ASPECTOS FISCALES

1.9  ASPECTOS FISCALES

 

En un año marcado por la ausencia de sanción legislativa del Proyecto de Ley de Presupuesto 2011, la prórroga del Presupuesto 2010 con ciertos ajustes apareció como el único instrumento de previsibilidad del Gobierno. Allí, la fragilidad de las cuentas públicas se hizo evidente al estimarse un déficit financiero que finalmente se convalidaría en el transcurso del año. 

Entre los aspectos más relevantes del año se destacó la reversión en el comportamiento de los ingresos totales, que a diferencia de 2010, empezaron a crecer nuevamente por debajo de los gastos. 

En este sentido, se podía prever a comienzo de año que esto sucedería, más tratándose de un año electoral en donde las erogaciones estatales no disminuirían su crecimiento. No obstante, después de las elecciones de octubre, se notó un intento por establecer una suerte de refinación del gasto a través de una serie de anuncios de recortes de subsidios, aunque finalmente estas modificaciones no quedaron plasmadas en el Presupuesto. 

1.9.1 La caída en el crecimiento de los Ingresos 

La desaceleración en los ingresos que comenzó a percibirse en la segunda mitad de 2010, se acentuó en el 2011. Si bien este comportamiento podría explicarse por el menor crecimiento de la actividad, también tuvo cierto impacto el hecho que este año las utilidades del Banco Central fueron menores y los montos transferidos se recortaron. A futuro se observa que esta tendencia se mantendrá y la situación fiscal de la Nación puede ser aún más ajustada. 

La Recaudación Tributaria, en sintonía con los ingresos del Sector Público Nacional, exhibió desde mediados de 2010 una marcada tendencia decreciente. Mientras que en mayo del año anterior, los recursos crecían por encima del 44% interanual, en diciembre de 2011 lo hicieron en un 28,2% (ver Gráfico 1.71). 

No obstante, la recaudación tributaria creció por encima del promedio de los últimos tres años, es decir un 26,4%, y sigue siendo positiva en términos reales. Además existe una diferencia sustancial entre el comportamiento de la serie en los años 2010 y 2011, en contra del comportamiento de la misma en el 2009. En otras palabras existe una correlación muy estrecha entre el impulso de la recaudación y el desempeño del nivel actividad. 

En el 2011, el total de Recursos Tributarios alcanzó los 540.133 millones de pesos, con un incremento  de  31,8%  con  respecto  a  la  recaudación  de  2010.  No  obstante,  como  se  observa  en  el  Gráfico 1.72,  el  principal  problema  que  tiene  la  estructura  tributaria  argentina  es  que  está  fuertemente sesgada  hacia  la  tributación  indirecta.  El  principal  impuesto  recaudador  en  el  año  fue  el  IVA,  que alcanzó  los  $154.237  millones,  representando  un  incremento  del  32,5%  interanual.  Además  si  se tienen en cuenta lo recaudado por Derechos de Exportación, Derechos de Importación y por la imposición a los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente (impuesto al Cheque), juntan unos $105.019 millones, un 19,4% del total recaudado. En otras palabras, el Sector Público obtiene un gran porcentaje de la recaudación de manera distorsiva desde el punto de vista económico.  

Fuente: IIE sobre la base de MECON

Además de mostrar signos de debilitamiento y ser distorsiva, la recaudación tributaria presenta una estructura inequitativa, al basarse principalmente en el IVA, y que no aporta los incentivos económicos adecuados. El debilitamiento que se espera en el nivel de actividad en el año próximo, podría acrecentar la fragilidad de las cuentas públicas al disminuir el nivel de recursos tributarios, tal y como se sufrió en el 2009.  

En este sentido, la Presión Tributaria Efectiva a nivel agregado, ratio que relaciona la recaudación efectiva del periodo con el valor del PBI, se encuentra a niveles históricamente altos. Como se observa en el Gráfico 1.73, el indicador en el 2011 alcanzó su máximo histórico, alcanzando un 35% del PBI, lo cual implicó un incremento desde el 2002 de 15 puntos del producto. En el 2011, ese 15% adicional  del  PBI  representó  unos  260.000  millones  de  pesos  con  respecto  a  la  recaudación  que hubiese obtenido de mantener la presión tributaria en niveles de 2002, cercana al 20%. 

