Precios Cuidados: apenas aliviarían 1,7 puntos porcentuales la inflación de este año

• El programa que incluye a 1.432 productos impacta solo en el 7,3% del gasto de las familias.

• En un supuesto de máxima, bajarían la inflación anual 1,7 puntos.

• Si los Precios Cuidados se extendieran todo 2022, el impacto también sería acotado.

Con la designación de Roberto Feletti como Secretario de Comercio Interior después de la derrota del oficialismo en las PASO, el Gobierno relanzó el programa Precios Cuidados y lo amplió a 1.432 productos. Los precios se retrotrajeron al 1° de octubre y estarán congelados hasta el 7 de enero. Luego de las altas cifras de inflación de octubre, el funcionario dijo que recién este mes se percibirá el impacto del esquema.

Las estimaciones del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba muestran que, aún bajo el supuesto optimista de impacto pleno del programa, Precios Cuidados aliviaría la inflación de 2021 solo en 1,7 puntos porcentuales (p.p.). Estos resultados explican la abundante evidencia sobre el fracaso de este tipo de medidas para enfrentar procesos inflacionarios a lo largo de la historia argentina y mundial.

Los cálculos se realizan en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por INDEC y extendiendo su evolución de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, proyectando así en 50,8% la inflación a final de año.

En el supuesto de que Precios Cuidados se extendiera por un año completo su impacto seguiría siendo insignificante. Sobre la proyección de inflación para 2022 del REM de 48,9%, el programa implicaría que los precios aumentarían 3,6 p.p menos, resultando una inflación anual de  45,3%.

Inclusive en un escenario de inflación creciente, tomando como referencia un nivel del 60%, el impacto anual del programa la haría retroceder a 55,6% (4,4 p.p.), lo que evidencia lo ineficaces que resultan los controles de precios.

Gráfico 1: Proyecciones de inflación anual. Años 2021 y 2022

Fuente: IIE sobre la base de BCRA e INDEC.

El bajo impacto de Precios Cuidados se explica porque, pese a que el alcance del programa es el más extenso en años en lo que refiere a cantidad de productos, estos representan apenas el 7,3% de la canasta de consumo de las familias según INDEC. 

Hay que considerar, además, que si bien los productos incluidos están disponibles en varias cadenas de supermercados, no están en los comercios de cercanía, donde se realiza el 60% del consumo masivo en el país según relevamientos de consultoras especializadas.

No es una novedad la inequidad regional que generan este tipo de programas, con una mayor penetración en el área metropolitana de Buenos Aires, pero con inferior llegada a las grandes ciudades del resto del país, y menos aún en el interior de las provincias.

Otro problema es el del abastecimiento. Por la inflación, los precios incluidos en el programa irán acumulando atrasos. Los costos de producirlos no ceden y su demanda crece por la conveniencia que ofrecen por la intervención del Estado.

La distorsión de precios que genera este tipo de medidas siempre termina resultando insostenible, derivando en malas asignaciones de recursos y decisiones de consumo y producción. Cuando el desfasaje de los precios se hace cada vez más evidente, surgen problemas de desabastecimiento y los programas terminan abruptamente, llevando a un fuerte incremento en los precios alcanzados por los controles, muy rezagados en relación al resto.

Como síntesis, aún en el más optimista de los escenarios, los controles de precios conllevan más costos que beneficios. Hasta que el Gobierno nacional no elimine el sesgo deficitario de la política fiscal y deje de requerir que el Banco Central emita enormes cantidades de dinero para financiarlo, la inflación seguirá siendo un problema crónico en el día a día de los argentinos.