Balance de la
Economía Argentina



CLSTERES PRODUCTIVOS

CAPÍTULO 10: CLSTERES PRODUCTIVOS280

 

El IIE sigue apostando a una organización de la actividad  económica  mediante  clústeres,  estructura dinámica  que  se  moldea  de  acuerdo  a  la  idiosincrasia de la población y cuyo potencial radica en la cooperación  y  competencia  que  se  genera  entre los  miembros.  Esta  interacción  fomenta  la  confianza,  permitiendo  incrementar  el  diálogo,  reduciendo  costos  y  aumentando  la  tasa  de  innovación, todos factores cruciales para el desarrollo de los países. 

 10.1 Introducción 

El plan estratégico Europa 2020 le otorga una creciente importancia a los clústeres para alcanzar sus objetivos, lo que indica que cada vez adquieren más relevancia como instrumento de política. Los hacedores  de  políticas  reconocen  que  no  pueden  ignorar  el  rol  de  los  clústeres  y  deben  explorar activamente sus potencialidades y mejorar las políticas económicas, sociales e institucionales.  La globalización es una causal del creciente rol de los clústeres en la economía moderna: las compañías tienen más opciones para elegir dónde instalarse y la presencia de un clúster es un criterio importante para la toma de decisión. El hecho de que la actividad económica tienda a agruparse en localizaciones particulares se debe a las distintas ventajas económicas que de ello se deriva, tales como las economías de escala281 y de alcance282,  racionalización  de  costos  de  transacción, externalidades  positivas283,  flexibilidad  (alta movilidad de recursos laborales y otros insumos), ventajas de innovación (derrame de conocimientos y cooperación) y diversos tipos de efectos sinérgicos de la cercanía de firmas. Sin embargo, esto no es factor suficiente para garantizar que un conjunto de empresas de una región compitan exitosamente en los mercados. La competitividad sólo se garantiza si esta confluencia espacial y articulación se expresa en procesos permanentes y dinámicos de innovación, derivados de la competencia y la cooperación entre las empresas e instituciones de apoyo y no en pilares estáticos como los bajos precios de los factores. 

Esta reafirmación mundial de la importancia de los clústeres obliga al IIE a seguir estudiando estos desarrollos económicos, analizando cómo han surgido y evolucionado estas aglomeraciones alrededor del mundo, pero sabiendo que no es posible duplicar medidas sino que aquellas directrices que fueron exitosas en un lugar, no puede trasladarse directamente a otro, sino que deben ser adaptadas a la realidad de cada región.  

El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs)284 tiene un rol central, tanto para la investigación como para la implementación y ejecución de los clústeres, dado que permite hacer  


280 Se agradece la colaboración de José Gonzalez Rearte. 

281 En términos económicos las economías de escala son un proceso mediante el cual los costes unitarios de producción disminuyen al aumentar la cantidad de unidades producidas o ,dicho de otra forma, aumentos de la productividad o disminuciones  del  coste  medio  de  producción,  derivados  del  aumento  del  tamaño  o  escala  de  la  planta.  En  particular,  dentro  de  un clúster se la asocia con los resultados obtenidos a partir de la división del trabajo y especialización intraclúster. 

282 Las economías de alcance son aquellas que se ganan al producir diversos productos y usar los mismos factores productivos. 

283  Es  evidente  que  los  efectos  aprendizaje,  de  actividades  de  innovación  y  en  general  de  la  difusión  del  conocimiento  se potencian.

284 El Capítulo 14 se explaya sobre las TICs.


 más eficiente la comunicación, ahorrando tiempos de movilidad y facilitando la conectividad en tiempo real desde cualquier lugar del planeta. No quedan dudas de que el desarrollo de un país o región, no sigue los mismos paradigmas del pasa-do: los servicios han ganado participación y los desarrollos tecnológicos obligan a innovar para poder ingresar en una senda de crecimiento sustentable. 

