Informes
Económicos



Fecha: 9/2020

Continúa deteriorándose el sector externo

Si bien continúa el superávit comercial, los menores niveles de comercio mundial ante la pandemia, sumado a factores domésticos, vienen potenciando la reducción del intercambio del país con el resto del mundo. En ese sentido, los datos adelantados de AFIP marcan para agosto una fuerte caída interanual de las exportaciones de 25,1%, junto con una reducción de las importaciones de 16%; con esto, las exportaciones habrían excedido a las importaciones en 1.150 millones, pero en una cifra 15,4% menor a la de julio.

Entre los múltiples factores que inciden en este desempeño, las distorsiones cambiarias y cierta falta de dinamismo de la oferta, a pesar de la gradual recuperación del comercio mundial estarían afectando la evolución de las exportaciones; por su parte, el estancamiento en la recuperación de la economía junto con las fuertes restricciones a las importaciones contribuirían a explicar el menor ingreso de bienes del extranjero.

Estos superávits comerciales no alcanzan para detener la pérdida de reservas asociada a las fuertes presiones cambiarias, producto de una excesiva emisión monetaria para financiar al abultado déficit fiscal de este año. La elevada brecha entre las distintas cotizaciones del dólar en mercados paralelos y el oficial genera incentivos a adelantar el pago de importaciones y de deudas, posponer exportaciones, y adquirir dólar ahorro, factores que erosionan el saldo comercial.

Estas fuerzas se advierten en el balance cambiario, que muestra una fuerte aceleración en el número de individuos demandantes de dólares (de 435 mil personas en marzo de 2020 a casi 4 millones de individuos en julio y un estimado de 5 millones en agosto). En agosto el BCRA vendió divisas por un total de 1.279 millones de dólares, tendencia que se acentúa en septiembre, que tan solo en la primera semana obligó a la autoridad monetaria a vender 500 millones de dólares. 

Estos datos muestran que las presiones cambiarias no ceden y la escasez de reservas es cada vez mayor. Si bien con el stock de bonos restructurados en poder del Banco Central se podrá reducir la brecha cambiaria y moderar las expectativas de depreciación del peso, si no hay perspectivas claras de corrección de las inconsistencias de política fiscal y monetaria que ocasionan el problema externo de la Argentina el alivio será solo temporario.