Entre la tributación que mayor crecimiento exhibió en términos producto en la última década (2001‐2010) con respecto al periodo 1991‐2000, se destacó la relacionada con la imposición sobre la renta, las utilidades y las ganancias de capital (Sobre el Capital en el Gráfico 1.73) que pasó de representar un 2,6% del PB en promedio a alcanzar unos 4,85 puntos porcentuales y se debió principalmente a incrementos del impuesto a las Ganancias de Corporaciones49. En un segundo orden, los tributos que le siguieron fueron los que recaen sobre la propiedad, incrementando su participación en 1,66% del PBI. Finalmente, un punto que se debe destacar por la inequidad del impuesto, es que los tributos indirectos sobre los bienes y servicios mantuvieron casi constante su relación con el PBI, particularmente el IVA, que se mantuvo en promedio alrededor del 6,5% del PBI. 

En la comparación internacional, Argentina se encuentra por debajo de los países nórdicos de Europa,  cuya  presión  tributaria  históricamente  fue  alta  y  en  algunos  casos  supera  el  50%  del  PBI.  Sin embargo, está por encima de la presión fiscal de países avanzados como Estados Unidos o Japón. 

Con respecto a Latinoamérica, duplica aproximadamente la de Chile y México, y está en el mismo nivel que la de Brasil.  

En  el  caso  de  Argentina,  al  tratarse  de  un país  con  fuerte  evasión,  la  presión  fiscal  legal,  es  decir aquella que recae sobre quien cumple con todas sus obligaciones impositivas, es bastante mayor, con lo que ciertos sectores bien fiscalizados se encontrarán con cifras por encima de las expuestas. 

Además, es importante relativizar este indicador ya que poco se puede comentar de los ingresos del Estado sin tener en cuenta el volumen de gasto y el destino del mismo. Se puede decir, no obstante, que la progresividad de la tributación ha mejorado a costa de un fuerte incremento en la presión impositiva. 

Entrando un poco más en detalle, los ingresos totales del fisco han mostrado la misma tendencia que la recaudación, aunque con causas diferentes. Por caso, las Rentas de la Propiedad, que agrupan ingresos provenientes de transferencias del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y de las del Fondo de Garantía para la Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, alcanzaron en el 2011 los 23.390 millones de pesos, un 27,2% por debajo  de las de 2010 (ver Gráfico 1.74).  


49 Es importante destacar el impacto recaudatorio de la inflación y la falta de indexación en el mínimo no Imponible del Impuesto a las

 Ganancias. 


   

En este comportamiento influyó significativamente la reducción de transferencias que hizo el BCRA en concepto de utilidades generadas en ejercicios anteriores, principalmente por concepto de diferencias de cotización50. Mientras que en 2009, estas alcanzaron los $23.546 millones, en el año 2010 este monto fue de $8.895 millones, aproximadamente el 35% de los que había sido el año anterior. 

Esto devino en un menor volumen de traspasos al Sector Público en el 2011, de aproximadamente unos 10.400 millones de pesos (ver Gráfico 1.75). 

 


50 Saldos por diferencia de valuación entre el cierre y el comienzo del ejercicio contable de los activos del

Banco Central.


También  se  puede  observar  en  el  mismo Gráfico, como  la  fuerte  devaluación  que experimentó  la moneda  local en  el  2009,  impactó  significativamente  en  el  incremento  de  utilidades  del  BCRA.  La devaluación  promedio  entre  2009  y  2008  fue  de  17,9%,  pasando  de  3,16  a  3,72  pesos  por  dólar. 

Asimismo, la transferencia por este concepto al SPNF alcanzó los $21.277 millones en 2010, un monto muy cercano al resultado primario del periodo (un 84,7% del mismo). 

Durante el 2010, el comportamiento de estos dos agregados monetarios fue en general divergente al de 2009. La cotización del peso pareció estabilizarse con respecto al dólar, teniendo una devaluación en el año de un 4,9%, alcanzando los 3,91 pesos por dólar. Por el contrario, la variable que mostró un incremento mayor fue la de las reservas, creciendo un 7,2%. Todo esto devino en el menor nivel de utilidades del BCRA, que alcanzaron los $8.800 millones, y en los menores traspasos de fondos en el 2011 que cayeron a 10.455 millones de pesos, un 50,7% menores a los de 2010. 