 10.2 Definición de Clúster 

La aglomeración de actividades económicas relacionadas es una característica central de la geografía económica, pero su prominencia y rol ha sido un rompecabezas. En determinadas localizaciones, limitaciones en los recursos pueden resultar en una disminución de los retornos, lo que puede con-ducir a la convergencia de variables económicas (ingreso per cápita, productividad, empleo, etc.) entre regiones. Sin embargo, la concentración de actividades de gran relevancia en determinadas zonas geográficas como los textiles en el norte de Italia o los servicios financieros en Nueva York-revelan el poderoso rol de la aglomeración. Muchos economistas han resaltado distintas fuerzas como causales de estas convergencias geográficas: los vínculos entre insumos y productos, el merca-do laboral, demanda local, instituciones especializadas, estructura regional de los negocios, redes sociales y los derramamientos de conocimientos (se puede entender como fuentes de generación de conocimiento, como laboratorios, universidades tecnológicas, fundaciones dedicadas a la investiga-ción genética, INTA, INTI, etc.). Claramente estos factores están asociados a ventajas de costos o productividad que incrementan los retornos de actividades económicas próximas.

Sólvell (2008) asevera que la actividad económica tiende a generar aglomeraciones en ciertos lugares y períodos de tiempo. Uno puede hacer un simple esquema delineando las ventajas de eficiencia (mayormente economías de escala) contra las de innovación por un lado, y por el otro, aglomera-ción en variadas actividades versus aglomeración de actividades concentradas. Esta división conduce hacia cuatro principales tipo de aglomeraciones, según se muestra en el Esquema 10.1:

El primer tipo de aglomeración, ciudades, se relaciona a economías de concentración urbanas que se aplica a todas las firmas e industrias localizadas en una sola ubicación, que aprovechan los bajos costos de transporte y la eficiencia de las escalas de las operaciones. Una segunda aglomeración involucra economías que se relacionan con empresas comprometidas en un mismo negocio, emer-giendo lo que se conoce como distritos industriales. Estos distritos constituyen una base para los sistemas de producción flexibles que pueden encontrar la demanda de mercados volátiles. Estas dos formas de aglomeración surgen de procesos de interconexión entre firmas, instituciones e infraestructura dentro de un área geográfica que otorga economías de escala y alcance. La presencia en una aglomeración es justificada por la creencia de mejora en la reducción de costos de transacciones en tangibles e intangibles. 

Además de las dos aglomeraciones mencionadas, se puede distinguir otros dos tipos de aglomeraciones que pueden ser explicadas por los centros de creación de conocimiento e innovación. Uno de ellos son las regiones creativas, dónde no existen fronteras y se tiende a la generalidad, enfatizando la presencia de variedad de competencias y habilidades, dónde la interacción mayormente no planeada entre diferentes actores puede llevar a la aparición de nuevos e inesperadas ideas y creativos diseños, productos, servicios y conceptos de negocios. El último tipo de aglomeración son los clústeres, dónde la competitividad está unida a una localización particular, por lo que los clúster no están formados sólo de flujos físicos de insumos y productos, sino también incluye un intercambio intensivo de información de negocios, knowhow, y experiencia tecnológica. 

Los  clústeres,  son  agrupamientos  de  empresas  complementarias,  competitivas  e  independientes, que conducen la creación de riqueza en una región. Porter (2003) lo define como un grupo geográficamente próximo de compañías interconectadas e instituciones asociadas en un campo en particular, unidas por aspectos comunes y complementarios, es decir, por externalidades de diversos tipos. Los clústeres son relevantes por las externalidades que generan entre las industrias constituyentes, tales como tecnologías comunes, características, conocimiento y la compra de insumos comunes. 

En el Esquema 10.2 se pueden apreciar los distintos actores de un clúster y las diversas conexiones que se establecen entre ellos. Algunos de los agentes que se pueden distinguir son: 

  •     Empresas comercializadoras y manufactureras, tanto grandes como Pymes. Incluye competidores, proveedores de bienes y servicios, compradores y empresas con tecnologías relacionadas que comparten factores comunes, tales como talentos de trabajo o tecnologías. 
  • Instituciones financieras. 
  • Actores públicos: ministros y agencias nacionales, ministros y agencias regionales, unidades regionales de organismos nacionales, comunidades locales, etc. 
  • Actores académicos, incluyendo universidades y colegios, institutos de investigaciones, oficinas de transferencia tecnológica y parques científicos. 
  • Organizaciones privadas y públicoprivadas para la colaboración, (ONGs, cámaras de comercio, redes formales, organizaciones de clústeres, etc.) 

