SECTOR AGROINDUSTRIAL

15.4 SECTOR AGROINDUSTRIAL

 

Hasta el momento se analizó la producción primaria de alimentos, es decir, aquella que obtiene el hombre mediante el empleo de los recursos naturales (tierra y agua principalmente). Estos productos generalmente no se consumen de manera directa, sino que existe un proceso de industrialización previo.

En  esta  tercera  parte  se  estudiarán  algunos  ejemplos  de  aquellas  industrias  que utilizan como  materia  prima  la  producción  primaria  para  elaborar  productos  de  consumo humano  o industrial, ya sea de manera directa o como un insumo dentro de un proceso productivo más complejo.

En este sentido se analizará la producción de aceites y harinas, biocombustibles, carnes y lácteos, tratando de contextualizar la situación actual de Argentina respecto al resto de los países del mundo, como así también el desempeño de la industria doméstica a lo largo de estos últimos años.

La importancia de estudiar la producción industrial subyace en el hecho observable del incremento relativo del consumo de estos alimentos respecto a los productos primarios. De esta manera, este contexto se convierte en una oportunidad de crecimiento y desarrollo tanto para Argentina como para el resto de los países productores de alimentos.

15.4.1 Industria molinera y aceitera

15.4.1.1 Introducción

La molienda de granos constituye el primer proceso industrial al cual se somete la producción primaria, el cual convierte a ésta en productos capaces de ser consumidos por el hombre o los animales, es decir, convierte la materia prima en productos de consumo directo o insumos para la producción de otros bienes de mayor valor agregado. 

El proceso de molienda de trigo, por ejemplo, permite obtener no sólo harina para la producción de pan y pastas y una gran variedad de productos alimenticios sino que, además, genera otros derivados (afrechillo y semillín de trigo) utilizados como insumo para la elaboración de alimentos balanceados.

En el caso de la soja y el girasol ocurre algo similar. Mediante el proceso de prensado y molienda es posible obtener por un lado aceites, que se utilizan tanto para consumo humano como para usos industriales, y otros derivados como harinas proteicas, que constituyen una excelente fuente de proteínas utilizada para la alimentación de cerdos, aves y bovinos.

En esta sección se estudiará el desempeño de la industria molinera y aceitera de Argentina, realizando algunas comparaciones respecto a otros países, en especial para el caso de la producción de aceites y harinas de soja, por ser estos productos los de mayor importancia relativa para la economía doméstica.

15.4.1.2 Molienda de soja 

El grano de soja pertenece a las leguminosas, pero se diferencia de éstas por su alto contenido de proteína y por su calidad nutritiva, constituyendo una excelente materia prima para la obtención de aceites y harinas, entre otros productos.

Generalmente, un poroto de soja está compuesto de un 15% de carbohidratos insolubles (fibra alimentaria), 15% de carbohidratos solubles (sacarosa, estaquiosa, rafinosa, etc), 18% de aceites, 38% de proteínas y 14% de otros compuestos. 

El proceso de crushing 16 permite obtener por un lado aceite de soja y por otro, como residuo, alimento de soja de alto contenido proteico que se utilizará para la elaboración de pellets, harinas y tortas. Este proceso se inicia con la limpieza, y la posterior rotura y descascarado del grano mediante molinos quebradores. Luego del quebrado de los granos, éstos son conducidos a un calentador rotativo donde son sometidos a una temperatura de 60 a 65°C. Una vez quebrado y calentado, el grano pasa por unas “laminadoras” en donde se prensa y reduce su forma a la de una lámina de entre 0,25 y 0,35 milímetros. Este último proceso provoca la rotura de las células que contienen el aceite, facilitando su posterior extracción con solventes. Luego se vuelve a extraer el solvente y mediante otros procesos se obtienen aceite refinado, harina, lecitina, aislado de proteína, sémola de soja, concentrado de proteínas y proteína texturizada 17.