En este sentido, en el 2011 se evidenció una caída en el nivel de reservas, incluso más pronunciado que en el 2009, mientras que el tipo de cambio de mantuvo estable, acelerando su devaluación hacia fin de año. En este sentido, dado que se combinaron los dos efectos que influyen negativamente en el resultado del BCRA, se espera que las utilidades disponibles para el 2012 sean aún menores a las de  este año. 

Del mismo modo, las Rentas de Propiedad están compuestas por los traspasos que hace la ANSES al Tesoro Nacional, a través de su Fondo de Garantía para la Sustentabilidad (FGS). En el Gráfico 1.76 a continuación, se puede observar la participación preponderante de estos fondos en el sistema de financiación gubernamental. 

Fuente: IIE sobre la base de MECON

En los últimos 3 años, los traspasos del FGS han estado por encima de los $8.000 millones anuales.

En el 2011, estas transferencias alcanzaron los 11.154 millones de pesos, es decir un 29,6% mayor a las de 2010 y representó el 47% de los recursos por concepto de Rentas de la Propiedad.  

En resumen, así como la recaudación tributaria ha mostrado signos de amesetamiento en el año, también la participación de ingresos extratributarios ha sido menor a la de 2010, modificando estructuralmente la composición de los Ingresos corrientes. En este sentido, y comprometidas las vías de financiación más tradicionales, la dependencia del contexto externo favorable, léase altos precios de los commodities alimenticios, cobró particular relevancia. 

En el 2011, la recaudación por concepto de Derechos de Exportación alcanzó los 68.804 millones de pesos (unos US$ 16.000 millones vs los US$ 11.700 millones de 2010, un 36% mayor), de los cuales el complejo sojero, esto es poroto, harina y pellets de soja, aportó cerca del 50% del total. Este flujo de divisas  tuvo  un  impacto  significativo  en  el  resultado  de  la  balanza  comercial,  que  cerró  en  US$ 10.347 millones en el 2011. Además, tal y como se observa en el Gráfico 1.77, el Tesoro se benefició de un modo más directo al cerrar el 2011 con una recaudación por retenciones al complejo sojero por encima de los $26.000 millones (20% por encima de 2010). 

Entonces la primera interrogante que surge a continuación es si efectivamente estos precios internacionales  mantendrán  esta  tendencia  alcista  que  vienen  mostrando  en  los  últimos  periodos  o  si definitivamente sentirán el impacto de la desaceleración mundial. Muchos factores influyen sin dudas en la cotización de los productos sojeros; en ese sentido no se puede negar que detrás de estos precios se escondieron cuestiones especulativas impulsadas por el resguardo de los inversores en un contexto  internacional  marcado  por  la  incertidumbre.  Pero  más  allá  de  esto,  el  crecimiento  de  la economía mundial en el 2011 fue liderada justamente por China, por lejos el mayor demandante de soja del mundo, lo que se tradujo en un despegue en las cotizaciones a mediados del año pasado para estabilizarse y mostrar inclusive signos de caída al cerrar el 2011. En este sentido, la estimación indirecta de los precios de la soja que se puede estimar gracias al presupuesto 2012, arrojan valores implícitos del oleaginoso entre los 425 dólares y los 440, es decir en un escenario conservador. 

En síntesis, se prevén complicaciones adicionales en las cuentas del estado para el 2012. Esta dependencia de fondos “no corrientes” pone un límite al crecimiento de los ingresos y por sobretodo un límite al crecimiento de los gastos, sobre lo que se profundizará a continuación.  

1.9.2 Evolución de los Gastos          

El  comportamiento  de  las  cuentas  fiscales  en  los  últimos  años  estuvo  representado  por  el  fuerte crecimiento de los gastos corrientes. En contraposición, los ingresos lo hicieron a un ritmo menor (ver Gráfico 1.78). Además, es importante destacar que los gastos han mantenido un comportamiento parejo con una tasa de crecimiento alrededor del 30% en los últimos 4 años. Por el contrario y como se estudió en el inciso anterior, los ingresos presentaron un patrón fuertemente procíclico. 