Claramente, la interacción es necesaria entre todos los participantes y la generación de confianza la piedra fundamental dónde apoyarse para dar el impulso hacia la innovación y el consecuente desarrollo 

 

El hecho de que la actividad económica tienda a agruparse en localizaciones particulares se debe a las distintas ventajas económicas que de ello se deriva, tales como las economías de escala 285 y de alcance 286, racionalización de costos de transacción, externalidades positivas 287, flexibilidad (alta movilidad de recursos laborales y otros insumos), ventajas de innovación (derrame de conocimientos y cooperación) y diversos tipos de efectos sinérgicos de la cercanía de firmas. Sin embargo, esto no es factor suficiente para garantizar que un conjunto de empresas de una región compitan exitosa-mente en los mercados. La competitividad sólo se garantiza si esta confluencia espacial y articulación se expresa en procesos permanentes y dinámicos de innovación, derivados de la competencia y la cooperación entre las empresas e instituciones de apoyo y no en pilares como los bajos precios de los factores.

Un rasgo distintivo de este tipo de organización es que estimula tanto la competencia como la co-operación. Por un lado la competencia lo sostiene, mientras que a través de la cooperación se logra superar la mera suma de capacidades, es decir, promoviendo el llamado "juego de suma positiva" (Foray, 1991).

285 En términos económicos las economías de escala son un proceso mediante el cual los costes unitarios de producción dis-minuyen al aumentar la cantidad de unidades producidas o ,dicho de otra forma, aumentos de la productividad o disminucio-nes del coste medio de producción, derivados del aumento del tamaño o escala de la planta. En particular, dentro de un clúster se la asocia con los resultados obtenidos a partir de la división del trabajo y especialización intra-clúster. 286 Las economías de alcance son aquellas que se ganan al producir diversos productos y usar los mismos factores productivos. 287 Es evidente que los efectos aprendizaje, de actividades de innovación y en general de la difusión del conocimiento se potencian.

  Recuadro 10.1: ¿Por qué un clúster?  

Estimula tanto la competencia como la cooperación  

Potencia las condiciones positivas y el clima de negocios de una región

Genera grandes posibilidades para reducir costos

Atrae inversiones

Posibilita el acceso a nuevas tecnologías

Genera un ambiente que incentiva y potencia la innovación

 Fuente: IIE sobre la base de Sölvell (2008).

 Sölvell  destaca  que  aquellas  regiones  con  clústeres  fuertes  son  líderes  innovadores,  mientras  que aquellas que no poseen o presentan investigaciones aisladas tienden a atrasarse. La globalización, que a medida que pasa el tiempo es más intensa, ha incrementado los beneficios de estar clusterizado e inversamente, aumentó los costos de fracasar al internar impulsar uno. A decir del mismo autor, los clústeres emergen dónde la competencia entre regiones habilita a compañías, emprendedores y actores financieros a elegir una localización basada en el atractivo de la misma en vez de que se haga por barreras artificiales. 

Sin embargo, la especialización regional también acarrea riesgos, dado que coloca en una situación más vulnerable al clúster frente a shocks específicos de demanda o cambios significativos en la tecnología.  Pero  sin  embargo,  la  evidencia  sugiere  que  la  especialización  que  se  da  sigue  generando resultados  superiores,  dado  que  consiguen  la  reducción  de  costos,  están  mejor  preparados  para afrontar  shocks  exógenos  y  muchos  clústeres  se  encuentran  solapados  por  lo  que  se  genera  una cartera de ellos lo que permite diversificar el riesgo. 

Si se considera desde una perspectiva geográfica, los factores que influyen en la localización de los clústeres  pueden  estar  asociados  a  fuerzas  exógenas  como  la  dotación  de  recursos  (suelo,  clima, recursos forestales, etc.),  e infraestructura, esto significa que un planificador (el Estado) es quien motiva su desarrollo.Pero también puede suceder, que estén alentados por elementos endógenos que involucran la interacción de manera libre de las firmas miembros, sin la presencia de un planificador, lo cual es designado por muchos autores como surgimiento de manera espontánea (bottom-low)288

En el caso de Arjeplot289, el clúster surgió en base a firmas pequeñas que competían por un lado, pero cooperaban por el otro para incrementar el atractivo de la región. En otros casos el clúster es dominado por una o pocas firmas grandes, llamadas firmas anclas. En adición a las nuevas firmas y estrategias que aparecen, el crecimiento del aglomerado involucra diálogo y capital social. 

