Balance de la
Economía Argentina



NDICE DE COMPETITIVIDAD PROVINCIAL

 CAPÍTULO 12: ÍNDICE DE COMPETITIVIDAD PROVINCIAL

El propósito de este capítulo es introducir en el análisis un tema que ha cobrado gran relevancia en la actualidad: la competitividad. La misma determina el desarrollo de una provincia, como así también la capacidad potencial que tiene ésta para crecer de manera sostenida.

La competitividad se refleja en un índice que se construye con el objetivo de obtener una medida resumen que permita comparar a las provincias entre sí y determinar las posibles causas de las discrepancias. La conformación de este índice involucra el análisis de siete factores. En el presente capítulo, luego de una introducción a los conceptos relacionados a la competitividad, se analizan, como resultado preliminar, los factores Gobierno, Personas y Resultados Económicos.

 

12.1  Introducción

Michael Porter es el encargado de dirigir el Institute for Strategy and Competitiveness (situado en la escuela de negocios de Harvard), y es también un referente muy importante al momento de considerar las cuestiones de la competitividad. Las actividades del mencionado instituto se concentran en indagar acerca de las implicancias que poseen las fuerzas competitivas para las estrategias corporativas, y para la medición de la competitividad de las naciones, regiones y ciudades, investigando el impacto del capitalismo competitivo en la sociedad y el progreso de la misma1. El avance de las investigaciones ha generado cierto consenso entre los economistas acerca de la importancia que poseen unos sanos fundamentals microeconómicos si lo que se desea conseguir es el crecimiento sostenido.

Es por ello que uno podría considerar que la competitividad comienza a formarse desde los aspectos más básicos de la estructura económica y que se va nutriendo de nuevos elementos a medida que el nivel de análisis se amplía hacia consideraciones más macroeconómicas. Por ejemplo uno podría hablar de una determinada provincia, reflexionando sobre los elementos que la hacen competitiva, pero al ampliar el análisis hacia la competitividad del país, surgen nuevas variables fundamentales tales como la política económica del gobierno nacional, que influirán decisivamente en las comparaciones entre países. Lo mismo sucederá cuando se considere a firmas individuales, a un grupo de ellas, a una ciudad, etc.

Este capítulo pretende realizar una revisión de los conceptos de competitividad, y de algunas de las diversas metodologías que se emplean para aproximar una medida de la misma. Sin embargo, el objetivo final es la presentación de los resultados preliminares de una investigación que busca obtener medidas comparativas de competitividad para las provincias argentinas. Utilizando como base la metodología de los trabajos que viene realizando desde 1997 el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, se realizó la recolección de datos pertinentes y se comenzó con el procesamiento de los mismos. Se proyecta continuar con el perfeccionamiento y la finalización de un "Índice de Competitividad Provincial", abarcativo de una serie de factores que recogen lo que se han considerado como los fundamentals de la competitividad. 

 


Snowdown y Stonehouse (2006).


El trabajo no es sencillo, pues no sólo implica tomar el "molde" del trabajo que sirve como inspiración, sino también un profundo análisis crítico de la realidad particular de nuestro país, adaptando y realizando las modificaciones pertinentes a los fines de obtener resultados válidos en nuestro contexto propio.

La estructura de la presentación es la siguiente. En primer lugar se presenta una discusión sobre los conceptos de competitividad en diferentes niveles de amplitud, de acuerdo al territorio analizado. Se abarcan sus determinantes y se ejemplifica con las mediciones realizadas a nivel internacional. Luego el análisis se dirige a la consideración particular de la competitividad provincial, donde se muestra la metodología de trabajo para el cálculo del Índice y los factores que lo componen incluyendo las debidas justificaciones. Seguidamente, se muestran los resultados preliminares para tres de los factores componentes del Índice: Gobierno, Personas y Resultados Económicos.

 

12.2 La competitividad 

12.2.1 La competitividad a nivel país 

En los últimos años el tema de la competitividad ha adquirido gran relevancia, esto no sólo está reflejado en la amplia literatura que se encuentra sobre el tema sino también por la preocupación de organismos internacionales y nacionales por lograr las reformas necesarias para alcanzar un mayor desarrollo económico, social e institucional, lo que resultaría de un aumento de la competitividad. 

La competitividad a nivel nacional y regional se ha convertido en una tema central en los diversos gobiernos e industrias de diversos países, constituyendo una cuestión importante al momento de diseñar políticas para el logro de desarrollo socioeconómico. Existe una infinidad de discusiones y debates sobre el tema pero aún no existe un consenso sobre el significado y definición del término. A su vez, en los últimos años se han realizado grandes esfuerzos por medir la competitividad de las naciones y regiones, para llevar adelante este cometido algunos de los organismos internacionales adoptaron las siguientes definiciones:

"La competitividad es un campo del conocimiento económico, que analiza los hechos y políticas que forman las habilidades de una nación de crear y mantener un ambiente que sostenga una mayor creación de valor para sus empresas y una mayor prosperidad para su población" (IMD, 2006)2.

"La competitividad nacional es un conjunto de factores, políticas e instituciones que determinan el nivel de productividad del país. Incrementar la productividad, es decir, hacer un mejor uso de los recursos y factores disponibles, es la fuerza conductora de la tasa de retorno de la inversión que finalmente determinará la tasa de crecimiento agregado de la economía. Entonces, una economía más competitiva será una que probablemente crecerá más rápido en una perspectiva de mediano a largo plazo" (WEF, 2006)3.

"La competitividad se define como la calidad del ambiente económico e institucional para el desarrollo sustentable de las actividades productivas privadas y el aumento de la productividad" (BID, 2003)4.

 


Institute for Management Development, World Competitiveness Yearbook 2006.

World Economic Forum, Global Competitiveness Report 2006-2007.

Banco Interamericano de Desarrollo, Competitividad 2003.


En conjunto, la competitividad es la capacidad del ambiente económico e institucional para lograr, a través del aumento de la productividad y el desarrollo de actividades productivas, el progreso económico con un mayor bienestar para la población de un país. Para medir ésta capacidad, estos organismos elaboran un índice que resume un conjunto de variables. Las variables utilizadas están íntimamente relacionadas con la competitividad y miden los aspectos económicos, sociales e institucionales de un país. El índice obtenido es utilizado para realizar un ranking según la competitividad que posean los países y a su vez permite analizar las características que generan la posición alcanzada. 

 

12.2.2 La competitividad regional 

Es posible trasladar el estudio de la competitividad nacional al ámbito regional, ya que es en éste ámbito donde los problemas y sinergias microeconómicas pueden ser mejor gestionados. Diversos países comenzaron estudios sobre la capacidad que tienen para generar crecimiento de forma sostenida, lo cual derivó en la medición del nivel de competitividad que poseen sus regiones o provincias. Chile, Finlandia y Bolivia son algunos de los países que llevaron adelante este esfuerzo y para ello tuvieron en cuenta las siguientes definiciones: 

"La competitividad regional es la capacidad o potencial del sistema económico regional de generar y mantener en forma sostenida un crecimiento del ingreso per capita de sus habitantes" (Chile, 2003)5.

"La competitividad es la habilidad y la capacidad de las empresas y productores de un territorio para aumentar su productividad, innovación y, por tanto, competir en mejores condiciones en una economía cada vez más interdependiente" (Bolivia, 2003)6.

"La competitividad regional es la habilidad de las regiones de fomentar, atraer y apoyar actividades económicas con el objetivo de que sus ciudadanos disfruten de un bienestar económico relativamente bueno" (Finlandia, 2001)7.

En general se observa que la competitividad está referida a un espacio físico, y a los efectos que ella produce sobre el mismo, está asociada a áreas geográficas, empresas, industrias o a un nivel más amplio, países o regiones. A su vez esta íntimamente relacionada con el concepto de productividad, entendido como el resultado que obtiene un país o una región al lograr altos niveles de eficiencia y eficacia en el uso de sus capitales económico (social), natural, físico e intelectual. La productividad debe reflejarse en el nivel de vida a largo plazo de la población y debe ser el criterio fundamental para determinar la remuneración económica que reciben los habitantes y la tasa de retorno del capital. De esta manera un mayor rendimiento de los recursos que posee un país o una región es un camino previo para aumentar su competitividad y lograr el progreso económico.

 

12.2.3  Los determinantes de la competitividad

La competitividad está totalmente condicionada por el nivel y desarrollo que adquieran los diferentes tipos de capital que forman a un país o a una región, que pueden clasificarse de manera amplia en capital social o económico, físico, natural e intelectual. Esto se debe a que el capital sociales la capacidad efectiva de movilizar productivamente y en beneficio de la comunidad, los recursos asociados que radican en las distintas redes sociales a las que tienen acceso los miembros del grupo. Estos recursos son las relaciones de confianza, reciprocidad y cooperación, es decir que la relaciones sociales constituyen la base del capital social y son éstas las que condicionan la eficiencia de las actividades productivas.

 


Instituto Nacional de Estadística de Chile, Informe Índice de Competitividad regional 2003.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Bolivia Informe de Desarrollo Humano de La Paz y Oruro 2003.

National Technology Agency, Constructing an index for regional competitiveness 2001.


Los capitales físico y natural son de suma importancia ya que forman la base de las actividades productivas y sus productividades generarán las ventajas comparativas necesarias para que un país o región aumente su competitividad. Hay que resaltar que la competitividad no sólo depende de las ventajas comparativas que posean estos capitales sino también de la capacidad de generar ventajas competitivas, es decir mercados segmentados, productos diferenciados, aplicación de nuevas tecnologías y economías de escala.

Finalmente el capital intelectual resume el conjunto de conocimientos que presenta una economía; el mismo se divide en capital humano, relacional y estructural. El primero es la base que da origen al capital intelectual y comprende el conocimiento, competencia, valores y potencial innovador que poseen los individuos de una sociedad y su capacidad de aprender. El segundo recoge las formas en que se relacionan los agentes económicos en el ámbito empresarial. Finalmente, el capital estructural se constituye con el conjunto de sistemas que permiten la comunicación, el transporte, la información, la aceleración de procesos de aprendizaje, etc.

Los elementos que componen estos capitales afectan al desempeño de las naciones y las regiones, mientras que la calidad de los mismos condicionará el desarrollo eficiente de la economía influyendo sobre la competitividad relativa. El Esquema 12.1 refleja el hecho de que la competitividad está determinada por los cuatro capitales.

 

12.2.4 Las mediciones de competitividad a nivel internacional

Como se mencionó anteriormente, existen una serie de trabajos que se realizan con el objetivo de medir la competitividad a nivel de país, elaborando rankings entre ellos. Se tienen en cuenta, en general, un conjunto de factores considerados determinantes de la competitividad del país (al igual que en el ICP), y se elaboran rankings de ellos también. Se puede tomar como trabajos representativos el realizado por el Institute for Management Development(IMD), presentado en su "IMD World Competitiveness Yearbook", y por otro lado los trabajos desarrollados por el World Economic Forum (WEF), presentados en el "Global Competitiveness Report". A continuación se revisan los resultados de ambos índices para nuestro país, lo que permitirá posicionarlo a nivel mundial.

 

12.2.4.1  Global Competitiveness Report (WEF)

Este trabajo realiza la más amplia recopilación de datos en el mundo en informes de este tipo, incluyendo información para 125 países. Dentro del mismo, se presentan dos índices orientados a medir la competitividad. Por un lado, el Global Competitiveness Index (GCI, el principal indicador de competitividad utilizado por el WEF) desarrollado por el profesor Xavier Salai-Martin; y por otro el Bussines Competitiveness Index (BCI), desarrollado por el profesor Michael Porter.

El GCI recoge la información de 90 variables, obtenidas tanto de fuentes primarias (encuestas) como secundarias, que se agrupan en los siguientes 9 "pilares": Instituciones, Infraestructura, Macroeconomía y Salud y Educación Primaria (que conforman el sub-índice de "Requerimientos Básicos"); Educación Superior y Entrenamiento, Eficiencia del Mercado y Preparación Tecnológica (que forman el sub-índice de "Potenciadores de la Eficiencia"); y finalmente Sofisticación de los Negocios e Innovación (sub-índice de "Factores de Innovación y Sofisticación").

Todos estos factores actúan en conjunto para promover la competitividad global de un país8.

En el ranking del año 2006 la primera posición la ocupa Suiza, al cual le siguen Finlandia y Suecia. Nuestro país se ubica en la posición número 69, descendiendo respecto del año pasado 15 posiciones. El Gráfico 12.1 presenta el valor del ranking para una serie de países seleccionados (se incluyen el primer y el último puesto y algunos países latinoamericanos).

El valor del índice permite observar que el país mejor posicionado se ubica 2,32 veces por encima del peor. En particular, Suiza se encuentra 1,45 veces por encima de Argentina, y este último, 1,6 veces mejor que Angola. Esto permite inferir que a pesar de encontrarse nuestro país rankeado en la mitad inferior de la lista, la distancia respecto del país mejor situado es menor que la presentada respecto del peor.

En el Gráfico 12.2 se presentan los valores de los sub-índices constituyentes del GCI. 

 


Ver Global Competitiveness Report (2006), para una visión más detallada de la metodología y su evolución a través del tiempo.


Puede observarse que nuestro país muestra los peores resultados en el subíndice de Innovación y Sofisticación (Japón posee un valor mayor en un 75%), siguiendo el de Potenciadores de la Eficiencia (Estados Unidos se ubica un 49% por encima), y por último, el mejor desempeño es en el sub-índice de Requerimientos básicos (Dinamarca se ubica un 39% por encima de nuestro país)9. De acuerdo al informe de prensa para nuestro país, y profundizando en las variables, el deterioro respecto del índice del año anterior se ha dado principalmente en los indicadores que capturan aspectos del ambiente institucional. "Las cifras del Forum muestran que la comunidad de negocios tiene serias preocupaciones sobre el ambiente de derechos de propiedad, la independencia de la justicia, el derroche en el uso de los recursos públicos, la falta de equidad en las relaciones del gobierno con el sector privado, y observan a los agentes públicos como no suficientemente imparciales en sus decisiones"10

Como se comentó, el WEF presenta como complemento del GCI, al BCI. Este índice enfatiza una serie de factores específicos de las empresas propicios para impulsar la productividad y la eficiencia. Las debilidades y fortalezas se enmarcan dentro de la "Calidad del Ambiente Nacional de Negocios" y las "Operaciones y Estrategias de las Empresas", que forman 2 sub-índices dentro del BCI. 

Argentina se posiciona número 78 dentro del BCI en el año 2006, lo que implica una caída de 17 puestos respecto del año pasado. Esto es consecuencia de un deterioro en ambos sub-índices componentes. En Calidad del Ambiente Nacional de Negocios ocupa la posición número 79, mientras que en las Operaciones Estratégicas y de las Empresas la posición número 62, cayendo 14 y 11 puestos respectivamente, en relación al índice del año 2005.

 

12.2.4.2  World Competitiveness Yearbook (IMD)

El trabajo sobre competitividad realizado por el IMD analiza una menor cantidad de países que el del WEF (61 en total), pero, a diferencia de éste, se concentra en un número más amplio de variables, ascendiendo a un total de 312, de las cuales dos tercios corresponden a información de fuentes secundarias y el resto al resultado de una encuesta de opinión empresaria. De acuerdo al propio IMD, la fortaleza de su índice en comparación con el del WEF, radica en un mayor empleo de datos obtenidos de información secundaria, lo que elimina los posibles sesgos de la subjetividad que existe en las encuestas, volviéndolo más confiable. 

La información se agrupa dentro de los cuatro factores siguientes: Performance Económica, Eficiencia del Gobierno, Eficiencia en los Negocios y finalmente, Infraestructura. A su vez, estos se desglosan en múltiples sub-factores que agrupan la gran diversidad de variables utilizadas.

El Gráfico 12.3 muestra la evolución en el ranking de la economía argentina para el período 2002-2006. Durante el mismo, el primer puesto siempre estuvo ocupado por Estados Unidos (esto se extiende también hacia años anteriores). Es interesante remarcar aquí (y esto es válido para todos los índices) que el ranking no necesariamente indica la evolución de la performance económica del país. Esto es así debido a que lo que se muestra son las posiciones relativas de una economía respecto de las otras. Ello significa que una caída en el ranking puede deberse a que otras economías han mejorado más que la que se encuentra bajo análisis.

 


Es útil a los fines de comparación observar cuáles son las diferencias entre el país peor y el mejor ubicado. La brecha más amplia se da en "Innovación y Sofisticación", encontrándose Japón un 156% por encima del peor (Timor-Leste). Sigue el sub-índice de "Requerimientos Básicos", en el cual Dinamarca posee un valor un 147% mayor que el más bajo (Angola). Por último, en los "Potenciadores de la Eficiencia", Chad requeriría incrementar un 140% el valor del sub-índice para alcanzar a Estados Unidos.


  

La observación de los factores que componen el índice permite comprender el pobre desempeño de nuestro país en el ranking del IMD. El Gráfico 12.4 presenta el puesto ocupado por Argentina en cada uno de los factores, incluyendo otros países (Brasil, Chile y EEUU) para no perder la visión comparativa global. En lo que respecta a las cuestiones de la eficiencia, Argentina se encuentra fuertemente rezagada, mostrando el peor desempeño en eficiencia de los negocios y el penúltimo puesto en eficiencia del gobierno (la cantidad de países analizados en 2005 fue de 60). Un poco mejor, pero todavía en la segunda mitad del ranking, se encuentra el factor de infraestructura del país (puesto 48). Finalmente, el mejor resultado se halla en la performance económica (puesto 29), influido principalmente por las altas tasas de crecimiento, el favorable resultado externo, las mejoras en el empleo, y cierta mejora en los niveles de precios entre los años 2003-2004; a pesar de ello, dentro de la performance económica el sub factor de inversión internacional presenta una posición decepcionante (puesto 54).