15.4.1.2.1 Escenario mundial

15.4.1.2.1.1 Molienda

Más  del  90%  de  la  soja producida  a  nivel  mundial tiene  como  destino  la  molienda. El crushingde soja ha tenido un crecimiento en las últimas  dos  décadas  tan  importante  como  el  crecimiento de la producción mundial de la oleaginosa (ver Gráfico 15.6).

En  1988,  la  cantidad  de soja  molida  a  nivel  mundial alcanzó  las  80  millones  de toneladas mientras que, veinte años después, en 2008, la molienda superó las 192 millones de toneladas. Esto significa un crecimiento de la cantidad de soja procesada del 140% en los últimos 20 años (4,5% promedio anual).


16 Crushingse refiere al prensado o molienda de soja con el objetivo de extraer su aceite.

17 Fuente: “El Balance de la Economía Argentina 2004”.


  En el Gráfico 15.56 puede observarse la evolución del crushing total, donde se muestra además la producción de aceite y otros productos derivados de la molienda (harina, concentrados proteicos, sémola de soja, etc.). Por cada tonelada de soja puede obtenerse aproximadamente 180 kilogramos de aceite y 820 kilogramos de otros productos. 

Los cuatro mayores productores mundiales de soja (EE.UU., Brasil, Argentina y China, ver Gráfico 15.7) son además los cuatro mayores procesadores de esta oleaginosa, concentrando el 78% del crushing total. En el Gráfico 15.57 se muestra la evolución de la molienda de soja en EE.UU., China, Brasil y Argentina.

EE.UU.  ha  sido  desde siempre líder en este aspecto, pero es importante remarcar el notable  crecimiento  que  han tenido Argentina, Brasil, y por sobre  todo,  China.  Por  otra parte,  mientras  que  EE.UU., Brasil  y Argentina  autoabastecen  su  industria  molinera con  la  producción  doméstica de soja, China debe importar el grano para industrializarlo. 

En el año 2008, el país asiático  procesó  2,5  veces  más de soja de la que produjo ese mismo año.

Dado que la producción de aceite es una proporción relativamente estable de la cantidad de soja producida, los principales países industrializadores se constituyen automáticamente en los mayores productores mundiales de aceite y harina de soja.

15.4.1.2.1.2 Comercio internacional de aceite y harina de soja

Una combinación de gran producción y un bajo consumo doméstico permiten convertir a Argentina en el mayor país exportador de aceite de soja, concentrando más del 50% de las exportaciones mundiales. Brasil y EE.UU. también son importantes exportadores con una participación del 21% y 11% respectivamente (año 2008).

China, aún siendo un gran productor, tiene un consumo interno tan elevado que lo obliga a recurrir al mercado internacional para abastecer su demanda doméstica de aceite de soja. Esto puede observarse en el Cuadro 15.7 donde se presentan las cantidades exportadas e importadas por los principales países, además de su participación en el total mundial.

Otros importantes importadores de aceite de soja son India con una participación del 12%, la UE-27 (9,3%), Argelia (3,7%) y Egipto (3,6%).

En lo que respecta al comercio mundial de harina de soja, los principales exportadores son los mismos que en el caso del aceite, a excepción de la UE-27 que se convierte en un importador neto de este producto. Esta demanda se debe principalmente a su escasez de tierras y sus requerimientos de alimentos balanceados para el consumo animal.

Las importaciones de harina de soja se encuentran más concentradas aún que las exportaciones. La UE-27 reúne el 42,3% de las importaciones mundiales seguida por Indonesia, Vietnam, Tailandia y Corea del Sur con participaciones inferiores al 5%. 