En ambos casos el rol del Estado debería también ceñirse  a monitorear el riesgo sistémico de cada clúster que cada actor por separado no advierte, y tomar medidas para amenguarlos, ya sea a través de la diversificación o creando fondos específicos de afectación que se disparen para introducir innovaciones constantes que otorguen mayores grados de libertad para lograr evolucionar. 

Pero más allá del modo de concepción, es menester recordar que para el éxito del proceso de desarrollo del clúster resulta fundamental evitar la competencia sobre los costos y asegurar la sustentabilidad social de la competencia global en el largo plazo. Las posibilidades de éxito de dicho proceso dependen de la localización favorable y de las conexiones territoriales, de la capacidad para atraer   


288 Boscherini, F. y Poma, L. (2010). Capítulo 4, pp.99100.  

289 El Balance de la Economía Argentina 2010.


inversiones del exterior con el objetivo de fortalecer el clúster, de políticas locales apropiadas para la reacción de redes, de la provisión de servicios y de la presencia de recursos educativos y humanos actualizados en términos de capacidades tecnológicas y gerenciales290.  

Algunos  clústeres  emergentes  tienden  a  despegar  y  crecer,  mientras  otros  tienden  a  permanecer pequeños o desaparecer.  En el tiempo los clústeres van atravesando diferentes etapas. En el período más temprano, se identifica al héroe (o pocos héroes), que es el emprendedor, si el emprendedor es exitoso, otros empresarios pronto querrán sumarse al negocio ya sea del mismo rubro o empresas vinculadas hacia adelante o hacia atrás. Pronto un clúster identificable comienza a emerger. A medida que el clúster madura, ciertas estrategias tienden a dominar, y las economías de escala juegan un rol incremental. Asimismo llegado algún punto el clúster muere o se convierte en un museo. Esto se alcanza cuando hay una excesiva concentración, el gobierno se involucra subsidiando fuertemente a las compañías, se producen cambios radicales en la tecnología desde otros lugares, modificaciones radicales en las demandas de otras localizaciones, circunstancias extremas, etc. En cuanto a los límites de los clústeres, son difíciles de definir teóricamente ya que cada uno tiene particularidades, por lo que no existe una clasificación taxativa. De hecho, pueden formarse en cualquier industria o sector, en economías pequeñas o grandes, áreas urbanas o rurales, e incluso en diferentes espacios geopolíticos. Dadas las características idiosincrásicas de los diferentes clústeres no existe entonces una definición apropiada que pueda corresponderse con todos ellos. 

Por último, se debe destacar que mediante la lógica de clúster es factible traccionar un sin número de  iniciativas  entre  los  diferentes  actores  locales  tan  sólo  brindándole  el  ámbito  adecuado  donde reunirse e intercambiar experiencias, problemáticas y opiniones. Estos proyectos que permite traccionar el clúster (y que ayudan al encadenamiento), serían difíciles realizarlos de otra manera ya que cada uno de los integrantes se encuentra sobrepasado por los múltiples problemas que enfrenta el sector día a día. Por lo tanto, se debe entender al clúster como el ámbito de confluencia entre los diferentes eslabones del encadenamiento, donde cada miembro debe permitirse adoptar una mirada  o  perspectiva  estratégica  del  sector  (mediano  y  largo  plazo)  y  apuntar  a  encontrar  soluciones mancomunadas,  donde  iniciativas  fundadas  en  la  innovación  e  internacionalización  se  tornan  más factibles.   

 10.3 Evolución de los clústeres 

Otro  aspecto  clave,  es  que  los  clústeres  no  son  estáticos  y  tienden  a  evolucionar  con  el  paso  del tiempo.  En  este  sentido,  deberían  ser  entendidos  más como  un proceso  en  marcha que como  un resultado (o estado) final. Evolucionan a medida que emergen o declinan nuevas empresas o industrias, y en función del desarrollo y cambio de las instituciones locales. Algunos clústeres continúan como aglomeraciones estáticas por un largo período de tiempo, mientras que otras incrementan su dinamismo. 

Así como las empresas tienen ciclos de vida, los clústers también los tienen. En términos generales, el sendero evolutivo de un clúster se puede dividir en cuatro etapas: los antecedentes, la formación, la expansión y la consolidación. Luego de esas etapas, generalmente le siguen dos caminos, o puede declinar y terminar en la categoría de museo o puede renacer y experimentar un nuevo ciclo basado en nueva tecnología y nuevas empresas. 

