Informes
Económicos



Fecha: 1/2020

La inflación récord de diciembre anticipa una fuerte aceleración de precios para 2021

Si bien 2020 concluyó con un incremento del Índice de Precios al Consumidor de 36,1%, muy inferior al 53,8% del año previo, la inflación se viene acelerando en los últimos meses y en diciembre fue de 4%, el nivel más elevado del año. Esto valida las expectativas de mayores presiones inflacionarias para 2021, que según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central rozará el 50%.


Para la comparación con 2019, debe considerarse que en el año pasado se incrementaron las intervenciones del Estado sobre los mercados, con fuertes controles de precios y congelamiento de tarifas de servicios públicos, medidas insostenibles que no solo resultan poco efectivas para contener la inflación, sino que acrecientan las expectativas de corrección de estos precios para el corriente año.


En buena medida, la menor inflación de 2020 se debe a un efecto de arrastre del estricto control monetario de los años previos, que, junto con la depresión en la demanda y el aumento temporario en la demanda precautoria de dinero durante la pandemia, dio margen para que la fuerte expansión monetaria no tuviera un traslado rápido a precios en el primer semestre del año pasado.


Además, si bien en 2020 el Banco Central emitió más de 2 billones de pesos (7% del producto) para financiar el déficit del Gobierno, la venta de reservas para contener el tipo de cambio y el fuerte aumento de sus pasivos remunerados (por casi 1 billón de pesos) contuvieron el aumento de la base monetaria, que creció en cerca de 600 mil millones de pesos. Es decir, más allá de la consigna oficial que la puja distributiva explica la inflación, la autoridad monetaria intervino fuerte para esterilizar gran parte del financiamiento monetario al fisco y evitar un efecto inflacionario mayor.


Ese respiro a la inflación se fue disipando ante la continuidad en la acumulación de desequilibrios macroeconómicos, que deterioraron expectativas e impactaron en el mercado cambiario, con una fuerte depreciación de los tipos de cambio paralelos que se trasladaron a precios en la segunda parte del año, que se espera continúe en 2021.


En definitiva, hasta que no se avance con el ordenamiento de las cuentas públicas, el saneamiento y la independencia del Banco Central, y se eliminen las distorsiones de los precios relativos resultante de los excesivos controles, seguiremos observando un aumento sostenido y generalizado de los precios en Argentina.