Informes
Económicos



Fecha: 2/2021

La mayor contracción económica desde 2002 - Resumen Semanal

La crisis económica de 2020 se ubicó entre las 5 más grandes de nuestra historia

De acuerdo a las últimas cifras publicadas por INDEC, la actividad económica se contrajo 10% en 2020. Desde una perspectiva de largo plazo, esto posiciona a la recesión del año pasado entre las cinco más profundas de nuestra historia, junto con las de 1897, 1900, 1914 y 2002, año en que la actividad cayó un 11,1%. Entre los distintos sectores, las caídas más pronunciadas se dieron en hoteles y restaurantes (-48,6%), servicios comunitarios, sociales y personales (-37,5%), construcción (-25,3%), y transporte y comunicaciones (-17,1%).

Más allá de la profundidad de la recesión, a fines del año pasado la economía llevaba ocho meses seguidos de recuperación tras los mínimos de abril. Sin embargo, la actividad económica en diciembre se encontraba 2 puntos porcentuales por debajo de los niveles del mismo mes de 2019, y más aún, en un nivel 3% inferior al de febrero, previo a la pandemia/cuarentena.

La realidad sectorial por su parte muestra dinámicas muy heterogéneas. Por un lado, la industria manufacturera, la construcción, las actividades financieras y el comercio (mayorista y minorista) se encontraban a fin de año funcionando en niveles de actividad por encima de los observados en diciembre del año anterior. En cambio, los rubros de hoteles y restaurantes, servicios y transporte continuaban muy afectados por la crisis y no daban señales de recuperación.

Si bien es probable que los datos para los meses del verano muestren un mejor desempeño de esos sectores, la dinámica de la actividad agregada continúa dando señales de que la economía aún se encuentra en una fase de rebote tras el shock sanitario más que de transición hacia el crecimiento sostenido, algo para lo que se necesita un cambio de rumbo en la política económica.

El mejor resultado fiscal de enero no es sostenible

Por primera vez desde el cambio de gobierno, enero concluyó con un superávit fiscal primario, pese a que la carga de los intereses de la deuda empujó al resultado financiero hacia un leve déficit. El buen resultado del primer mes de 2021 se debió a que los ingresos crecieron un 53,3% interanual, por encima del crecimiento del gasto primario, que aumentó 45,8%. Tanto los ingresos como los gastos crecieron por encima de la inflación interanual, que se ubicó en 38,5%.

Este buen resultado de enero se debe a factores puntuales más que a un cambio de tendencia, por lo que en los próximos meses las cuentas públicas volverán a estar en rojo. Por un lado, la mayor recaudación de enero se explica en gran medida por el fuerte aumento de la recaudación por derechos de exportación, que ocurrió debido a una gran mejora en los términos de intercambio en relación a años previos, ante la suba del precio de las commodities, y a que luego del paro portuario de diciembre que mantuvo contenidos los embarques, hubo un aumento inusual de las exportaciones en el primer mes de 2021.

Por otro lado, es preocupante notar que el gasto público sigue creciendo por sobre la inflación, con lo cual continúa expandiéndose la injerencia del estado en la economía. Parte de esto se debe al creciente gasto en subsidios, que aumentó un 84% interanual, lo que refleja las fuertes distorsiones ocasionadas por el congelamiento y atraso tarifario. Estos no solo presionan al alza al gasto público, sino también desincentivan la inversión, afectando el acceso y la calidad de los servicios públicos, y sin lograr su cometido de contener las expectativas inflacionarias.