 

12.3  La competitividad provincial en Argentina

Teniendo en cuenta que la competitividad es un medio para lograr crecimiento sostenido, el cual esta condicionado por el buen desempeño de los capitales, y que a su vez el desempeño de las regiones de un país tienen una gran importancia en el desarrollo agregado, en el presente trabajo la atención se centra en el estudio de la competitividad de las provincias argentinas. Como se mencionó la palabra competitividad es ampliamente utilizada, es por ello que es necesario precisar el concepto que se seguirá, con la finalidad de acotar las inferencias que se puedan hacer con los resultados obtenidos. 

Sobre la base de la realidad argentina y los estudios realizados sobre la competitividad nacional y regional, la definición adoptada el presente trabajo es: "La competitividad es la capacidad o potencial de una determinada región para alcanzar  mayores niveles de ingreso per capita de manera sostenida".

La definición plantea tres aspectos a resaltar. El primero, es que la competitividad hace referencia al potencial que tiene una economía regional, dimensionado esencialmente sus recursos estratégicos, que no sólo condicionarán su desempeño sino también el de la economía argentina como un todo.

El segundo aspecto es la concepción sistémica de la economía regional y de la competitividad. Las unidades de estudio son las provincias argentinas, entendidas como un sistema económico, social, cultural, ambiental y político; sus agentes y recursos, y las relaciones que se dan entre ellos en los procesos productivos.

Por último se tiene la capacidad del sistema productivo regional para generar mayores niveles de ingresos para sus habitantes de manera sostenida. Se esperaría que un aumento del ingreso y el bienestar de los habitantes de una región contribuyen al desarrollo de la región en conjunto.

En resumen, se da importancia a la competitividad sistémica, la cual está constituida por elementos micro, macro y meso económicos. Estos reflejan que la competitividad no sólo está dirigida por el desarrollo y políticas competitivas aplicadas por el nivel empresarial de una región o un país sino que también hay otros aspectos, como el desarrollo económico, la calidad de vida de los habitantes, el nivel tecnológico, la calidad de los medios de comunicación y transporte, entre otros, que serán de suma importancia en la determinación de la capacidad de una región o un país para lograr desarrollo económico, social e institucional. 

Estos elementos hacen de la competitividad un concepto holístico, el hecho de que el desarrollo socioeconómico no dependa únicamente de la actividades de las firmas que componen la región o país sino también del desarrollo y nivel competitivo que presentan los otros sectores socioeconómicos, refleja que la competitividad de una región o un país como un todo es mayor a la suma de la competitividad que adquiere cada sector de la economía de forma separada. En fin, la competitividad es el producto de las interacciones complejas y dinámicas entre el Estado, las empresas, las instituciones intermediarias y la capacidad organizativa de una sociedad. 

 

12.3.1 Indice de competitividad provincial

Para medir la capacidad que poseen las provincias para generar un crecimiento sostenido del ingreso per capita, es necesario construir un índice que resuma en un valor las características socioeconómicas de las mismas. Como lo hacen el WEF y el IMD, el Índice a desarrollar resume un conjunto de variables que hacen referencias a distintas áreas que afectan a la competitividad, áreas íntimamente relacionadas con los cuatro capitales que dan origen a la competitividad de las provincias. Estas quedan reflejadas en siete factores: Gobierno, Infraestructura, Personas, Empresas, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Innovación, Ciencia y Tecnología y Resultados Económicos. Estos son los mismos considerados por Chile en su Índice de Competitividad Regional de Chile11, la única diferencia es que en el Índice aquí desarrollado se incluyen variables medio ambientales.

El Esquema 12.2 busca establecer las relaciones entre los diferentes factores incluidos en el cálculo del Índice de Competitividad Provincial y los tipos de capital considerados con anterioridad. Los determinantes directos de la competitividad son los capitales, lo cual queda reflejado en la primera línea del esquema, debajo de los mismo se reflejan los factores que ejercerán una influencia fundamental a través de los capitales sobre la competitividad. Veamos cada caso en particular para aclararlo.

El Factor Personas captura las variables que tienen un efecto crucial en los componentes del capital social. Pero puede considerarse que los elementos componentes del Factor Gobierno y Personas afectan también significativamente al mismo. Asimismo, estos dos factores afectan también al capital intangible, a su vez este se ve influenciado por el Factor Innovación. El capital físico se relaciona fundamentalmente con el Factor Infraestructura y el Factor Innovación, aunque también de forma significativa, con el Factor Gobierno y Empresas. Finalmente, en el caso del capital natural, su relación podría considerarse que es única con el Factor Recursos Naturales y Medio Ambiente, debido a que capta las "ventajas comparativas" de cada región en términos de recursos y su sostenibilidad en el tiempo.

Resta por comentar algo sobre el Factor Resultados Económicos. Este factor, como se verá más adelante, es diferente al resto ya que lo que capta son variables de desempeño de la economía. Es decir, se encuentra en íntima conexión con la competitividad de cada región analizada, y es por ello que se muestra en el esquema englobando al conjunto de factores y a los diferentes conceptos de capital.

 


11 Agradecemos los valiosos aportes brindados por Raúl Acevedo Molina (INE-Chile) y Luis Hidalgo (SUBDERE-Chile), responsables del ICR, en las reuniones mantenidas en los días 11 y 12 de septiembre en la Bolsa de Comercio de Córdoba.


Los aspectos reflejados por los siete factores manifiestan finalmente la característica holística de la competitividad. Es decir que no sólo es importante medir el desempeño del sector empresarial sino también el de otras áreas. Hay que resaltar que excepto el factor Resultados Económicos, que refleja el desempeño económico de la región, los otros seis factores resumen los recursos estratégicos que poseen las provincias.

Hay que resaltar que a pesar de que el Índice incluye el estudio de la perspectiva microeconómica del sistema económico y el estudio del sector empresarial, deja de lado el estudio de los cluster, siendo éstos un medio a través del cual el sistema genera competitividad. Los cluster son la concentración geográfica de grupos interconectados de firmas e instituciones asociadas a campos similares. Los beneficios de los mismos son que su formación genera una estructura productiva eficiente dentro de la cual las firmas pueden operar, a su vez son un importante conductor de innovación y generan desarrollos tecnológicos los cuales tienen un efecto directo sobre la competitividad regional. Que el Índice de Competitividad no incluya un estudio de los cluster no quita el mérito que tienen los mismos en el desarrollo del sistema económico, a pesar que el Índice resume el desarrollo del sector empresarial, entre otros, hacer un estudio de los clusters sería un complemento del estudio de la competitividad provincial.

Una situación similar se presenta al momento de medir el capital social de las provincias argentinas, a pesar de que el Índice incluye aspectos relacionados a dicho capital no se incluyen indicadores específicos del mismo.

Es importante resaltar que el Índice resume diversos aspectos, implicando que el mismo es "una suma de peras y manzanas", es por ello que se requiere de un esfuerzo para lograr la homogeneidad de los mismos y conseguir que el Índice refleje de una forma aproximada las realidades económicas y las estructuras de las provincias argentinas. 

Cada factor componente del índice, combina un conjunto de variables que reflejan diversos aspectos del sistema provincial. Las variables son de tipo cuantitativo y de tipo cualitativos. Las del primer tipo son obtenidas de fuentes secundarias y las segundas se obtienen de una encuesta que se realiza a líderes empresarios sobre la percepción que tienen los mismos sobre la realidad económica, social e institucional de una provincia 12. Las variables presentan una gran diversidad de escala y metodología de construcción, es por ello que para independizar la magnitud y la unidad de medida de las variables se estableció un procedimiento de normalización de la información. 

 


12 El formulario de la encuesta se incluye en el anexo del capítulo.


Esto se logra haciendo la razón entre el rango que existe entre un determinado valor y el valor mínimo con el rango generado entre el valor máximo y el mínimo, lo que queda reflejado en la siguiente fórmula general de estandarización:

Donde se define a: Zi Variable estandarizada, Xi valor efectivo de la variable, i variable, j provincia y Xivariable i de la provincia j.

La estandarización permitirá llevar a todas las variables a una graduación única y común que varía entre 0 y 1. Una vez homogeneizada la información se continúa con la construcción del índice, para lo cual se requieren dos pasos adicionales: 

Primero la elaboración de los factores a través de la suma ponderada de las variables que los representan, ponderación que refleja la importancia de las mismas para la competitividad.

Donde Ff indica el factor: Gobierno; Infraestructura; Personas; Empresas; Medio Ambiente y Recursos Naturales; Innovación, Ciencia y Tecnología o Resultados Económicos; wi representa el peso que tiene cada variables para la competitividad y Zi  es las variables ya estandarizada.

Y por último la suma de los factores cuyo resultado deriva en el Índice de Competitividad.

Donde ICPes el Índice de Competitividad Provincial, FG el Factor Gobierno, FI el Factor Infraestructura, FPel Factor Personas, FE el Factor Empresas, FMAyRN el Factor Medio Ambiente y Recursos Naturales, FICyTel Factor Innovación, Ciencia y Tecnología y FRE Factor Resultados Económicos.

El Índice de Competitividad Provincial permitirá ordenar las provincias de acuerdo a su nivel de competitividad permitiendo hacer comparaciones entre provincias, evaluando las distancias y brechas que existen entre las mismas en términos de competitividad. A su vez dará una idea de cómo avanza una provincia respecto a otra, y contribuirá así a determinar los factores que influyen en la competitividad de cada una de ellas. Adicionalmente proporcionará una base para recomendar medidas tendientes a mejorar la posición de las provincias argentinas con el objeto de lograr que la economía progrese de forma sostenida, esta característica se debe a que el mismo permite reflejar las debilidades y fortalezas que poseen cada una de las provincias pudiendo de esa forma atacar las primeras y reforzar las segundas mediante la elaboración de planes estratégicos.

Otros usos del Índice quedan reflejados en las experiencias del WEF y del IMD, las cuales muestran que el Índice de Competitividad Provincial servirá como un indicador del ambiente económico donde la comunidad empresarial se desarrolla, permitiéndoles decidir sobre nuevos planes de inversión y colocación de valores. También podrá ser usada por los gobiernos para medir el éxito de sus políticas y ver cómo es el desempeño de otras provincias, y por el mundo académico para entender y analizar cómo las naciones, las provincias y las empresas llevan adelante políticas para lograr adaptarse a un mundo cada vez más globalizado.

 

12.4 Factor Gobierno

12.4.1 Aspectos generales

La calidad del ambiente económico e institucional favorece el desarrollo sustentable de las actividades de consumo y producción y el aumento de la productividad, por lo que debe tenerse en cuenta al momento de desarrollar el Índice de Competitividad Provincial. En este sentido, las instituciones de carácter público juegan un rol fundamental dentro de la estructura económica de una región. Los canales a través de los cuales los problemas de deficiencias de las instituciones públicas generan pérdidas de competitividad son variados. En primer lugar, en ausencia de un sistema jurídico legal estable y respetado, se elevan los riesgos de incumplimiento de contratos y por lo tanto los costos de transacción, lo que lleva a que disminuyan los incentivos a realizar inversiones a largo plazo en infraestructura o para asimilar nuevas tecnologías. En segundo lugar, las funciones del sistema financiero como facilitador de fondos para inversiones pueden verse limitadas. Finalmente, las instituciones presupuestarias y de manejo fiscal viciadas también perjudican a la competitividad. En este factor se focaliza la atención en este último canal. 

Entre los elementos que elevan la eficiencia en la administración gubernamental se encuentran la transparencia, la implementación de presupuestos públicos, las reglas y procedimientos mediante los cuales estos se elaboran, la buena asignación del gasto y la ausencia de déficit fiscales insostenibles o de comportamientos procíclicos del mismo.

Dentro del "Factor Gobierno", se incluye la variable Stock de Deuda Pública Provincial per capita13 por ser una de las fuentes de financiamiento gubernamental. Un alto nivel de deuda pública puede reducir la competitividad de distintas maneras. Por un lado, eleva el costo del financiamiento del sector público, y además suele incrementar el costo de financiamiento del sector privado. Por otro lado, déficit elevados tienden a requerir ajustes drásticos y en general la inversión y el mantenimiento de infraestructura pública suelen ser las primeras en ser recortadas.

También es importante tener en cuenta que la toma de deuda debe tener características en cuanto a monto relativo al PBG, plazo y tasa de interés consistentes con la sostenibilidad de la misma, además tomar deuda hoy implica que las generaciones futuras tendrán menor disponibilidad de recursos para consumir ya que deberán asignar parte de los mismos a saldar deudas anteriores. La variable aquí utilizada del stock de deuda provincial incluye las siguientes partidas (quedando excluida la deuda flotante):

-  Deuda con el gobierno nacional

-  Fondo fiduciario infraestructura regional

-  FFDP: canje de deuda provincial y municipal, deuda por organismos multilaterales de crédito pagada por la TGN neta de compensación

- Bancos

- Deuda consolidada

-  Bonos a valor residual

- Organismos internacionales

La debilidad fiscal influye en diversos ámbitos de la economía ya que los recursos del gobierno son fundamentales para financiar el gasto público. En este sentido, el grado de incumplimiento (mora y evasión) en el pago, además de la existencia de exenciones y la complejidad de las normas llevan a la existencia de una escasa efectividad de los impuestos. Esto implica una carga administrativa y de vigilancia considerable para las entidades recaudadoras, y un deterioro de los recursos del gobierno con el consiguiente menor financiamiento del gasto que llega a la población.

 


13 En cada variable se expresa entre  paréntesis, con signo + o - , su influencia en la competitividad.


Para reflejar lo anterior, se incorpora la variable Tasa de Efectividad (+) que, definida como la relación entre la recaudación impositiva expresada como proporción del producto y la alícuota teórica del referido impuesto, influye en el Índice de manera directa. Los impuestos que se utilizan para su cálculo son generalmente el Impuesto a las Ganancias y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) ya que son las partidas que más recaudan, 28% y 27% respectivamente en el año 2004. En la estimación se ha optado por utilizar el IVA, cuya alícuota teórica se obtuvo teniendo en cuenta la tasa básica del 21% y las tasas diferenciales del 10,5% y del 27% para cada actividad según corresponda ponderada por su participación en el Valor Agregado de la Matriz Insumo - Producto.

Como fue mencionado anteriormente, el gobierno necesita recursos para financiar sus actividades y esto no es perjudicial per se. En este sentido, dependiendo del destino de estos fondos, la intervención del gobierno puede influir positivamente o no en el bienestar de la comunidad.

Por ejemplo, aquellos fondos asignados a educación, salud e infraestructura que de manera directa benefician a la sociedad, indirectamente atraen e incrementan la productividad de las inversiones tanto públicas como privadas. Opuesto es el caso en que el gasto se dirige a egresos corrientes de manera excesiva o a desplazar inversiones privadas.

Sin embargo, resulta evidente que cuanto mayor sea el porcentaje del ingreso provincial que absorban las cargas fiscales, mayor será la distorsión ejercida sobre la actividad privada y la producción. En primer lugar, si los agentes deben pagar al fisco gran parte de las utilidades por lo producido o invertido se verán desincentivados a continuar invirtiendo en esa actividad. En segundo lugar, se producen distorsiones en la asignación de recursos entre sectores con la consiguiente pérdida de eficiencia. Por último, los recursos absorbidos por el gobierno dejan de estar disponibles para ser asignados por el sector privado, ya sea a inversión, consumo o producción.

En el cálculo del índice, el destino de las erogaciones gubernamentales es considerado en la variable: Gasto Público en Servicios de Seguridad, Sociales y Económicos como proporción del Gasto Total (+)exceptuando el gasto en seguridad social ya que en algunas provincias las cajas de jubilaciones y pensiones fueron transferidas al Estado Nacional. Claramente, el gobierno de una provincia tiene en su poder herramientas efectivas para afectar su nivel de competitividad ya que a través de la ejecución de su presupuesto, provee bienes con fuertes externalidades positivas para la sociedad. 

El rubro "Servicios Sociales" incorpora las siguientes partidas:

- Salud

- Promoción y asistencia social

- Educación y cultura

- Ciencia y técnica

- Trabajo

- Vivienda y urbanismo

- Agua potable y alcantarillado

- Otros servicios urbanos

Los "Servicios Económicos" son aquellos servicios y programas destinados a la producción, distribución, consumo y utilización de bienes y servicios, tales como el sector comercial privado (ej. empresas, corporaciones, asociaciones con ánimo de lucro), el sector público (ej. servicios comerciales y públicos, como las cooperativas y las corporaciones), organizaciones financieras (ej. los bancos y las compañías de seguros), incluyendo aquellos que proporcionan estos servicios. Específicamente, los rubros que se incluyen dentro de esta partida son:

- Transporte

- Agricultura

- Comercio y turismo

- Comunicaciones

- Ecología y medio ambiente

- Energía, combustibles y minería

- Industria

- Seguros y finanzas

Al tomarse como proporción del Gasto Total, se convierte en un indicador del porcentaje de las erogaciones públicas destinadas a partidas que favorecen directamente a la población y a la competitividad de la provincia, castigando a aquellos gobiernos provinciales que destinan gran parte de su presupuesto a gastos en Administración Gubernamental14 y Deuda Pública. Por ello esta variable se incorpora positivamente al Índice de Competitividad.

