los beneficios de la mayor apertura económica implementada desde hace varios años por el país trasandino. Asimismo, influyó en Ia diferencia la menor aparición del tipo de cambio real al momento del cálculo, cuando se lo copara con los otros tres países incluidos en el análisis.


América Latina se observa en las grandes concentraciones urbanas tales como Buenos Aires, Santiago de Chile o San Pablo. A su vez, el promedio de mayores ingresos coexiste con situaciones de extrema pobreza y marginalidad provocada en parte por las migraciones desde las provincias con menores recursos.

En segundo lugar, puede apreciarse que aunque la Región Central de Chile tiene el coeficiente «Exportaciones/PBG» más alto de la parte sur del Corredor Austral de Crecimiento que se esta analizando, la Región Central Argentina no se ubica demasiado lejos de esa cifra. En cambio, Buenos Aires muestra una relación entre sus exportaciones y el PBG que no alcanza a la mitad de las otras regiones. La elevada ponderación que tiene el Gran Buenos Aires dentro de esa jurisdicción puede ser una de las principales razones que explican esa diferencia, debido a que sus actividades están sesgadas hacia los servicios, que mayoritariamente son no transables. Una de las principales excepciones es el turismo, que no se incluye dentro del cálculo del valor de las exportaciones, pero que de estarlo, reduciría parcialmente la brecha con las otras regiones analizadas.

En cuanto a los indicadores sociales, la Región Central de Chile se distingue por mostrar una tasa de mortalidad infantil que es la mitad de la que prevalece en las otras regiones. Por otra parte, el Sur de Brasil tiene una tasa de analfabetismo más alta que el resto, influenciando el promedio de la región que incluye los dos Estados de ese país10.

En materia de infraestructura, si bien la Región Central Argentina y el Uruguay y Sur de Brasil tienen una menor cantidad de kilómetros de carreteras pavimentadas por km2 de superficie territorial en comparación con Buenos Aires y la Región Central de Chile, el coeficiente de la longitud de la red vial pavimentada en términos de la cantidad de población favorece significativamente a la Región Central Argentina. Sin embargo, esto no oculta dos aspectos de especial importancia. El primero es que la distribución geográfica de las rutas no es la adecuada, reflejándose en el congestionamiento de aquellas rutas más importantes para el comercio de bienes y servicios y la actividad económica en general. El segundo es que el indicador mencionado no tiene en cuenta el deterioro de las rutas existentes y los errores de diseño con que fueron construidas.

Por otra parte, debe señalarse que el porcentaje de rutas asfaltadas en la red vial argentina alcanza escasamente el 30%11, en Brasil el 9,2%, en Chile el 13,8% y en Uruguay el 13,712. Dichos porcentajes son cercanos al 100% en casi todos los países europeos y alcanza el 60% en EEUU.

Por último, se han incluido en el cuadro precedente dos indicadores sobre el nivel de propiedad y consumo de bienes y servicios. El primero de ellos es el número de vehículos de pasajeros por cada cien habitantes, donde se observa que la población de la Región Central de Chile posee en promedio menos automóviles que en el resto de la parte sur del Corredor. En cuanto a las líneas telefónicas en servicio, Buenos Aires supera por casi tres veces a Uruguay y al Sur de Brasil.

A pesar de las diferencias señaladas, los indicadores reflejan una región que en términos generales es bastante homogénea y que, por lo tanto, cuenta con mayores posibilidades de aumentar el intercambio comercial y de inversiones13.

Ahora bien, para lograrlo resulta imprescindible que los distintos sectores de la sociedad acuerden llevar a cabo una política económica regional en el marco de una estrategia que sea formulada en conjunto por varias jurisdicciones, tal como se explicó anteriormente, y que se alejen de la defensa de aquellos intereses particulares que traban la apertura económica y la necesidad de lograr una mayor integración.

8.3. Diseño de una Nueva Infraestructura

Cuando se conformaron los rasgos básicos de la denominada etapa agroexportadora en la historia económica argentina, los territorios más allá de la Pampa Húmeda quedaron marginados. El ferrocarril adquirió gran desarrollo en la zona de influencia del puerto de Buenos Aires, permitiendo la expansión productiva y poblacional de ese nuevo espacio. Casi todos los ramales convergían al puerto, con escasos vínculos entre sí.

