Informes
Económicos



Fecha: 7/2020

¿Se retrasa la recuperación de la economía en julio? - Resumen Semanal

Tras el rebote de mayo, el avance de la pandemia frena la recuperación


Este miércoles el INDEC publicó el Estimador Mensual de Actividad Económica correspondiente al mes de mayo, donde se avistó el primer rebote importante de la actividad tras el fuerte impacto del COVID-19 y el aislamiento social preventivo y obligatorio para hacer frente a la pandemia. El alto nivel de paralización económica por esta causa había llevado a que, después de 4 meses de caída, la actividad económica viera uno de los mayores golpes de su historia, cayendo 10% y 18% de forma mensual en los meses de marzo y abril.


Tras las flexibilizaciones del mes de mayo, la actividad se recuperó un 10% mensual, un resultado esperable dada la enorme paralización de la que venía la economía en abril. Sin embargo, la actividad económica concluyó casi 21 puntos porcentuales debajo del nivel alcanzado en mayo de 2019, con caídas en casi todos los sectores de actividad (excepto la pesca, de incidencia ínfima en la actividad económica agregada) y con impactos muy heterogéneos en los sectores. Mientras que los servicios públicos y financieros retrocedieron menos de 5% de forma interanual, el sector agropecuario, en plena cosecha gruesa, tuvo una retracción del 10%. Por su parte, la industria y el comercio cayeron en más del 20%, la construcción contrajo en casi dos tercios su nivel de actividad en relación a 2019 y, finalmente, en la actividad de hoteles, restaurantes y otros servicios las caídas fueron de casi 75%.


Este profundo impacto limita las posibilidades de reacción de estos sectores una vez superada la pandemia; muchas empresas han tenido que enfrentar una importante descapitalización para hacer frente a los costos de la paralización económica, lo que incluso en muchos casos ha derivado en quiebras. Más allá del impacto de largo plazo que dejará esta recesión de magnitudes históricas, el avance de la pandemia en el corto plazo no es menos preocupante.


Esto se ha visto reflejado en un tenue avance de la flexibilización de actividades en junio, que se torna en casi nulo y hasta se revierte en algunas partes del país en julio, tal como lo reflejan los indicadores adelantados de actividad y movilidad. Estos datos confirman que la recuperación de los niveles de actividad será lenta y que recién a fines de 2021 se podría volver a los niveles previos a la pandemia.


Aún con una leve mejora en junio, el panorama fiscal sigue muy complicado


El Ministerio de Economía de la Nación dio a conocer el déficit fiscal del mes de junio, que superó los 250 mil millones de pesos (sin considerar el pago de intereses), lo que representa un 0,9% del PBI proyectado para 2020. En el primer semestre del año el déficit primario del Sector Público Nacional alcanzó un 3,3% del PBI, a la vez que se espera que cierre el año en un nivel de 6,4% del PBI, la cifra más alta de los últimos 60 años.


Si bien el crecimiento del gasto y la caída de los ingresos fueron menores en términos reales que en mayo, el panorama para las cuentas públicas es muy delicado. Si bien la contrapropuesta de los acreedores extranjeros en el proceso de renegociación de la deuda deja a ambas partes más cerca que nunca de alcanzar un acuerdo, no se prevé un rápido regreso al mercado financiero por parte del Estado que permita cubrir este bache fiscal. Mientras tanto, tal como ocurre actualmente, el déficit deberá seguir financiándose con emisión monetaria, generando presiones inflacionarias que se harán visibles a medida que la economía vaya retornando a la normalidad, pero que podrían retrasar el ritmo de recuperación.