El  comportamiento  de  las  cuentas  fiscales  en  los  últimos  años  estuvo  representado  por  el fuerte crecimiento de los gastos corrientes. En contraposición, los ingresos lo hicieron a un ritmo menor (ver Gráfico 1.78). Además, es importante destacar que los gastos han mantenido un comportamiento parejo con una tasa de crecimiento alrededor del 30% en los últimos 4 años. Por el contrario y como se estudió en el inciso anterior, los ingresos presentaron un patrón fuertemente procíclico. 

Fuente: IIE sobre la base de MECON

Con un incremento promedio en el 2011 por encima del 36%, los Gastos Corrientes han exacerbado la tendencia decreciente del superávit fiscal (ver Punto 1.9.3), ya que los ingresos lo hicieron a un ritmo menor de un 25%.  

Principalmente, el crecimiento del gasto encontró su explicación en la correlación con un año electoral evidenciando una aceleración a partir del mes de mayo de 2011. Desagregando los Gastos Corrientes, el rubro que presento el mayor incremento fue el de las Rentas de la Propiedad, creciendo  un 61%, en particular el pago de intereses en moneda extranjera superó los 20.000 millones de pesos implicando un incremento de un 75% con respecto al 2010. Por otra parte, las Prestaciones de la Seguridad Social, ítem  con mayor volumen dentro las erogaciones corrientes, crecieron por encima del promedio, un 37% (147.000 millones de pesos) principalmente por la movilidad de haberes dos veces al año. Asimismo, las Transferencias Corrientes, rubro sobre el que se volverá más adelante, crecieron un 31% a pesar de que las dirigidas al sector privado, principalmente en concepto de subsidios al Transporte y la Energía, lo hicieron por encima del 36%. 

En contraposición a las erogaciones corrientes, los Gastos de Capital crecieron en el año un 17% y alcanzaron los 53.000 millones de pesos. El Rubro que más evolucionó fue el de la Inversión Real Directa que tuvo una variación interanual del 40%, seguido por la Inversión Financiera con un incremento del 22,6%. 

Volviendo a los Gastos Corrientes, en el Gráfico 1.79 se observa que el incremento no solo se evidencia en términos nominales. Entre 2007 y 2011 el gasto aumentó un 48% en términos reales mientras que nominalmente lo hizo un 205%. 

Muchos factores han determinado que el Gasto Corriente del Gobierno Nacional crezca de manera abrupta en el último año. Sin embargo, se enmarca mejor en un contexto en donde el Sector Público ha cobrado una mayor preponderancia dentro de la economía del país, de manera sostenida, durante los últimos 5 años. El crecimiento del gasto de la Nación en relación al producto pasó de representar un 14,3% del PBI en 2004, a alcanzar los 23,4% en el 2009 (ver Gráfico 1.80). 

Los Gastos que más crecieron entre 2004 y 2009, fueron las finalidades encuadradas en Promoción y asistencia social, previsión social y Trabajo, que representando un 6,6% del PBI en 2004, alcanzaron en  2009  un  9,2%.  Del  mismo  modo,  otro  sector  que  experimentó  una  fuerte  suba  en  ese  mismo periodo  fue  el  de  la  Educación,  Cultura,  Ciencia  y  Técnica  alcanzando  un  1,49%  del  producto  en 2009, cuando en 2004 era un 0,85%.  

No obstante, vale la pena destacar que las mediciones anteriores se hicieron con respecto al 2004, un año que, tal como se observa en el gráfico anterior, constituye una base de comparación pobre, siendo el año con menor participación del gasto en los últimos 29 años. Asimismo, también se puede hablar de una tendencia creciente del gasto en la última década, cuando en los noventa la orientación había sido diferente y bajista. 

