Balance de la
Economía Argentina
EL CONTEXTO ECONOMICO
EL CONTEXTO ECONÓMICO
La economía argentina se caracterizó durante 1994 por un importante crecimiento de la actividad por cuarto año consecutivo en condiciones de equilibrio fiscal, con precios convergiendo a la inflación de los países desarrollados y un persistente déficit de la cuenta corriente del balance de pagos financiada por ahorro externo.
Simultáneamente, continuó el crecimiento en la productividad global, el aumento en la tasa de desempleo y las importantes disparidades sectoriales y regionales que caracterizan este nuevo escenario económico en el contexto de profundos cambios en la economía internacional.
El funcionamiento del sistema económico bajo estas condiciones, que resultan inusuales en términos de la historia de las últimas décadas, fue posible debido a importantes cambios estructurales que se llevaron a cabo con posterioridad al período hiperinflacionario y que contaron con el consenso social derivado de los beneficios de la estabilidad de precios y la necesidad de establecer las bases para reconstruir la economía del país.
Los últimos datos disponibles en materia de actividad indican que el aumento del Producto Bruto Interno durante el primer semestre del corriente año respecto a igual período del año anterior creció un 7,4 %, acompañado por una variación acumulada anual del nivel de precios al consumidor levemente inferior al 4,0 %.
De esta manera, si consideramos una tasa de crecimiento del PBI para 1994 del 6% anual, el aumento del mismo durante los últimos cuatro años es superior al 33% acumulado, una cifra que no se observaba en el país desde el período 1918-1921 que fue precedido por la fuerte caída del nivel de actividad durante la Primera Guerra Mundial.
De acuerdo a un informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional, el crecimiento de Argentina para el trienio 1991-1993 fue el sexto más alto entre 182 países, encontrándonos en el tercer lugar después de China y Malasia, si la comparación se realiza sobre bases homogéneas1.
Durante los primeros dos años del Plan de Convertibilidad los componentes de la demanda agregada que lideraron el crecimiento fueron la inversión y el consumo, pero a partir de 1993 esta última variable creció menos que el nivel promedio y en 1994 las exportaciones se sumaron a la inversión transformándose en los nuevos impulsores del crecimiento.
1No se considera el caso de Papua Nueva Guinea por ser poco relevante en el conjunto o los países que muestran una fuerte recuperación por razones particulares como la destrucción de Kuwait en la Guerra del Golfo. Ver "World Economic Outlook", Mayo de 1994, Fondo Monetario Internacional.
EI cambio en la composición mencionada se corresponde con las profundas reformas estructurales del sistema económico argentino, y la modificación del contexto internacional, que pueden contribuir a sentar las bases para un crecimiento sostenido en el largo plazo, si los esfuerzos no se interrumpen.
El aumento del precio de las commodities, la devaluación del dólar americano respecto a otras monedas de países desarrollados, la apreciación cambiaria en varios países Latinoamericanos y la reducción de costos sobre el factor trabajo y energía, generan un cambio en los precios relativos favorable a los bienes que se comercializan en los mercados internacionales acentuando las posibilidades de crecer mediante un mayor volumen de ventas en el exterior, que reemplacen la desaceleración del ciclo impulsado por la demanda interna que caracterizó la economía argentina en los tres primeros años del Plan de Convertibilidad.
Un importante factor que permite sostener la continuidad del actual crecimiento es el desarrollo de las economías de la región, que luego de la crisis de la década de 1980 crecen fuertemente no por un simple proceso cíclico de recuperación del nivel de actividad, sino debido a un profundo cambio en el sistema económico.
A pesar del marco de referencia favorable en el que se desenvolvió la economía argentina durante 1994, subsisten algunas preocupaciones derivadas de aspectos tales como el futuro de la situación fiscal, la demora en resolverse los cambios estructurales pendientes y la incertidumbre sobre la evolución de los acontecimientos en el mercado financiero internacional.