Hay que tener en cuenta que en esta medición se escapa la cuestión de la calidad del gasto considerado, sólo se logra medir la cantidad de gasto destinado a los rubros que son considerados importantes para la creación de un ambiente propicio para el desarrollo de actividades económicas rentables (en sentido amplio: social y económico), pero no se logra conocer la calidad del mismo. Por supuesto, estudios posteriores más detallados pueden subsanar esta cuestión, en esta primera instancia, haciendo uso de la información primaria obtenida a través de la encuesta se intentará conocer la percepción a cerca de la calidad del gobierno de los residentes de cada jurisdicción. 

Por otro lado, es importante tener en cuenta que el gasto público, corriente y no corriente, resulta positivo en la medida que no supere cierto nivel. En este sentido, la bondad del mismo puede representarse por una u invertida en donde el gasto público favorece el bienestar de manera creciente pero, una vez superado cierto umbral, se convierte en excesivo, perjudicial y burocrático. Sin embargo, en el presente análisis no se determina el referido umbral, considerándose el gasto de manera positiva siempre que pertenezca a los rubros mencionados.

Entretanto, la influencia de la estructura impositiva sobre el entramado económico se mide a través de la variable Presión Fiscal (-) que se define como el ratio de Recaudación Impositiva y el Producto Bruto Geográfico (PBG). 

Argentina, en su organización federal impone tributos en todos los niveles de gobierno y un empresario al invertir su capital toma en cuenta, entre otras variables, la presión impositiva total de cada territorio. Para nuestro análisis el nivel relevante es el provincial, en donde los impuestos se desagregan en: 

- Impuesto a los Ingresos Brutos

- Impuesto Inmobiliario

- Impuesto a los Sellos

- Impuesto a los Automotores

- Otros Impuestos


14 Cabe aclarar que el Gasto Administrativo sólo es perjudicial cuando es excesivo o ineficiente. Al ser complicada la determinación del umbral a partir del cual se torna excesivo, o la determinación del grado de ineficiencia, se excluye este tipo de gasto del numerador de la variable.


El Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIB) es el principal tributo propio sobre el que se apoya el financiamiento del sector público provincial, abarcando entre 46 y 88% del total recaudado en cada provincia. Se reconoce a este impuesto como fuertemente distorsivo y perjudicial, pero también se reconoce su alta productividad fiscal.

El IIB es un impuesto sobre las ventas y tiene como objetivo gravar las actividades lucrativas, ese decir, beneficiosas o rentables, pudiendo alcanzar al comercio, la industria, la profesión, alquileres, servicios, y negocios en general. Es decir, la base imponible está constituida por el monto total de los ingresos brutos de las actividades gravadas. Es por esto que el IIB posee un carácter distorsivo por gravar en cascada todas las etapas de producción.

En síntesis, el IIB es distorsivo ya que:

(a) Al alterar los precios relativos de los bienes gravados, provoca ineficiencias en el consumo y en la producción.

(b) Al aplicarse en cada etapa de la producción y comercialización causa un efecto de piramidación que provoca pérdidas de competitividad de los bienes, lo que se convierte en un sesgo anti-exportador cuando el producto es exportable. Claramente, el efecto de piramidación incentiva a los productores a la integración vertical, lo que atenta contra la descentralización y especialización de la producción.

(c) En la medida que los bienes importados hayan tenido una imposición neutral en su país de origen, se perjudica a la producción nacional

(d) Incentiva a la utilización de tecnologías de producción trabajo-intensivas cuando la venta de bienes de capital está gravada.

De esta manera, la influencia del impuesto determina que el indicador de Presión Fiscal calculado a partir del mismo entre al Índice en escala inversa.

Otra variable que se incluye en el factor Gobierno es Delitos per capita (-)ya que uno de los roles del sector público es garantizar la seguridad ciudadana generando un ambiente favorable para el desarrollo de los negocios y que incremente la calidad de vida de la población. Esta última se destaca debido a que una provincia con estándares de vida elevados resulta más atractiva. La variable incluye los siguientes tipos de delitos:

-  Contra las personas

-  Contra la integridad sexual

-  Contra la propiedad

-  Contra la libertad

-  Contra el Estado y la comunidad: incluye delitos contra la seguridad común, la tranquilidad pública, la seguridad de la Nación, los poderes públicos, el orden constitucional y la administración pública

-  Contra la ley de estupefacientes

-  Contra leyes especiales

- Otros

Es interesante tener en cuenta cuáles son los factores determinantes del delito, ya que de alguna manera esta variable estará reflejando lo que sucede con la conjunción de ellos. Pueden clasificarse en variables institucionales, económicas y sociales. Las primeras se relacionan con la eficiencia policial (gasto en seguridad, probabilidad de arresto), eficiencia judicial (gasto en justicia, duración del proceso judicial, nivel de sentencias), y eficiencia carcelaria (tasa de reincidencia). Por otro lado, las variables económicas incluyen PBG per capita, desigualdad en la distribución del ingreso, tasa de desocupación, tasa de incidencia de la pobreza. Por último, las variables sociales se refieren, entre otras, al nivel de instrucción de la población.

Por último se encuentra la variable Participación en Elecciones Presidenciales (+) como representación del nivel de compromiso ciudadano. Además, el voto es un reflejo de la confianza en las instituciones democráticas que sin duda se ve influenciado por la experiencia en cada provincia. 

Es importante resaltar que las variables explicitadas se refieren a la información secundaria, mientras que se está efectuando una encuesta con el objetivo de complementar el resultado del Índice con variables cualitativas que se incorporarán en etapas posteriores del desarrollo. Particularmente, dentro del factor Gobierno se incluirán variables de percepción de la calidad del gobierno, como resultado de preguntas de la encuesta referidas a la calidad del gobierno provincial en cuanto a autonomía, honestidad, transparencia, calidad de los servicios prestados por el gobierno tales como educación, seguridad, salud y la eficiencia del poder judicial provincial. Asimismo, se incluirá otra variable que refleje el grado de apoyo gubernamental a las actividades productivas. De esta manera se busca complementar con información que no se encuentra disponible en la información secundaria, además de contar con una percepción de la performance del gobierno en cada provincia.

 

12.4.2 Resultados

En el primer apartado de esta sección se muestran los resultados obtenidos para cada una de las variables. Luego, en una segunda sección, se expone el resultado del Factor Gobierno y se analiza de manera global lo obtenido para las provincias de mejor y peor performance del país, junto con aquellas pertenecientes a la Región Centro.

 

12.4.2.1 Resultados parciales. Análisis de variables

12.4.2.1.1 Stock de deuda pública provincial 15

Las provincias con mayor stock de deuda per capita son Formosa y Tierra del Fuego. Cabe diferenciar la situación de cada una de ellas ya que Formosa tiene la sexta deuda acumulada total más alta del país, mientras que la deuda de Tierra del Fuego, cuando se prescinda de la relación por habitante, es una de las cinco más bajas del país. Por lo tanto, en el primer caso el indicador se ve críticamente determinado por el monto adeudado, mientras que en el segundo por la densidad demográfica. Esto no es un detalle menor, ya que por ejemplo, en el caso de Ciudad Autónoma de Buenos Aires que tiene la deuda más alta del país, 38% de la suma de las deudas provinciales, al ser considerada en términos per capita se ubica entre las más bajas del país.

Del total de deuda de Formosa el 85% corresponde al rubro FFDP, que incluye canje de deuda pública provincial y municipal, deuda por organismos multilaterales de crédito pagada por la Tesorería General de la Nación neta de compensación y el rubro que le sigue en importancia es la deuda en Bonos expresados en valor residual que representa el 7% del total. En el caso de Tierra del Fuego, las partidas FFDP y Deuda Consolidada se llevan el 45% y el 48% respectivamente.

 


15 Total de deuda sin deuda flotante.


Como se observa en el Gráfico 12.5, las provincias de la Región Centro no son las que mayores montos de deuda acumulada poseen. Entre Ríos está en la posición once y su deuda se compone en primer lugar por el rubro FFDP y en segundo lugar, pero con un monto bastante menor, por la deuda con el Gobierno Nacional. 

Es importante remarcar que si bien, tomando en cuenta el total de las jurisdicciones, el stock de deuda varía entre $440 y $6.000 por habitante, al observar aquellas que se encuentran entre las posiciones medianas (donde se ubica Córdoba) no se observa demasiada variabilidad, siendo la media de $2.608, los datos se concentran por debajo de la misma, ya que se tiene un coeficiente de asimetría izquierda positivo. En 2005, la deuda per capita de Córdoba asciende a $2190 aproximadamente; de la misma, el 63% corresponde a la partida FFDP y le sigue en importancia la deuda con Organismos Internacionales que representa el 24% del total. 

Dentro de las provincias con menores deudas per capita del país se destacan Santa Fe con $559 por persona y San Luis con alrededor de $440 por habitante. En el caso santafesino la mayor porción de su deuda es con Organismos Internacionales mientras que en el caso de San Luis el rubro principal es FFDP.

 

12.4.2.1.2 Tasa de efectividad

Siendo la media de la variable de 0,11, los valores se concentran por debajo de la misma, ya que se observa un coeficiente de asimetría positivo.

Como se observa en el Gráfico 12.6, la ciudad de Buenos Aires es la que cuenta con la mayor tasa de efectividad de las provincias argentinas, siendo la diferencia con las mismas de una magnitud considerable. En este sentido, es importante notar que, si bien el referido Gráfico muestra la variable estandarizada, la tasa de efectividad para esta jurisdicción es del orden del 86%. Esto se debe principalmente a que el 72% de la recaudación del IVA se produce en la Ciudad de Buenos Aires, ya que la recaudación por jurisdicción política se contabiliza según el domicilio fiscal del responsable y es entonces en este lugar donde se ubican los grandes contribuyentes. Sin embargo, el PBG de C.A.B.A., que ingresa además al cálculo como cociente en el numerador del indicador, es aproximadamente un 29% del PIB, es decir no es un porcentaje proporcionalmente tan grande del total nacional como lo en materia de recaudación. Esto hace que la balanza se incline hacia la Ciudad de Buenos Aires como aquella jurisdicción con mayor tasa de efectividad del referido impuesto. 

Sin embargo, una vez que se excluye a C.A.B.A., las restantes provincias muestran una baja variabilidad entre sí, ubicándose la tasa de efectividad entre el 3% y el 17%. Este último valor corresponde a la provincia de Santa Fe, quien de esta manera es la que se ubica segunda luego de la Ciudad de Buenos Aires. A continuación le sigue la provincia de Córdoba, con un 14% y un poco más abajo Entre Ríos con el 11%. De esta manera se observa que, si bien la Región Centro se ubica, en términos comparativos con las otras provincias, entre los primeros puestos, la tasa de efectividad es considerablemente baja si se tiene en cuenta que se está midiendo el ratio entre una alícuota real y una teórica que indicaría un mejor desempeño fiscal mientras más cercana al 100% se encuentre.

Por último, las provincias que cuentan con los valores más bajos son Formosa y Santa Cruz con una tasa del 3%. En este sentido, cabe destacar que la última provincia, si bien no cuenta con la menor proporción de recaudación del IVA total (Santa Cruz aporta el 23% del total nacional mientras que otras provincias como Formosa y Catamarca aportan el 8% y 10% respectivamente) sí lo es en relación a su PBG, lo que constituye un elemento de preocupación para la provincia de Santa Cruz.

 

12.4.2.1.3 Gasto en servicios de seguridad, sociales y económicos como proporción del  gasto total 

El objetivo de analizar el gasto en Servicios de Seguridad, Sociales y Económicos16 (GSSyE) en contraposición al Gasto Público Total es, como fue indicado con anterioridad, conformar un indicador de la productividad del sector público, esto es, la porción de las erogaciones gubernamentales que se destinan a partidas que mejoran directa o indirectamente el bienestar de la población en detrimento de los gastos administrativos, en caso de ser excesivos, y de pago de deuda pública. El beneficio directo resulta de que esta variable ingresará al cálculo del Índice de manera indiscutiblemente positiva, lo que no sucedía en el caso de tomar la variable gasto público total. Es importante mencionar que son pocos los rubros que quedan excluidos del numerador, con lo que los valores de la variable serán en general altos.

Las provincias que lideran el ranking son San Luis y Ciudad de Buenos Aires, ambas con un 83% de su gasto destinado a Servicios de Seguridad, Sociales y Económicos. En la primer jurisdicción es interesante destacar que dentro de los sociales, si bien se gasta principalmente en Educación y Cultura (36%), una gran proporción (27%) corresponde al rubro Trabajo. En este caso juega un rol fundamental el llamado "Plan de Inclusión Social" que nuclea a una masa crítica de personas. En la Ciudad de Buenos Aires si bien entre los gastos sociales también se gasta principalmente en Educación y Cultura (38%), el rubro que lo sigue es la Salud (31%).

Entre las provincias de la Región Centro, Santa Fe y Entre Ríos se encuentran en el medio de la distribución, en la novena y onceava posición respectivamente, con porcentajes de alrededor del 70% del gasto total. Sin embargo, la provincia de Córdoba se ubica más lejos, en la posición 21, con un porcentaje bajo de GSSyE sobre el total (61%). Es decir que poco menos de la mitad del gasto se destina a erogaciones administrativas y pagos de deuda pública, lo cual es una cifra inquietante.

 


16 Se excluyen los gastos en Seguridad Social.


En cuanto a la desagregación del rubro Seguridad Social, en estas provincias sucede algo similar al resto, en el sentido de que aproximadamente la mitad de las erogaciones se destinan a Educación y Cultura. Se destaca, por ejemplo, la provincia de Santa Fe en donde el 62% del gasto en Seguridad Social está representado por este rubro. Por otro lado las tres provincias de la Región Centro tienen como segunda prioridad el gasto en Salud, con la salvedad de que en Santa Fe la proporción del gasto en Promoción y Asistencia Social alcanza un porcentaje similar a aquel. 

Por último, Río Negro y Tucumán son las provincias que menor proporción de gasto en Servicios de Seguridad, Sociales y Económicos tienen en el Gasto Total, 59% y 47% respectivamente. Es clara la preocupación que surge en estas provincias ya que, por ejemplo, en la última, más de la mitad del gasto se destina a aquellas erogaciones que no benefician a la sociedad de manera directa.

 

12.4.2.1.4 Presión fiscal

Como se observa en el Gráfico 12.8, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Salta son las jurisdicciones con mayor Presión Fiscal del país, medida como Recaudación del Impuesto a los Ingresos Brutos (IBB) relativa al PBG, por ser éste el impuesto provincial más significativo y por su carácter altamente distorsivo. La presión fiscal en las provincias antes mencionadas es de alrededor del 3%, mientras que los menores valores del indicador referido pertenecen a Jujuy y Formosa, con porcentajes cercanos al 1,3%. Cabe destacar que la media nacional es de 2,21% y el coeficiente de asimetría es positivo, indicando que una mayor parte de los valores se encuentran por debajo de la misma, si bien el valor del coeficiente no es significativamente alto.

Las discrepancias en el valor del indicador entre las provincias se explican por dos motivos fundamentales: la diferencia de estructuras productivas provinciales y las exenciones en cada un de ellas. Ciertamente la interacción entre estas dos razones también ejerce influencia en los resultados del ranking, ya que cada provincia grava con alícuotas diferentes o exime algunas actividades que obviamente representan porciones disímiles en la estructura productiva de cada provincia.

Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos se encuentran en las posiciones intermedias del ranking. La presión fiscal en Córdoba es de 2,21% , la Santa Fe es levemente mayor y la de Entre Ríos ligeramente menor, como se evidencia en el Gráfico 12.8.

 

12.4.2.1.5 Delitos 

En el Gráfico 12.9 se puede observar el ordenamiento de la provincias a partir de la cantidad total de delitos por habitante en cada una de ellas; la composición de esta variable se detalló anteriormente. La media de la distribución es de 18,5 delitos por cada mil habitantes, con una desviación estándar de 13,5, lo que implica un coeficiente de variación de 0,35. El coeficiente de asimetría, 0,98, indica una tendencia de los datos a ubicarse por debajo de esta media.

Ciudad de Buenos Aires y Neuquén son las jurisdicciones que mayor índice de delitos presentan, cerca de 70 delitos denunciados por cada mil habitantes. En el caso de Ciudad de Buenos Aires esa proporción cayó un 4% entre los años 2002 y 2003, mientras que en Neuquén aumentó un 1,2%.

Córdoba presenta una alta proporción de delitos comparada con el resto de las jurisdicciones ocupando el sexto lugar del ranking con 43 delitos cada mil habitantes y una caída en el bienio 2002-2003 del 4%.

Las jurisdicciones con menor proporción de delitos son Entre Ríos y Buenos Aires, esta última influenciada por su alta densidad demográfica, ya que si se observan las cifras de delitos (sin considerar la población) la cantidad de delitos es una de las más altas del país. Tanto en Buenos Aires como en Entre Ríos la proporción de delitos cada mil habitantes cayó, 9% en la primera y 3% en la segunda. El mínimo valor del ranking corresponde a Entre Ríos, con 22 delitos cada mil habitantes en el año 2003.