Sin embargo, el proceso de reducción de los gastos en los noventa escondió de alguna manera el proceso de transferencia de obligaciones del Estado Nacional hacia los estados provinciales, especialmente en educación y salud. En lo que respecta a Educación, fuertemente concentrada en educación primaria, las provincias gastaban en promedio en los ochenta 1,79% del PBI. En la década de los noventa, este porcentaje alcanzó el 2,97% del producto y en los últimos diez años, desde 2000 a 2009, promedió los 3,89% puntos del PBI  (ver Capítulo 3). Por su parte, la salud mostró un comportamiento similar siendo de 1,30%, 1,93% y 2,15% la participación del PBI entre los ochenta, los noventa y la primer década del 2000 respectivamente. 

Todo esto se enmarcó en un crecimiento general del Gasto, tanto en provincias como en la Nación.

Los destinos de estos gastos varían si uno considera el agregado o “consolidado”. A continuación el Gráfico 1.81 muestra el comportamiento de los destinos más relevantes de las erogaciones.  

Como se desprende del gráfico anterior, la finalidad más relevante fue la destinada a Gasto Público Social. El incremento del gasto con este destino ha sido relevante, pasando del 14,51% del PBI en 1980 a representar el 27,78 en el 2009, es decir un aumento de 13 puntos del producto aproximadamente. Principalmente, en este rubro se incluyen los gastos destinados a educación, saludo, previsión social y protección social. A continuación, en el Gráfico 1.82, se muestra el comportamiento de las mismas en este rubro. 

Fuente: IIE sobre la base de MECON

Visiblemente,  el  aumento  de  los  componentes  de  la  serie  ha  sido  generalizado.  En  particular, las erogaciones  destinadas  a  Educación  y  Salud  son  las  que  han  mostrado  un  comportamiento  más dinámico. Los gastos destinados a educación, cultura, ciencia y técnica tocaron su máximo en relación al PBI en el 2009, alcanzando 6,68% del producto. En el 2007 ya se había superado el techo del gasto anterior (y en toda la serie) que se alcanzo en 2001. La Salud por su parte también superó el techo de 2001 en donde había alcanzado el 5,07 % del producto, pero lo hizo recién en el 2008. No obstante esta evolución aceptable del Gasto Social necesariamente debe ser enmarcada en un contexto de gasto ascendente en todas sus finalidades, pasando de 35,65% del PBI en 2001 a 43,19% en el 2009, es decir 8 puntos del producto por encima. 

Finalmente, los gastos destinados a sectores económicos, en donde se agrupan los subsidios económicos,  mostraron  una  tendencia  decreciente  desde  el 2002. En promedio  se  encuentran  muy  por encima en esta década que en la anterior, 3,27% del PBI en contra a un 2,98%, y aún por debajo de los ochenta en donde promediaron un 7,09% del producto (ver Gráfico 1.83).  

En este crecimiento de los gastos económicos, se puede destacar la fuerte participación de los servicios en donde se incluyen los gastos destinados al transporte, que en 2009 representaban un 2,65% del producto. Además, otro sector que tuvo un fuerte incremento entre 2007 y 2009 fue el de Energía y Combustibles promediando 1,86% del producto, mientras que en los 10 años anteriores había significado un 0,41% del PBI. No obstante, vale la pena aclarar que previo a 1994, estos valores también estaban altos, alcanzando un 2,23% del producto entre 1980 y 1994. 

Sin lugar a dudas, en este desenvolvimiento de los gastos han influido fuertemente las partidas destinadas a subsidios económicossi, que en el 2010 alcanzaron aproximadamente unos 40.000 millones de pesos. Para el 2011, estos fondos alcanzaron unos 74.597 millones de pesos, es decir un in-cremento del 50% con respecto al 2010 y se espera para el 2012 que lleguen a los 75.000 millones de pesos (ver Gráfico 1.84).


51 El concepto de «subsidios económicos» comprende a las transferencias que realiza la Administración Pública Nacional (APN) para financiar gastos corrientes y/o de capital de algunos agentes económicos, ya sea con el objeto de mantener fijo el precio de determinados bienes y servicios (como es el caso de los subsidios al transporte, al sector energético, y a la industria agroalimentaria), para atender el funcionamiento de las empresas públicas (como es el caso de las transferencias que hace el Tesoro a la empresa AySA), o bien para impulsar el desarrollo de determinados sectores (como es el caso de la asistencia financiera alas pequeñas y medianas empresas y a los productores agropecuarios).