La evolución de los clústeres emana tanto de las llamadas fuerzas evolutivas, como de las constructivas y su dinámica es un proceso muy complejo que se entiende mejor como una combinación de ambas fuerzas. Las primeras, son fuerzas provenientes de las acciones individuales no coordinadas, 


 

 290 Boscherini, F. y Poma, F. (2010). Capítulo 4, pp. 104106.


 pero que funcionan como parte del mecanismo normal del mercado. Por su parte, las fuerzas constructivas son esfuerzos conscientes, a nivel individual y organizacional, que crean un impacto positivo o negativo en el desarrollo y la competitividad del clúster. Ambas fuerzas están enlazadas por su historia y geografía y por lo tanto cada clúster posee sus propias características. Combinándolas, es posible entender mejor cómo se desarrollan los clústeres y al mismo tiempo comprender si estos aumentarán su dinamismo y tamaño, o si van hacia el declive. 

Dentro de las fuerzas constructivas se pueden distinguir las iniciativas de clúster291 y las políticas de clúster. Las primeras son esfuerzos organizados para elevar el crecimiento y competitividad de los clústeres dentro de una región, incluyendo a gobiernos, líderes del sector o la industria, organizaciones y academia. Las segundas son políticas deliberadas de un gobierno (local, regional o nacional) tendientes a solucionar dos tipos de fallas de mercado: fallas en la creación de redes y fallas en la difusión de la información (asimetría en la información). 

Otro aspecto relevante de los clústeres es el nivel de dinamismo y la cantidad y calidad de vínculos internos y externos con los mercados internacionales292. De la misma manera, el nivel de sofisticación varía entre clústeres, existiendo algunos focalizados en la producción de bajo costo (como el automotor en Dogu Marmara, Turquía), mientras otros ofrecen productos altamente diferenciados (como el automotor en el Sur de Alemania) que incluyen I+D, diseño, marcas y otras funciones estratégicas. 

Además en muchas oportunidades, son grupos dinámicos los que crean las bases para sofisticadas estrategias y actúan como fuerza impulsora detrás de la mejora e innovación entre las firmas existentes. En resumen: 

  •  Firmas en clústeres dinámicos desarrollan estrategias y rutinas en la cadena de valor, engendrando nuevas capacidades en un proceso de prestigiosa competencia. 
  • Firmas tienden a compartir muchas actividades a través de la cooperación. Estas facilidades son verticales y horizontales, dentro de un marco de lenguaje común, confianza, y alto capital social. 
  • Firmas en clústeres ricos pueden operar más eficientemente, sobre la base de activos especializados, oferentes y compradores con poco plazo de entrega. En muchas oportunidades dentro de la firma no existen recursos críticos y capacidades, pero que son asequibles a través de la red dentro del clúster. 
  • Firmas en clústeres pueden lograr mayores niveles de creación de conocimiento e innovación. 
  • Clústeres ofrecen un ambiente dónde diferentes recursos pueden ser rápidamente remodelados y reestructurados permitiendo una nueva y mejor combinación económica de habilidades, capital y tecnología. 
  • La tasa de formación de nuevos negocios tiende a ser mayor en clústeres dinámicos, dado que el costo de fracaso es típicamente inferior dentro de un clúster dónde existen varias oportunidades alternativas.

 

291 Sobre este punto el Capítulo 11 se explaya más acabadamente.  

292 Sobre este aspecto se trata el término paradiplomacia en el Capítulo 6.


  • Los  clústeres en  muchos casos  ofrecen  mercados  líderes  dónde  sofisticados compradores alientan y cultivan el desarrollo tecnológico y la innovación en contacto cercano con los oferentes. 

Los  clústeres  se  van  dando  forma  a  través  de  ciertas  fuerzas  determinísticas  relacionadas  con  el promedio histórico y la cultura de la región,  las circunstancias geográficas, instituciones generales y regulaciones y el marco macroeconómico. 

 10.4 Características básicas que identifican un clúster 

A esta altura cabe preguntarse cuáles son las características básicas que se han identificado sobre la base de diferentes casos registrados a nivel mundial. Los aspectos más frecuentemente destacados son (Schmitz, 1993, Markusen 1996, Porter, 1999): 

1.   La concentración geográfica y proximidad de las empresas.

2.   Su especialización sectorial.

3.   La fuerte presencia de pequeñas y medianas empresas.

4.   La coexistencia de competencia y de colaboración interfirma.

5.   La articulación con clientes exigentes.

6.   Una identidad sociocultural que facilita la confianza entre las empresas y los empleados.

7.   Disponibilidad de trabajadores capacitados.

8.   Organizaciones de apoyo y gobiernos municipales muy activos que impulsan los procesos de innovación y capacitación de la industria. 

