Redactor/a: Victoria Alvarez-Le Mentec

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Pasado, presente y futuro de las amnistÁ­as tributarias

Según la definición del diccionario de la Real Academia EspaÁ±ola, blanquear es “poner blanco algo” y, más recientemente, “ajustar a la legalidad fiscal el dinero negro”.

La traducción literal del término “blanqueo” al francés nos induce a hablar de “blanchiment”. Sin embargo, esta palabra representa en lengua francesa el tipo delictivo de lavado de capitales.

Si ponemos en perspectiva los numerosos regÁ­menes de regularización de activos, hoy vigentes en los cinco continentes, podremos definir estos regÁ­menes de manera genérica como “amnistÁ­as fiscales” tendentes a eliminar la responsabilidad penal de un delito de defraudación tributaria.

Las palabras son importantes en este contexto porque asistimos a un cambio profundo de sistema mundial, que nos lleva de un secreto bancario abiertamente tolerado desde la abolición del Edicto de Nantes en 1685, a un régimen de transparencia financiera internacional.

Las razones de este cambio copernicano son numerosas. Están vinculadas con la mejora de los medios que permiten luchar contra el terrorismo, con el desarrollo tecnológico y con una presión diplomática sin precedente hacia Suiza e indirectamente hacia algunos de sus competidores: Austria, Luxemburgo, Liechtenstein, Andorra, San Marino y Mónaco.

La inminencia del intercambio automático -que tratamos en números previos de esta Newsletter  y de la cual pudimos conversar el 28 de marzo último en el Salón de Actos de la Bolsa de Comercio de Córdoba, ante 160 participantes- ha multiplicado los regÁ­menes de amnistÁ­a tributaria en todo el mundo. La Argentina acaba de asistir a un record regional, con más de 120 000 millones de capitales regularizados. 

Sin embargo, se estima que esta cifra representa solo la cuarta parte de los capitales que no estaban declarados. ¿Cuál será el próximo capÁ­tulo del blanqueo? Las experiencias internacionales seÁ±alan regÁ­menes que perduran en el tiempo o bien se reproducen en nuevos regÁ­menes.

¿Significa esto que quienes incumplieron hoy serán premiados maÁ±ana? No, porque otro denominador común de las segundas ediciones de amnistÁ­a fiscal es el aumento de las multas y sanciones.

Para los audaces de hoy, podemos augurar que si bien no todo está perdido, habrá que asistir con una gran chequera al próximo blanqueo.


Victoria Alvarez-Le Mentec