15.4.1.2.2 Producción de aceites y harinas proteicas en Argentina

15.4.1.2.2.1 Molienda del complejo oleaginoso

Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), en el año 2008, el 88% de las oleaginosas molidas en Argentina correspondió a grano de soja y un 11% a girasol. El resto de las oleaginosas tales como lino, maní, algodón, colza, y cártamo, tuvieron participaciones muy bajas en la molienda total. Esto se manifiesta como respuesta a la creciente demanda internacional de aceite de soja, principalmente por parte de China, y de harina de soja por parte de la UE-27.


18 Los derivados de la molienda son los residuos sólidos que quedan luego de extraer el aceite de los granos. 


  Además, el volumen procesado de soja ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos veinte años. Esto se observa en el Gráfico 15.58 el cual muestra cómo la molienda a nivel nacional pasó de un promedio anual de siete millones de toneladas en el quinquenio 1989-1993, a más de 30 millones de tonelada promedio anual en el quinquenio 2004-2008.

La caída experimentada en 2008 se debió, en parte, al conflicto entre el sector agropecuario y el gobierno nacional por la aplicación de retenciones móviles. En marzo de 2008, el volumen procesado por la industria molinera cayó un 46% con respecto a febrero de ese mismo año y más de un 50% con respecto al mismo mes del año anterior. En el año 2008, la molienda de soja registró una disminución de 4,6 millones de toneladas (-16%). La leve caída en la producción registrada en la campaña 2007/08 (Gráfico 15.13) también tuvo su impacto en este sentido.

La  molienda  acumulada entre  enero  y  septiembre  de 2009  muestra  nuevamente  un posible retroceso. Hasta el tercer trimestre del año, la cantidad  de  soja  procesada  llegó  a 22,8  millones  de  toneladas, que  proyectadas  a  nivel  anual implicaría  una  molienda  total de  30,4  millones  de  toneladas (un 4% inferior a la de 2008). 

Esto  se  encuentra  estrechamente  relacionado  a  la  fuerte caída en la producción de soja en la campaña 2008/09.

Una característica importante de la molienda de oleaginosas en el país es su grado de concentración en una única provincia: Santa Fe. La razón fundamental está relacionada con la localización de la producción y de los puertos cercanos a la Cuenca del Plata, que permiten a las empresas aceiteras próximas al puerto de Rosario ahorrar costos de transporte y logística.

En  el  año  2008,  el  91,5%  de  la molienda de soja estuvo localizada en la provincia de Santa Fe, en un radio de 300 kilómetros del puerto de Rosario. 

Esto puede verse en el Gráfico 15.59, que  muestra  la  participación  de  cada provincia en la molienda total de soja.

Las  participaciones  de  Buenos Aires  y  Córdoba  se  encuentran  en  el orden del 4% y 4,4%, respectivamente.  La  provincia  de  Entre  Ríos  sólo participa con un 0,15% de la molienda total. 

Por otra parte, la capacidad de molienda en cada una de las plantas muestra gran disparidad.

En el segundo semestre de 2008, según información de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, el promedio de capacidad por cada empresa se estableció en torno a las 3.500 toneladas diarias. Aún así, existe una gran amplitud en términos de capacidad de planta. 

En este sentido, la planta  más  pequeña,  de  propiedad  de  la  empresa  Siete Soles S.A. ubicada en la localidad de  Manuel  Ocampo (provincia de Buenos Aires) cuenta  con  una  capacidad de  molienda  diaria  de  50 toneladas. En  otro  extremo, la  mayor  planta  de  procesamiento  de  soja  es  propiedad  de  la  empresa  Molinos del  Ríos  de  la  Plata  S.A.  y se encuentra ubicada en San Lorenzo (provincia de Santa Fe),  con  una  capacidad  de molienda  de  20.000  toneladas diarias.

En cuanto a la producción de aceite y harina, éstos guardan una relación directa con la molienda. En general, el 18% de la materia prima puede ser convertida en aceite y el resto es procesado para producir harina, pellets y expellers.