9.   Acceso a recursos humanos y proveedores.

10.  Acceso a información especializada, actividades complementarias, instituciones y bienes públicos. 

Si bien se han enumerado algunas características básicas, cada industria o sector poseen particularidades que las hacen más o menos importantes y terminan determinando el peso relativo de cada una de ellas. 

Otra  particularidad de un clúster es la generación y acumulación de capital social, que se refiere al contenido de ciertas relaciones sociales que combinan actitudes de confianza con conductas de reciprocidad  y  cooperación    que  proporcionan  mayores  beneficios  a  aquellos  que  lo  poseen  en comparación con lo que podría lograrse sin este activo.  

En cuanto a los beneficios que reporta el capital social, debe quedar claro que un alto grado de confianza  y  de  cooperación  en  una  sociedad  facilitan  las  relaciones  comerciales,  las  transacciones económicas y la realización de inversiones incentivando el crecimiento y el empleo. 

Vale la pena destacar que la presencia de capital social no es garantía de que estos resultados positivos se produzcan, dado que dependen de la existencia de un conjunto de condiciones favorables. El capital social no puede reemplazar a otras formas de capital, como el capital humano, físico y natural, pero ayuda a incrementarlos.  

 Recuadro 10.2: Clústeres para actividades intensivas en recursos naturales: el caso exitoso del clúster forestal finlandés 

La actividad forestal en Finlandia comienza a desarrollarse a fines del siglo XIX, a partir del incre-mento en la demanda europea. Luego, con el advenimiento del siglo XX logró alcanzar a los mer-cados americanos, aprovechando fundamentalmente el gran desarrollo industrial instaurado en EEUU. Durante la década del '60, las grandes compañías forestales comienzan a internacionali-zarse, en los '80 se acelera un proceso de fusiones y adquisiciones a nivel internacional, sentando las bases para que en los '90 no sólo se consolide la industria maderera finesa a nivel internacio-nal, sino que permita un trabajo conjunto y permanente con otras ramas complementarias.

El maduro cluster forestal finlandés es uno de los más notables en torno a actividades exportado-ras intensivas en recursos naturales. Es completo y profundo, llegando a representar el 30% de toda la producción industrial y de los ingresos por exportaciones netas; al mismo tiempo que emplea a cerca de 200.000 personas, aproximadamente el 3,75% de la población total.

La razón de ser del clúster se debe a las grandes ventajas comparativas, fruto de la naturaleza. Cuenta con más de diez veces el promedio mundial de reservas y plantaciones de bosque per cápita; los bosques se hayan junto al mar, reduciendo costos de transporte; y estos se localizan en cercanías de Europa, principal mercado a nivel internacional.

El encadenamiento con otras actividades permitió el desarrollo del clúster, permitiendo una ma-yor agregación de valor a la provista por la mera extracción. Se puede reconocer por lo menos a cuatro áreas de encadenamiento hacia adelante y tres hacia atrás:

El desarrollo observado se debió principalmente a la rapidez con la que se aprendió a industrializar ya pro-cesar la vasta reserva de recursos naturales (encadenamiento hacia adelante); al mismo tiempo que se aprovecharon las posibilidades para producir internamente los bienes de capital (encadenamiento hacia atrás). Resulta importante observar que la intensidad en la utilización de dichos recursos es lo que inicial-mente abrió las puertas a nuevos actores, que a partir de su interacción permitieron la agregación de valor por sobre lo que representa la actividad primaria en sí mismo.  

 Fuente: IIE sobre la base de Eduardo Bianchi y Laura Urquiza, Encadenamientos productivos de las actividades exportadoras

en  Latinoamérica:  El  caso  de  Recursos  Naturales  en  Argentina,  Red  Latinoamericana  de  Política  Comercial,  LATN  Working

Paper #132, Serie Comercio y Crecimiento Inclusivo octubre de 2010.  