Un siglo más tarde, el transporte mantenía su estructura radial con centro en Buenos Aires. En 1980 aproximadamente el 90% de los productos importados ingresaban por las aduanas de la provincia de Buenos Aires y más del 73% del total exportado era despachado desde sus puertos.

Puede concluirse que la etapa de desarrollo denominada de <<sustitución de importaciones>> o de <<economía mixta, industrial y cerrada>> prácticamente no modificó la infraestructura de transporte y comunicaciones sino que por el contrario, tendió a consolidarla, configurando una estrecha dependencia funcional entre el sistema de transportes y el sistema económico.

Sin embargo, si los objetivos descriptos en el punto anterior se consolidan en los próximos

años, el desarrollo de la infraestructura de transporte en Argentina, que se caracterizó hasta el presente por su forma de abanico (tal como se aprecia en el Mapa 8.3), comenzará a ser paulatinamente reemplazado por una nueva figura reticular.


10 La población analfabeta de 15 o más años de edad en Uruguay es del 2,7%.

11 El porcentaje no incluye la red terciaria.

12 World Economic Indicators, 1997, pág. 277 y278.

13 En un reciente análisis sobre el costo laboral de la industria automotriz y autopartista del Mercosur, los niveles prevalecientes en las ciudades de Córdoba y Rosario con más parecidos a los del sur de Brasil (Estados de Río Grande do Sul y Santa Catarina) que los observados en ciudades como San Pablo y Belo Horizonte. Ver Capítulos 15 y 16.


Los dos ejes horizontales principales de esa figura se extenderán entre el Océano Atlántico y el Pacífico a través de las rutas bioceánicos Porto Alegre-Coquimbo y Río Grande-Valparaíso. Estas vías de comunicación tendrán un trazado similar al del <<Corredor Trasandino Central>>14.

Tal como se verá más adelante, el impulso que están recibiendo las grandes obras de infraestructura postergadas, tales como la adjudicación del puente Rosario-Victoria y el presupuesto asignado en el acuerdo Chile-Mercosur al desarrollo de los pasos cordilleranos, abren nuevas perspectivas al escenario descripto.

Los ejes verticales más importantes de la formación reticular en el territorio argentino son aquellos que unen las principales ciudades de cada región:

Rosario -Santa Fe

Córdoba – Río IV

Mendoza – San Juan

Concordia – Concepción del Uruguay

Dentro del trazado que se mencionó en el punto anterior es interesante distinguir algunos de los núcleos geográficos donde se están gestando las nuevas actividades económicas que tienen mayor dinamismo.


14 Ver BID-INTAL, <<Transporte Terrestre>>, José Alex San ‘Anna, 1997.


Todo parece indicar que uno de ellos es el núcleo que corresponde al eje formado entre las ciudades de Córdoba y Rosario. Ambas ciudades se complementan y se necesitan mutuamente para producir las sinergias que pueden lograr a través de su acción conjunta.

Córdoba es una ciudad sin puerto que sufrió a través de su historia las consecuencias de su condición mediterránea, agravada por las limitaciones que le impuso la deficiencia de la infraestructura de transporte y comunicaciones. Fue un ejemplo de lo sucedido a muchas ciudades del interior, donde la geografía influyó negativamente sobre la política económica, tanto a nivel nacional como provincial, y a su vez la política económica no tuvo la fuerza suficiente como para modificar las limitaciones de la geografía 15.

Por otra parte, Rosario tuvo que darle la espalda al río como consecuencia del deterioro de las instalaciones portuarias para cargas generales y la falta de dragado de la hidrovía.

Córdoba necesita un puerto y a Rosario le conviene proyectarse hacia el interior del país, o sea hacia su propio hinterland, y desde allí también hacia la Región Central de Chile. Asimismo, si en el futuro las condiciones de infraestructura mejoran significativamente, parte de la producción originada en la Pampa Húmeda podrá tener salida a través de los puertos del Pacífico, donde en algunos años más, la demanda de productos agropecuarios crecerá significativamente.

Volviendo al trazado reticular que se deriva de esta nueva forma de integración, el tramo de la Ruta Nro. 9 que une las ciudades de Rosario y Córdoba, no es otra cosa que una de las diagonales del rectángulo que tiene como vértices a las dos principales ciudades de ambas provincias (ver mapa 8.5).

A nuestro criterio, ese rectángulo de integración es el que tiene mayores posibilidades de transformarse en una región de crecimiento alternativa a Buenos Aires dentro del territorio argentino.