Al intentar analizar las causas de las diferencias entre provincias surgen ciertas variables que pueden explicarlas17. En primer lugar, dentro del gasto público, el gasto en seguridad se encuentra correlacionado positivamente con el nivel de delitos, esto es, mientras mayor es este último se gastará más en intentar evitarlos. En segundo lugar se utilizó como medida de distribución del ingreso el coeficiente de Gini que resultó significativo e influyendo de manera directa en concordancia con lo esperado ya que, un mayor valor de este coeficiente implica una mayor desigualdad de la distribución y esto aumenta los conflictos sociales y por lo tanto el delito. Por último, otra variable que influye de manera positiva en el nivel de delitos es el PBG de cada provincia. Cabe destacar que si bien la tasa de desocupación, la tasa de indigencia y el tamaño de la población no resultaron significativas en el análisis, esto puede deberse a la alta correlación que mantienen con las otras variables explicativas mencionadas anteriormente, con lo que no se descarta su incidencia en el nivel de delito. Sin embargo, de haberse incluido todas las variables en la regresión, conociendo la matriz de correlaciones, se corre el riesgo de tener problemas de multicolinealidad que sesguen los resultados.

 

12.4.2.1.6 Participación electoral

El Gráfico 12.10 muestra que la provincia de La Pampa es la que mayor porcentaje de participación en las elecciones ha tenido, seguida por la provincia de Buenos Aires. Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe asumen un valor de alrededor del 83%, mientras que al último se ubican Formosa y Santiago del Estero.

Puede notarse a primera vista, que la variabilidad de los valores para las distintas provincias es muy baja, variando entre el 87% y el 71%. Sin embargo debe destacarse que, siendo el voto un deber cívico obligatorio, el porcentaje de participación no puede asumir valores demasiado bajos, por lo que resultan relevantes las discrepancias encontradas entre las provincias. 

De esta manera, las provincias de La Pampa y Buenos Aires cuentan con un nivel más alto de compromiso ciudadano, reflejando así una experiencia positiva en cuanto al accionar democrático del gobierno provincial.

 

12.4.2.2 Resultado global. Análisis del factor Gobierno 18

Como se observa en el Gráfico 12.11, la provincia de San Luis es la primera del ranking, este resultado se debe principalmente a que a pesar de que su nivel de Presión Fiscal es alto, es la provincia con menor Stock de Deuda per capita, sumado a un nivel de Efectividad en la recaudación impositiva muy elevada. Por otro lado, es la segunda provincia con mayor proporción del Gasto Total en Gasto en Servicios en Seguridad, Sociales y Económicos. Resalta, dentro del rubro gasto en Servicios Sociales, la alta participación del gasto en Trabajo en relación al resto de las jurisdicciones, mientras que otro rubro importante es el gasto en Educación y Cultura pero esto no resulta un rasgo distintivo, ya que la mayoría de las provincias destinan un alto porcentaje al mismo. 

Cabe destacar que parte del gasto en Trabajo se destina al Plan Inclusión Social19, para tener una idea de la magnitud del mismo, basta conocer que actualmente (junio 2006) 32.000 personas pertenecen al mismo y que la población estimada entre 15-64 años para el mismo año es de 254.168 (12.6%). 

 


18 El resultado es preliminar debido a que sólo se presentan variables cuantitativas debiendo ser complementadas posteriormente con los datos provenientes de las encuestas.

19 Para mayor información consultar www.plandeinclusion.gov.ar.


Este se creó en el año 2003 con el objetivo de dar trabajo a los desocupados y subocupados y abarca a toda la provincia. Por último, mientras que en la mayoría de las jurisdicciones el nivel de delincuencia es mayor pero su tasa decreciente, el nivel de delincuencia en San Luis es bajo pero la tasa de crecimiento de la misma es la más elevada del país. 

Las últimas posiciones son ocupadas por Tierra del Fuego y Neuquén. Respecto a la primera, se destaca el hecho de que posee una de las Deudas públicas provinciales per capita más altas del país, además la Efectividad en la recaudación impositiva es de las más bajas del país. Cabe señalar que esta provincia es la que mayor porcentaje de la masa coparticipable de impuestos recibe, 9,71% en el año 2005, lo que puede estar evidenciando una alta dependencia respecto a niveles superiores de gobierno. Por último, otro factor que contribuye al mal posicionamiento de la provincia es la Tasa de Participación en Elecciones Presidenciales, siendo la tercera más baja del país. Neuquén tiene una baja Tasa de Efectividad en la recaudación impositiva y una alta Tasa de Delincuencia (la segunda del país después de Ciudad de Buenos Aires). Asimismo, se encuentra dentro del segundo grupo de provincias con Stock de Deuda más elevado.

Córdoba ocupa una posición intermedia en el ranking (13), reflejando su situación en la mayoría de las variables, sólo en dos de ellas se destaca su performance. Positiva en el caso de la Tasa de Efectividad ya que es la tercera del país, después de Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe.

Y negativa en el caso de la proporción del Gasto en Servicios de Seguridad, Sociales y Económicos respecto al total, ya que es uno de los más bajos del país (ocupa la posición número 21).

Por último, en cuanto a Entre Ríos y Santa Fe, se encuentran en la tercera y quinta posición respectivamente. La primera provincia cuenta con una alta Tasa de Efectividad, además de contar con un bajo nivel de delincuencia, mientras que ocupa una posición intermedia en el resto de las variables. Santa Fe es la segunda provincia con mayor Tasa de Efectividad de la recaudación impositiva luego de Ciudad de Buenos Aires, lo que aparece como un resultado relevante si se tiene en cuenta la gran disparidad en materia de recaudación que se presenta en esta última jurisdicción como fue explicado con anterioridad. Por otro lado, es la que menos Stock de Deuda Pública per capita tiene luego de San Luis, mientras que en las restantes variables que componen el factor muestra una performance intermedia.

A continuación, se presenta el resultado del factor de una manera alternativa, mediante un mapa que representa el ordenamiento de las provincias y en donde cada color indica, mediante un esquema de semáforo, la posición en el ranking de cada una.

12.5 Factor Personas

12.5.1 Aspectos generales

La población de una provincia es el sustento de la competitividad de la misma ya que es ella el factor productivo fundamental para el desarrollo de las actividades económicas y a la vez es la receptora de los beneficios derivados de una mayor competitividad. Por lo tanto las personas son los pilares sobre los que se apoya el entramado económico-social de cada sociedad.

Uno de los fundamentos de la competitividad es la productividad, la cual está críticamente determinada por el capital humano, fundamentalmente a partir de la década del setenta cuando el paradigma económico basado en el "taylorismo-fordismo" fue reemplazado por uno sustentado en el pilar del "conocimiento". 

Es por esto que dentro del Factor Personas se incluye el ámbito Educación con el objetivo de reflejar el capital humano de cada provincia, es decir, cuál es el aumento en la capacidad de la producción del trabajo alcanzada con mejoras en las capacidades de las personas. Esta idea es planteada desde la teoría clásica y retomada por posteriores teorías económicas, cuando se establece que la educación ayuda a incrementar la capacidad productiva de los trabajadores. Estas mayores capacidades de los individuos se adquieren con entrenamiento, educación formal y experiencia, por lo que es necesario incorporar variables que se refieran al conocimiento teóricopráctico, a las habilidades adquiridas y a las capacidades aprendidas de un individuo. 

Dentro del Factor Personas se incluye, en primer lugar, el Porcentaje de Respuestas Correctas de ONE 20- Matemática (+) y Porcentaje de Respuestas Correctas de ONE - Lengua (+).

Estas variables fueron obtenidas promediando los resultados (porcentaje de respuestas correctas) de: 3º, 6º y 9º de Educación General Básica (EGB) y Finalización del Nivel Medio (Polimodal), obtenidos en el ONE regional del 2003. La calidad de la educación de los individuos tienen alta influencia en la economía del conocimiento la cual se visualiza en el mercado laboral. En este sentido, los avances tecnológicos permiten a las empresas producir con menos trabajadores no calificados mientras que al mismo tiempo se incrementa la demanda de trabajo calificado. Generalmente los empleos requieren habilidades básicas y el grado de aprendizaje en asignaturas tales como Lengua y Matemática son esenciales para competir en el mercado de trabajo y a la vez, para participar con eficiencia en el proceso productivo, agregando valor y competitividad a cada región. Estas variables reflejan el capital humano futuro, además de ser fundamentales por las externalidades positivas que la educación derrama sobre la sociedad.

Otras variables que se incluyen son Personas Matriculadas en Educación Media por habitante entre 15 y 19 años (+) y Personas con Educación Superior Completa por habitante mayor de 15 años (+)por razones similares a las explicitadas en el caso anterior, si bien aquí se refieren a niveles de capacidad intermedias y altas. La globalización y la economía del conocimiento han expandido la necesidad de una fuerza de trabajo más entrenada con el objetivo de incrementar la eficiencia y la productividad, y frecuentemente se considera a los niveles de educación como proxies de estas capacidades. Además, se necesitan consumidores educados que estimulen la innovación de productos en el mercado.


20 Operativo Nacional de Evaluación.


En cuanto a la educación media, el hecho de que las personas se eduquen se convierte en un elemento de cohesión social, es decir, que aporta en gran medida al capital social de una región, teniendo en cuenta que por éste se entiende "al conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la cooperación entre las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto"según un informe de CEPAL21. Mientras que la educación superior contribuye al proceso de difusión de progreso científico y técnico en el proceso productivo. De esta manera, ambos tipos de educación de los individuos contribuyen de manera directa en la competitividad de una región.

Es importante resaltar que el hecho de que sea alta la cantidad de personas matriculadas en educación media o las que cuentan con educación superior completa, esto no es indicativo del nivel de calidad de la educación. Variables como los resultados del Operativo Nacional de Evaluación aproximan en mayor medida la calidad educativa, sin embargo debe tenerse en cuenta al observar los resultados del ámbito Educación que un elemento no contemplado explícitamente en los resultados es la calidad educativa.

Otro ámbito del Factor Personas es Trabajo, en donde una de las variables a analizar es Escolaridad Promedio de los Trabajadores (+)siendo ésta una medida del stock actual de capital humano en el proceso productivo. Para su cálculo, se consideran los datos de la variable "máximo nivel de instrucción alcanzado" obtenidos en el Censo Nacional de población del año 2001 compuesta por las siguientes 9 categorías:

1. Sin instrucción

2. Primario incompleto

3. Primario completo

4. Secundario incompleto

5. Secundario completo

6. Superior no universitario incompleto

7. Superior no universitario completo

8. Superior universitario completo

9. Superior universitario incompleto

Con estas categorías se conforma un indicador22 que tendrá un rango de variación de 1 a 9, y los extremos indicarán respectivamente que toda la población de la provincia se encuentra sin instrucción o que toda posee instrucción universitaria completa. Es por esto que la variable ingresa de manera directa influenciando positivamente la productividad del trabajo y la competitividad de una provincia.

Además, este ámbito incluye la variable Tasa de Actividad (+)que es calculada como el ratio de la Población Económicamente Activa (aquellas personas que son capaces de trabajar debido a que se encuentran en el rango de edad adecuado y que desean hacerlo) y la Población Total de cada provincia. Esta tasa indica por lo tanto qué proporción de la población forma parte de la fuerza laboral, sea porque está ocupada o porque está activamente buscando empleo. Esta variable resulta relevante ya que el trabajo es un importante factor productivo y, tal como establece la teoría neoclásica de crecimiento, mientras mayor sea el mismo, mayor será la producción y los ingresos, influenciando de manera positiva en la competitividad de la provincia. 



 

Es importante considerar por otro lado, que cuando la competitividad sólo es tomada desde su acepción comercial o económica, con una óptica de corto plazo, no es garantía de que a largo plazo se tenga un crecimiento real sostenible. Allí surge la necesidad de invertir en capital humano, alimentación, educación, salud, formación profesional y protección social. Es evidente que una persona bien desarrollada física, mental y socialmente, tiene mejores condiciones para llevar a cabo de manera eficiente actividades de aprendizaje y laborales que una persona que no lo está. Los niveles de calorías que ingiere un niño desde su nacimiento, su salud y los afectos y cuidados recibidos durante su crecimiento, determinan sus niveles de aprendizaje escolar, como así también sus competencias profesionales para lograr un desarrollo laboral y contribuir, con su productividad, a la competitividad de su provincia y por lo tanto al progreso económico de ésta.

En línea con lo expuesto, se incluyen en el Factor Personas, además de Trabajo y Educación mencionados anteriormente, los ámbitos Salud y Porcentaje de personas bajo la Línea de Indigencia en las jurisdicciones argentinas. 

El primero está compuesto por cinco variables, Índice de Años de Vida Potencial Perdidos, Camas Hospitalarias por habitante, Población no Cubierta con Obra Social o Plan Médico, Tasa de Mortalidad por Causas Externas y Médicos por habitante.

La variable Indice de Años de Vida Potencial Perdidos (IAVPP) (-)es un indicador más amplio que el recuento de defunciones o las tasas de mortalidad comunes, ya que por su método de cálculo penaliza las muertes ocurridas en edades más tempranas, basándose en la idea de que cuanto más prematura es la muerte, mayor es la pérdida de vida. Mientras que las otras medidas de mortalidad son fuertemente influidas por los problemas de salud de las edades más avanzadas, y consecuentemente, sesgan los resultados. 

Además, esta variable puede considerarse un indicador sintético de otras variables que ejercen influencia en la mortalidad de una región tales como condiciones de vida, salud, nutrición, acceso al sistema de salud y, por supuesto, puede sustituir a las tasas de mortalidad. 

Para el cálculo23 de los AVPP hay que especificar una edad límite, la decisión de la misma puede ser de forma arbitraria o elegir la esperanza de vida al nacer de cada población estudiada. Debido a que en este estudio se están comparando provincias con distintas poblaciones, se optó por tomar como edad límite a la esperanza de vida al nacer de todo el país, para facilitar la realización de comparaciones. 

Los AVPP se obtienen sumando los productos del número de muertes de cada edad por la diferencia entre la edad límite y esta edad considerada, quedando expresada esta suma en "años perdidos". Posteriormente, el IAVPP se obtiene dividiendo los AVPP de cada provincia por su población. Esta variable influye negativamente a la competitividad por lo que se incluye en el Índice en escala inversa. 

Como ya se mencionó, otras variables consideradas son: Camas Hospitalarias por habitante (+), Población no Cubierta con Obra Social o Plan Médico (-) y Médicos por habitante (+)que intentan reflejar la situación del sistema de salud en las provincias. Además de ser esto un beneficio directo para la sociedad como resultado de la competitividad de la provincia, los buenos resultados que arrojen estas variables son relevantes porque mientras mayor sea la calidad de vida de las personas, mayor es su productividad.

 


 


Por último, el ámbito salud incorpora la variable Tasa de Mortalidad por Causas Externas (-), que incluye :

- Muertes por accidentes

- Muertes por suicidios

- Muertes por homicidios

Es decir, muertes evitables que se relacionan con la calidad de vida de las personas ya que reflejan indirectamente la seguridad de las provincias, y en el caso de muertes por suicidios el "bienestar general" de las personas.

Dentro de este ámbito es adecuado aclarar, así como en educación, que la cantidad de camas hospitalarias o de médicos no es un indicativo de la calidad de la salud, ya que puede ocurrir que por más que existan camas, el servicio hospitalario no sea el óptimo o bien que haya una escasez de especialistas médicos que disminuyan la calidad de la salud en las diversas regiones. Por lo tanto al analizar los resultados es importante no olvidar que lo que se mide no incorpora valuación de calidad, más bien esto puede evidenciarse en el resultado de años de vida potencial perdidos que es en parte una consecuencia del estado de la salud en cada provincia, constituyendo una medida más aproximada de la calidad en los servicios de salud.

En cuanto al ámbito y variable Porcentaje de Personas Bajo la Línea de Indigencia (-), ésta afecta críticamente las potencialidades de desarrollo de cada persona y en consecuencia la competitividad de las provincias. Debe tenerse en cuenta, que las personas excluidas del sistema productivo son recursos desaprovechados capaces de generar valor y contribuir al crecimiento provincial.

Además, la existencia de personas bajo la línea de indigencia puede ser fuente de conflictos sociales, que provocan una fragmentación en el capital social de una región, con las consiguientes pérdidas en términos de competitividad.

Puede resultar extraño que no haya en el índice una variable "calidad de vida" por su importante incidencia en la performance económica de una provincia. Esta ejerce influencia en las decisiones de localización de las firmas y en la capacidad de cada provincia para atraer a los trabajadores más calificados. Asimismo, es interesante tener en cuenta que las acciones de los individuos para mejorar la calidad de vida también resultan complementarias con el progreso económico; por ejemplo, al estimular el desarrollo de productos innovadores.

Sin embargo, debe aclararse que la calidad de vida es considerada en el Índice a través de diversos aspectos incluidos en los factores. Tal es el caso de las variables relacionadas al medio ambiente, la tasa de delincuencia, medidas de desigualdad y pobreza, salud, educación y en general las variables asociadas a la infraestructura, todas ellas posibilitan el acceso a un estándar de vida superior. Algunos autores sugieren considerar además variables como cantidad de restaurantes o actividades culturales pero por el momento no se ha tenido información adecuada para incorporar variables de este tipo en el índice.

Finalmente, es importante remarcar que las personas son generadoras de competitividad y al mismo tiempo son las beneficiarias de su mayor nivel. En este sentido, se aplica de manera análoga la definición del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) "Desarrollo de las personas por las personas y para las personas".

Por lo expresado anteriormente, al intentar construir un Índice de Competitividad para las provincias argentinas resulta imprescindible incluir este Factor Personas, que resume las ideas

presentadas. Como fue explicitado en el Factor Gobierno, el mismo contendrá, además de la información secundaria, variables cualitativas obtenidas mediante encuestas y, particularmente para el Factor Personas, se incluirá una variable que mida la actitud ciudadana en la provincia a partir de la respuesta referida al compromiso ético y moral de las personas en su rol como ciudadanos.