Respecto a las cuentas del sector público, es preocupante el déficit observado en algunas provincias y la falta de financiación adecuada de los gastos previsionales, que generan incertidumbre aumentando la tasa de riesgo país y por Io tanto dificultando el proceso de inversiones.
Asimismo, no se observa una implementación completa y rápida del Pacto Federal Fiscal, se avanza con lentitud en el tratamiento de las leyes vinculadas con reformas laborales, accidentes de trabajo y sistemas de contratación y no se observan progresos significativos en la desregulación de las obras sociales, demorándose simultáneamente la modificación de instrumentos legales tan importantes como la Ley de Quiebras.
Por encima de todo ello y debido a su importancia y relación con el sistema económico, una vez más hay que recordar las enormes dificultades que generan las gruesas fallas en los sistemas de educación y salud del país.
Una reforma amplia del Sector Público para lograr mayor eficiencia en las prestaciones que brinda, colaboraría en forma decidida a comenzar a solucionar estos problemas que son responsabilidad de todos.
Pero simultáneamente es fundamental no interrumpir los esfuerzos por mantener el equilibrio fiscal y profundizar las reformas estructurales, a fin de continuar atrayendo inversiones externas frente a una competencia cada vez mayor por parte de un creciente número de países en desarrollo que se incorporan a los mercados internacionales en base a rápidos ajustes de sus economías, compitiendo en forma creciente con quienes iniciaron dicho proceso con bastante antelación. ‘
Uno de los desafíos más importantes para la economía argentina es reducir los índices de desocupación que alcanzan niveles de alrededor del 12%. Combatir el desempleo requiere no solamente asegurar el crecimiento
de la demanda sino también actuar sobre la oferta, acentuando los esfuerzos para combatir este flagelo con la mayor energía y efectuando un análisis estructural más profundo de sus causas y evolución.
Por último debemos reflexionar respecto al Mercosur, que durante 1994 evolucionó rápidamente hacia una zona de libre comercio y unión aduanera imperfecta, quedando para el futuro la tarea de definir algunos aspectos de crucial importancia en un mercado de 200 millones de habitantes al cual ya pertenecemos.
Economía de la Provincia de Córdoba.Con respecto a la Provincia de Córdoba, la mayoría de los indicadores parecen señalar que durante el corriente año la misma acentuó el papel de liderazgo que tiene en el centro geográfico de nuestro país, tanto por el crecimiento económico observado junto a los menores niveles de desocupación respecto al promedio del país, como por las nuevas radicaciones industriales que están delineando una estructura productiva con un claro perfil complementario a la producción de otras regiones del Mercosur.
En ese sentido, durante 1994 se produjeron importantes inversiones, acuerdos entre empresas y el desarrollo de nuevas estructuras que indican cambios de indudable magnitud.
A pesar de ello, la crisis de la pequeña y mediana industria y las desigualdades en el crecimiento sectorial y regional continúan reflejando las secuelas del tiempo perdido en el pasado y los profundos cambios actuales.Resulta imprescindible actuar con medidas adicionales que no afecten el equilibrio fiscal pero que contribuyan al proceso de reconversión.
Para poder acentuar la competitividad necesaria a fin de consolidar un crecimiento sostenido en el largo plazo en este nuevo escenario, es conveniente acentuar la colaboración entre el Sector Público y las empresas privadas, para lo cual deben acelerarse los cambios de estructura y actitudes.
El papel del mercado de capitales y el financiamiento es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta, y en ese sentido es conveniente asegurar que los fondos provenientes del nuevo sistema previsional que sean captados en la región vuelvan a ella a fin de financiar proyectos viables en el largo plazo y flexibles para adaptarse a la permanente dinámica del cambio.
Asimismo resulta esencial incentivar el ahorro de la población en su conjunto a fin de aumentar los niveles de acumulación actuales.
En todos los casos es imprescindible eliminar el déficit fiscal del sector público de la provincia y aplicar los postulados básicos del Pacto Federal Fiscal que sirvan de punto de partida para alcanzar un mayor nivel de competitividad.