Un cambio importante se ha registrado en la composición de la producción de los principales aceites19. El Gráfico 15.60 muestra cómo la producción de aceite de soja ha ido ganando terreno en detrimento de la producción de aceite de girasol. A principios de la década del ‘90, la participación de la producción de aceite de soja era inferior al 50%. En el año 2007, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, el 85% de la producción de aceites correspondió a aceite de soja.

15.4.1.2.2.2 Exportaciones de aceites y harinas del complejo oleaginoso

La combinación de una importante producción doméstica de soja, una gran capacidad de procesamiento y una demanda interna reducida, generan un saldo de exportación del complejo oleaginoso que lo ubica dentro de los más significativos en términos de la exportación de bienes de Argentina.

Entre el año 2003 y el 2008 las exportaciones de aceite de soja crecieron un 44% en volumen pero un 99% en valor, como consecuencia del aumento del precio internacional de este commodity. En 2008, acompañando la caída en la molienda nacional, las exportaciones sufrieron un retroceso (-20% en volumen). 


19 Se ha considerado aquí sólo la producción de aceite de soja y girasol que constituyen el 99% de la producción total de aceite de Argentina. El aceite de maní, lino, algodón, cártamo y colza tienen una participación muy baja en el total.


  Aún así, el ingreso proveniente de estas ventas continuó creciendo. Esto puede observarse en el Gráfico 15.61 donde se muestran las exportaciones argentinas de aceite de soja, por volumen y valor en el período 2003 – 2008.

En 2007, el precio promedio de exportación del aceite de soja fue de US$691 por tonelada, mientras que en 2008 éste fue de US$1.061 por tonelada, acompañando el alza en el precio internacional de los commodities. Esto permitió que, aún con una caída del 20% en el volumen exportado de aceite de soja respecto a 2007, las exportaciones expresadas en valor aumentaran un 22%.

En 2008, China fue el mayor comprador de aceite de soja argentino, adquiriendo aproximadamente el 60% de las exportaciones. El segundo mayor comprador fue Egipto con una participación del 18%. Otros clientes importantes fueron Venezuela, Colombia, Ecuador y Corea del Sur.

Las exportaciones de los subproductos de la molienda también adquieren una gran importancia. Entre  ellos  se encuentran  pellets,  tortas  y harina de soja. Como se observa en el Cuadro 15.9, las exportaciones  de  harina  de soja  adquieren  tanta  importancia  (en  términos  de  valor) como las exportaciones de  aceite  de  soja.  En  2008, éstas alcanzaron un nivel de exportaciones cercano  a  los 3.897  millones  de  dólares, en  tanto  las  exportaciones de  aceite  de  soja fueron  de 3.023 millones de dólares. Los principales compradores de harina de soja fueron Holanda, España, Filipinas, Indonesia, Sudáfrica, y Tailandia.

Las exportaciones de pellets de soja no han mostrado grandes cambios entre 2003 y 2008. Sin embargo, las exportaciones de tortas de soja sí han crecido fuertemente, pasando de 114 mil toneladas en 2003 a 649 mil toneladas en 2008 (+470%).

15.4.1.3 Molienda de trigo

La industria molinera realiza la primera etapa de la industrialización del grano de trigo. Este sector constituye dentro del complejo triguero un eslabón intermedio, uniendo la producción primaria con las industrias alimenticias (producción de pan, pastas y galletas, etc). 

En esta sección se tratará brevemente la producción de harina de trigo por ser de gran importancia dentro de la actividad industrial, ya que se encarga de la elaboración de uno de los principales insumos de la industria alimenticia. 

15.4.1.3.1 Molienda de trigo pan en Argentina

La molienda de trigo en Argentina experimentó un notable crecimiento en las últimas dos décadas. Según datos de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), entre 1988 y 2008 la molienda anual de trigo en el país se incrementó un 59%, lo que implica una tasa de crecimiento promedio anual del 2%. En el año 1988, la industria procesó 4 millones de toneladas, mientras que en el 2008 esta cifra ascendió a 6,4 millones de toneladas de trigo (ver Gráfico 15.62).

