Informes
Económicos



Fecha: 11/2020

Continúa deteriorándose el poder adquisitivo de las familias - Resumen Semanal

Crear nuevos impuestos no es el camino para reducir la pobreza y la desigualdad; controlar la inflación sí


La canasta básica alimentaria, que define los ingresos mínimos para evitar una situación de indigencia, aumentó en el mes de octubre 6,6% respecto a septiembre, mientras que la canasta básica total, que se usa como referencia para el cálculo de la pobreza por ingresos, lo hizo en 5,7%. Ambos indicadores tuvieron incrementos que superaron la inflación de 3,8% del mes, reflejando que el problema de la inflación afecta con mayor intensidad a los sectores de menores ingresos de la población.


Esta coyuntura preocupa ante la magnitud de la pérdida de puestos de trabajo en el país por la crisis sanitaria, que afectó con mayor intensidad a los trabajadores más vulnerables; esto es, asalariados informales e independientes de baja productividad e ingresos, y con limitada capacidad de ahorro, que se desempeñaban en sectores muy afectados por la pandemia, principalmente en el sector terciario de la economía. A esto debe agregarse la pérdida de poder adquisitivo del salario de trabajadores de bajos ingresos que conservaron sus empleos, quienes también encuentran dificultades para generar los ingresos suficientes para escapar de la pobreza.


La inflación y el crecimiento son los problemas más acuciantes y de mayor impacto sobre la pobreza y la desigualdad en el país. En lugar de apelar a medidas aisladas y cuestionables desde sus fundamentos económicos y legales como el impuesto a la riqueza, Argentina debe avanzar en políticas de fondo para estabilizar la economía.


Se acelera el impacto en los precios de la expansión monetaria y la reactivación de la demanda 


En octubre hubo fuertes incrementos en precios mayoristas (4,7%), al productor (6,0%) y de la construcción (3,8%). Estos aumentos se encuentran asociados al rebote en la actividad tras las flexibilizaciones de las medidas sanitarias, que han llevado a que se consuman stocks de mercaderías e insumos y, por lo tanto, que sus costos de reposición acusen el impacto de la expansión monetaria del otoño e invierno por la pandemia.


Adicionalmente, en el caso de los precios mayoristas, los precios de los productos importados crecieron más que los productos nacionales (5,6% versus 4,6%). Esto se explica tanto por la mayor devaluación del tipo de cambio oficial en octubre, donde el dólar oficial subió 4%, contra 2,9% en septiembre y 2,4% en agosto, como por el fuerte aumento de la brecha cambiaria en ese mes ante la fuerte expectativa de devaluación del dólar oficial, lo que pudo haber impactado en la formación de precios.


Por su parte, el costo de la construcción evidenció variaciones muy dispares entre sus componentes, a pesar que el índice aumentó en 3,8%. En efecto, mientras que los materiales de la construcción aumentaron en 7,8% respecto al mes previo, con productos como el hierro con subas de más de 15%, el costo de la mano de obra se mantuvo casi sin cambios, con una variación de 0,1%, lo que brinda evidencia adicional de que el poder de compra del salario se sigue deteriorando con fuerza.