 

12.5.2 Resultados

En el primer apartado de esta sección se muestran los resultados obtenidos para cada una de las variables. Luego, en una segunda sección, se expone el resultado del Factor Personas y se analiza de manera global lo obtenido para las provincias de mejor y peor performance del país, junto con aquellas pertenecientes a la Región Centro.

 

12.5.2.1 Resultado parciales. Análisis de variables

12.5.2.1.1 Porcentaje de respuestas correctas de ONE - Matemática y porcentaje de respuestas correctas de ONE - Lengua

El nivel educativo en Argentina es alto si se lo compara con el resto de los países latinoamericanos, con una tasa de analfabetismo (2,8% de la población de 15 y más años de edad en el 2005) 24 mayor a la de Uruguay pero menor a las de Chile, México y Brasil (el promedio para Latinoamérica es 10,3%). Sin embargo, al medir la calidad educativa, un rubro que en la Argentina registra crecientes desigualdades, el Operativo Nacional de Evaluación de 2003 mostró un porcentaje de respuestas correctas bajo (el mayor porcentaje obtenido por el primer grupo fue de 59%). Cabe destacar que los resultados son regionales, lo cual si bien constituye una debilidad de los datos, así es como son presentados por la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa .  


24 CEPAL http://www.eclac.cl/mujer/proyectos/perfiles/documentos/analfabetismo15.xls


Las provincias del sur fueron las que mejor performance mostraron, mientras que las del noreste argentino obtuvieron los peores resultados de la evaluación con sólo un 51% de respuestas contestadas correctamente. Se observa que las cifras no difieren en una magnitud amplia, si se tiene en cuenta que el promedio de valores de 55,7% cuenta con una desviación estándar de 2,7%. Sin embargo, la variable es susceptible de ser utilizada para representar la disparidad regional en cuanto a nivel escolar básico.

Las provincias de la Región Centro, cuentan con un nivel medio - alto en comparación con el resto, siendo mayor a la media nacional. Respondió correctamente el 57,7% de las preguntas referidas a matemática. De esta manera, resulta relevante la observación de esta variable para reflejar la necesidad de mejorar las cifras de esta región en cuanto a rendimiento en materias tan esenciales como Matemática en las escuelas de las provincias, con el objetivo de incrementar la competitividad de la misma.

El porcentaje de respuestas correctas en Lengua muestra el mismo patrón que el de Matemática en cuanto a ordenamiento regional. El promedio del país es del 55% mientras que la desviación estándar continúa siendo baja, 2,5%. De esta manera, las provincias del sur del país, que se ubican primeras en el ranking, han respondido correctamente el 58% de las preguntas, mientras que las del noreste, siendo las últimas, 51%. Asimismo, las provincias de la Región Centro tienen un 57% de respuestas correctas en la asignatura Lenguas, por lo que, al igual que en el caso anterior, se encuentra por encima de la media nacional. Se observa que los valores son similares a los arrojados por Matemática, indicando una homogeneidad en cuanto a nivel de instrucción en las asignaturas básicas escolares.

 

12.5.2.1.2 Personas matriculadas en Educación Media por habitante entre 15 y 19 años

Argentina se ubica, junto con Uruguay y Chile, entre los países con mejores indicadores educativos de América Latina: menores índices de analfabetismo, mayor nivel de escolarización, acceso y permanencia en el sistema. La población con educación primaria completa es el 89,3% de la población mayor a 17 años, superior a la de Uruguay, Chile, México, Brasil, y mayor al promedio de toda América Latina, que es de 62%. El porcentaje de población mayor a 17 años con secundario completo, si bien es considerablemente menor al de primaria, es también mayor al del resto de los países, siendo éste de 46%, alto comparado con el de los países mencionados anteriormente y con el promedio de América Latina, que se ubica en 28,5% 25.

Sin embargo, dentro de Argentina, el comportamiento de las distintas provincias es diverso.

Como se observa en el Gráfico 12.14, la variable representada por las Personas matriculadas en Educación Media como proporción de la población entre 15 y 19 años muestra un comportamiento muy disímil entre provincias, ya que, con una media nacional de 49% la desviación estándar es de 21%, lo cual queda reflejado en un coeficiente de variación del 44%. Otra cuestión a resaltar en esta variable es que sólo cinco jurisdicciones (C.A.B.A., Neuquén, Río Negro, Jujuy y Tierra del Fuego) tiene más del 49% de la población entre 15 y 19 años matriculadas en educación media, lo cual queda reflejado en un coeficiente de asimetría igual a 1,77.

Cabe destacar que en la ciudad de Buenos Aires el valor mayor al 100% se debe a que existen más personas matriculadas en educación media que las que corresponden al rango de edad utilizado para el cálculo, 15 a 19 años, mientras que si se extiende la población observada al intervalo entre 15 y 24 años la proporción se hace menor al 100%.

 


25 Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (UNESCO) y Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) "Informe sobre tendencias sociales y educativas en América Latina 2006".


Le sigue Neuquén, en donde el 92,6% de la población en ese rango de edad se encuentra matriculada en la educación media. Esta cifra dista mucho de las que muestran las últimas provincias, ya que en Misiones y Santiago del Estero el 28,8% y 25,4% de la población pertinente se encuentra matriculada. Como se observa, la gran heterogeneidad que existe en esta variable influirá considerablemente en la posición final que las provincias obtengan en el factor.

En cuanto a la Región Centro, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe arrojan resultados desfavorables ubicándose en la mitad más baja del ranking, con valores cercanos al 40% para los primeros y un valor más bajo, 37%, para Santa Fe. Dada la importancia de la educación para la competitividad provincial, aparece como una prioridad el intentar mejorar los resultados de esta variable para aquellas provincias en donde la población de personas matriculadas en educación media es especialmente baja.

12.5.2.1.3 Personas con Educación Superior Completa por habitante mayor de 15 años

La educación superior es el nivel de enseñanza que más ha crecido en cuanto a personas matriculadas a lo largo de los años en Argentina, mostrando una tasa de crecimiento media anual de 6,9% entre 1980 y 1997, en contraposición al bajo incremento del nivel primario (1,9%) y medio (4,5%). 26 

Sin embargo, tan sólo el 7,6% de la población mayor de 15 años cuenta con educación superior completa en promedio en el país, teniéndose en cuenta tanto la universitaria como la no universitaria. Este valor está influenciado por el valor alcanzado en educación superior completa por Ciudad de Buenos Aires el cual asciende al 20% de la población entre 15 a 19 años, esta es 2,19 veces mayor a la provincia que le sigue en esta variable, es decir Córdoba. A pesar de éste valor extremo las provincias de Córdoba, Tierra del Fuego, Santa Fe y Santa Cruz también se ubican por encima de la media, dejando a la mayoría de las jurisdicciones concentradas en una proporción de personas con educación superior inferior al 7,6%. Esto se manifiesta en el valor del coeficiente de asimetría, 3,9, el que al ser positivo indica una concentración de valores por debajo de la media.


26 Tedesco, J.C. y Tenti Fanfani, Emilio, "La reforma educativa en la Argentina", IIPE/UNESCO, Buenos Aires, noviembre 2001.


Córdoba se encuentra segunda en el ranking, con un 9,3% de personas con educación superior completa, que, si bien es bajo, supera a las restantes del país. Santa Fe y Entre Ríos se encuentran en el cuarto y octavo lugar, con un 8,5% y 7,5% respectivamente. Es decir que las provincias de la Región Centro se encuentran en posiciones medias a superiores en términos relativos.

Por último, Misiones y Santiago del Estero son las provincias que menos personas con educación superior completa tienen, tan sólo un 5%. Estos bajos valores, además de ser perjudiciales en lo que respecta a los aspectos sociales regionales como fue explicitado con anterioridad, implica una escasez de mano de obra calificada que repercute de manera negativa en la productividad, afectando por ende el nivel de competitividad de la provincia. 

 

12.5.2.1.4 Escolaridad promedio de los trabajadores

Como fue explicitado anteriormente, Argentina tiene perfil educativo alto en relación al de sus pares latinoamericanos, con un promedio de 9,9 años de escolaridad, siendo el promedio regional es igual a 7,8. La capacitación de los trabajadores es relevante ya que mientras más calificados sean podrán ocupar cargos de mayor jerarquía y realizar un mayor número de actividades con una productividad superior.

El indicador de la escolaridad promedio de los trabajadores, construido como fue explicado previamente, muestra un promedio de 4,43, lo que implica que en promedio los trabajadores del país se encuentran con un secundario incompleto (indicador igual a 4) o completo (indicador igual a 5), pero sin educación superior. Con una media igual a 4,43 y con una desviación estándar igual a 0,4, el coeficiente de variación alcanzado es bajo, igual a 0,09, mostrando una escasa variabilidad entre provincias, lo cual puede ser observado mediante la altura alcanzada por las barras del Gráfico 12.16.

La ciudad de Buenos Aires lidera el ranking con un valor de 6 para su indicador, implicando que es en esta jurisdicción en donde se encuentran los trabajadores más capacitados, seguida por Tierra del Fuego, Córdoba y Santa Fe. Estas tres provincias se encuentran en valores alrededor de 4,7, superiores a la restante provincia de la Región Centro, Entre Ríos, que está más rezagada con un valor de 4,3 que si bien no es una diferencia amplia, la posiciona como número 15, es decir en la mitad de menor performance del país.

Por último se encuentran Chaco y Misiones, con valores cercanos al 3,8, que es bajo si se tiene en cuenta que la tercera categoría corresponde a la primaria completa y la cuarta al secundario incompleto, convirtiéndose en una señal de alerta por la baja escolaridad promedio de los trabajadores en estas provincias.

12.5.2.1.5 Tasa de actividad

A nivel nacional, en promedio, el 43% de la población total pertenece a la población económicamente activa (PEA), es decir, a las personas en edad de trabajar que se encuentran ocupadas o bien están buscando empleo. La PEA incluye tanto a los empleados como a los desempleados, quedando excluidos de ésta pero incluidos en la población total los inactivos, de esta manera se puede entender a la tasa de actividad como un indicador de la mano de obra disponible de una sociedad.

La tasa de actividad es sensible al nivel de desempleo y a las condiciones del mercado laboral: la decisión de un joven de salir o no del sistema educativo, de una madre de familia de tratar o no de retomar un empleo, de un trabajador de edad de optar o no por un cese de actividad, depende en cierta medida del mercado de trabajo: cuánto más fuerte sea el volumen de desempleo o de supresiones de empleo, más grande será la presión para mantenerse o volver a la población inactiva; inversamente, cuánto más bajo es el nivel de desempleo, o más fuerte el número de creaciones de empleo, mayor será el efecto de atracción hacia el mercado de trabajo que se ejercerá sobre la población inactiva.

La tasa de actividad promedio es de 0,43 y el coeficiente de asimetría (1,05) indica una tendencia de las observaciones a ubicarse por debajo de ésta. Además, debe tenerse en cuenta que esta variable presenta una cierta dispersión, lo cual queda reflejado en un coeficiente de variación del 10,89% de la media.

Las jurisdicciones con mayor tasa de actividad del país son Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires con una proporción de personas económicamente activas mayor al 50%, aproximadamente 54%. La situación de estas jurisdicciones contrasta con la de provincias como Chaco y Formosa con apenas el 36% y el 34%, respectivamente. 

Córdoba pertenece a la mitad con mayor tasa de actividad del país, con el 44% de la población total perteneciente a la población económicamente activa. Por su parte Entre Ríos (39%) está a sólo 5 puestos de la provincia de Formosa, la que, como se mencionó, tiene la menor tasa de actividad del país.

 

12.5.2.1.6 Años de vida potencial perdidos cada 1.000 habitantes

Como se dijo anteriormente esta variable intenta reflejar las disparidades que puedan existir en los sistemas de salud de las provincias argentinas. Está íntimamente relacionada con las defunciones en cada jurisdicción, pero hay que tener en cuenta que este indicador penaliza las muertes ocurridas en las edades más tempranas por lo que, a los fines de la construcción del Índice de Competitividad, resulta superior a la tasa de mortalidad común que se ve influenciada por los problemas de salud de las personas mayores. 

Según datos de CEPAL27 la tasa de mortalidad en la niñez - la probabilidad de morir antes de cumplir los primeros 5 años de vida - para Argentina es una de las más bajas de Latinoamérica, 25 por mil. 


27 Fuente: CEPAL División de Población/CELADE.


Resulta bastante menor a la de Brasil (48 por mil) pero superior a la de Cuba y Chile, con tasas de 10 y 15 por mil respectivamente. Además, es interesante conocer que la esperanza de vida al nacer de Argentina, calculada para el periodo 2000-2005, asciende a 74,1 años, siendo mayor a la esperanza de vida al nacer promedio de Latinoamérica en su conjunto, que es de 72,2 años para ambos sexos. 

Conociendo el contexto nacional en que están inmersas las provincias argentinas en términos de mortalidad y esperanza de vida, se avanza hacia el análisis de los resultados del Índice de Años de Vida Potencial Perdidos. 

En Formosa y en Chaco se pierden 140 y 136 años de vida potencial (es decir, referidos a la esperanza de vida) cada 1000 habitantes. Mientras que en Córdoba cada mil habitantes se pierden 113 años de vida potencial, siendo este valor muy cercano al promedio de la variable, 112 años. 

La cantidad de años potenciales perdidos de las provincias argentinas se desvían en promedio en 15 años, por encima o por debajo, de la media provincial. Y si se observa el coeficiente de asimetría se encuentra una mayor concentración de datos por encima de la media. En se grupo se hallan Santa Fe y Entre Ríos, con aproximadamente 121 años de vida potencial perdidos.

Las provincias que menor cantidad de años de vida potencial pierden son Neuquén y Tierra del Fuego, con 88 y 65 años respectivamente, sugiriendo una mejor situación en materia de salud que el resto de las jurisdicciones, dado su carácter de indicador sintético. De todas formas este resultado se complementará con otros indicadores del ámbito Salud.

 

12.5.2.1.7 Camas hospitalarias cada 1.000 habitantes

Considerando los países latinoamericanos 28, Argentina es uno de los que mayor cantidad de camas hospitalarias per capita tiene (2 camas/1000hab.). Sólo Cuba se destaca en esta variable, con 6,2 camas cada mil habitantes, mientras que Argentina se encuentra entre los parámetros de Chile y Uruguay, con 2,5 y 1,8 camas (cada 1000 hab.) respectivamente.


28 CEPAL División de Estadística y Proyecciones Económicas. Unidad de Estadísticas Sociales, sobre la base de información oficial de los países. Año 2004.


Dentro del país, la cantidad de camas hospitalarias varía entre 1,44 (Tierra del Fuego) y 3,55 (Entre Ríos) camas por 1000 habitantes, arrojando un promedio nacional de 2,2 camas y una desviación estándar de 0,5. Puede parecer una variabilidad reducida pero además hay que considerar que si se asocia esta medida al promedio se obtiene un coeficiente de variación de 25%, es decir, la variación promedio de los datos representa un cuarto del valor de la media, lo cual indica que los datos poseen una variabilidad no tan reducida. Asimismo, los datos tienden a ubicarse por debajo de la media, ya que el coeficiente de asimetría es positivo, si bien no resulta significativamente alto.

Como se observa en el Gráfico 12.19, Córdoba ocupa una situación intermedia en esta variable, en dicha provincia se dispone de 2,1 camas cada mil habitantes, mientras que en Santa Fe ese indicador se ubica debajo de las 2 camas por 1000 habitantes (1,81).

 

12.5.2.1.8 Número de médicos cada 1.000 habitantes

Esta variable incluida dentro del ámbito Salud, considera la cantidad de personas mayor es de 20 años con la carrera de medicina completa cada 1000 habitantes. En esta variable, es de resaltar la posición relativa de Córdoba, que con 4.4 médicos/1000 hab., es la segunda jurisdicción con mayor cantidad de médicos per capita del país. 

La provincia con mayor número de médicos es Buenos Aires con 36.931, un valor sólo cercano al de Ciudad de Buenos Aires (30.000), pero bastante superior al del resto de las provincias. Este posicionamiento se ve modificado al tomar en cuenta los valores en términos per capita, caso en que, como se observa en el Gráfico 12.20, Ciudad de Buenos Aires (CABA) se ubica en el primer lugar con 11 médicos cada 1000 habitantes.

Como se evidencia en el Gráfico 12.20 el valor correspondiente a CABA es muy superior al del resto de las jurisdicciones, las que en promedio tienen 2,44 médicos/1000 hab., contra los ya mencionados 11 de CABA.

De las provincias de la Región Centro, Córdoba y Santa Fe se encuentran entre los primeros puestos, mientras que Entre Ríos se ubica en el puesto 17 con 2 médicos cada mil habitantes (por debajo de la media nacional).

Formosa y Misiones son las provincias que aparecen en las últimas posiciones de la variables, éstas cuentan con aproximadamente 1,4 médicos cada mil habitantes.

Si se compara este indicador para Argentina con el de Chile y Brasil, se observa que en Argentina hay mayor cantidad de médicos por habitante, 3 médicos cada mil habitantes, que en los otros dos países. Siendo, entre los tres, Chile el país con menor cantidad de médicos con 1,2 médicos cada mil habitantes 29, un valor bastante cercano a los de Formosa y Misiones.

 

12.5.2.1.9 Porcentaje de población no cubierta con Obra Social o Plan Médico

En algunas provincias argentinas el porcentaje de personas no cubiertas con obra social o plan médico es realmente elevado, lo que resulta preocupante. Como se observa en el Gráfico 12.21, en Chaco, Formosa y otras provincias del norte del país, este porcentaje supera el 50%, llegando al peor caso en que el 65% de la población no posee plan médico u obra social.