En el Gráfico 15.62 también se muestra el porcentaje de la producción primaria de trigo que cada año tiene como destino la molienda 20. Allí puede observarse que entre 1988 y 1995 este valor se mantuvo en torno al 43%, y cayó a un promedio del 33% en los diez años siguientes. Esto se debió básicamente a que la producción nacional de trigo tuvo un crecimiento muy superior al de la molienda (ver Gráfico 15.38).

Como  puede  observarse, en el año 2008 la molienda de trigo como proporción de la producción nacional de ese mismo año fue del 76%, no  por  un  aumento  sustancial  del  volumen  de grano procesado  (+9%  con  respecto al año 2007) sino por una  brusca  caída  en  la producción de trigo (-49% con respecto al año 2007, véase Gráfico 15.38).

En  los  primeros  nueve meses del año 2009 (acumulado enero – septiembre), la  molienda de trigo alcanzó las 4,74 millones de toneladas procesadas.


20 Cabe aclarar aquí que el grano molido en un determinado año no necesariamente pertenece a la cosecha de ese período, debido a las diferencias de stocks iniciales y finales.


 Esta cifra, proyectada a nivel anual, implicaría un volumen de molienda de 6,3 millones de toneladas, valor muy cercano al del año 2008.

Por  otra  parte,  las  estimaciones  de  producción  de harina  que  realiza  la  FAIM consideran  un  rendimiento por  tonelada  de  trigo  molido  de  750  kilogramos  de harina 21.  El  25%  restante son  residuos  de  molienda, fundamentalmente  afrechillo y semillín de trigo. Éstos son  utilizados  comúnmente como  insumo  para  la  fabricación  de  alimentos  balanceados.

En  el  Gráfico  15.63  se presenta el consumo interno de harina de trigo22, las exportaciones (eje izquierdo) y el consumo per cápita (eje derecho). Allí se observa una relativa estabilidad del consumo interno, pero una progresiva expansión de las exportaciones.

Entre 1988 y 2008, el consumo interno de harina de trigo pasó de tres millones de toneladas a 3,75 millones (+24%). Sin embargo, las exportaciones sí crecieron de manera significativa. En el año 1988 éstas ascendían a 23.000 toneladas y, veinte años más tarde, superaron el millón de toneladas anuales.

Por otro lado, el consumo per cápita anual a nivel nacional  viene  registrando  sucesivas  caídas  desde 1988,  pasando  de  96  kilogramos  por  habitante  en 1988  a  87  kilogramos  por habitante en 2008.

Con respecto a la localización  de  la  molienda  de trigo  pan,  ésta  se  encuentra muy concentrada en la provincia de Buenos Aires. 


21 Éste ha sido históricamente el rendimiento industrial de la harina de trigo, aunque cuando existen problemas climáticos que afectan la calidad del grano (brotado del grano en espiga) o problemas fito-sanitarios, el rendimiento puede ser algo menor.

22 La FAIM estima el consumo doméstico como la producción menos las exportaciones. Esto supone que las diferencias de stoks entre un año y otro no son significativas. 


  Según datos de la FAIM, en el año 2008 el 59% del trigo fue molido en esa provincia, otro 21% en Córdoba y un 11% en Santa Fe (ver Gráfico 15.64). Esto se corresponde con la localización de la producción, como puede observarse en el Mapa 15.3.

15.4.1.4 Proyecciones a largo plazo y consideraciones generales para un plan estratégico

Como se ha podido observar hasta aquí, la demanda de aceites y subproductos derivados de la producción de éstos creció de manera continua en los últimos años. La creciente necesidad por parte de la industria en general, y la alimenticia en particular, explican este comportamiento.

