Informes
Económicos
Fecha: 2/2021
La economía real sigue muy golpeada por la crisis - Resumen Semanal
A pesar del tenue rebote económico, continúa el cierre de empresas
Según los últimos datos disponibles de AFIP, a noviembre del año pasado el número de empleadores aún se encontraba muy por debajo de los niveles de febrero de 2020, mes previo al arribo del COVID-19 a nivel nacional. En efecto, si bien la máxima destrucción de empresas se sintió en mayo, cuando había 20.850 empleadores menos frente a febrero, desde entonces solo se recuperó el 13% de las empresas que cerraron en los primeros tres meses de la pandemia, tras los retrocesos ocurridos en la segunda mitad del año.
Como resultado, hacia noviembre había 18 mil empleadores menos que en febrero, siendo quienes más sufrieron la crisis las micro y pequeñas empresas, ya que más del 90% de los cierres se concentraron en unidades productivas de hasta 25 empleados. Por su parte, si bien todos los sectores en noviembre exhibieron menos empleadores frente a la situación prepandemia, durante estos 9 meses casi 70% de la destrucción neta de empresas se explica por el comercio, transporte, y los rubros de alojamiento y comidas.
Los datos confirman los efectos persistentes de una crisis que no está siendo atendida adecuadamente desde la política económica, que no presenta un plan integral para controlar la inflación y en cambio acude a excesivos controles, intervenciones y regulaciones sobre los mercados que terminan agravando los problemas. Esto más la expectativa de nuevos aumentos de impuestos, como lo es ahora el caso de Ingresos Brutos en las provincias, dificulta aún más la recuperación y aleja al país de un sendero de crecimiento en el largo plazo.
Los hogares vulnerables son los más afectados por la aceleración inflacionaria
En el primer mes del 2021, la canasta básica alimentaria, valor de referencia para definir el umbral de gasto mínimo para superar la indigencia, aumentó un 4,6% respecto al mes anterior y 44% respecto a enero del 2020, mientras que la variación de la canasta básica total, que a su vez define el define la línea de pobreza, fue de 4,2% mensual y 39,8% interanual. Ambos indicadores de referencia aumentaron por sobre la inflación anual, y tal como lo vienen haciendo desde los últimos cinco meses, por encima de la evolución mensual de los precios.
Esta tendencia más que preocupa de cara al resto del año y marca que más allá del rebote económico después del segundo trimestre de 2020, las heridas de la pandemia y la cuarentena afectan en mayor medida a los grupos de la población de menores ingresos, que requieren aumentos de ingreso por encima de la inflación para poder escapar de la pobreza.
El efecto regresivo del proceso inflacionario queda aún más en evidencia ante la fuerte aceleración de de los precios que inició en la segunda mitad de 2020, cuando la economía comenzó a sentir el efecto de la excesiva monetización de un déficit fiscal que se expandió fuertemente por las medidas fiscales para contener el impacto de la crisis. En lugar de iniciar un plan integral de convergencia hacia el equilibrio fiscal para resolver de fondo el problema de la inflación y encaminar las expectativas, el gobierno acudió de manera excesiva a controles de precios y regulaciones, que aceleraron las expectativas inflacionarias y generan desconfianza. En la medida que estas medidas no se reviertan la economía no se recuperará de forma genuina, y los segmentos más vulnerables de nuestra sociedad continuarán siendo los más afectados.