Balance de la
Economía Argentina
NIVEL DE ACTIVIDAD
CAPITULO 2: NIVEL DE ACTIVIDAD
A juzgar por la evolución del PBI nos encontramos en una encrucijada. Nuestro país recuperó el nivel de PBI per cápita que tenía antes de la gran crisis de la década de los '80. Por el comportamiento de otros períodos históricos, se podría decir que Argentina se encuentra en peligro de volver a una fase negativa del ciclo. Sin embargo, tanto los cambios a nivel mundial como las reformas económicas realizadas por el país en los últimos años, permiten mantener la esperanza de salir del estancamiento de las últimas tres décadas y de la pobre performance relativa del promedio del siglo.
2.1. La evolución del PBI argentino en el siglo XX
Durante el período agroexportador argentino, comprendido entre los años 1900 a 1913, el Producto Bruto Interno creció a una tasa de aproximadamente 6,4% anual. Esta tendencia se interrumpió en 1914 con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Recién en 1918, con el cese de las hostilidades en Europa, retomó su tendencia alcista. En 1930, debido a la Crisis Económica internacional, se observó nuevamente un quiebre en el crecimiento. La "Gran Depresión" repercutió de manera significativa en el nivel de actividad de Argentina, provocando caídas del orden del 13% entre 1930 y 1932. La recuperación comenzó recién en 1933 y se extendió hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, registrándose un crecimiento porcentual promedio del 3,7% anual en la producción. Durante el período 1946 a 1955, que se caracterizó por una fuerte industrialización, el crecimiento manifestado en el PBI fue del 4% anual. Cabe resaltar la crisis que se produjo desde 1949 a 1952 en el sector agrícola debido a las grandes sequías, en la cual la producción se redujo un 0,4% anual.
A partir de 1956, la evolución del PBI sufrió fuertes fluctuaciones, registrándose caídas de más del 6% (1959), alcanzando picos de crecimiento mayores al 10% en 1964. En las dos décadas siguientes, entre 1970 y 1990, se desaceleró el crecimiento. Por su parte, se destaca el período comprendido entre 1991 y 1999, como uno de los que mayores aumentos del PBI registró (44,5%).
Si se considera el PBI argentino acumulado durante un período de nueve años seguidos, puede apreciarse en el gráfico 2.2 que alcanzó sus máximos valores durante las tres primeras décadas del siglo. A partir de 1940, comenzó un movimiento lateral que encontró su fin en la década del '70, cuando el PBI acumulado durante nueve años experimentó crecimientos promedios del orden del 35,4% acumulado. El segundo mejor registro de los últimos 69 años fue alcanzado en 1972 con un aumento del 57,2%.
El gráfico 2.2 muestra que luego de obtenerse uno de los máximos valores de la serie en 1972, se produjo una estrepitosa caída durante los siguientes 17 años, alcanzándose un 9,3% de crecimiento negativo acumulado en 1989. Finalmente, el tercer y último pico registrado en la serie, corresponde a 1998 con un crecimiento del 55,7% acumulado, es decir un 5,4 % anual.
El cuadro 2.1. expone la evolución del nivel de actividad a nivel mundial, discriminando entre las distintas regiones. América Latina era la quinta región con mayor nivel de PBI per cápita en el año 1900. En 1992, dicho PBIpc se había multiplicado por cuatro (ver coeficiente de multiplicación en las últimas líneas del cuadro), coincidiendo con el promedio mundial en el mismo período analizado. De esta manera, pasó a ubicarse en el cuarto lugar, luego de Europa Occidental, Nuevos Países Occidentales y Europa Meridional.
Si se toman los últimos datos publicados por las Naciones Unidas, se observa que a partir de 1990, Ia producción total de América Latina creció en forma más acelerada que el producto mundial (ver cuadro 2.2). Este proceso de crecimiento acelerado pudo ser posible debido a una continua expansión en las exportaciones y a una recuperación en las inversiones.
Focalizando el análisis en la performance de Argentina, se aprecia que en el transcurso del siglo XX, su PBI creció más de 3 veces. No obstante, al compararla con distintos países, su crecimiento no ha sido satisfactorio (ver los gráficos 2.3, 2.4, 2.5 y 2.6.).
En general, estos países comenzaron su mayor expansión una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. En el caso de Chile y Gran Bretaña, la evolución experimentada en sus respectivos Productos fue muy similar al de la Argentina hasta comienzos de la década del '80.
2.2. Evolución de los principales componentes del PBI en los últimos años
En el cuadro 2.3 se puede observar el crecimiento negativo de todos los componentes del PBI, correspondientes al año 1999. La caída de las exportaciones se debe, en parte, a la baja registrada en los precios durante los primeros meses del año, dado que las cantidades se mantuvieron a niveles similares de las observadas durante el año 1998 (este tema se desarrolla con mayor detalle en el Capítulo 4: Sector Externo). Desde el punto de vista de las Importaciones, las mayores disminuciones fueron registradas durante los primeros cinco meses, pudiéndose observar una recuperación a partir de junio de 1999.
Debido a la importancia de los cambios de tendencia observados, es conveniente detenerse en el análisis de la evolución de cada una de estas variables en el período 1980-1999 (ver gráfico 2.7).
A pesar de la caída registrada en los componentes de la demanda agregada en el año 1999, el análisis de la trayectoria de los mismos desde 1980, señala que el incremento de las exportaciones fue más del doble del observado en el PBI y en el Consumo. Esto confirma el avance del proceso de apertura económica que se había manifestado tenuemente en 1987.
2.3. Análisis de la Oferta por Sectores
Como se aprecia en el cuadro 2.4, durante 1999 los menos afectados por la crisis fueron el sector Construcción y el sector Pesca. Por su parte, la Industria Manufacturera es la que mayor caída registró en 1999, con una variación porcentual negativa del 9,5% con respecto a 1998. El sector Minas y Canteras presentaron una desaceleración en su crecimiento desde 1995. Sin embargo, en el último año analizado mostró una fuerte recuperación. Las inversiones extranjeras directas fueron las que impulsaron el crecimiento registrado en 1999.