Activos intangibles. Registro de una marca. Riesgos. Beneficios.

Existen dos confusiones habituales en torno al registro de una marca. La primera es la creencia de que  la marca le  pertenece a su titular desde el momento en que la desarrolló y comenzó a utilizarla. La segunda es el prejuicio de que se trata de una inversión muy grande y solo es necesaria en las grandes empresas. 

El registro de la marca, como activo intangible de la empresa, debe hacerse de manera preventiva con la intención de evitar conflictos en el futuro que impliquen una pérdida del tiempo y el capital invertido en desarrollar y posicionarla.

En primer lugar, es importante aclarar que conforme al sistema atributivo de derechos que establece nuestra legislación marcaria, los derechos sobre la misma se obtienen recién a partir de su concesión por parte del Instituto Nacional de Propiedad Industrial. Una vez registrada la marca se obtiene la exclusividad sobre el signo durante 10 aÁ±os, que pueden renovarse indefinidamente. 

Utilizar una marca durante un periodo prolongado no otorga los derechos exclusivos sobre la misma, por lo tanto no se puede impedir que terceros la utilicen. Por ejemplo, si nuestra competencia decide utilizar nuestra marca o algún signo similar con intención de crear confusión en el público consumidor, no podremos evitarlo. Es más, si ese  tercero solicita el registro de la marca antes que nosotros puede incluso impedirnos que la utilicemos en virtud de la prioridad que le otorga el sistema legal a la primer solicitud que ingresa.

Solamente a partir del registro de la marca ante I.N.P.I. se obtienen los derechos exclusivos sobre el signo marcario,  es decir la facultad de excluir a terceros de cualquier tipo de uso indebido. A partir de ese momento se pueden otorgar licencias, acuerdos comerciales, desarrollar franquicias o incluso vender la marca obteniendo un rédito económico de la inversión realizada. 

En segundo lugar, la inversión  que se realiza para proteger el signo marcario de la empresa, se amortiza en los diez aÁ±os de vigencia de la misma. Es decir que por una inversión pequeÁ±a, se pueden prevenir futuros conflictos durante todo ese perÁ­odo y luego renovarla indefinidamente.  Si consideramos el tiempo que le llevó a la empresa  diseÁ±ar una marca y posicionarla en el mercado, el resguardo de ese signo marcario no resulta elevado.

Los activos intangibles de una empresa son herramientas que facilitan el crecimiento hacia nuevos mercados y oportunidades comerciales. Es importante comprender que  el registro realizado en el momento oportuno ayuda a prevenir  conflictos  a futuro y además propiciar la expansión económica.

Lorena NúÁ±ez