Esta situación puede estar reflejando malas condiciones en el mercado laboral, no sólo casos de desocupación sino también de trabajo en la economía informal. Sin duda, esto afecta negativamente a la competitividad, tanto por vías directas como a través de canales indirectos por sus efectos sobre la calidad de vida, la salud, los incentivos laborales y la calidad de la mano de obra. 

Además, esta situación representa una carga para el Estado ya que debe garantizarle acceso al sistema de salud a sus ciudadanos. Asimismo el hecho de atender una porción tan elevada de la población pone en riesgo la calidad del mismo. 

 


29 CEPAL, División de Estadística y Proyecciones Económicas. Unidad de Estadísticas Sociales, sobre la base de información oficial de los países.


En Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 26,2% de la población no cuenta con cobertura médica, correspondiendo al valor más bajo de la Argentina. En la Región Centro el panorama es bastante peor, en Santa Fe el 42%, en Entre Ríos el 48,7% y en Córdoba el 45,8% de las personas no cuentan con cobertura de obra social o plan médico. Si se las compara con el resto de las jurisdicciones, estas provincias ocupan los puestos 19, 13 y 16, respectivamente. Cabe destacar que la variables será incorporada al Índice inversamente, esto es así ya que una mayor proporción de personas sin cobertura médica implica pérdidas en términos de competitividad. 

 

12.5.2.1.10 Tasa de mortalidad por causas externas  

Como fue explicitado anteriormente, la salud es uno de los factores que promueven el desarrollo social y económico de una comunidad y, a su vez, el desarrollo social y económico de un país influye sobre el estado de la salud de sus habitantes. Las tasas de morbilidad y mortalidad constituyen indicadores importantes para determinar niveles de salud y a través de ellos niveles de calidad de vida en virtud de que nos dicen cómo viven y cómo mueren los habitantes de una región.

En el año 2003 las muertes totales en el país fueron de 793 personas por cada 100 mil habitantes. De este total, el 6,21% corresponde a muertes por causas externas, es decir, accidentes, suicidios y homicidios. En el Gráfico 12.22 se observa una alta variabilidad entre las provincias, con una desviación estándar de 10. 

La provincia de Santa Cruz es la que lidera el ranking con 72,18 muertes por causas externas por cada 100 mil habitantes, seguida por Jujuy. En cuanto a las provincias de la Región Centro, Santa Fe se encuentra en la mitad con mayores muertes, en la séptima posición, mientras que Entre Ríos y Córdoba presentan un indicador más favorable, ubicándose en la posición 19 y 20, es decir una de las provincias con más baja tasa de mortalidad por causas externas del país. Por último, las provincias que menor tasa de mortalidad presentan son Salta y Ciudad de Buenos Aires, teniendo esta última un porcentaje de 29 muertes por cada 100 mil habitantes. 

 

12.5.2.1.11 Porcentaje de personas bajo la línea de indigencia

Según datos de Cepal30, en América Latina el 41,7% de las personas se encuentran en situación de pobreza y el 17,4% de las personas por debajo de la línea de indigencia. 

El promedio para las provincias argentinas es de 14% de personas bajo la línea de indigencia. Como se mencionó anteriormente una alta tasa de indigencia implica pérdidas en términos de competitividad ya que una sociedad que mantiene excluida a una alta proporción de sus habitantes pierde calidad de vida, pierde recursos (mano de obra) y, lo más importante, pone en riesgo el desarrollo de su provincia. Por esto esta variable es incorporada al Índice de Competitividad en escala inversa (negativa).

El porcentaje de personas bajo la línea de indigencia varía entre el 27% en Chaco y el 2% en Tierra del Fuego. Como se evidencia en el Gráfico 12.23 este indicador presenta una alta variabilidad entre provincias, los datos de las provincias se desvían en promedio en 6,75 puntos porcentuales por encima o por debajo de la media de 14%, arrojando un coeficiente de variación de casi el 50%, poniendo de manifiesto la alta desigualdad en materia de situación social que existe entre las provincias argentinas. Además, el coeficiente de asimetría indica que los valores tienden a concentrarse por encima de la media.

Las provincias de la Región Centro no presentan alta variabilidad entre sí en términos de esta variable, Entre Ríos es donde mayor porcentaje de personas indigentes hay (17,17%), le sigue Córdoba con 14,97% y por último Santa Fe con 13,85%.

 


30 CEPAL: División de Estadística y Proyecciones Económicas. Unidad de Estadísticas Sociales, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.


12.5.2.2 Resultado global. Análisis del Factor Personas

El resultado del Factor Personas contiene una variabilidad considerable entre provincias, siendo la primera del ranking Ciudad de Buenos Aires, lo que se debe a que cuenta con la mejor performance relativa en los distintos ámbitos. Se encuentra en los primeros puestos en Educación Media y Superior, en Escolaridad Media de los Trabajadores y en Tasa de Actividad.

También en el ámbito Salud muestra una performance destacada, con una cantidad considerablemente mayor de Médicos per capita que el resto de las provincias, el menor porcentaje de Población no Cubierta con Obra Social o Plan Médico y con la menor Mortalidad por Causas Externas del país. Por último, Ciudad de Buenos Aires se encuentra tercera entre las provincias con menor porcentaje de Personas bajo la Línea de Indigencia. 

Las últimas provincias en el ordenamiento del Factor Personas son Chaco y Formosa, las cuales presentan bajo desempeño en los ámbitos que lo componen.

En Educación, estas provincias obtuvieron unos de lo peores resultados en el ONE en Lengua y Matemática y además poseen el menor porcentaje de personas con Educación Superior Completa por habitante mayor a 15 años. 

En el ámbito Salud, se repite su mala performance relativa al resto de las jurisdicciones argentinas, debido a que son las provincias con mayor cantidad de Años de Vida Potencial Perdidos, mayores porcentajes de Personas no Cubiertas con Obra Social o Plan Médico y menor cantidad de Médicos per capita. Asimismo, en las variables pertenecientes al ámbito Trabajo se ve reflejada su mala situación, ya que poseen las menores Tasas de Actividad y ocupan los últimos puestos en la variable Escolaridad Promedio de los Trabajadores.

Por otro lado, la Tasa de Indigencia en Chaco es la más alta del país y la de Formosa es la cuarta más elevada. Después de este breve recorrido por los ámbitos que componen al factor, no resulta sorprendente que éstas sean las jurisdicciones con peor desempeño del país en el Factor Personas.

Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos se encuentran en una posición intermedia en el ranking del Factor, ubicándose en sexto, noveno y catorceavo lugar respectivamente. En Porcentaje de Respuestas Correctas en Lengua y Matemática, conforman el segundo grupo de mejor performance, siguiendo a la Región Sur. Además, si bien en Educación Media las tres se encuentran en la mitad de peor desempeño del país, en Educación Superior y Escolaridad Promedio de los Trabajadores muestran resultados considerablemente más favorables.

Ahora bien, no en todas las variables estas provincias presentan una performane similar. Por ejemplo, en el caso de la Tasa de Actividad Santa Fe se encuentra primera en el ranking, incluso superando a Ciudad de Buenos Aires, mientras que Córdoba se encuentra en una posición intermedia (8) y Entre Ríos (19) muestra un peor desempeño.

En cuanto al ámbito de Salud, las tres provincias se encuentran en posiciones intermedias, con excepción del Índice de Años de Vida Potencial Perdidos en donde se destaca que, estando Entre Ríos y Santa Fe en la sexta y séptima posición, Córdoba se encuentra en el puesto 13, lo que genera una diferencia a favor de esta última provincia. 

A continuación, se presenta el resultado del factor de una manera alternativa, mediante un mapa que representa el ordenamiento de las provincias y en donde cada color indica, mediante un esquema de semáforo, la posición en el ranking de cada una. Allí se observa con claridad la buena performance de las provincias del sur en contraposición a las del norte, en donde se presentan las jurisdicciones con peor desempeño en el factor Personas del país.

12.6 Factor Resultados Económicos

12.6.1 Aspectos generales

La competitividad de una región es la capacidad o potencial que posee la misma para alcanzar mayores niveles de ingreso per capita, dicha capacidad queda reflejada en el desempeño de los recursos estratégicos de una región. Estos recursos están resumidos en seis de los factores que componen el índice, factor empresas, gobierno, infraestructura, innovación, ciencia y tecnología, recursos naturales y medio ambiente y finalmente personas. 

A pesar de que la competitividad está sumamente influenciada por el desempeño de estos recursos es importante analizar el ambiente económico, ver cual es la capacidad y el grado de desempeño del agregado de la economía provincial frente a diferentes aspectos de la realidad. Se intenta mediante el Factor Resultados Económicos revelar el desempeño económico de las provincias resumiendo en su valor un conjunto de resultados referidos a aspectos sociales, económicos e institucionales.

El "Factor Resultados Económicos" está compuesto por once variables de las cuales una es obtenida mediante la encuesta de percepción. Se incluyen en el factor las siguientes variables cuantitativas:

- Coeficiente de Gini

- Ingreso Medio Mensual Individual

- Tasa de Desocupación

- Destino Provincial de la Formación de Capital de Firmas Nacionales per capita

- Destino Provincial de la Formación de Capital de Firmas Extranjeras per capita

- Inversión Real Directa Pública per capita

- Promedio de Exportaciones per capita

- Producto Bruto Geográfico per capita

- Tasa de Crecimiento Promedio del Producto Bruto Geográfico

- Índice de Concentración Económica

Mientras que la variable medida por la encuesta será la perspectiva futura que tiene el empresariado sobre el desarrollo de la provincia (distribución del ingreso y crecimiento).

El mejoramiento de la competitividad esta estrechamente ligado a la reducción de la desigualdad y la pobreza, es por ello que se utiliza el Coeficiente de Gini (-) para medir las diferencias en el ingreso que existen dentro de cada provincia. A su vez, la distribución desigual de los ingresos es uno de los problemas socioeconómicos más graves que presentan las economías del mundo y no sólo es una consecuencia de un bajo crecimiento del ingreso sino también un obstáculo al mismo. Esta inequidad afecta al crecimiento económico de forma negativa a través de diversos canales. Uno de ellos es que desincentiva la formación de capital humano debido a que hay una gran proporción de los ciudadanos que no tienen acceso al financiamiento ni a la educación necesaria para lograr cierta calificación en la mano de obra, esto afecta negativamente a la productividad de los trabajadores y consecuentemente queda reflejado en una baja tasa de crecimiento. A su vez, la presencia de fuertes desigualdades acrecienta las posibilidades de inestabilidad macroeconómica y política y quiebre de la paz social, las cuales generarán obstáculos al crecimiento económico y en consecuencia a las mejoras en la competitividad. En síntesis la mala distribución del ingreso tiene un efecto directo sobre el bienestar social y económico de la provincia, disminuye el ritmo de acumulación de capital físico y humano, reduciendo el crecimiento de la productividad y contrayendo la expansión de las actividades productivas. 

El coeficiente de Gini es un número entre cero y uno. El valor cero implica que la economía tiene una perfecta equidad en la distribución del ingreso, mientras el valor uno refleja aquella situación donde el ingreso está concentrado en una sola persona existiendo una perfecta desigualdad en la economía.

El análisis de la distribución del ingreso permite observar cuál es la situación social de la provincia, pero también deja ver cuál es el nivel de vida de los ciudadanos, lo cual puede aproximarse con la variable Ingresos Medios Mensuales Individuales (+). Hay que resaltar que la variable no manifiesta exactamente el nivel de vida de la provincia, debido a que para lograrlo se requiere de un análisis más profundo de la situación social y económica de la población. Los ingresos que reciben los ciudadanos son un reflejo del desarrollo de la economía en que viven y de la productividad que poseen. Las diferencias que presentan las provincias en cuanto a los ingresos medios no sólo se deben al progreso que exista en ellas sino también a otros aspectos como la ubicación geográfica y las actividades productivas principales, entre otras características de las jurisdicciones. Las diferencias en los ingresos individuales pueden incentivar el traslado de mano de obra calificada y de empresas productivas, incrementando de esa forma la productividad de la región, lo cual quedará reflejado en la capacidad de la misma para crecer. A su vez, los altos ingresos son un reflejo del grado de competitividad que presenta la economía provincial, y son estas razones que incentivan la inclusión de esta variable como parte del Factor Resultados Económicos.

El pleno empleo de los recursos productivos permite que la economía se sitúe sobre la frontera de posibilidades de producción asegurando que, dado el estado tecnológico existente, se maximice la producción y el ingreso agregado de la economía. Las desviaciones de esta situación reflejarán una situación económica que es posible mejorar. Es por ello que la inclusión de la Tasa de Desocupación (-) dentro del factor de resultados económicos busca captar la capacidad de cada una de las provincias para absorber los recursos laborales disponibles. Este es un reflejo de la capacidad competitiva de cada una de ellas, donde intervienen una serie de elementos que no sólo se hallan vinculados al mercado laboral, sino también a la estructura productiva y a las políticas públicas. Se esperaría que el funcionamiento "aceitado" del mercado lleve a que todos aquellos que desean trabajar puedan hacerlo, y que todas las empresas puedan satisfacer su demanda de mano de obra, considerando toda la variedad de calificaciones requeridas. Los incentivos a la formación y perfeccionamiento de los trabajadores deberían surgir naturalmente en un entorno en el cual se favorece la libertad de decisión individual, entrando las regulaciones estatales de manera secundaria para eliminar ciertas distorsiones o fallas de mercado que se presentarán de forma inevitable. En síntesis, un bajo nivel de desempleo es un síntoma de que la región bajo análisis está empleando de la mejor forma posible la potencialidad de sus recursos, y es en este sentido que tiene valor la inclusión del mismo en el Índice de Competitividad, computándose la variable en escala inversa. Es necesario comentar que menores niveles de desempleo podrían también asociarse a una mayor intervención gubernamental, por ejemplo con planes de empleo. Pero la consideración aquí es que ello representa una fracción menor del empleo total, y que el grueso del nivel de trabajadores ocupados responde a las condiciones estructurales de la economía, es decir a su nivel de competitividad.

La inversión es uno de los determinantes del crecimiento económico y es por ello que es de suma importancia que las regiones incentiven a las empresas nacionales o extranjeras a que destinen fondos a la formación del capital. Es necesario este esfuerzo, ya que a partir de ella se pueden desarrollar nuevas tecnologías y la infraestructura necesaria para el nacimiento de nuevas actividades productivas, las cuales son inevitables para un mayor desarrollo económico y social de las provincias. Hay que resaltar que la formación de capital no sólo aumenta la competitividad mediante el desarrollo de actividades productivas, el aumento de la productividad y el desarrollo de infraestructura, sino que también es una consecuencia de la misma, ya que los inversores tendrán mayores alicientes para destinar fondos y desarrollar proyectos en aquellas provincias que presentan un mayor grado de competitividad. Para poder captar el esfuerzo que realizan las provincias en la formación de capital se incluyen dos variables: Destino Provincial de la Formación de Capital de Firmas Nacionales per capita (+) y Destino Provincial de la Formación de Capital de Firmas Extranjeras per capita (+). 

Es importante que no sean las empresas nacionales y extranjeras las únicas que se preocupen por invertir en las regiones, sino que es muy significativo que el gobierno tome conciencia de la importancia que tiene la formación de capital, ya que la misma es un medio para aumentar la productividad, lograr crecimiento y desarrollo económico. Para introducir el esfuerzo que realizan los gobiernos provinciales en la formación de capital se utiliza la variable Inversión Real Directa Pública cada 1.000 habitantes (+).

Otro resultado que se incluye en el factor es el valor de las Exportaciones Promedio per capita (+). Estas no miden la competitividad de las provincias sino que es una manifestación de la misma. Las posibilidades que tienen las provincias para exportar son un reflejo de su adaptación a un mundo más globalizado, a su vez éstas son una fuente para adquirir importaciones, las cuales pueden no sólo cubrir algún consumo que la sociedad no ha satisfecho con el mercado local sino también permitir obtener bienes de capital que son de difícil desarrollo por la provincia o el país.

El nivel de producción de cada jurisdicción y la tasa de crecimiento del mismo, es una medida del crecimiento económico generado por cada una de ellas. Esto indica la mayor o menor disponibilidad de bienes y servicios (expresado en valor) que existe en la economía para los diferentes usos alternativos; en general y de forma amplia, consumo e inversión. Si se expresa al Producto Bruto Geográfico en términos per capita (+), se obtiene un indicador que aproxima el nivel de vida del habitante medio; sin embargo esto posee algunos problemas que son interesantes de considerar. En primer lugar existen sectores de la economía que no se encuentran incluidos en el cálculo del PBG, y que sin embargo producen o generan servicios (por ejemplo el trabajo en el hogar, el voluntariado, etc.). Por otro lado, el crecimiento puede producir problemas ambientales que se ven reflejados incorrectamente en el cálculo del producto; si primero se produce contaminación y luego se paga para eliminarla, ambos elementos se incluyen en el cálculo de la producción, lo cual es un error. Finalmente (aunque existen otros), se encuentra el inconveniente de que esta medida no capta la distribución del ingreso, y por ende se está perdiendo una gran parte de la medición del bienestar de la población. Sin embargo, la inclusión dentro del factor de resultados económicos se justifica en términos de que es una variable más dentro de un amplio rango, que conjuntamente buscan captar el nivel de vida de la población y su sostenibilidad en el tiempo.