15 Ver Jeffrey Sachs, “Emerging Asia Changes and Challenges”, Asian Development Bank, 1997.


En términos del sector público provincial, la ciudad de Santa Fe es la contracara de Río IV, como la ciudad de Córdoba lo es respecto a Rosario.

Por otra parte, Rosario es el último escalón del río a donde pueden llegar los buques marítimos de gran calado y, por lo tanto, es el puerto por excelencia para la salida al océano Atlántico, como así también la puerta de entrada a las dos hidrovías que se internan en el corazón de la región austral del continente sudamericano.

Dentro de ese rectángulo, Santa Fe es la ciudad más próxima al noreste del país, lo mismo sucede con Córdoba respecto al noroeste y Río IV en relación al sur.

La ubicación estratégica de las dos provincias analizadas y sus principales cuatro ciudades, fue una de las razones por las que la Academia de Derecho y la Bolsa de Comercio de Córdoba impulsaron en el año 1996 los estudios referidos a una nueva estructura de regiones en el pais16.

Otro anillo de integración que en el futuro debería tener un gran desarrollo es el formado hacia la región oeste del Corredor Austral de Crecimiento por las ciudades de Santiago de Chile, Valparaíso, Coquimbo, San Juan y Mendoza (ver mapa 8.6). Una vez que se construyan pasos cordilleranos adecuados, ese territorio, con salida hacia la región del Pacífico, tendrá una gran proyección por su riqueza en minería, recursos energéticos, capacidad de producción agropecuaria y diversidad de su potencial turístico.

La concreción de las ideas expuestas requiere condiciones indispensables. La primera de ellas es la continuidad del proceso de integración regional en un entorno de equilibrio fiscal y monetario y una mayor consolidación de las instituciones. En segundo lugar, deben superarse las enormes limitaciones en materia de infraestructura que encarecen el intercambio y traban el proceso de apertura económica.



16 Ver Pedro J. Frías <<La Región según la Constitución Nacional Reformada>> y Raúl Hermida <<Una Región para Córdoba. Enfoque Económico de Ia Integración>>, Cuaderno de Federalismo 1996, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba.



APENDICE 1

Estadísticas Regionales


APENDICE 2

Tratado de Integración Regional entre las Provincias de Córdoba y de Santa Fe

Nosotros,

Los Gobernadores de las Provincias de Córdoba, Dr. Ramón Baustista Mestre y de Santa Fe, Ing. Jorge Alberto Obeid en pleno ejercicio de los mandatos y responsabilidades otorgados por la soberanía popular de nuestros respectivos pueblos:

En consideración a la Declaración Conjunta suscrita en la localidad de El Fortín el 9 de Mayo de 1998 por la cual las provincias que representamos, en base a los fuertes vínculos históricos, económicos, sociales y culturales que las une, y a una firme y reiterada decisión de integrarse, se comprometieron a impulsar la creación de la Región Central:

Con la profunda convicción de una imperiosa necesidad de cambios políticos, jurídicos, económicos, culturales e institucionales ante los inconvenientes atravesados por el federalismo durante toda la historia argentina, para conseguir el efectivo aseguramiento de la integración regional y nacional;

Con fundamento además en la reforma constitucional de 1994, que en tal sentido ha previsto, entre otras disposiciones, el fortalecimiento de los lazos interprovinciales, reconociendo a las provincias en el art. 124 la posibilidad de crear regiones para el desarrollo económico y social, y de establecer órganos con facultades propias para el cumplimiento de sus fines;

Con la firme decisión de implementar un federalismo de cooperación y concertación y propender a maduras y modernas relaciones interjurisdiccionales de conformidad a lo establecido en los artículos 124 y 125 de la referida Ley Suprema:

Y con la idea compartida de lograr la integración anhelada como mejor respuesta frente a los desafíos que presenta la política nacional americana y mundial, procurando mediante una unidad funcional favorecer la mecánica propia del federalismo argentino en armonía con los intereses nacionales;

Reconociendo la extraordinaria importancia de esta decisión, destinada a fortalecer el desarrollo de la región en el marco de las relaciones y lazos interprovinciales previstos en la Constitución Nacional para el desarrollo económico y social de nuestros pueblos;

Por ello, en pleno ejercicio de las facultades constitucionales instituidas:

Acordamos:

Artículo Primero: Crear la Región Centro de la Argentina integrada por las Provincias de Córdoba y Santa Fe, con el fin de promover el desarrollo económico y social en virtud de lo establecido en el art. 124 de la Constitución Nacional y el desarrollo humano, la salud, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura de conformidad a lo estipulado en el art. 125 de la referida Ley Suprema de la Nación.