Para dimensionar estos fondos, la suma de subsidios destinados al transporte y a la energía alcanzó el 3,7% del PBI. Para 2012 se prevé que cerca del 55% del total de las transferencias este dirigido al financiamiento de la política energética ($ 42.000 millones aprox.), que incluye, entre otras partidas, las transferencias a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) destinadas a mantener la estabilidad tarifaria ($ 21.800 mili., un 11% más que lo previsto para este año), y a la Empresa Energía Argentina S.A. (ENARSA), principalmente para la compra de combustible importado para el abastecimiento del mercado interno ($ 11.600 mill., un 35% mayor a la de 2011).

Luego del triunfo electoral, el gobierno se planteó atacar el problema del abrupto crecimiento de los subsidios a través de anuncios de reducciones. Estas correcciones anunciadas no estuvieron estipu-ladas en el Presupuesto 2012, lo cual hace prever que la reasignación de fondos se manejará a través de modificaciones presupuestarias.

En este sentido, hay dos aspectos claves que se deben resaltar. En primera instancia, la reducción de transferencias, corrientes y de capital, a provincias (donde se incluyen subsidios) puede ser un buen indicio, ya que el esquema actual que se muestra en el Mapa 1.1 además de ser fuertemente discre-cional, muestra aspectos difícilmente de explicar desde la equidad distributiva (mientras que un habitante de Capital Federal, la jurisdicción más rica del país, recibirá en promedio $26.000 el próximo año, un habitante de Formosa unos $3.800 y uno de Córdoba aproximadamente $2.300).

  

 En segundo lugar, detrás de este fuerte crecimiento de los subsidios se esconde el reconocimiento de que la actual política regulatoria no es sostenible en el tiempo: a los escasos mecanismos de focalización, transparencia y control se le suma el problema más urgente que es la realidad que las tanfas están por debajo de los costos medios de largo plazo en algunos servicios. Los recortes de fondos no  implican  una  solución  definitiva  para  abordar  la  prestación  equitativa  y  justa  de  los  servicios públicos y es relevante encauzar el mecanismo regulatorio hacia uno en donde se promueva la eficiencia, la inversión y la reducción de costos. 

1.9.3 Resultados Fiscales 

El 2011 cerró con un déficit en las cuentas públicas, de alrededor del 1,6% del PBI, pese a que este año el crecimiento estaría por encima del 9% según datos oficiales. El fuerte crecimiento de los gastos ha empujado esta tendencia preocupante y ha reflotado un de los problemas macroeconómicos estructurales que sufre el país. En el Gráfico 1.85 se observa como en solo 12 de 51 años que van desde 1961 a 2011, el Resultado Financiero, es decir el que tiene en cuenta los pagos de intereses de deuda, fue positivo. 

Los números de las cuentas públicas siguieron en el 2011 la misma tendencia del 2009, con la diferencia de que el año que pasó fue de crecimiento económico en comparación al año citado dónde la economía fue contractiva en general (ver Gráfico 1.86). En particular, los pagos de  aguinaldos de la administración pública y el cumplimiento de los pagos por el cupón de PBI, hicieron que el mes de diciembre se mostrara fuertemente negativo. El déficit de ese mes alcanzó los 22.354 millones de pesos, muy por encima de los ‐4.902 millones de pesos del mes de diciembre de 2010 y representando un 73% del Déficit Financiero Total del 2011 de 30.662 millones de pesos. 

 

Fuente: IIE sobre la base de MECON

La consecución de resultados fiscales con signo positivo ha sido un objetivo general que ha tenido esta administración a lo largo de su mandato. Si bien el Resultado Primario resultó positivo a lo largo de todo el periodo analizado, no se puede decir lo mismo respecto al resultado financiero que alternó entre saldos positivos y negativos.  

Las dificultades para controlar el gasto en un año electoral se hicieron evidentes y el 2011 cerró con el Déficit Financiero de 1,6% del PBI, el más elevado desde 2001. Por su parte, el Resultado Primario fue el más bajo desde 1996. En este contexto, el 2012 será necesariamente un año de correcciones ya que a la tendencia declinante de los Resultados Fiscales se le adicionará la presión creciente de los pagos de Deuda que se imponen el año entrante. 



