Se acentúan las distorsiones de la economía - Resumen Semanal

Aumenta el desequilibrio fiscal

En mayo, el déficit fiscal primario del gobierno nacional se ubicó en 162 mil millones de pesos, acumulando durante los primeros 5 meses del año un resultado negativo que representa un 0,6% del PBI.

Tanto los ingresos como los gastos se encuentran creciendo por encima del nivel de precios, denotando el peso creciente del Estado sobre la economía.

Los recursos se vieron impulsados por el elevado aporte del sector externo gracias al nuevo boom del precio de las commodities.

Por su parte, la expansión del gasto no detiene su ritmo, impulsada fuertemente por subsidios tanto a la energía como en forma de asistencia social, en un contexto donde las prestaciones de la seguridad social se encuentran rezagadas frente a la suba de la inflación.

Cae el desempleo pero se incrementa la informalidad

Durante el primer trimestre la tasa de desocupación mostró un retroceso a nivel nacional, ubicándose en un 7%. Este resultado se explicó por una tasa de actividad laboral estable, que se vio acompañada por una suba de la tasa de empleo.

Pese a esto, las cifras ocultan el deterioro en la calidad del mercado de trabajo.

El nivel de empleo se sostuvo a costas de la erosión del poder adquisitivo de las familias a lo largo del país, con los salarios retrasados frente a la aceleración inflacionaria.

A su vez, la informalidad alcanzó a un 35,9% de los asalariados en los primeros meses del año, la cifra más elevada desde el inicio de la pandemia y desde que se retomó la medición de los indicadores laborales tras la intervención del INDEC.

Preocupa la dinámica del sector externo

Si bien mayo registró un superávit comercial de 356 millones de dólares, continúan las señales que vislumbran un deterioro del intercambio comercial de nuestro país con el exterior.

Pese a que las exportaciones crecieron un 20,7% interanual, cerca de su record histórico, este auge se vio neutralizado por un importante crecimiento interanual de las importaciones de 53,1%.

Preocupa esta dinámica en un marco donde las exportaciones se encuentran favorecidas por los términos de intercambio más favorables en toda la historia argentina.

Mientras tanto, las distorsiones y el atraso cambiario continúan impulsando al alza las importaciones, a la vez que se profundiza el drenaje de reservas y se erosiona peligrosamente el poder de fuego del Banco Central.

La actividad sectorial muestra secuelas de la pandemia

El INDEC dio a conocer las primeras estimaciones del Producto Bruto Interno de 2022, correspondientes al primer trimestre del año.

Además de comprobarse las señales de desaceleración en el rebote tras la pandemia, los datos muestran que la actividad sectorial se ve afectada por las secuelas del COVID-19 y las políticas adoptadas por el gobierno a nivel sanitario y económico.

El sector primario se encuentra por debajo de los niveles de actividad de la prepandemia. Este dato resulta preocupante al coincidir con los precios récords que afronta el sector agrícola a nivel internacional.

El sector turístico continúa como el más afectado, con su actividad un 19% debajo de la alcanzada en 2019. El transporte, las comunicaciones y el sector financiero también se han retrotraído en términos productivos en el periodo bajo consideración.

Por su parte, la salud tampoco llega a los niveles de actividad de 2019, mientras que servicios de corte personal, entretenimiento y servicio doméstico perdieron alrededor de 9% de su valor agregado en los últimos dos años.