 10.5 Competitividad de los clústeres productivos 

Según Porter (1990), la competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para innovar y actualizarse. En su trabajo, detalla cuatro atributos que determinan las ventajas competitivas de una nación: condición de los factores; condición de la demanda; estructura, estrategia y rivalidad  de  la  firma;  industrias  relacionadas  y  de  soporte.  Estas  cuatro  características  dieron  lugar  al conocido diamante de Porter y en un somero análisis, el autor considera que las empresas ganan competitividad frente a sus mejores competidores mundiales gracias a la presión y el desafío. Conjuntamente le otorga una gran importancia a la competencia doméstica como dinamizadora de la innovación y sostiene que las ventajas competitivas son creadas y mantenidas a través de una alta localización de los procesos. 

En las últimas décadas, el aumento de la presión competitiva generada por la globalización de los mercados, las nuevas tecnologías de la información y la creciente incertidumbre a la que se enfrentan las empresas, han transformado gradualmente la base de la competitividad desde una competencia estática basada en los precios relativos hacia la generación de ventajas competitivas dinámicas. 

De esta manera, en la actualidad, la relevancia de la innovación es cada día mayor, y es en este sentido  donde  mayor  importancia  adquieren  los  clústeres,  produciendo  un  ambiente  que  incentiva  y potencia  constantemente  la  creación  de  conocimientos.  Además,  existe  evidencia  sustancial  que sugiere que la innovación y el crecimiento económico están geográficamente concentrados (Sölvell, 2008) siendo esta forma de organización un medio idóneo para su consecución. En la misma línea, Malmberg y Power (2003) consideran que en una economía basada en el conocimiento, la habilidad de innovar es más importante que los costos de eficiencia en determinar la sustentabilidad de largo plazo de las firmas, y utilizan un concepto amplio de innovación, que incluye no sólo nuevos y mejores productos, sino nuevas y mejores maneras de organizar la producción; justifican su análisis en que la globalización de los mercados y la profunda división del trabajo, hacen cada vez más difícil ser competitivos sólo a través de los costos. Además consideran que las innovaciones ocurren como resultado de las interacciones entre varios actores, en vez de ser resultados de genios solitarios y es la proximidad geográfica la que trae, entre otras cosas, el potencial para la intensificación de la interacción face to face, acorta las distancias cognitivas, genera un lenguaje común y nuevas relaciones entre actores.  

Además es necesario entender que primeramente los clústeres se caracterizan, en especial durante la etapa inicial de generación horizontal, por una gran competencia interna que puede producir importantes rivalidades. La competencia produce competitividad porque el proceso de selección generalmente favorece a las empresas más eficientes e innovadoras, lo que incrementa la competitividad del sistema en conjunto. Muchas empresas pueden desaparecer, pero el sistema, si tiene capacidades para autoreproducirse, puede actualizar su nivel tecnológico y sus capacidades de gestión en el mercado.   


 293 Al contrario de aquello que sugiere la Enfermedad Holandesa, a partir de la cual un fenómeno de corto plazo asociado al  auge súbito en la exportación de materias primas puede perjudicar seriamente a la economía de largo plazo. 


 En segundo lugar, la competitividad aumenta notablemente por la presencia de costos bajos para obtener información y por la gran diferenciación de los productos, que se debe a la presencia de un amplio  número  de  subcontratistas  y  productores  de  componentes  y  a  la  posibilidad  de  controlar fácilmente el proceso de producción de cada pieza. 

En tercer lugar, si se focaliza en los clústeres de Pymes, éstos concentran sus limitados recursos en un único objetivo, es decir, en la producción de un solo producto/servicio o de un componente del ciclo de producción o de la cadena de valor agregado. Esto resulta posible porque encuentran sin problemas los recursos especializados y complementarios, por lo que la entrada en el mercado tiene costos y riesgos muy bajos. Asimismo, pueden mejorar sus competencias dentro del único segmento específico del mercado que atienden. 

En cuarto lugar, las Pymes pueden aprovechar las ventajas colectivas generadas por su concentración local cuando el clúster supera un cierto umbral de desarrollo. La región en la que se localizan se convierte en el polo de atracción para clientes, proveedores de insumos, productores de maquinarias, profesionales, etc. Además, cuando en una región un clústeres llega a ser muy importante, los gobiernos locales y las cámaras empresarias le dedican mucha más atención a la problemática específica del sector y a las necesidades de apoyo público para las firmas. 

