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Económicos



Fecha: 2/2022

Combustibles: en la Argentina cuestan hasta 50% menos que en países limítrofes

  • La nafta se paga hasta 3% menos que en Uruguay y el GNC 52% menos que en Brasil.

  • Impacta el atraso cambiario generado en 2021 y el retraso frente a la suba internacional del petróleo.


Las recientes subas en los precios de los combustibles en la Argentina después del congelamiento en buena parte de 2021, no cambiaron el hecho de que se paguen mucho menos que en la región y en el mundo. En la comparación, utilizando el tipo de cambio mayorista, el país tiene -en la mayoría de los segmentos- precios más bajos.


Entre las naftas la mayor diferencia se presenta en la Súper, que es entre 26% y 43% más económica que en Chile, Brasil y Paraguay. La diferencia de la Premium es entre 34% y 15% respecto a esos mismos países.


El Gasoil resulta 15% más barato que en Brasil y 27% menos que en Uruguay, mientras que en el segmento Premium las diferencias con Brasil y Chile son mínimas, con Uruguay aumentan a 29%. 


Es el precio del GNC es el que presenta mayores diferencias: 52% menor que en Brasil y 44% menos que en Chile.


Gráfico 1: Precios de combustibles por país. Dólares por litro/m3 


Notas: (1) Precios al 18 de febrero de 2022. (2) Precios al 11 de febrero de 2022. (3) Precios al 1 de febrero de 2022.

Fuente: IIE sobre la base de BCRA, Secretaría de Energía de la Nación, Banco Central do Brasil, Ministério de Minas e Energia de Brasil, Banco Central de Chile, Comisión Nacional de Energía de Chile, Banco Central del Uruguay y Administración Nacional de Combustibles Alcohol y Portland de Uruguay.


La diferencia en términos comparativos con los otros países de la región no se explica por una ventaja comparativa de la Argentina en términos eficiencia energética o productividad tecnológica del sector, sino que se debe al atraso acumulado en los últimos dos años derivado de las fuertes distorsiones de precios relativos generadas las políticas económicas del Gobierno nacional.


De una comparación de la evolución de los precios de la Nafta Súper con el tipo de cambio, el IPC y el IPC núcleo, se desprende que desde comienzos del 2020 los combustibles no presentaron una disociación significativa frente al tipo de cambio (70,1% y 69,1%, respectivamente). Esa es una variable clave a la hora de la fijación de precios del sector, por lo que el atraso viene por otros factores.



Gráfico 2: Evolución de los precios relativos. Periodo 2020 – 2021


Fuente: IIE sobre la base de BCRA, INDEC y Secretaría de Energía de la Nación.


El primero se relaciona con la dinámica de los precios internacionales. Mientras que entre finales de 2019 y 2021 los precios en dólares (medidos al tipo de cambio oficial) de los combustibles prácticamente no presentaron variaciones en la Argentina, el petróleo crudo en su variante Brent aumentó 34% hasta este mes.


Esta suba impulsó al alza no solo el precio de los combustibles, sino también de la inflación en muchos países del mundo. Por caso, Estados Unidos alcanzó en enero su inflación más elevada en los últimos 40 años (7,5% interanual), y parte de este comportamiento se explica por los combustibles. La gasolina subió 33% entre finales de 2019 y mediados de este mes, muy en relación con el comportamiento del Brent.


A ese factor se suma el ocurrido frente al resto de los precios de la economía a nivel local. La Nafta Súper -como se desprende del gráfico 2- perdió terreno, al igual que el dólar, frente a la inflación en 2021. 


La inflación acumulada en el periodo 2020-2021 fue de 105,5%, muy por encima de la suba del tipo de cambio (70,1%) y la Nafta Súper (69,1%). La comparación se agrava al considerar la inflación núcleo, que excluye de su evolución a precios regulados como tarifas y los combustibles. En esos 24 meses aumentó 115,9%.


El atraso del precio de los combustibles genera presiones que, en un punto, resultarán ineludibles de resolver. El Gobierno debe resolver una disyuntiva.


O avanza en eliminar o reducir las distorsiones que implicaría subas tanto del tipo de cambio como de las naftas sabiendo que, en ambos casos, habrá traslado a precios. Esa decisión se debe tomar en un escenario base en que -sin ajuste de precios relativos alguno- la proyección REM de la inflación es de 55%. 


Mantener atrasados el tipo de cambio y el precio de las naftas (incluso en los niveles actuales), resulta insostenible. Las presiones ya se perciben en el sector externo: en diciembre pasado la importación de combustibles fue la más alta para el mismo mes desde 2013 y quedó muy cerca de los máximos de la serie. Eso se explica no solo por la suba del precio del petróleo y del combustible en general a nivel internacional, sino que en mayor medida se da por la suba del volumen importado.


Con la actual escasez de reservas,  las adversas perspectivas climáticas y el precio internacional del petróleo alto, se prevé que la presión sobre el sector externo será más alta este año que el pasado. Es evidente que mantener el atraso no solo tendrá un alto costo para el sector externo y el mercado cambiario, sino que posiblemente se torne insostenible con el paso de los meses. Es una nueva señal del impacto negativo asociado a las erráticas políticas económicas del gobierno.


Autores

Lic. Fabio Ezequiel Ventre

Subdirector del Instituto de Investigaciones Econímicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba

Miranda Bandoni

Investigadora Senior del Instituto de Investigaciones Econímicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba

Manuela Rossi

Investigadora Senior del Instituto de Investigaciones Econímicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba