Balance de la
Economía Argentina



LA REGIÓN CENTRO: GOZA DE BUENA SALUD?

CAPÍTULO 14: LA REGION CENTRO: ¿GOZA DE BUENA SALUD?1

 

En las vísperas de su primera década de creación, la Región Centro presentó un perfil más económico que social y aunque ha logrado objetivos importantes en el primero de los campos, aún debe dar respuestas en el plano social. En particular, el segmento sanitario no ha mostrado construcciones regionales destacadas.

Sin embargo, hace dos años se elaboró el Plan Estratégico de la Región Centro, y dentro de éste, un capítulo importante se dedica a la salud. Partiendo por definirla como un bien jurídico colectivo, cuyo disfrute debe ser garantizado por el Estado, el documento diagnostica problemas centrales del sector, proponiendo objetivos y acciones cuyo fin es mejorar la equidad en el acceso y la calidad de los servicios y en su diversidad.

Un análisis de la capacidad instalada, por provincia, y de las acciones recientes en el sector en cada jurisdicción, da cuenta de esfuerzos por jerarquizar y eficientizar los diferentes subsistemas.

14.1 Presentación

Mucho se ha escrito, y debatido, sobre la naturaleza, perfiles y destino de la Región Centro de Argentina, fundada hace diez años al borde de la Ruta Nacional 19, en el límite interprovincial que a su vez separa a la ciudad de San Francisco de las santafecinas localidades de Josefina y Frontera.

Es cierto que la tenida empezó antes de aquel acto inolvidable, así como también que a poco de reformarse la Constitución Nacional -en 1994-, las propuestas que prestigiosos intelectuales de Córdoba habían acuñado, trascendieron la idea y comenzaron a plasmarse en definiciones muy concretas, asumidas por dirigentes de Córdoba y Santa Fe, a los que no tardó en sumarse la provincia de Entre Ríos.

Sabido es que la Región Centro de Argentina nació conforme las previsiones del nuevo artículo 124 de la Ley Fundamental, que prevé explícitamente la organización de estos bloques intergubernamentales, con fines de "desarrollo económico y social", los que podrán establecer órganos para el cumplimiento de sus fines.

No obstante, el perfil de la Región Centro fue en esta década de funcionamiento sensiblemente más "económico" que "social", en lo que refleja una tendencia de los procesos de integración latinoamericanos, más orientados a la búsqueda de resultados en el campo del comercio


Los autores de este capítulo son el Viceministro de Salud de la Provincia de Córdoba, Ab. José Emilio Ortega y la Licenciada Cintia Goddio. Se agradece también la valiosa colaboración del Ministro de Salud de la Provincia de Córdoba, el Dr. Oscar González, quien realizó aportes de datos estadísticos y brindó información clave a la hora de la redacción.


 dentro de procesos económicos más amplios pero muchas veces incompletos-, que a la conso lidación interjurisdiccional del "Estado de Bienestar", como ocurre en el caso europeo.

Este sesgo se refleja en la configuración de la estructura institucional de nuestra Región Centro, hecha a imagen y semejanza de los antecedentes que ofrecía a fines de la década del 90 la experiencia institucional comparada (Región Patagónica, Nuevo Cuyo, CRECENEA, etc.) y cuyos lineamientos guardan en general estrecha conexión con los diseñados para gestionar la integración sudamericana -ALADI y en particular MERCOSUR-.

El tipo de institucionalidad que requiere un proceso de integración como el europeo, exige la creación de una estructura que, por sobre los Estados soberanos, asuma ciertas competencias que hasta el momento de la fundación del bloque se encuentran en cabeza de aquellos, mediante un proceso de atribución (que no debe confundirse con la delegación); por ello estas instituciones son "supranacionales" y poseen imperium tanto respecto a los Estados parte, como a los ciudadanos.

Hacia adentro de los estados soberanos, las regiones constituidas respondiendo a esta lógica institucional, actúan como un nivel de gobierno intercalado entre el estado nación y la jurisdicción local; lo que nuestra Carta Magna no autoriza. Ello no quita que la región propuesta por nuestro constituyente, no otorgue posibilidades a las unidades autónomas que promueve aglutinar -las provincias- para organizarse eficazmente y concertar diversas políticas y acciones de amplio alcance, que pueden aplicarse hacia adentro del bloque integrado como respecto a las relaciones entre el bloque y otros sujetos de derecho público: otras provincias, el propio Estado Federal, potencias extranjeras o sus unidades autónomas, etc.

No es propósito de este trabajo examinar las condiciones institucionales de la Región Centro, pero es dable resaltar que si bien los órganos que prevé el Tratado Fundacional, en particular desde la suscripción del Protocolo de Córdoba -en 2004-, funcionando desde entonces con aceptable regularidad, todavía no han logrado superar la intermitencia y cierta laxitud que lamentablemente es tendencia común a los procesos intergubernamentales -en particular los latinoamericanos.

Además, aún cuando la Región constituida institucionalmente logró canalizar propósitos políticos de cierta envergadura, corporizando numerosas preocupaciones y algunos reclamos que reconocen en su gran mayoría raíz económica, todavía nos debe aportes destacados en el abordaje de la problemática social, así como también respecto a la concertación e instrumentación profunda de políticas públicas que permitan cumplir con los objetivos establecidos en la Constitución Nacional y en las Leyes Fundamentales Provinciales.

Sin perjuicio de ello, el debate regional recoge desde siempre en las tres Provincias del bloque, como activos actores, a los representantes de la sociedad civil organizada, depositarios de confianza tanto en lo que a las instituciones estatales como a la opinión pública y al accionar ciudadano se refiere. Y esto también ha impactado sobre el modelaje de las instituciones de la Región Centro, que mantiene la vigencia de un "Consejo de la Sociedad Civil", aunque la marcha de sus distintos Foros, y como consecuencia de la señalada intermitencia de la conducción orgánica "dura" o central, funcionan de forma muy desigual.

No obstante, el presente de la agenda regional se presenta diluido en un plano "formal" determinado por temas predominantemente económicos, y una agenda "real" que presenta diversos problemas y conflictos de orden socio-económico o, lisa y llanamente sociales, en los que la escala regional se advierte a la hora de analizar los impactos, pero en la que no encontramos respuestas ni compromisos institucionales conjuntos, sin perjuicio de algunos aportes aislados de la sociedad civil que tampoco alcanzan para construir un diagnóstico y mucho menos una política.

Será nuestro propósito, en estas páginas, profundizar algunas reflexiones sobre un aspecto medular de las políticas públicas de carácter social: la sanitaria. Trabajaremos sobre la entidad (dimensión, características) del campo de la salud en la Región, sobre su visibilidad en la agenda pública de las provincias que la integran y sobre su inserción en dimensión regional.

14.2 El impacto de la problemática social en la agenda regional

No hace falta mayor esfuerzo para demostrar que el norte del "desarrollo económico y social" que persigue la Región Centro, estuvo puesto, en la experiencia de este primer decenio de funcionamiento de la misma, en el primero de los capítulos mencionados.

¿Ello fue un acierto o un error? Nos parece que carece de sentido indagar en este interrogante y ensayar posibles respuestas. La preocupación económica estuvo presente en el origen de estas propuestas, y fue desde el campo económico que provinieron las primeras reflexiones "regionales", en parte por la ya referida tendencia latinoamericana en la visión de estos procesos, en parte por el propio interés tanto académico como profesional y sectorial de los expertos que comenzaron a desarrollar -con destacado método- publicaciones, informes, análisis, que incluían la dimensión interprovincial.

Por otra parte, el capítulo estrictamente social de ese desarrollo regional promovido no se desconocía, pues tanto internacional como localmente se consideraba -con base en explicaciones teóricas notablemente vigentes en las décadas de 1980 y 1990- que la expansión económica brindaría un "efecto derrame" que alcanzaría a la base social, por lo que en definitiva preocuparse primero por la mejora de la economía, traería un beneficio social colectivo.

Podríamos afirmar hoy, a varios años vista de aquellos acontecimientos -que nos tuvieron como parte tanto en lo que a la generación de ideas como de ejecución de acciones se refiere-, que la visión teórica del proceso de integración regional utilizada como insumo en las primeras propuestas, tanto en la temprana formación de la idea o proyecto "Región Centro" -período 1996 a 1998-, como en sus primeras líneas de acción fundado el bloque -1999 y primer semestre del 2000-, postergaba el abordaje profundo de capítulos sociales, a los que se pensaba llegar una vez puestos en marcha el andamiaje institucional y la instrumentación de una agenda de desarrollo económico, con la expectativa de que la dinámica lograda en esta secuencia, actuara per se en la obtención o aprovechamiento de ventajas con positivo impacto social.

Cuando ese acervo de propuestas es retomado, en 2003, casi con los mismos protagonistas políticos que dieron origen a la fundación del bloque, y buena parte del disperso -aunque de algún modo relacionado por vínculos sostenidos en el campo de la sociedad civil- "think tank" interinstitucional e interdisciplinario que trabajó en anteriores etapas, no es cambiado sustancialmente el criterio, y quizá se pierde una oportunidad para avanzar complementariamente en los dos campos señalados por el 124 de la Carta Magna.

La Región Centro, como estructura interprovincial, comenzaba lentamente a moverse, pero en su interior numerosos protagonistas fuertes, sólidamente instalados, avanzaban más rápido en ciertas acciones específicas, e instalaban el debate regional. El perfil de estas instituciones, generaba que las líneas de debate y acciones se orientaran a los campos productivos: industria, mercado de capitales, servicios profesionales. El mundo del trabajo y su organización gremial demoraban su entrada en el debate. Las Universidades, se sumaban activamente, pero además de ofrecer sus ámbitos para el intercambio de ideas, se insertaban desde su perfil de formadoras de recursos humanos y de productoras de servicios transferibles mediante la vinculación tecnológica.

También el perfil profesional de expertos o consultores convocados por las provincias para aportar ideas que permitan arraigar la Región, refuerzan este sesgo pro desarrollo económico.

Asimismo, la estratégica vinculación con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) mantenida por el bloque desde 1999, claramente se orienta en esta tendencia; las primeras performances de la Región Centro-institución, son el producto de este trabajo, y procuran su inserción en el mundo productivo, por ejemplo, las misiones comerciales a China, Rusia, países centroamericanos y a Sudáfrica.

Paralelamente, mientras se advertía la necesidad de renovar ciertas ideas centrales del paradigma regional, demostrado el profundo impacto de variables sociales en la realidad argentina de comienzos del Siglo XXI, en particular a partir del desplome institucional y socioeconómico que signó la caída del gobierno del Doctor Fernando de la Rúa en 2001, y el comienzo de un traumático período en el orden nacional que requería acciones concretas en estos campos; demostradas las limitaciones de las teorías que promovían el "efecto derrame", los capítulos extraeconómicos pesaron y presionaron significativamente a la hora de imaginar cómo dinamizar la agenda regional.

Por ello, a las primeras acciones propuestas por el Consejo Federal de Inversiones -consultoría sobre aspectos económicos, de producción, de capacidad científico tecnológica instalada, y las mencionadas giras comerciales-, le siguió la formulación de un Plan Estratégico, el cual fue elaborado por el mencionado organismo entre los años 2006 y 2007, y marcó una primera manifestación concreta de preocupación institucional respecto al abordaje de nuevas temáticas, las que por primera vez contemplan el plano social.

Como hemos visto, el constituyente de 1994, haciéndose eco del discurso político -y también de la práctica institucional- promovió una versión liviana de regionalismo. No obstante, y ello es muy importante, este modelo de región requiere, para su funcionamiento, de la concertación. En este consenso y diálogo no puede imperar la voluntad la conducción estatal nacional, ni tampoco la de un conjunto de sujetos colectivos autónomos sin interacción alguna con la sociedad civil.

La Región argentina se nutre del Estado -en todos sus niveles-, pero con ello no alcanza. Las "cuestiones de Estado", son también las cuestiones de la Región. Así, el empleo, la seguridad, la salud, la educación, que han exigido hasta el desborde a la capacidad de respuesta de cada una de las Provincias y también del Gobierno Federal, deben ser naturalmente parte del contenido económico y social que será trabajado conforme el federalismo de concertación.

En el caso de la Región Centro, se fue desenvolviendo una red en la que el Estado interactuaba con instituciones intermedias. A los ciclos de mayor interacción, corresponden mayores avances. A los retrocesos del flujo de intercambio, corresponden retrocesos en el proceso. Es que la Región puede facilitar una escala interesante para encontrar el denominador común de ciertos problemas y de ciertas soluciones, y también un diálogo menos formalista y más confiable con la sociedad civil, cada vez más autónoma e insatisfecha respecto de las formas tradicionales de representación y participación social y política.

Bajo esas premisas, que renuevan la visión original del proceso, fue elaborado el Plan Estratégico Regional, finalmente presentado a mediados de 2007 en Rosario. Este, constituyó un primer ejercicio dotado de cierta flexibilidad y participación, que promovió la participación responsable, de algún modo desde adentro del bloque, de actores de la sociedad civil organizada, y que expresó un catálogo de percepciones sobre un conjunto de aspectos que hacen de un modo más integral (luego veremos si además lo hace de un modo integrado), al desarrollo económico y social.

Pero en una primera aproximación, decimos que la agenda tanto formal como real de la Región Centro presentó históricamente grandes capítulos abordados deficientemente o directamente no abordados por el bloque como institución. Y esa deuda histórica no puede ser saldada con unos pocos meses de trabajo.

Hablamos de grandes capítulos. Ente ellos encontramos el "desarrollo social", también denominado "acción social" o -stricto sensu- "servicio social", comprensivo de materias tales como bienestar o inclusión de la familia; infancia y juventud; mujer; tercera edad; discapacitados; presos o ex reclusos; desarrollo de minorías étnicas; toxicomanías; asilados o refugiados; voluntariado; acción de sociedades de beneficencia; etc.

Otro tanto ocurre con la problemática medioambiental, de amplia y densa configuración, y sólo abordada muy superficialmente ante el advenimiento de ciertos problemas (fallas comprobadas o comprobables) en ecosistemas microrregionales o locales, así como de conflictos (tensiones sociales).

Además, y en lo que específicamente nos ocupa, a la salud, en múltiples aspectos: características de la "función sanitaria" de cada estado parte (prestando el servicio a través de efectores o programas, fiscalizando, regulando, financiando, etc.); cantidad, tipos y calidades de estructura asistencial y su distribución, tanto territorial como en razón del titular del servicio (público nacional, público-provincial, público-municipal, privado) o por complejidad (baja, media o alta); configuración del "equipo de salud", tipo de recurso humano existente o faltante y alternativas para su formación y radicación; esquemas de integración sanitaria interprovincial, en particular en zonas limítrofes; obras sociales y empresas de medicina prepaga, etc.

Tampoco se ha trabajado sobre la salud como generadora de múltiples oportunidades económicas para la Región; sabido es que en más o en menos, las tres provincias poseen ofertas de servicios públicos y privados, tanto estrictamente asistenciales como de formación de recursos humanos, que son requeridos por usuarios de todo el país y aún del extranjero.

El impacto de los temas señalados es tal, que compendios de estudios de gran prestigio dedicados al estudio de las variables macro o microeconómicas regionales (como son los "Balances de la Economía Argentina"), desde hace algunos años trabajan intensamente, incluso convocando a expertos de otras disciplinas y formados en otras instituciones, para explicar a las regiones estudiando también estos aspectos.

Bien justificado está en consecuencia, y ello va más allá del énfasis de estas páginas, el abordaje que se intenta a continuación.

14.3 El campo de la salud

El Balance de la Economía Argentina ha trabajado sobre la salud, y ha expuesto oportunamente conceptos generales sobre el tema, a las que por razones de brevedad nos remitimos.

No puede discutirse hoy que la salud, como valor colectivo, es parte central de cualquier proyecto de país, y ocupa un espacio muy importante en la agenda y las decisiones públicas. Ello exige el liderazgo del Estado, que establece políticas rectoras, regula ordenando el sistema (habilita, controla, fiscaliza, etc.), y también presta servicios, a veces mediante sus establecimientos (efectores), a veces mediante programas destinados a contener nichos específicos, a veces mediante el directo financiamiento de ciertos servicios que su estructura no presta.

Además, dado que la salud asegura el desarrollo del capital humano y social, promueve la integración de los grupos excluidos y permite el acceso de toda la población a otros bienes tutelares como la educación, la justicia, la seguridad y el trabajo; si hay proyecto de Estado-Nación, debe haber proyecto de salud.

Dentro del amplio universo teórico y práctico en el cual se encuadra el estudio de lo sanitario, la literatura especializada ha trabajado sobre la idea de un "Campo de la Salud", con cuatro componentes: Biología Humana, Medio Ambiente, Estilo de Vida y Organización de la Atención de la Salud. Este modo de presentar al complejo de instituciones, personas y servicios que pretendemos analizar, tiene una ventaja: cualquier conflicto o problema sanitario puede ser causado por uno de sus componentes o por una combinación de más de uno de ellos.

Además, así entendidos, se estimula la comprensión e internalización de todos estos aspectos por los diversos actores con un rol específico dentro de su dinámica: equipo de salud, pacientes, investigadores, empresarios, reguladores de carrera, funcionarios políticos, etc., y se facilita el análisis sistemático de la evolución del campo sanitario, definiendo roles y requiriendo respuestas específicas pero a la vez involucradas en un contexto o "todo" sanitario.

A los fines útiles a este trabajo, nos centraremos sobre el aspecto denominado "Organización de la Atención de la Salud" o "Sistema de Salud".

14.4 El sistema de salud de la Región Centro

Mejorar la prestación de los servicios de salud en el marco de la integración propuesta en la Región Centro, implica contar con información que describa el estado actual del sistema, que permita la detección de brechas y necesidades que generen espacio para la realización de políticas así como también, que brinde la posibilidad de planear un futuro deseable.

Con ese propósito analizaremos algunos indicadores de salud que brinden una noción al respecto, y que permitan la realización de un análisis DAFO (análisis de Debilidades y Fortalezas propias del sistema de salud y de Amenazas y Oportunidades provenientes del contexto sociohistórico y regional), a partir del cual se puedan proponer políticas orientadas a crear las condiciones que acompañen el proyecto de integración de la región.

Paradójicamente, a pesar de su importancia, el nivel de salud de una población es muy difícil de cuantificar, debido a la escasa preocupación institucional por sistematizar indicadores, índices o tasas que midan el buen estado de salud desde una perspectiva más amplia que la comprobación de ausencia de enfermedad. Pero, aún con diferencias conceptuales importantes, se reconocen ciertos indicadores tales como la tasa bruta de mortalidad, la mortalidad infantil, la esperanza de vida y las causas de muerte que muestran de manera bastante fiel el estado de salud de la población.

Asimismo, también es útil medir y comparar a los sistemas sanitarios. Es difícil esta comparación, pues habrá que encontrar elementos o"rasgos definidores"2 a cotejar, que sean precisos para no distorsionar el sentido de la comparación.

Estos indicadores muestran grandes diferencias entre países, entre regiones de un mismo país, entre departamentos dentro de una provincia y hasta entre distritos dentro de una misma ciudad. 

Es así que con el propósito de ubicar a la Región Centro en el contexto nacional, se realiza a continuación una síntesis de los principales indicadores representativos del sector salud entre las distintas regiones del país.

14.4.1 Indicadores de salud

Una de las primeras cuestiones a analizar cuando se quiere profundizar sobre la situación del sistema de salud es qué tanta cobertura éste puede prestar.

Como se observa en el Gráfico 14.1, la Región Centro es la que posee el mayor porcentaje de población cubierta con seguros de salud (obra social, incluyendo PAMI, plan de salud privado o mutual, plan o seguro público o servicio de emergencia) y, dentro de ella, Córdoba es la provincia con mejor performance con el 71% de su población cubierta (a diferencia de Santa Fe y Entre Ríos que cuentan respectivamente con el 70% y el 67%).


Muñoz Machado, A.:"Los sistemas sanitarios y su organización".Madrid, Fondo de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social; 1989.


  

Esta situación además de que puede estar reflejando mejores condiciones en el mercado laboral -no sólo de menores niveles de desempleo sino también de menor nivel de informalidad implicaría prima facie una menor carga para el Estado, aunque ello en la práctica no se verifica de ese modo, por las dificultades que presenta en la coyuntura la salud privada, ante la crisis de las obras sociales y otras entidades financiadoras.

Es interesaste destacar también que la cobertura tiene una estrecha relación con el nivel de educación y con los niveles de ingreso de la población (sin que esto implique postular una relación causal entre las variables). Como se aprecia en los Gráficos 14.2 y 14.3, el porcentaje de población cubierta aumenta, tanto cuando aumentan los niveles educativos alcanzados como cuando aumentan los niveles de ingresos percibidos.

A su vez -además de los tradicionales indicadores sobre esperanza de vida, mortalidad y morbilidad-, las consideraciones sobre la calidad de vida son actualmente muy utilizadas para la toma de decisiones y la evaluación de la efectividad de las intervenciones del sistema de salud. Pues, las personas con mayor afectación de la calidad de vida, presentan mayor utilización de los servicios de salud y, de alguna manera, se constituyen en un indicador de la necesidad de dichos servicios.

La variable utilizada para medir la calidad de vida relacionada con la salud es lo que el propio individuo percibe sobre su estado de salud; es decir, si considera que cuenta con un estado de salud excelente, muy bueno, bueno, regular o malo. Como se aprecia en el Gráfico 14.4, la Región Centro suma el mayor porcentaje de población (38%) que considera que goza de un estado general de salud excelente o muy bueno.

Las diferencias entre regiones en relación a la calidad de vida relacionada con la salud, puede deberse a las diferentes distribuciones etarias de las mismas 3, aunque regiones sin una edad promedio elevada -como el NOA o Cuyo-, presentan un nivel de salud general menor, quizás debido a peores condiciones socioeconómicas y del sistema de salud.

Diferentes estudios poblacionales indican que en países desarrollados, alrededor del 12% de la población considera tener un estado general de su salud regular o malo 4. En nuestro país, alrededor del 80% de las personas se refiere a su salud como excelente, muy buena o buena y, como se observa en el Gráfico 14.4, son las regiones del Nor-Oeste argentino (NOA) y de Cuyo, las que mayores porcentajes poseen, de población que reporta tener un estado malo o regular de salud.

Siguiendo con el análisis de los indicadores tradicionales, se observa que las tasas de mortalidad son más altas en las regiones de Buenos Aires y Región Centro sin embrago, no se debe olvidar que la Tasa Bruta de Mortalidad relaciona todas las muertes acaecidas en una población dada, midiendo la reducción de la misma a causa de las muertes. No obstante, dado que la mortalidad varía con la edad, la tasa bruta puede ser engañosa cuando las poblaciones que se comparan tienen una composición etaria diferente, pues en poblaciones más envejecidas, la tasa de mortalidad será mayor. 


Para el total de provincias del país, el 18,1% de la población posee entre 18 y 24 años; el 20,2% entre 25 y 34 años; el 25,9% entre 35 y 49 años; el 21% entre 50 y 64 años y; el 14,8% tiene 65 años o más. La provincia de Buenos Aires así como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, muestran un envejecimiento poblacional importante. En el otro extremo se encuentran las Provincias de Tierra del Fuego, con una distribución centrada en la población económicamente activa (entre 35 y 49 años) y; las provincias de Salta, Tucumán, La Rioja y Corrientes, con las mayores proporciones de población joven (entre 18 y 24 años).

Letherbridge M. y Cols. Summary health statistics for US adults: National Health Interview Survey: National Center for Health Statistics, 2002 (Vital Heath Stat 10, Nº 222), 2004.

La Tasa Bruta de Mortalidad es igual al cociente entre el número de defunciones ocurridas en una determinada población durante un período de tiempo y la población total para la mitad del mismo período; tasa ésta que se calcula cada mil personas.


  Esto efectivamente se puede apreciar en el Gráfico 14.5, que muestra que son la región de Buenos Aires y la Región Centro las que presentan las mayores tasas de mortalidad, aunque como explicábamos precedentemente son estas las regiones con poblaciones más envejecidas.

Para subsanar en alguna medida las deficiencias en la información transmitida por la Tasa Bruta de Mortalidad es que, como bien lo explican algunos autores, se utiliza la Tasa de Mortalidad Infantil. Esta última es considerada como uno de los indicadores más objetivos para evaluar el estado de salud e, incluso, el nivel de desarrollo social de un país. Tal afirmación se sustenta en tres planteamientos: a) la variación que se observa en la Tasa de Mortalidad Infantil según el nivel de desarrollo de cada país; b) la importancia social que tiene la salud infantil; y, c) el hecho de que en esta mortalidad, la incidencia de accidentes, de suicidios, o la composición etarea de la población es despreciable, y por tanto, se capta más adecuadamente el efecto de las causas de enfermedad y muerte vinculadas al desarrollo social.

Es así que el estudio de la Mortalidad Infantil merece un lugar destacado entre los indicadores relativos al nivel sanitario y al grado de desarrollo socioeconómico de una determinada sociedad.

Como se observa en el Gráfico 14.6, con este indicador, mejora la posición relativa de la Región Centro, ubicándose ahora en el tercer lugar más bajo, luego de Buenos Aires y la Patagónica.

En cuanto a la Esperanza de Vida al Nacer, la Región Centro mejora significativamente, siendo la segunda entre las regiones del país.

Con un promedio de 74,38 años de vida, se ubica detrás de la Región de Buenos Aires.

A su vez, Córdoba, es la provincia con mayor Esperanza de Vida de las tres integrantes de la Región Centro.

Otra cuestión que no se puede dejar de analizar cuando se estudia el sistema de salud y la eficiencia del mismo, son las desigualdades en las condiciones de vida, cuya ponderación objetiva, en lo posible sujeta a ciertos criterios predeterminados, debería ser la base de políticas diferenciales. La variable que mejor refleja las desigualdades en las condiciones de vida relacionada con la salud es el porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). A la hora de calcular dicho porcentaje se considera que un hogar tiene NBI cuando sufre al menos alguno de los siguientes indicadores de privación:

- Hacinamiento: hogares con más de tres personas por cuarto.

- Condiciones sanitarias: hogares que no cuentan con retrete.

- Vivienda: hogares que habitan una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo).

- Asistencia escolar: hogares con al menos un niño en edad escolar (entre 6 y 12 años) que no asista a la escuela.

- Capacidad de subsistencia: hogares con cuatro o más personas por miembro ocupado y, cuyo jefe no haya completado el tercer grado de escolaridad primaria.

También en esta variable, la Región Centro es de las mejores ubicadas; detrás de la Región de Buenos Aires es la que menos porcentaje de hogares con NBI posee, e incluso se encuentra por debajo de Buenos Aires pero con una mínima diferencia respecto de ésta (Gráfico 14.8).

14.4.2 Recursos materiales, humanos y financieros

Luego del análisis de los indicadores de salud, no se puede dejar de considerar los recursos con los que se cuenta para el logro de los mismos.

Las variables más utilizadas en lo que a recursos materiales y humanos se refiere son: la cantidad de establecimientos asistenciales, la cantidad de camas hospitalarias y la cantidad de médicos por habitantes. 

Como se observa en los Gráficos 14.9; 14.10 y 14.11, la posición relativa de la Región Centro, es buena en lo que respecta a la cantidad de camas como a la cantidad de médicos por habitante, ubicándose en ambos casos, en segundo lugar, -detrás de la Región Patagónica cuando se analiza la cantidad de camas y detrás de Buenos Aires cuando se evalúa la cantidad de médicos por habitantes-.

Todo lo contrario ocurre a la hora de considerar la cantidad de establecimientos asistenciales donde se encuentran, junto con la Región de Buenos Aires, en los dos últimos lugares. Es decir, los establecimientos de estas dos últimas regiones, poseen en cada uno de ellos, mayor cantidad tanto de camas como de médicos, que las demás regiones del país.

A su vez, dentro de la Región Centro, Córdoba se encuentra entre Entre Ríos y Santa Fe en la cantidad de camas y de establecimientos asistenciales que cada una posee, mientras que es la mejor posicionada en lo que respecta a la cantidad de médicos por habitante.

Si se analiza la disponibilidad de profesionales por cada paciente internado en los establecimientos asistenciales -relación médicos por cama-, la Región Centro se encuentra en tercer lugar, luego de la región de Buenos Aires y de Cuyo.

Estudiados lo principales recursos materiales y humanos, no se pueden dejar de considerar los financieros. 

Muestra la historia que, en la mayoría de los países del mundo, se destinan sumas de dinero cada vez mayores, sin embargo, los resultados en términos de indicadores sanitarios avanzan a un ritmo menor que el gasto. De allí que entre los determinantes identificados, la cuestión del financiamiento se convierta en cardinal, dentro de los sistemas de salud.

A diferencia de lo ocurrido en las variables anteriores -camas hospitalarias, establecimientos asistenciales y médicos-, en la cantidad de dinero empleado en salud, la Región Centro no es de las mejores ubicadas.


El gasto per cápita se expresa en pesos constantes de acuerdo al índice de precios combinados con base 2004 (2004=100).


  

A su vez, según un relevamiento efectuado por el Ministerio de Salud de Córdoba, en entrevistas mantenidas con funcionarios de esa cartera, se estima que en los últimos cinco años (el dato es importante ya que la base utilizada en el Gráfico 14.14 es de 2004), del total de inversión en equipamiento realizada en la provincia, no menos del 80 % fue realizado por el sector público (Nación, Provincia y Municipios); lo que no deja de indicar la falta de participación del sector privado en el ámbito de la salud y la tendencia a una participación cada vez menor. Es oportuno notar que en las comparaciones internacionales, los países que obtienen los mejores resultados, analizados éstos a partir de la Esperanza de Vida y la Mortalidad Infantil, son los países en los que más de tres cuartas partes del gasto en salud es realizada por el sector público.

Este menor nivel de gasto comparado efectuado por la Región Centro, relacionado con los indicadores de Mortalidad Infantil como de Esperanza de Vida al Nacer, denota mayor eficacia en la asignación del dinero que el resto de las regiones que, con superiores niveles de gasto no mejoran sus indicadores.

14.4.3 Producción hospitalaria

Luego del análisis de los recursos disponibles, es imprescindible estudiar "lo producido" en cada una de las regiones. El indicador más utilizado para esto -por su capacidad de comparación entre países, regiones y/o provincias o menos sesgado por variables ajenas al sistema sanitario (como la cantidad de población pobre, con NBI, con bajos niveles de instrucción o la composición etarea de la misma)-, es la volumen de egresos hospitalarios; entendiendo por esto a la cantidad de salidas de los establecimientos de pacientes que hayan estado internados en él, ya sea por alta médica definitiva, alta médica transitoria o alta por defunción.

Para el año 2004, los establecimientos asistenciales del subsector oficial, produjeron en promedio 237 egresos cada uno de ellos. En mejor posición se encuentra la Región de Buenos Aires -con el doble de egresos por establecimiento que la región inmediata posterior-, seguida por la Región Patagónica y la Región del Noroeste argentino.

14.5 Plan estratégico de la Región Centro

Se propuso en sucesivas oportunidades, retomada la voluntad de las Provincias de trabajar en pos de organizar la Región, en desarrollar un Plan Estratégico. Finalmente comenzó a trabajarse en el mismo con la intervención del Consejo Federal de Inversiones, en el año 2006. Se incluye una comisión de salud, ante la convicción de que ésta " es un bien jurídico colectivo. Su respeto se logra, por un lado, a través de un accionar preventivo que el Estado debe desarrollar, y por el otro, garantizando el derecho al acceso a las prestaciones y servicios necesarios"7.

Se ha justificado al Plan Estratégico como una herramienta para facilitar la integración. Es un mecanismo para lograr consensos sectoriales de aquellos aspectos económicos y sociales -en nuestro caso en el "campo" de la salud- que pueden o deben modificarse a mediano y largo plazo.

Se trabajó en un diagnóstico que aborde los principales aspectos del campo sanitario, a fin de establecer posteriormente los objetivos y acciones que permitan establecer el principio de equidad y promover la cultura de la calidad en sus acciones.

14.5.1 Líneas estratégicas regionales

Las líneas estratégicas regionales acordadas por las tres provincias -en función de lineamientos convenidos por ellas y de los objetivos del Plan Federal de Salud, en el marco de la Comisión de Salud de la Región Centro-, son las siguientes:

1. Consolidar las estrategias desarrolladas en el Plan Federal de Salud:es decir, orientar las acciones de forma "progresiva y sustentable que garantice un aumento de la vida saludable, universalidad y equidad en la cobertura, entre otros; para generar así diagnósticos de las necesidades de salud y poder definir prioridades y metas.

Esta primera línea estratégica se implementa a través de los siguientes programas:

- Programa alimentario familiar.

- Programa Remediar.

- Programa de vigilancia de la salud y control de enfermedades.

- Programa de salud sexual y reproductiva.

- Plan Nacer.

2. Promover la Atención Primaria de la Salud, garantizando la accesibilidad a los distintos servicios sanitarios y dentro de este concepto el desarrollo de los recursos humanos correspondientes:esta línea se propone debido a que la Atención Primaria es


Plan Federal de Salud, pag. 2.


 una estrategia que concibe integralmente los problemas de salud, enfermedad, atención a las personas y conjunto social, a través de la integración de la asistencia, la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y la rehabilitación 8. Así, se lograría extender el sistema sanitario a los hogares permitiendo la accesibilidad a toda la población, mejorar la comunicación, capacitación y coordinación de los recursos humanos en los distintos niveles.

Los programas a través de los que se implementa esta segunda línea estratégica son:

- Programa Nacional de Recursos Humanos para la Atención Primaria de la Salud.

- Programa de Reforma de la Atención Primaria de la Salud-PROAPS.

- Programa Promotores de Salud.

- Programa Acción Social en Salud.

- Programa Médicos Comunitarios.

- PROFE (Programa Federal de Salud).

- Coordinar políticas de Recursos Humanos en Salud.

- Reglamentación en investigaciones biomédicas.

3. Continuar con las políticas para la disminución de la mortalidad materno infantil y acciones de prevención de enfermedades y promoción de la salud, con participación comunitaria en la lucha contra las enfermedades infecciosas y prevalentes.

Línea implementada a través de:

- Programa de Maternidad e Infancia.

- Programa de Vacunación.

- Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus Humanos (SIDA ETS)

- Programa de Control de Chagas.

- Programa de Control de Tuberculosis y Enfermedades respiratorias agudas.

- Programa de Control y Prevención de Lepra.

- Programa de Vigilancia Epidemiológica

- Programa Parasitosis y zoonosis.

- Programa de Control del Tabaquismo y Adicciones.

- Coordinación regional de Emergencias y Catástrofes.

- Coordinar una política de Salud Mental transversal.

Asimismo, se plantean desafíos y nuevas exigencias a la constitución de un Plan Estratégico.

La planificación estratégica regional constituye un potente instrumento de gestión capaz de ayudar a dar respuestas y permitir a las provincias, entre otras cosas, desarrollar estrategias y políticas que posibiliten su integración; mejorar la calidad de sus prestaciones y adecuar éstas a las necesidades de la sociedad; perfeccionar sus sistemas de organización, dirección y gestión; incrementar la cooperación interprovincial y potenciar su colaboración con otras regiones así como con la Nación; 


8 Plan Federal de Salud, pag. 17


  

desarrollar nuevas formas de apacitación y de formación de los profesionales de la salud, aumentando los mecanismos de control a fin de generar políticas comunes; mejorar los sistemas de información a partir de bases de datos confiables; continuar con la participación comunitaria activa.

14.5.2 Líneas estratégicas de cada provincia

Cada provincia a su vez, ha designado sus directrices, las que se presentan a continuación:

14.5.2.1 Provincia de Córdoba

En nuestra Provincia, el poder constituyente provincial otorgó rango expreso a la tutela de la salud, dentro de los capítulos de derechos personales e -indirectamente- de los derechos sociales 10. Además, dentro del capítulo de"Políticas Especiales del Estado"11, lo ha elevado a la categoría de bien natural y social, estableciendo parámetros para un programa de gobierno, no sólo a través de acciones desde la esfera provincial, sino asumiendo el compromiso de coordinar competencias con el Estado Nacional, otras Provincias, los Municipios y entidades públicas y privadas.

Conjuntamente, la ley Nº 9.454 -de Ministerios-, atribuye la responsabilidad sanitaria al denominado Ministerio de Salud, el cual asiste al Poder Ejecutivo en todo lo inherente a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud y, está abocado a brindar atención sanitaria de alta calidad en todos los niveles de complejidad, propiciando abordajes interdisciplinarios e integrales de la problemática sanitaria a fin de que la prevención sea el eje del sistema.

Los ejes rectores de las actividades ministeriales son la eficiencia y la eficacia en la administración de la salud. Para ello, entre las principales misiones se encuentran: el mantenimiento de la Atención Médica y Tecnológica de excelencia en todos los niveles de complejidad; el fortalecimiento de los efectores sanitarios con enfoque en Atención Primaria de la Salud; el mantenimiento y ampliación de Equipos de Salud de atención de problemas prioritarios de grupos vulnerables, canalizados a través de sistemas locales de salud; brindar tratamiento médico quirúrgico de alta complejidad a todos los que lo necesiten; brindar rehabilitación a todos los que lo demanden; reforzar la Vigilancia Epidemiológica, intensificando acciones de Promoción y Protección de la Salud a grupos vulnerables; la ampliación y fortalecimiento de planes de capacitación sistemática de Educación para la Salud en distintos niveles; la implementación de acciones de prevención de enfermedades y promoción de salud, con participación comunitaria; la provisión equitativa de medicamentos y distribución de leche hasta 5 años; así como la vigilancia sanitaria del medio ambiente y control de vectores, entre otros.

Es importante la puesta en marcha, durante 2008, del denominado "Pacto Sanitario", poderosa herramienta de integración sanitaria que vincula en una estrategia planificada a la Provincia


Artículo 19 inciso 1.

10 Artículos 24, 25, 26, 27, 28, 29.

11 Artículo 59.


  y los municipios y comunas de toda la jurisdicción, la cual cuenta con financiamiento asignado en el Presupuesto, para contratación de profesionales, ampliación y remodelación de infraestructura sanitaria y organización logística para la derivación de pacientes. A la fecha de elaboración de este trabajo, se han firmado unos ciento cincuenta convenios con Municipios y Comunas de gran parte de la Provincia, transfiriéndose alrededor de dos millones quinientos mil pesos, sin contar equipamiento y ambulancias entregadas con financiamiento por otros programas por aproximadamente otro millón. Los convenios han sido negociados y evaluados en base a estrategias sanitarias bien determinadas. Debe tenerse presente que en la jurisdicción, 277 comunas o municipios no poseen salud privada.

En cuanto a la integración propuesta para la Región Centro, otra herramienta importante de nuestra provincia es la Ley Nº 9.133, o "Ley de Garantías Saludables", mediante la cual se da creación al "Sistema Integrado Provincial de Atención de la Salud", conformado por todos los prestadores habilitados por la Autoridad Sanitaria Provincial, y basado en los principios de igualdad en el acceso, equidad en la asignación de los recursos, difusión y promoción del auto-cuidado de la persona.

14.5.2.2 Provincia de Santa Fe

Al igual que Córdoba, la provincia de Santa Fe ha otorgado rango expreso al derecho a la salud. Tutela la salud como derecho fundamental del individuo e interés de la colectividad y con tal fin establece los derechos y deberes de la comunidad y del individuo en materia sanitaria y crea la organización técnica adecuada para la promoción, protección y reparación de la salud, en colaboración con la Nación, otras provincias y asociaciones privadas nacionales e internacionales. A su vez, el Estado instituye un sistema de seguridad social, que tiene carácter integral e irrenunciable y debe crear las condiciones necesarias para procurar a sus habitantes un nivel de vida que asegure su bienestar y el de sus familias, especialmente por la alimentación, el vestido, la vivienda, los cuidados médicos y los servicios sociales necesarios.

Así, es responsabilidad ineludible del Estado establecer políticas que transciendan a las personas y a las gestiones para garantizar los logros en salud y, es a través del Ministerio de Salud que se instituyen las acciones orientadas a garantizar el pleno ejercicio de este derecho constitucional.

El Ministerio de Salud entiende en todo lo inherente al estudio, proyecto y aplicación de la política sanitaria de acuerdo a los objetivos y políticas sanitarias nacionales y provinciales, intensificando el trabajo territorial, fortaleciendo la estrategia de Atención Primaria de la Salud, atendiendo la administración de los establecimientos sanitarios de la Provincia y atravesando todos los niveles de atención, fomentando la participación de la comunidad y de los Equipos de Salud en la definición de problemas y la búsqueda de respuestas.

Para ello desarrolla trabajo con los efectores, programa de Médicos para Zonas Críticas, inversión en equipamiento en todos los niveles de complejidad y reformulación de las redes regionales por el nivel de complejidad que posibilite el acceso universal a todas las prácticas que requiere la atención de la salud, garantizando la equidad y la respuesta oportuna y eficaz.

Asimismo trabaja para consolidar la formación y capacitación de los recursos humanos y, promueve el desarrollo de políticas intersectoriales con las diferentes áreas de gobierno y el Estado Nacional. Lograr un sistema integral implica una construcción permanente y dinámica, cuya lógica asuma cada necesidad y cada particularidad como eje y ordene los recursos en torno a ella, pudiendo decidir la distribución de los recursos cerca de la gente y con la gente.

Al igual que en la provincia de Córdoba, y como lo propone el Plan Federal de Salud, la provincia de Santa Fe procura colocar a la Atención Primaria como la estrategia para el logro de la integración del sistema, sostenida desde la voluntad política del Estado y con la amplia participación de los trabajadores y la comunidad para prestar servicios de salud con equidad y eficiencia.

14.5.2.3 Provincia de Entre Ríos

En la provincia de Entre Ríos, el Ministerio de Salud y Acción Social, parte de la concepción integral del ser humano, la familia y la comunidad para la definición de políticas sanitarias orientadas a generar condiciones de igualdad y justicia social, así como de los lineamientos para la ejecución de planes, programas, proyectos y acciones que emprenda la cartera.

Para la definición de las acciones, se tiene como objetivos directrices al mejoramiento de la calidad de vida, la igualdad de oportunidades, la equidad en la distribución de los recursos, el acceso al cumplimiento de los derechos así como el rescate y respeto por la condición humana de cada habitante de la provincia. Así surge que, la misión de la Secretaría de Salud del Ministerio de Salud y Acción Social tiene la misión de entender en la planificación, normatización, articulación, ejecución, fiscalización y evaluación; en materia de medicina sanitaria social y asistencial proponiendo lineamientos para la toma de decisiones a fin de lograr la promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud integral de la población y su medio ambiente.

14.6 Aportes para un análisis DAFO

Luego de las evaluaciones realizadas, es pertinente desarrollar aportes para un análisis DAFO, que por su complejidad y precisión excede las pretensiones de este pantallazo sobre el sector salud de la Región.

En lo que respecta a las cuestiones del entorno, existen amenazas y oportunidades propias del contexto social, cultural, político, económico, demográfico, etc., en el que está inmerso el sistema de salud. Estas, son variables no controlables que condicionan el funcionamiento del sistema por lo que a lo que se debe apuntar es a atenuar su impacto.

Las amenazas son las variables tanto del entorno más próximo como del que no lo es tanto, que influyen negativamente en el funcionamiento del sistema de salud o que pueden convertirse en obstáculo para la marcha del mismo.

Las oportunidades son también variables del entorno pero que afectan positivamente al funcionamiento del sistema o que pueden ser útiles para la construcción de un sistema regional.

En cuanto a lo intrínseco al sistema, se observan debilidades y fortalezas del mismo.

Las debilidades son los aspectos del propio sistema desfavorables para contribuir a la integración propuesta por la Región Centro. Son los aspectos sobre los que más posibilidades se tienen de influir, por lo tanto, en los que debe focalizarse la atención de modo de revertirlos o por lo menos, evitar su empeoramiento.

En cuanto a las fortalezas, son las características del sistema que hacen un aporte positivo al funcionamiento del mismo así como también, favorecen a la integración. Son los aspectos que deben cuidarse y procurar que se mantengan en el tiempo.

14.6.1 Amenazas

Ausencia de un diseño institucional, técnico, operativo y financiero que acompañara al proceso de descentralización: dos situaciones "madre" a) organización territorial en zonas sanitarias; b) situación específica de áreas limítrofes.

Persistencia de ciertos conflictos o problemas sanitarios, que requieren un esfuerzo coordinado entre estructuras municipales, provinciales y nacionales, más allá de lo aportado desde el campo sanitario:incluyendo en este ámbito desde accidentes de tránsito y accidentes de otro tipo -en particular en el hogar, en niños- hasta problemas atribuidos (sin adecuadas comprobaciones pero con evidencias plausibles) al uso de agroquímicos, pasando el control de la embarazada y la atención perinatal en núcleos urbanos o rurales (con diferente problemática pero con serias implicancias), etc.; para los que con la sola participación del sector sanitario provincial, no es posible la solución integral.

Escasa vinculación interinstitucional: fenómeno observado tanto entre instituciones pertenecientes al ámbito público y al privado (relación público-privada), como entre instituciones del sector público (público-público); en cuanto a las prestaciones específicamente asistenciales y en actividades relacionadas: producción de medicamentos, formación de recursos humanos, etc; y también a la relación privado-privado, que podría ser estimulada desde el propio estado, o desde la sociedad civil organizada.

Dificultades en la financiación del sistema:El sector público absorbe una importante cantidad de pacientes en todos los niveles de complejidad, no sólo a los que carecen de cobertura, sino también a muchos que la poseen, en este caso sin un financiamiento adecuado por la vía del recupero del gasto, ya que los aranceles están muy deprimidos (no se actualizan desde 2000), por decisión de la Superintendencia del Seguro de Salud, la cual depende del Ministerio de Salud de la Nación.

14.6.2 Oportunidades

Similitud en la tipología de conflictos o problemas sanitarios:al tener las provincias una composición demográfica, económica y social muy similar, los problemas que presentan también son similares; lo que facilita la planificación e implementación de políticas comunes.

Existencia de instrumentos planificadores que pueden aprovecharse:tanto el Plan Federal de Salud como el Plan Estratégico de la Región Centro son instrumentos que pueden aportar una plataforma, y sobre sus bases coincidir, descartar y avanzar a otros esquemas de trabajo (propuestas, acciones, evaluación, etc.).

La consideración por parte del Estado, la ciudadanía y la sociedad civil organizada (universidades, colegios profesionales, organizaciones no gubernamentales de diversa extracción y prestigio, etc.), de la salud como valor.

La importancia de la salud como factor de desarrollo regional:al constituir la salud delas personas un factor que asegure el desarrollo del capital humano y social y que, a su vez, promueva la integración de los grupos excluidos y permita el acceso de toda la población a otros bienes tutelares como la educación, la justicia, la seguridad y el trabajo; es manifiesto el interés tanto del Estado como de la sociedad en general, por el logro de la integración del sistema sanitario.

14.6.3 Debilidades

Fragmentación e ineficiencia en el uso de los recursos:existe la imperiosa necesidad de actuar sobre factores extrasectoriales que tienen gran incidencia sobre la salud: vivienda, educación, nutrición, empleo y estilo de vida y calidad ambiental entre otros; así como también de aumentar la atención prestada al crecimiento de la tecnología y el equipamiento, planificarlo y procurar la mejora de su mantenimiento. La fragmentación observada genera ineficiencias, duplicando innecesariamente ofertas y servicios; además de hacer más difícil la garantización de condiciones equivalentes de atención para las personas atendidas por los diversos subsistemas.

Falta de planificación en la formación de recursos humanos:hasta ahora, la formación de los recursos humanos, poco se ha adaptado a las necesidades de la Atención Primaria de la Salud como a las necesidades gerenciales y de gestión que darían más racionalidad al sistema.

Dificultades en el financiamiento del sector privado:En los últimos años, y por diversas causas en las que la crisis del esquema financiero tradicional (obras sociales, prepagas, etc.) son el eje principal, el sector privado se está retirando de sectores medulares de los servicios de salud, en particular la alta complejidad, la cual en algunos segmentos puntuales está quedando en manos del Estado. Ello conlleva muchísimas dificultades por la saturación de la demanda y por la imposibilidad de organizar a la empresa médica como actividad económica privada.

Ausencia de un sistema estadístico regular:el desarrollo de sistemas de información sanitaria es una de las funciones esenciales de la Salud Pública. No sólo permite conocer los problemas de la salud y sus determinantes, favoreciendo el establecimiento de objetivos y prioridades así como la creación de las políticas comunes, sino que además, favorece el control y la supervisión de las acciones realizadas en pos del cumplimiento de los objetivos como el seguimiento y vigilancia de las enfermedades. Sumado a esto, el National Health Service del Reino Unido ha estimado que con buenos sistemas de información se podrían reducir entre 5 y 6 horas semanales de trabajo por médico, -lo que significa una gran disminución de costos de atención- así como un alto porcentaje de errores cometidos en las historias clínicas de los pacientes.

Falta de información estratégica para una gestión integrada del sistema:aún no se han logrado corregir las asimetrías entre las Obras Sociales Provinciales (OSP); la cobertura poblacional de las mismas es muy diversa y su acceso esta limitado geográficamente en algunos casos.

Tampoco se han desarrollado aún acuerdos para facilitar el acceso interprovincial, ni se exigen un mínimo homogéneo de coberturas obligatorias, lo que se manifiesta en importantes desigualdades.

Necesidad de incrementar las políticas e instrumentos destinados a la prevención y a la promoción:como dice el viejo refrán: "es mejor prevenir que curar". Las acciones preventivas son mucho más efectivas en relación a su costo que las curativas. En general, se suele estimar que por cada dólar gastado en prevención, deben gastarse alrededor de dieciséis dólares en curación para conseguir los mismos resultados. Además, como lo afirma la OMS, la Atención Primaria de la Salud debe ser parte integrante del desarrollo de los Sistemas de Salud ya que es el camino más adecuado para producir mejoras equitativas y sostenibles en la salud de los pueblos.

14.6.4 Fortalezas

Buenos indicadores tradicionales:se observan en la región, un alto porcentaje de población con cobertura de salud en relación a las coberturas logradas por el resto de las regiones del país; altas tasas de esperanza de vida; bajo porcentaje de hogares con NBI; alta relación de médicos y de camas disponibles por habitante; así como un buen estado general de salud percibido por los mismos habitantes.

La coincidencia en los principales lineamientos:tanto en lo que se refiere al derecho a la salud, al desarrollo integral de las personas, a la consolidación de la estrategia de Atención Primaria de la Salud como base de organización del sistema, así como a la promoción y prevención de la salud, procurando el aumento de la igualdad en las posibilidades de acceso a los servicios de salud.

14.7 Conclusión

Hemos expuesto que el desarrollo económico -cual reflejo de los procesos de integración latinoamericanos-, ha sido el fin dominante durante esta primera etapa de la Región Centro; aunque en los últimos años, la necesidad de incluir aspectos sociales en la agenda se ha ido concretando, con el tratamiento de temas tales como la salud.

El sistema de salud es el componente del Campo de la Salud en el que nos centramos en este capítulo, intentando detectar necesidades o espacios sobre los que es necesaria la aplicación de políticas a fin de propiciar la integración propuesta por la Región Centro.

A pesar de los escasos indicadores confiables y actualizados con los que se cuenta en este ámbito, tomando el análisis de la tasa bruta de mortalidad, la tasa de mortalidad infantil, la esperanza de vida, el gasto en salud y, la cantidad de recursos del sistema, se logra una descripción aproximada y aceptable del estado de salud de la población y de ciertos aspectos centrales de la realidad del sistema.

Respecto de la población con cobertura de salud, las tasas de mortalidad, la esperanza de vida y las consideraciones que la población hace sobre su propio estado de la salud, la Región Centro presenta un adecuado posicionamiento. Lo mismo ocurre en cuanto a la disponibilidad de recursos tanto humanos como materiales.

Sin embargo, no ocurre lo mismo en la cuantía de los recursos que la Región asigna presupuestariamente a la salud. Esto denota cierta eficacia en el empleo de aquellos, pues se logran resultados aceptables en mortalidad y esperanza de vida, superiores a los logrados por otras jurisdicciones con una mayor asignación de financiamiento al sector.

El Plan Estratégico de la Región Centro es una herramienta concertada para lograr la integración de las provincias integrantes en diversos capítulos, entre los que se encuentra el sanitario. Las líneas principales en nuestro plano son: consolidar las estrategias desarrolladas en el Plan Federal de Salud; promover la Atención Primaria de la Salud y; continuar con las políticas para la disminución de la mortalidad materno infantil y acciones de prevención de enfermedades y promoción de la salud, con participación comunitaria en la lucha contra las enfermedades infecciosas y prevalentes.

Algunos aportes para la elaboración de un análisis DAFO, nos permiten encontrar a la par de ciertos obstáculos irresueltos casi atávicamente, determinadas similitudes y potencialidades que permiten una visión alentadora del futuro. A pesar del difícil cuadro, en el que la crisis económica impactó severamente en el financiamiento del sector, con la precarización laboral de los 90 y crisis del 2001, el retraso en los aranceles para el recupero del gasto, existe un notable esfuerzo público en jerarquizar y eficientizar el sistema, y en planificarlo en forma integrada.

Encontramos experiencias de integración sanitaria muy interesantes, como el Pacto Sanitario de la Provincia de Córdoba, y consideramos que frente al panorama nacional, contrastadas las dificultades frente a las oportunidades, la Región Centro, al fin y al cabo, goza una salud aceptable, que puede mejorarse sensiblemente.