Además de tener en cuenta el desempeño de las provincias en los aspectos económicos y sociales, es importante analizar la estructura económica de las provincias, lo cual está relacionado al tipo de actividades en el territorio. Este análisis permite observar cuales son las actividades que lideran el proceso económico provincial, las posibles ventajas comparativas, los encadenamientos y los agentes relacionados. Es importante el estudio de la concentración, ya que una provincia poco diversificada reduce el espacio donde se puede actuar ante eventualidades adversas en alguna de las actividades, lo que tendrá un efecto directo sobre el crecimiento de la economía provincial y por lo tanto sobre la competitividad. Para el estudio de la concentración de la estructura provincial se llevo adelante el cálculo del Indice de Concentración (-), la base utilizada para la construcción del Índice son las actividades componentes del Producto Bruto Geográfico del año 2002. Las actividades que ingresaron en el cálculo son:

- Agricultura, ganadería, caza y silvicultura

- Pesca

- Explotación de minas y canteras

- Industria manufacturera

- Suministro de electricidad, gas y agua

- Construcción

- Comercio mayorista y minorista y reparaciones

- Hoteles y restaurantes

- Transportes, almacenamiento y comunicaciones

- Intermediación financiera

- Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler

- Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria

- Enseñanza

- Servicios sociales y de salud

- Otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales

El Indice de Concentración indica la disparidad de la provincia respecto de la estructura productiva nacional31. Cuanto más cercano a cero esté el valor del índice, menos concentrada estará la provincia bajo estudio.

Hasta el momento se han explicitado y analizado aquellas variables que reflejan el desempeño de las provincias, mostrando resultados económicos, sociales y institucionales, pero también es importante tener en cuenta cuáles son las expectativas que tienen los empresarios en relación al desarrollo de la misma. Esta percepción sobre el futuro de la economía provincial es medida mediante la encuesta realizada a líderes empresarios. A causa del tiempo que requiere la recopilación y el procesamiento de la encuesta, en este informe no se lleva adelante un análisis exhaustivo de la misma. A pesar de ello es significativo resaltar la importancia de esta variable ya que las expectativas de los agentes económicos son un factor influyente en la toma de decisiones sobre el desarrollo de nuevas inversiones, de nuevas actividades, la ampliación de plantas productivas, la incorporación de nuevos productos al mercado, entre otros.

 

12.6.2 Resultados

En el primer apartado de esta sección se muestran los resultados obtenidos para cada una de las variables. Luego, en una segunda sección, se exponen las posiciones alcanzadas por las provincias argentinas en el Factor Resultados Económicos y se analiza de manera global lo obtenido para las provincias de mejor y peor performance del país, junto con aquellas pertenecientes a la Región Centro. 

 



12.6.2.1 Resultado parciales. Análisis de variables

12.6.2.1.1 Coeficiente de Gini

El análisis del coeficiente de Gini, permite ver y comparar la desigualdad del ingreso de las provincias. Como se explicó en el apartado anterior un valor del coeficiente cercano a uno implica que la provincia presenta una alta disparidad. Observando el Gráfico 12.25 se puede concluir que las provincias que exhiben un mayor grado de desigualdad son las jurisdicciones de Río Negro y Ciudad de Buenos Aires, con un valor igual a 0,506 y 0,4806 respectivamente.

Las provincias que mejor performance presentan respecto a la distribución del ingreso son La Pampa y Santa Cruz con un coeficiente igual a 0,405 e igual a 0,3825 respectivamente. En general hay que destacar que estas dos jurisdicciones presentan los niveles más altos en los indicadores socioeconómicos lo cual queda también reflejado en su bajo coeficiente de Gini. 

Las provincias de Córdoba y Entre Ríos se ubican en una posición intermedia en la desigualdad del ingreso, mostrando valores muy aproximados al coeficiente promedio para la totalidad de las provincias argentinas, 0,4483. A pesar de que Santa Fe ocupa la posición número veinte con un valor igual a 0,4219, éste no esta muy alejado de los coeficientes presentados por las otras dos provincias componentes de la Región Centro, Córdoba con 0,446 y Entre Ríos con 0,452.

Aunque el análisis de los coeficientes de Gini permite comparar el nivel de desigualdad del ingreso que presentan las provincias argentinas y obtener un ranking de las mismas, hay que tener en cuenta que la variable no presenta una alta variabilidad. Esta puede ser observada en el Gráfico 12.25, donde las barras no presentan alturas muy dispares, asimismo la media del coeficiente de Gini es 0,4483 y el coeficiente de variación presenta un valor 6,16% el cual es considerablemente bajo, mostrando en qué porcentaje se desvían las observaciones de su media.

Otro estadístico interesante para analizar es el coeficiente de asimetría. Este tiene la ventaja de mostrar donde se concentran los datos, alrededor de la media, hacia la derecha o a la izquierda de la misma. El coeficiente de Gini de las provincias argentinas presenta una asimetría negativa representada por un coeficiente igual a -0,416, concentrándose más valores a la derecha de la media. Esto permite concluir que la mayoría de las provincias argentinas presentan altos niveles de desigualdad. 

En síntesis a pesar de que el Gráfico indica que Río Negro es la provincia con más diferencia en el ingreso, hay que resaltar que en promedio las provincias argentinas presentan un coeficiente de Gini igual a 0,4483 lo cual no refleja una buena distribución del ingreso en general en las provincias argentinas.

Un estudio realizado por el PNUD32 para el año 2005 muestra las diferencias que existen en el mundo en relación a la distribución del ingreso. En general se observa que la brecha entre pobres y ricos es alarmantemente alta en América Latina comparado con los países desarrollados.

Argentina presenta un coeficiente de Gini igual a 0,522, sin embargo hay que destacar que Brasil es el país más desigual dentro de América Latina lo que queda reflejado en un coeficiente bastante más alto igual a 0,593. Por el otro lado están los países desarrollados como Estados Unidos y Suecia cuyos coeficiente son bastante más bajo, 0,408 y 0,25 respectivamente. A pesar de que existen estas diferencias entre América Latina y los países desarrollados hay que resaltar que el mundo no tiene una buena distribución del ingreso, el trabajo de PNUD obtienen un coeficiente de Gini para el mundo igual a 0,67, el cual es considerablemente alto.

 

12.6.2.1.2 Ingreso medio mensual individual

Como se deriva del Gráfico 12.26 las provincias que presentan mayores niveles de ingresos medios individuales son Tierra del Fuego y Ciudad de Buenos Aires, con $1.692,22 y $1.471,77 por persona respectivamente. A su vez, las jurisdicciones con menores ingresos son Misiones con $558,7 y Corrientes con $544,6. Comparando la mejor provincia en esta variable con la peor, se observa que la primera se encuentra 3,11 veces por encima, exhibiendo una diferencia de $1.147,7.


32 Human Development Report 2005.


La Región Centro se ubica en una posición intermedia presentando Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos en promedio un nivel de ingreso mensual individual igual a $754,84 por habitante. Asimismo hay que resaltar que la provincia de Córdoba presenta el valor más alto dentro de la región, mientras que la provincia de Entre Ríos alcanza el valor más bajo.

La media de la variable para todas las provincias asciende a un monto de $808,61 por persona. Si se compara este valor con el correspondiente a la mejor y la peor provincia en este aspecto, se observa que Tierra del Fuego tiene un ingreso 2,09 veces mayor que la media, a su vez la media está 1,5 veces por encima de la peor provincia, Corrientes, lo que permite concluir que los ingresos están concentrados por debajo de la media de la media. Para corroborar esto se puede hacer un análisis del coeficiente de asimetría el cual muestra un valor positivo que asciende a 1,69. Esta característica permite concluir que los Ingresos de las provincias en general son menores a $808,61. Igualmente hay que resaltar que la variable presenta un alto grado de variabilidad, reflejado en su elevado coeficiente de variación que muestra que las desviaciones promedio de los datos a la media representa un 40,3% de la misma.

 

12.6.2.1.3 Tasa de desocupación

El desempleo es un problema de suma importancia en las economías, la existencia del mismo implica que hay mano de obra no utilizada la cual podría permitir el desarrollo de actividades productivas y el alcance de una posición sobre la frontera de posibilidades de producción. El desempleo en Argentina, medido a través de la tasa de desocupación, fue del 11,6% para el año 2005 33. Esta cifra a pesar de ser una de las más altas de América Latina, ubicada en el segundo lugar, viene en descenso desde el año 2002 año en el cual había llegado a un tope de 19,7%.

Así como el país viene mostrando un adelanto en este aspecto, es interesante analizar la tasa de desocupación de las provincias, para ver cuál es la utilización del recurso productivo. Observando el Gráfico 12.27 se puede percibir que la provincia que presenta un mayor porcentaje de población no ocupada es Buenos Aires con una tasa de desocupación igual a 16,35%, seguida por Salta con una desocupación del 13,6%. Asimismo hay que resaltar que ambas presentan un valor superior al correspondiente a escala nacional, 11,6%. 


33 CEPAL.


La Región Centro, están ubicadas dentro de las diez jurisdicciones con más alto nivel de desempleo. Santa Fe presenta un valor muy próximo al valor nacional, 11,73%, presentando el valor más alto en la región. Entre Ríos presenta el mejor desempeño en la zona, con una tasa de desocupación de un dígito, 9,96%, a pesar de ser la más baja se diferencia de la tasa de Córdoba en tan sólo 0,31 centésimos. Pese a que estas dos jurisdicciones no tienen un bajo nivel de desempleo ambas se ubican por debajo del nivel nacional.

Del análisis de los datos se observa que la tasa de desocupación promedio de las provincias argentinas es 8,25% y debido a que la mediana de los datos es 8,2%, próximo a la media, existen un 50% de las provincias que tienen tasas de desocupación mayores a este valor. Este resultado también queda reflejado en el coeficiente de asimetría, el cual es próximo a cero, 0,07, mostrando de esa forma que los datos se distribuyen alrededor de la media de una manera bastante simétrica. 

La variabilidad presentada por los datos puede ser observada por el valor que asume la tasa de desocupación de las provincias de Santa Cruz y San Luis, éstas muestran las tasas más bajas en Argentina, 1,55% y 1,3% respectivamente. En promedio Buenos Aires, con el mayor desempleo, tiene una tasa que esta 11,56 veces por encima de estas provincias. Ambas provincias son las de mejor desempeño en la utilización de los recursos humanos que presenta el territorio.

Hay que resaltar que a pesar de que existen algunas jurisdicciones que presentan tasa de desocupación de dos dígitos, la tasa promedio de las provincias es de un dígito, 8,25% y a su vez todas presentan tasa de decrecimiento en el período 2003-2005, reflejo de una economía que viene creciendo desde el 2003 con tasas del 9% a nivel nacional.

 

12.6.2.1.4 Destino provincial de la formación de capital de firmas nacionales per cápita 

Como se deriva del Gráfico 12.28 Chubut es la provincia donde las empresas nacionales han invertido una mayor cantidad de fondos para la formación de capitales, reflejado en un nivel de inversión per capita de US$ 554,51 por habitantes. La jurisdicción que le sigue en formación de capital por parte de empresas nacionales es Tierra del Fuego con un monto que asciende a US$ 444,23 por habitantes. En general ambas provincias presentan un buen desempeño en los aspectos sociales y económicos y es por ello que las empresas nacionales prestan su confianza invirtiendo en las mismas.

A su vez el resultado de estas inversiones queda reflejado en la buena performance que presenta en muchos de los factores.

Las provincias de la Región Centro a pesar de ubicarse en posiciones intermedias, no se concentran todas alrededor de una posición sino que se dispersan en el medio de la serie. La provincia de Santa Fe, que es la mejor posicionada con una inversión que asciende US$129,80 por habitante, se ubica en el puesto cinco. Córdoba es la que la sigue con un monto de US$43,43 por habitante, y finalmente está Entre Ríos con inversiones de US$17,24 por habitantes.

El Gráfico 12.28 también resalta que las provincias con menores inversiones son Corrientes y Santiago del Estero, con montos que ascienden a US$4,04 y US$2,2 por habitante, respectivamente. 

La inversión promedio por habitante que presentan las provincias argentinas es de US$93,9, a su vez se observa una gran variabilidad en los valores de la variables, no sólo por la gran diferencia que existe entre los montos invertidos en Chubut y Tierra del Fuego con los invertidos en Corrientes y Santiago del Estero, sino que también está reflejado en el coeficiente de variación que asciende a 150,12%.

Otra característica de la serie es la distribución que presenta, reflejada en el coeficiente de asimetría. Las provincias en general presentan un nivel de inversión menor a US$93,9 por habitante, esta característica se deriva del Gráfico 12.28 y de la serie, quedando corroborado por un coeficiente de asimetría mayor a cero, 2,39.

Es importante que las provincias argentinas, comiencen a preocuparse por lograr los incentivos suficientes para que las empresas nacionales aumenten el nivel de inversión, no sólo porque la misma permite desarrollar actividades más productivas sino también por que es una fuente de crecimiento futuro, lo que generará fuerzas que elevarán el nivel de competitividad que presentan las provincias.

 

12.6.2.1.5 Destino provincial de la formación de capital de firmas extranjeras per cápita

La inversión realizada por las firmas nacionales es complementada por las que realizan las empresas extranjeras y es por ello que hay que analizar cuál es el destino provincial de la formación de capital realizado por éstas. Ambos tipos de fondos generan ganancias que quedan reflejadas en la productividad, el desarrollo y crecimiento económico de las provincias.

Del Gráfico 12.29 se puede ver que la provincia de Chubut se ubica en la posición cuatro, que a pesar de no estar primera como fue en el caso de la inversión que realizan las firmas nacionales, en conjunto posicionan a la provincia como una de las que más fondos recibe para la formación de capital. Otro elemento a resaltar es que Corrientes, que posee un bajo nivel de inversión por parte de las firmas nacionales, no logra incentivar a las empresas extranjeras para que inviertan allí.

Las provincias que se ubican en la primera y segunda posición son Santa Cruz y Tierra del Fuego, con US$1.564,60 y US$1.359,93 por habitante respectivamente. Al igual que Chubut, estas provincias presentan un alto nivel de inversión ya sea de parte de las firmas nacionales como de las extranjeras posicionándose dentro de los cuatro primeros lugares, lo que quedará reflejado en el desempeño económico de las mismas.

Corrientes, La Plata, Entre Ríos y Chaco no presentan inversiones realizadas por empresas extranjeras y a su vez no poseen altos niveles de inversión de firmas nacionales, lo que las ubican entre las provincias con menos formación de capital.

Córdoba y Santa Fe a pesar de poseer inversiones por parte de empresas extranjeras poseen un nivel muy bajo comparado con Santa Cruz y Tierra de Fuego, sus montos ascienden a US$144,1 por habitante para Santa Fe y US$67,61 para Córdoba.

En general se observa que las provincias que tiene altos niveles de inversión por parte de firmas nacionales, también tiene altos niveles de inversión por parte de firmas extranjeras y lo contrario sucede con aquellas provincias que no logran incentivar a las mismas para que inviertan.

En conclusión aquellas provincias con baja formación de capital por parte de firmas nacionales no la compensan con aquellas realizadas por las extranjeras.

El Gráfico 12.29 muestra que la variable tiene una gran variabilidad, la media de la serie indica que en promedio las provincias argentinas tienen un nivel de inversión destinado a la formación de capital de US$219,44 por habitante. Sólo Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquén y Chubut presentan valores superiores a la media, lo que indica que la mayoría de las provincias presentan bajos niveles de inversión extranjera. Esto queda reflejado en el coeficiente de asimetría que muestra una concentración de datos a la izquierda de la media.

 

12.6.2.1.6 Inversión real directa pública cada 1.000 habitantes

Hay una clara disparidad en la distribución de esta variable. La provincia de Santa Cruz muestra una marcada superioridad respecto del resto, lo que se manifiesta en una inversión pública cada 1000 habitantes 45 veces superior a la de Buenos Aires, que es la última provincia en el ranking (los valores son $2187,24 y $48,58 para Santa Cruz y Buenos Aires respectivamente). 

El valor promedio para todas las provincias es igual a $499 cada 1000 habitante, con una variabilidad (ya comentada) que se manifiesta en el coeficiente de variación, indicando que las observaciones se desvían en promedio en un 87% del valor medio. Observando la asimetría se puede detectar que existe una concentración de valores por debajo de la media, indicando que la mayor parte de las provincias poseen niveles "bajos" de inversión en comparación con los extremos más altos (Santa Cruz, La Pampa).

Si se enfoca el análisis en la Región Centro, los resultados son bastante pobres. Los niveles de inversión pública cada 1000 habitantes ascienden a $236, $206 y $188 para Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba respectivamente. Es importante recordar que en estos indicadores existe un efecto "tamaño", ya que una mayor población implica necesariamente un menor puesto en el ranking.

Si se analizan los valores absolutos, Buenos Aires pasa al primer lugar en el ranking, al que le siguen la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, mientras que Santa Cruz queda posicionada en quinto lugar (esta provincia es la penúltima si se consideran los tamaños poblacionales en orden descendente, por lo que no caben dudas que su gasto en inversión pública es elevado). 

Es interesante realizar una comparación respecto de esta variable con un país vecino como lo es Chile. El indicador que más resalta para la comparación es la dispersión. Como se comentó, en nuestro país la diferencia entre la provincia mejor posicionada y la peor es de 45 veces. Este mismo indicador para Chile, muestra que la región con más inversión pública (Aisén), se encuentra sólo 7 veces por encima de la Región Metropolitana que posee el menor nivel de inversión.

Claramente, Chile se encuentra en un estadio de convergencia regional mucho más avanzado que el de Argentina.

