Informes
Económicos



Fecha: 7/2021

A meses de las elecciones, la economía no levanta cabeza - Resumen Semanal

En mayo, la economía tuvo su mayor caída en 14 meses

Como se había adelantado en informes previos, el Estimador Mensual de Actividad Económica 
(EMAE) elaborado por el INDEC presentó en mayo una caída de 2% respecto al mes anterior, la mayor desde abril de 2020 en el que la cuarentena fue casi total, resultando el nivel de actividad 4% por debajo de su nivel previo a pandemia. Los retrocesos respecto a la recuperación de la actividad son explicados por el agotamiento del rebote económico, el cual fue revertido por la reimposición de restricciones más estrictas para contener el avance de la segunda ola de COVID-19.

Los mayores controles de precios, la falta de incentivos para la recuperación de empresas y empleo, la persistencia de una inflación alta y la falta de previsibilidad del gobierno son algunas de las causas detrás de este estancamiento económico del cual cada vez se hace más difícil salir.

Pese a la licuación de salarios y la baja “inflación importada”, persiste el aumento de precios

En junio el Índice del Costo de la Construcción (ICC) marcó un alza de 2% y los precios mayoristas crecieron 3,1%, con variaciones interanuales de 62,4% y 65,1% respectivamente. Un aspecto destacable en el caso del ICC que el componente de variación de mano de obra se incrementó únicamente un 0,6%, señalando la pérdida del poder adquisitivo de los salarios del sector.

Por su parte, al observar los componentes del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), resulta que los productos nacionales mostraron una suba de 3,2% mientras que los importados aumentaron 2,5%. Resulta evidente entonces la falacia del argumento de “inflación importada” para explicar la aceleración inflacionaria en nuestro país, y que, por lo tanto, mientras continúe la monetización del déficit no habrá una baja sostenible del nivel de inflación.

El atraso cambiario obstaculiza la recuperación del frente externo

La mayor actividad del intercambio comercial a nivel mundial respecto a 2020 se reflejó en los números de Argentina con exportaciones que crecieron un 8,9%, impulsadas por mayores precios, e importaciones que lo hicieron en 8,5%, pero que se explican por mayores cantidades.

Por su parte, a pesar de que el saldo comercial se posicionó nuevamente en terreno positivo, el acumulado del primer semestre de 2021 muestra un descenso de 18,9% respecto al mismo periodo de 2020. Distorsiones como las retenciones y las restricciones de acceso al mercado cambiario disminuyen los incentivos a exportar y por ende la entrada de divisas al país. A su vez, el atraso cambiario abarata relativamente las importaciones, lo que se refleja en su fuerte suba, de 79,1% interanual.

El déficit fiscal se multiplicará por 8 en el segundo semestre

El déficit primario del gobierno alcanzó en junio los 153 mil millones de pesos, lo que significa un 0,4% del PBI, mientras que el déficit financiero se ubicó en 208 mil millones de pesos (0,5% del PBI), aunque excluyéndose los ingresos del Aporte Solidario estos resultados empeorarían en 0,2% del PBI.

Si bien el primer semestre terminó con buenos números fiscales, el 60% del resultado primario fue financiado con emisión en un contexto de inflación elevada con precios y tarifas congeladas. De cara al segundo semestre y en anticipo a las elecciones, se espera una fuerte expansión del gasto público y una menor recaudación por tributos estacionales y extraordinarios, que sumados a una política de subsidios que cuesta más del 11% del gasto primario y se hace cada vez más abultada, pondrán presión a un déficit primario que estará en torno al 4% del PBI al final del año. Esto equivale a decir que, impulsado por el ciclo político, el déficit fiscal se multiplicará por 8 en la segunda parte del año.