En quinto lugar, los clústeres más exitosos pueden contribuir al fortalecimiento del sistema industrial y a la mejora de las perspectivas de competitividad de largo plazo, a través de las sinergias que se desarrollan entre distintas actividades vinculadas entre sí. Cuando un clúster alcanza un alto grado de éxito competitivo y genera un potencial de expansión, las empresas existentes pueden invertir en las nuevas tecnologías y emplear nuevos trabajadores. Si el clúster llega a ser bastante fuerte, dicho proceso puede generar altos niveles de empleo e ingresos en la sociedad local, lo que significa el logro de una prosperidad basada en la competitividad. Por lo tanto, los dos objetivos clásicos de una democracia industrial: competitividad y prosperidad difundida, se pueden alcanzar simultáneamente a través del desarrollo de un tejido industrial basado en clústeres Pymes. 

Delgado et. al. (2011) llegan al resultado de que si bien las innovaciones ofrecen nuevos mercados y oportunidades  de  inversión,  crean  trabajo e  innovaciones,  también  pueden  contribuir  a  reducir  la utilización  de  los  recursos  humanos  no  calificados  (o  de  baja  calificación).  Además  advierten  que existen evidencias de que  la tasa de crecimiento de los salarios está positivamente asociada con el salario promedio de los clústeres en regiones vecinas. En otras palabras, sugieren una relación sistemática y positiva entre la tasa de crecimiento de los salarios de la región industrial y el ambiente inicial de clústeres. Además una fuerte presencia de clúster está asociada a un incremento en la tasa de crecimiento de las patentes y también sugeriría un incremento en los niveles de empleo derivados de la presencia de nuevas firmas. En general, los resultados a los que arriban los investigadores confirman que los clústeres no sólo son importantes en la creación de empleo, sino también para los salarios, la formación de nuevos negocios e innovación.  

Los mismos autores  encuentran que los resultados a los que arribaron poseen varias implicancias de políticas. Por un lado, una política regional efectiva debe priorizar las complementariedades entre las actividades económicas relacionadas, en vez de buscar atraer a cualquier tipo de inversión, ofrecer incentivos que beneficien a un pequeño número de firmas o  favorecer a un campo tecnológico particular si la región no tiene fortalezas en esa área. Por otro lado, sugieren que existen varias direcciones para futuras investigaciones que se enmarcan en como considerar cuáles son los disparadores para la evolución de la estructura de clúster. 

 10.6 Consideraciones finales 

La relevancia que han ido adquiriendo los clústeres en los últimos años obliga al IIE a mantenerse actualizado y activo frente a las nuevas investigaciones. Es por ello que en las dos últimas ediciones de El Balance de la Economía Argentina se insiste sobre ellos.  

Durante el capítulo se vertieron conceptos básicos relacionados a las teorías de clústeres, tomando como punto de partida la definición enunciada por Porter. Esta caracterización de los clústeres tiene como parte fundamental a los elementos participantes. Como se expuso en el Esquema 10.2, diferentes actores de la sociedad lo conforman y las interrelaciones que se gestan son fundamentales para el buen desarrollo y la evolución de un clúster. 

Analizando por partes, empresas, gobierno, e instituciones de investigación y financiamientos son los pilares claves que sostienen la estructura y producen la sinergia que facilita el desarrollo económico de la región. Región que se beneficia no sólo por la presencia de esa aglomeración, sino que también produce economías de escalas y de alcance que benefician a otras firmas generales y engrandecen las virtudes de estas aglomeraciones. 

Por otra parte, estos racimos de instituciones evolucionan y no se mantienen estables. Esto obliga a los investigadores y hacedores de políticas a estudiar las fuerzas constructivas y naturales que van moldeando las estructuras, para que las medidas que se tomen sean en pos de aumentar la competitividad. 

Por último, los factores de éxitos para los clústeres son la confianza y la cooperación. Estos factores deben surgir intrínsecamente dentro de los clústeres para sentar las bases para su desarrollo y sostenimiento. Además sobre ellos se construyen las nuevas innovaciones que van a permitir avanzar hacia una mejor calidad de vida de los habitantes de la comunidad y potenciar el clúster. Si no se alcanza estos dos elementos, la tarea se dificulta y las probabilidades de éxito se reducen drásticamente. Como lo muestran los estudios mencionados en el capítulo, un ambiente de clúster es positivo para la generación de empleos, la implantación de nuevas firmas, mejores salarios y desarrollo de innovación.