 

12.6.2.1.7 Promedio de exportaciones per cápita

Nuevamente aparece una variable con alta desigualdad provincial, lo que influye de forma significativa en el posicionamiento de cada provincia en el factor específico y por ende en el resultado global del Índice de Competitividad. La provincia de Santa Cruz muestra el mayor nivel de exportaciones promedio por habitante para el período considerado, ascendiendo a un valor de US$ 4.369. Es también la provincia con mayor proporción de exportaciones en términos de PBG, lo que genera que el mismo posea una cierta fluctuación en conjunto con los precios de exportación. En cuanto a los rubros que la provincia exporta, principalmente se componen de recursos naturales, entre los cuales destacan los hidrocarburos, el pescado y la lana.

Comparando a Santa Cruz con Formosa (la provincia peor posicionada), el ratio es asombroso: la primera se encuentra 108 veces por encima de la segunda, mostrando la alta desigualdad mencionada. Lo mismo se ve reflejado en el coeficiente de variación que indica que los valores de las exportaciones provinciales se desvían del promedio (igual a US$975 per capita) en alrededor de un 116%. 

Si tomamos en cuenta los valores absolutos de las exportaciones (promedio para 2001-2005), el ordenamiento es un tanto diferente, ubicándose la provincia de Buenos Aires en primer lugar con US$11.599 millones, a la que le siguen Santa Fe y Córdoba, con US$6.070 y US$3.396 millones respectivamente. Formosa sigue ocupando el último puesto, mientras que Santa Cruz pasa a la posición número siete. 

La Región Centro muestra un comportamiento diferenciado tanto en términos per capita como en valores absolutos, pero en este último caso, las tres provincias ascienden en el ranking.

Mientras que en valores per capita los puestos ocupados son el tres para Santa Fe, siete para Córdoba y el quince para Entre Ríos; pasan a ocupar las posiciones dos, tres y diez respectivamente al considerar los valores absolutos (con US$549 millones de exportaciones para Entre Ríos).

12.6.2.1.8 Producto Bruto Geográfico per cápita

Puede observarse una clara superioridad de la Ciudad de Buenos Aires por sobre el resto de las provincias argentinas. La diferencia con la provincia que ocupa el segundo lugar, Tierra del Fuego, es de alrededor de 167%, mientras que si se considera la provincia peor posicionada (Santiago del Estero), la brecha se manifiesta en un porcentaje igual a 861%. Los $21.787 de Producto Bruto Geográfico que le corresponde en promedio a un habitante de la ciudad de Buenos Aires contrasta significativamente con el valor para la provincia de Santiago del Estero, igual a $2.531.

Si consideramos el nivel promedio de PBG per capita para el país, este asciende a $6.229, con una variabilidad promedio de $4.343. Esto indica una dispersión respecto de la media de casi un 70% (coeficiente de variación). El cálculo del coeficiente de asimetría resulta en un valor positivo y considerablemente alejado del cero igual a 2,32, indicando una concentración de observaciones en la cola izquierda de la distribución, es decir en los niveles bajos de PBG. De forma simple, son más las provincias con niveles menores al promedio que las que poseen valores mayores al mismo (los altos valores de las primeras provincias del ranking, sesgan hacia arriba el valor promedio).

Mientras que las provincias del sur del país son las que en general ocupan los primeros puestos, las provincias de la Región Centro se ubican en una posición media (puestos ocho, diez y trece para Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos respectivamente), concentrándose en los últimos puestos las provincias de la región norte del país. Pero esta fotografía cambia si se considera el PBG agregado, es decir sin considerar la variable en términos per capita. En este caso, el primer lugar lo ocupa la provincia de Buenos Aires, seguida por la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Entre Ríos. Claramente el ordenamiento es muy diferente, ubicándose las provincias de la zona centro en los primeros puestos, mientras que las provincias del norte y sur del país se ubican indistintamente en posiciones intermedias o al final del ranking. 

La intención es medir la competitividad en el sentido definido previamente, y la variable más adecuada en pos de este objetivo es utilizar el concepto per capita, que captura una aproximación al nivel de vida de los habitantes de cada jurisdicción.

 

12.6.2.1.9 Tasa de crecimiento promedio del Producto Bruto Geográfico

Los valores observados para la tasa de crecimiento interanual del PBG han sido negativos en alrededor del 90% de los casos si se considera el período 1998-2002, mientras que en el bienio 2002-2003 se produce un cambio de signo, pasando a ser positivos para todas las provincias del país. Estos elementos justifican que en promedio todas las jurisdicciones hayan decrecido durante el período 1998-2003. Sin dudas el período seleccionado se encuentra marcado por un período de crisis del país, pero la elección se ha visto forzada por la disponibilidad de datos.

Puede observarse en el Gráfico 12.33 que las provincias que menos han decrecido son Chubut y Neuquén, mientras que las que más se vieron afectadas por la recesión fueron la Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego. Curiosamente, al menos en principio, estas provincias más rezagadas respecto del crecimiento, son las que presentan el PBG per capita más elevado.

Considerando las provincias de la Región Centro, puede observarse un comportamiento bastante diferenciado. Dividiendo las observaciones en grupos de ocho provincias (las ocho mejores, las ocho intermedias, y las ocho peores), Entre Ríos se ubica entre las mejores, Santa Fe en el grupo intermedio y Córdoba en el grupo de peor desempeño, lo que puede estar mostrando una diferente adaptación y reacción frente a la crisis generalizada que nuestro país sufrió en el período bajo análisis.

Si se calcula la tasa de crecimiento promedio anual para la suma total de los PBG provinciales, la suma ha decrecido un 2,11% promedio anual en el período considerado. Observando el crecimiento a partir del Producto Interno Bruto de la economía, el promedio es de -2,13%, lo que muestra que la simple suma de los PBG de cada provincia presenta un comportamiento similar al PIB. A pesar de ello si se observa la tasa de crecimiento promedio de todas las provincias se obtiene un tasa de decrecimiento de 1,6%, mostrando que las provincias en promedio están decreciendo a una tasa menor que la presentada por la economía nacional, en el período analizado.

 

12.6.2.1.10 Índice de concentración económica

Puede observarse una clara superioridad en la concentración de actividades de la provincia de Santa Cruz, siendo la actividad de explotación de minas y canteras la que se lleva cerca de un 44% del PBG provincial (es la provincia de mayor actividad en este sector, siguiéndole Neuquén con alrededor del 30% de su PBG). Sucede algo similar en el caso de la mayoría de las provincias patagónicas: Tierra del Fuego, Chubut y Neuquén; aunque en estas últimas los porcentajes en las actividad de explotación de minas y canteras es un tanto menor, y ganan peso en actividades como el comercio mayorista y minorista, la industria manufacturera, las actividades inmobiliarias y la administración pública y la defensa (aunque nunca llegan a superar el 13%).

A partir del sexto puesto, encabezado por la provincia de La Pampa, puede observarse cierta homogeneidad entre la diversificación de las provincias, pero vale recordar que el cálculo está considerando la distribución promedio del país cómo situación "base", la cual es conveniente precisar para tener en claro qué está expresando el índice presentado (ver Cuadro 12.1). Esto permite comprender que, por ejemplo, San Luis se ubique en una posición intermedia a pesar que casi el 39% de su PBG sea generado en la industria manufacturera. Esto sucede debido a que el promedio nacional es del 15,98%, que es el valor con el cual se compara. En contraste, el promedio nacional para la explotación de minas y canteras es de 2,31%, y Santa Cruz, con un 44% en este sector difiere de forma significativa, lo que lo lleva a la primera posición del ranking.

La provincia de Buenos Aires muestra ser la menos concentrada del país, lo que quiere decir que posee la estructura más parecida a la del país en cuanto a la composición del PBG por sectores. La diferencia más significativa se observa en la industria manufacturera, donde la provincia muestra casi un 7% más que el promedio nacional. Pero en el resto de los sectores, las diferencias son menores al 4%, con un promedio de 1,17% (considerando las diferencias tanto positivas como negativas).

Si se analizan las provincias componentes de la Región Centro, puede observarse cierta disparidad en el ranking de concentración. Sin embargo las tres se ubican en la mitad inferior de la lista, indicando que se hallan entre las provincias menos concentradas del país. En particular, Entre Ríos posee el valor más alto del índice en la región, explicado fundamentalmente por un alto valor en el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura respecto del promedio nacional. Algo similar sucede para Córdoba, mientras que en el caso de Santa Fe, que se ubica penúltima, las diferencias respecto del promedio nacional vienen principalmente dadas en el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura.

12.6.2.2 Resultado global. Análisis del Factor Resultados Económicos

La provincia de Santa Cruz es la que se posiciona primera en el ranking del Factor Resultados Económicos. Esto no es extraño dado el excelente desempeño de la provincia en prácticamente todas las variables incluidas; en cuatro de las diez, Santa Cruz se posiciona con el valor más alto (posee la mejor distribución del ingreso, el mayor nivel de exportaciones per capita, y los más altos valores de Inversión de Firmas Extranjeras y de Inversión Real Directa Pública).

En contraposición, posee la economía más concentrada (el mayor índice de concentración económica), pero ello no influencia el resultado final.

En el extremo inferior del ranking se ubican las provincias de Corrientes y Tucumán. En el caso de Corrientes, el desempeño en Ingresos Medios y Formación de Capital de Firmas Extranjeras es el peor del país. Igualmente, la performance en la Formación de Capital de Firmas Nacionales, Exportaciones y PBG es bastante pobre. Como fortalezas de la provincia se puede considerar que su estructura productiva es bastante desconcentrada y las posiciones relativas intermedias en Exportaciones, distribución del ingreso y en la Tasa de Desocupación.

La provincia de Tucumán sorprendentemente y a pesar de ubicarse última en el ranking, no se encuentra en la peor posición de ninguna de las variables individualmente consideradas. Sin embargo, el hecho de que el desempeño es bastante malo en casi todas las variables produce este resultado final. Puede rescatarse como aspecto positivo que la economía de la provincia no posee una alta Concentración.

Dentro de la Región Centro la provincia de Santa Fe es la de mejor performance económica.

Esta resulta de haberse ubicado dentro de los diez mejores puestos en Producto Bruto Geográfico per capita, distribución del ingreso, desconcentración económica, Formación de Capitales por parte de Firmas Nacionales y Extranjeras y Exportaciones por habitante. A pesar de este buen desempeño, en la Tasa de Desocupación es una de las peores ya que la misma es igual a 11,73%, superior a la presentada para Argentina, 11,6%, y una de las más altas. A pesar de que en Formación de Capital es una de las provincias con mayor nivel de inversión per capita, la Inversión Directa Pública por habitante es una de las más bajas. En el resto de las variables presenta una posición intermedia lo que conjuntamente con la buena performance de las seis variables, anteriormente nombradas, la ubican en la posición seis con un desempeño medio-alto. 

Las restantes integrantes de la Región Centro, Entre Ríos y Córdoba, quedaron posicionadas en los puestos medios del ranking, trece y catorce respectivamente. En Inversión Real Directa Pública y en la Tasa de Desocupación se encuentran dentro de las diez peores. Conjuntamente con el bajo nivel de Inversión Real Directa Pública, Entre Ríos no genera los incentivos necesarios para que las firmas nacionales y/o extranjeras destinen fondos a la formación de capital, ubicándose en una de las últimas posiciones. Por otro lado, la provincia de Córdoba junto con la provincia de Santa Fe, se ubica dentro de los diez primeros puestos en Ingresos Medios Individuales Mensuales, en el Índice de Concentración Económica y en Exportaciones por habitante; en contraposición con esto presenta una alta tasa de decrecimiento del PBG.

A continuación, se presenta el resultado del Factor de una manera alternativa, mediante un mapa que exhibe el ordenamiento de las provincias y en donde cada color indica, mediante un esquema de semáforo, la posición en el ranking de cada una. Como se observa en el Mapa 12.3 las provincias del sur argentino presenta un desempeño medio-alto y en conjunto el norte argentino presenta un desempeño medio-bajo.

12.7 Reflexiones finales

- La competitividad puede definirse como la capacidad o potencial de una determinada región para alcanzar mayores niveles de ingreso per capita de manera sostenida. Esta, está íntimamente relacionada con el concepto de productividad, es decir el uso eficiente y eficaz de los capitales de una región: capital social, intelectual, natural y físico. La productividad quedará reflejada en el rendimiento que obtienen los mismo, lo cual condicionará el nivel de vida que posean los habitantes de una determinada región. De esta manera el logro de una mayor productividad de estos capitales es un paso previo para aumentar la competitividad de un territorio y conseguir su progreso económico.

- La capacidad mencionada se adquiere combinando elementos micro, macro y meso económicos, es decir, que la competitividad se logra a partir del nivel empresario en conjunción con aspectos sistémicos.

- Estos elementos hacen de la competitividad un concepto holístico, el hecho de que el desarrollo económico no dependa únicamente de la actividades de las firmas que componen la región sino también del desarrollo y nivel competitivo que presentan los otros sectores de la economía, refleja que la competitividad de una región como un todo es mayor que el agregado de sus sectores.

- Conocer la aptitud de una determinada región para generar riqueza permite diagnosticar las fortalezas y debilidades que presenta la misma, determinar desafíos a partir de allí, el diseño de políticas de inversión pública y privada y de planes estratégicos de desarrollo. Finalmente tiene la ventaja de permitir el control de los resultados obtenidos de aquellas políticas y planes llevadas adelante por el gobierno y por las empresas de la región para el logro del crecimiento sostenido.

- La innovación, la ciencia y la tecnología representan la capacidad de desarrollar o adaptar nuevas tecnologías que provean dinamismo a la región, comprendiendo el gasto en ciencias básicas y aplicadas (educación e investigación), en innovación y desarrollo tecnológico. Para lo que es necesario contar con un marco de seguridad jurídica en cuanto a derechos de propiedad. 

- El sector gubernamental es el encargado de brindar un ambiente favorable que genere certidumbre para el desarrollo de los negocios, a través de cuentas sanas y administración transparente, además de la eficiente recaudación de ingresos y asignación del gasto público.

- El sector empresario es el motor microeconómico de la competitividad, siendo la clave la productividad alcanzada con la tecnología disponible. El sector financiero juega un rol crucial, siendo el acceso al crédito un instrumento necesario para la realización de inversiones. Tanto la competencia como la asociatividad producen ganancias de eficiencia. La concentración geográfica de empresas, clusters, permite un acceso más eficiente a los oferentes especializados, a la información y a la fuerza de trabajo, además generan economías de escala y alcance con las ganancias que éstas implican.

- Los recursos humanos, como factor productivo esencial, deben poseer un nivel de capacitación adecuado al desarrollo general de los medios de producción y propender a incrementar la productividad de los mismos. Es esencial la educación y la capacitación laboral, así como también una calidad de vida aceptable.

- La infraestructura con la que está dotada la región es fundamental para su desarrollo productivo, por tratarse de un "insumo" más del mismo. El capital social básico y la inversión en general (tanto tradicional como en tecnología) forman una base fundamental para el aprovechamiento de los recursos.

- Actualmente las ventajas de una región surgen menos de los recursos naturales en el sentido convencional de ventajas comparativas estáticas, sino que están más sujetas a las ventajas comparativas dinámicas que florecen de la innovación y la tecnología aplicada en la utilización de esos recursos como también de su uso eficiente. 

- La preocupación por aspectos medioambientaleses de gran importancia. El uso sostenible de los recursos asegurará una perspectiva de desarrollo que se extiende más allá del corto plazo.

La polución del aire y el agua, el uso de fuentes alternativas de energía y el uso juicioso del recurso suelo son esenciales a tal fin.

En este capítulo se han considerado en detalle tres de los factores relevantes para el desarrollo de la competitividad de una provincia: Gobierno, Personas y Resultados Económicos. Este análisis preliminar permite delinear los resultados más generales que se obtendrán a medida que la construcción del Índice avance. En la presentación final del ICP, no sólo serán decisivos el resto de factores aquí no considerados, sino también las características fundamentales que agregarán las variables obtenidas mediante la encuesta de percepción.

De los resultados presentados se obtienen conclusiones que pueden resultar sumamente interesantes; algunas que cumplen con lo que se esperaría, mientras que otras destruyen "mitos" existentes respecto de la distribución provincial de ciertas características. Dentro de estos últimos puede mencionarse por ejemplo a la educación. El porcentaje de personas matriculadas en educación media es comparativamente muy bajo en la Región Centro. Las provincias de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe se ubican en la segunda mitad del ranking de esta variable. En cuanto a la educación superior, si bien Córdoba es la segunda en el ranking, la diferencia con Ciudad de Buenos Aires es de una magnitud cosiderable. Otro resultado que motiva un posible análisis posterior es el mostrado por la tasa de actividad. En Córdoba, la misma es menor a la de Chubut, Salta y La Pampa; provincias que llevan el peso de ser consideradas más atrasadas que la primera. 

Llama también la atención el resultado de las variables de inversión. En el caso de la inversión pública la provincia de Santa Cruz lidera el ranking, diferenciándose de forma significativa del resto de las provincias. Asimismo, Córdoba se encuentra dentro de las tres últimas jurisdicciones, lo que al menos resulta llamativo. Es más, si se observa la inversión de firmas extranjeras, la misma se dirige en su mayor proporción hacia las provincias del sur (Santa Cruz, Tierra del Fuego y Neuquén), quedando las restantes muy relegadas.

Finalmente, podemos observar en los tres factores analizados, que se destaca la provincia de Córdoba ubicándose en posiciones intermedias de los ordenamientos (puesto trece de Gobierno, nueve en Personas, y catorce de Resultados Económicos). Nuevamente, esto es un resultado provocador frente a las percepciones generalizadas de la hegemonía de las provincias de la Región Centro de nuestro país.