52 En el 2010, según la información brindada por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el 89% del total de

 las deudas que las provincias tenían con la Nación ingresaron al programa, por un monto total de $65.522 millones, de los 

cuales $41.525 millones estaban asociados en su origen a los canjes provinciales y $23.997 millones a los planes de asistencia

 financiera, y al rescate de las cuasimonedas. El financiamiento del programa provino de las disponibilidades del Fondo de

 Aportes del Tesoro Nacional (ATN) disponibles al 31 de diciembre de 2009 ($9.808 millones) y la distribución de esos 

fondos se efectuó tomando como indicador la participación relativa de cada provincia adherida al Programa en el total del

 stock de las deudas al 31 de mayo de 2010, siendo la Provincia de Buenos Aires la más favorecida en términos absolutos, 

con $4.093,4 millones.  Además, la deuda resultante con cada provincia se reprogramó a 20 años (vencimiento en el 2030), 

con una tasa de interés fija del 6% y un período de gracia para la amortización y los intereses hasta el 01/01/2012.” 


 

 Finalmente, y como se preveía, a fines de 2011_ las provincias firmaron una prórroga del periodo de gracia del pago de intereses de su deuda con la Nación por 2 años más, hasta diciembre de 2013. No obstante, resultará clave para el año próximo el desenvolvimiento de la actividad y su correlato en la recaudación subnacional, además de la necesidad de flexibilización de sus gastos.

1.9.3.2 La Situación de la Provincia de Córdoba 

El desenvolvimiento de las cuentas públicas de la provincia de Córdoba estuvo en concordancia con la mayoría de las provincias. Esto es, después de una fuerte recuperación en el 2010, la ten-dencia nuevamente apunta a resultados financieros cercanos al déficit.

En este contexto, la recuperación de las cuentas públicas de la provincia de Córdoba también encontró su explicación en el crecimiento en el nivel de actividad provincial. Al respecto vale la pena destacar el fuerte crecimiento de la recaudación por concepto de Ingresos Brutos, alcan-zando el 11,7% interanual en términos reales, que representan un 80% de la recaudación con origen provincial y el 30% del total de ingresos locales (ver Gráfico 1.88). Por otro lado, los envíos automáticos de la Nación, que representan cerca del 50% del total, han mostrado un muy buen desempeño en el 2011, creciendo un 9,6% en términos reales.

 

Finalmente, y como se preveía, a fines de 2011 las provincias firmaron una prórroga del periodo de gracia del pago de intereses de su deuda con la Nación por 2 años más, hasta diciembre de 2013. No obstante, resultará clave para el año próximo el desenvolvimiento de la actividad y su correlato en la recaudación subnacional, además de la necesidad de flexibilización de sus gastos. II

1.9.3.2 La Situación de la Provincia de Córdoba 

El desenvolvimiento de las cuentas públicas de la provincia de Córdoba estuvo en concordancia con la mayoría de las provincias. Esto es, después de una fuerte recuperación en el 2010, la ten-dencia nuevamente apunta a resultados financieros cercanos al déficit. ggill En este contexto, la recuperación de las cuentas públicas de la provincia de Córdoba también encontró su explicación en el crecimiento en el nivel de actividad provincial. Al respecto vale la pena destacar el fuerte crecimiento de la recaudación por concepto de Ingresos Brutos, alcan-zando el 11,7% interanual en términos reales, que representan un 80% de la recaudación con origen provincial y el 30% del total de ingresos locales (ver Gráfico 1.88). Por otro lado, los envíos automáticos de la Nación, que representan cerca del 50% del total, han mostrado un muy buen desempeño en el 2011, creciendo un 9,6% en términos reales. 

1.9.4 Situación de pagos para el 2012 

Un interrogante que se plantea a futuro está relacionado con los pagos a los que se enfrentará el Sector Público en el 2012. Tal como se estudió en la sección 1.8, la capacidad de generar divisas a través del crecimiento de las exportaciones canalizó al Estado un importante flujo de divisas a través de los Derechos de Exportación. Esto redundo en cierta capacidad para honrar las obligaciones externas por concepto de deuda, enmarcado siempre en un contexto superavitario que permitía absorber los dólares excedentes del mercado y quitaba presión al tipo de cambio. 