Artículo Segundo: Instituir como organismo máximo de decisión ejecutiva de la Región Centro a la Junta de Gobernadores, la que está integrada por los Primeros Mandatarios de las Provincias signatarias del presente tratado.

Artículo Tercero: A la Junta de Gobernadores le incumbe la conducción política del proceso de integración como Órgano Superior de la Región Centro, y la promoción de todas las acciones necesarias para el cumplimiento de los objetivos establecidos en el artículo primero.

Artículo Cuarto: Instituir como organismo de implementación de las políticas regionales al Comité Ejecutivo, integrado por los Ministros de las Provincias signatarias, con facultad de proponer proyectos y programas a la Junta de Gobernadores, crear y regular subgrupos de trabajo y las demás funciones que le sean expresamente delegadas por la Junta de Gobernadores. Además deberá ejecutar las medidas necesarias para el cumplimiento de las decisiones que ésta le imparta y supervisar las actividades de la Secretaría Administrativa de la Región.

Artículo Quinto: Instituir como instancia deliberativa de la Región Centro a la Comisión Parlamentaria Conjunta, integrada por legisladores de cada una de las Provincias signatarias, elegidos por las respectivas Cámaras Legislativas con representación de las minorías, y la que tiene carácter consultivo, deliberativo y de formulación de propuestas.

Artículo Sexto: Instituir como organismo de coordinación de la integración regional a la Secretaría Administrativa, integrada por un funcionario en representación de cada provincia signataria y cuya sede será rotativa cada año entre las mismas. Desempeña las tareas que le sean impartidas por la Junta de Gobernadores y el Comité Ejecutivo de la Región Central, y tiene carácter administrativo y organizativo de los demás órganos instituidos.

Artículo Séptimo: La Junta de Gobernadores podrá acordar políticas regionales en las distintas materias a través de Protocolos adicionales que serán implementados en las respectivas jurisdicciones provinciales por el Comité Ejecutivo.

Artículo Octavo: La Junta de Gobernadores deberá procurar la participación de la Región Centro en la formulación y ejecución de las políticas del Mercosur que le afecten, junto al Gobierno de la Nación.

Artículo Noveno: La Junta de Gobernadores deberá procurar la participación de los gobiernos municipales de la Región Centro en la formulación y ejecución de las políticas regionales que les afecten.

Artículo Décimo: Son facultades de la Junta de Gobernadores: Decidir y aprobar los programas de desarrollo económico y social de la Región Centro, evaluar su ejecución, dictar las normas necesarias para su conducción, negociar y firmar acuerdos, crear y regular los órganos que estime pertinentes, dictar reglamentos regionales, homologar los estatutos o reglamentos internos de los demás órganos instituidos, designar al titular de la Secretaría Administrativa de la Región, y cualquier otro acto relativo al cumplimiento de los objetivos establecidos por el presente Tratado Interprovincial para la Integración de la Región Central.

Artículo Décimo Primero: El presente Tratado de Integración Regional será sometido a la aprobación de las respectivas Legislaturas Provinciales, en el plazo de treinta días a partir de la fecha, de conformidad a las disposiciones constitucionales de cada una de las Provincias signatarias.

Cumplido el procedimiento en ambas jurisdicciones, de conformidad a lo prescripto por el art. 124 de la Constitución Nacional, se dará conocimiento del presente al Congreso de la Nación.

Artículo Décimo Segundo: La Junta de Gobernadores, podrá invitar a otras Provincias a formar parte de la Región Centro. En prueba de conformidad, los mandatarios, Gobernadores de las Provincias de Córdoba, Dr. Ramón Bautista Mestre y de Santa Fe, lng. Jorge Alberto Obeid, firmamos tres ejemplares del presente Tratado Interprovincial de un mismo tenor y a un solo efecto, en el límite interprovincial sobre la Ruta Nacional N° 19, a los 15 días del mes de Agosto de 1998.

                 Dr. Ramón Bautista Mestre                                                                                                           Ing. Jorge Alberto Obeid

        Gobernador de la Provincia de Córdoba                                                         Gobernador de la Provincia de Santa Fe

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