La necesidad de divisas para hacer frente a la deuda denominada en moneda extranjera (tanto intereses como amortizaciones) ha estado en promedio cerca de los 9.000 millones de dólares para el periodo 2008‐2011. En el año 2012, estas obligaciones estarán por encima de los 10.000 millones de dólares (ver Gráfico 1.90). 

 

Con el retorno al déficit fiscal en el 2009 y con la imposibilidad de acceder al financiamiento internacional, la dificultad de acceder a divisas impuso nuevos desafíos. En este contexto, el 14 de Diciembre de 2009 se dictó el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 2010/09, que creaba el Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad, cuyo objetivo era llevar adelante los pagos de la deuda  pública  del  Tesoro  Nacional  con  vencimiento  en  el  año  2010  con  tenedores  privados.  Este fondo fue integrado por la suma de U$S 4.382 millones, que el Banco Central de la República transferirá al Tesoro Nacional de las reservas de libre disponibilidad53 (RLD), a cambio de una Letra Intransferible del Tesoro a diez años. Luego, el Decreto 298/2010 crearía el Fondo de Desendeudamiento Argentino en marzo de 2010. 

Tanto el Presupuesto 2011, que no fue aprobado por el Congreso, como el Presupuesto 2012 estipulaban  la  continuidad  de  este  Fondo  para  el  Desendeudamiento  conformado  con  Reservas  (RLD). 

Como estipula la norma, la constitución de este Fondo demandó la emisión de Letras del Tesoro54que  parcialmente  compensaron  la  necesidad  de  divisas.  En  el  Gráfico  1.91  se  observa  la  relación entre los montos transferidos por el BCRA y el volumen de necesidad de fondos para cada año.  


53 Monto en que excede el respaldo de la Base Monetaria expresada en dólares. 

 54 Para mayor información consultar el Decreto N° 2.054/2010 (art. 22) y el Decreto N° 297/2010.    


  

Adicionalmente, el Gráfico 1.91 también contiene datos sobre el Cupón de PBI55, el cual demando unos US$ 2.500 millones en diciembre de 2011. Dado el crecimiento proyectado para este año, por este concepto se necesitarían aproximadamente unos 3.000 millones de dólares adicionales en diciembre de 2012.   

De este modo, nuevamente el Fondo de Desendeudamiento Argentino se volverá una variable clave.

El Presupuesto 2012, estipula la conformación de este fondo por unos 5.764 millones de dólares. Sin embargo, esto no representa el mayor inconveniente; la cantidad de Reservas de Libre Disponibilidad es menor, con lo que el pago de las amortizaciones e intereses para el 2012 va a requerir mayores esfuerzos del Sector Público. Las reservas del BCRA en el 2011 mostraron una disminución y se ubicaron próximas a los 45.983 millones de dólares en diciembre de 2011, similar al nivel exhibido en diciembre de 2009. No obstante, desde esa fecha los pasivos monetarios del BCRA han crecido en más del 77%, equivalente a 91.960 millones de pesos teniendo en cuenta la Base Monetaria (Ver Gráfico 1.92). 


55 El cupón de un bono hace referencia a los intereses que sobre el capital se pagan. En particular, cuando este rendimiento 

se determina en función al crecimiento del Producto Interno Bruto de una economía, este recibe el nombre de Cupón PBI. 


 

En este contexto, la necesidad de mayores Reservas de Libre Disponibilidad puede implicar ajustes en algunas variables macroeconómicas. Al respecto, el valor en dólares de la Base Monetaria podrá caer en caso de un incremento en el Tipo de Cambio aumentando así el monto de RLD. Una contención del crecimiento de la Base Monetaria también apuntaría en esta dirección, al igual que un incremento en las Reservas del BCRA. 

No obstante, vale la pena destacar que los 8.000 millones de dólares de vencimiento de 2012 (a lo que debería agregarse el pago del cupón PBI de U$S 3.000 millones), no plantean un problema mayor si se puede refinanciar el mismo acudiendo al mercado. Una condición necesaria para esto, consiste en destrabar las negociaciones con el Club de Paris, pero la necesidad de divisas sería aún mayor dado que se adeudan unos U$S 6.500 millones. 

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