Para los próximos años, se espera que este patrón de comportamiento continúe de la  misma  manera.  Como  se puede apreciar en el Gráfico 15.65, la FAO estima que el consumo  de  aceites  vegetales  y  de  aquellos  alimentos  que  se  obtienen  como subproducto  del  proceso  de extracción  de  los  mismos crecerá un 30% y 36% respectivamente  entre  el  año 2008 y 2018.

Siendo  Argentina  un importante  referente  en  el mercado  internacional  de estos productos, en especial aquellos aceites y subproductos derivados de la soja, es necesario considerar estas estimaciones a los fines de programar y diseñar un plan de crecimiento en la producción de los mismos.

De este modo, para continuar abasteciendo la creciente demanda internacional, es necesario incrementar la producción, de manera ordenada e integrada. Es decir, no sólo se necesita de una industria procesadora con mayor capacidad instalada, sino que a su vez se requiere de un aumento en la producción de materia prima necesarios para su elaboración.

Para promover el desarrollo de estas actividades es necesario generar un buen clima de negocios, brindando en primer lugar la seguridad jurídica e institucional suficiente para atraer y generar mayores inversiones en el sector.

En segundo lugar, apoyar a las instituciones de investigación aplicada en todas sus disciplinas, ya sean públicas o de iniciativa privada. De esta manera, la producción se llevará a cabo mediante técnicas más eficientes, cumpliendo con las normativas de calidad que el mercado internacional requiere. Sólo de esta manera podrá construirse una industria lo suficientemente competitiva, capaz de permanecer en el mercado y trascender en el tiempo.

15.4.2 Biocombustibles

Las intenciones de reducir la dependencia a combustibles fósiles y lograr una mayor seguridad energética, además de contribuir con el cuidado del medioambiente, ha despertado el interés de muchas naciones por impulsar la industria de los biocombustibles. 

El aumento del precio del petróleo, la creciente preocupación por el medio ambiente, la mejora en la tecnología agropecuaria, y los avances en las distintas áreas de la ciencia y la ingeniería han permitido la consolidación de los biocombustibles como una alternativa energética válida. 

Este  hecho  se  ve  claramente  reflejado  en  las  cifras  de  producción  y  consumo mundial, que han registrado un ritmo de crecimiento exponencial en los últimos años. En esta sección se analizará la evolución de la industria del biodiesel y del bioetanol a nivel global como así también los importantes avances que han comenzado a observarse en Argentina en los últimos tres años.

15.4.2.1 Biodiesel

El biodiesel es un combustible que se obtiene principalmente a partir de aceites vegetales.

Entre los más utilizados se encuentran los derivados de la soja, maní, colza, girasol y palma.

También se puede elaborar a partir de grasas animales aunque actualmente éstas se utilizan en una menor proporción. 

Para la obtención de biodiesel se emplea un proceso químico llamado transesterificación. 

Éste consiste básicamente en el mezclado del aceite vegetal o grasas con un alcohol (generalmente metanol) y un álcali (soda cáustica). Luego, a través de un proceso de decantación es posible separar el biodiesel del glicerol (glicerina) que se obtiene como un subproducto. Se estima que a partir de un litro de aceite y 0,1 litros de alcohol es posible obtener un litro de biodiesel y 0,1 litros de glicerina.

El biodiesel es utilizado fundamentalmente como sustituto parcial del diesel-oil proveniente del refinado del petróleo. Al poseer propiedades similares a éste, ambos se pueden mezclar en cualquier proporción, utilizándose directamente en motores diesel, sin requerir ningún tipo de modificación. Además de esta particularidad, este combustible posee beneficios ecológicos, económicos y mecánicos respecto a los combustibles fósiles.

Entre los primeros, el biodiesel proviene de un recurso renovable y a su vez es biodegradable. Su utilización es menos contaminante, reduciendo las partículas resultantes de su combustión en más de un 50% al igual que las emisiones de CO2 respecto al gasoil mineral. También está libre de sulfuro y benceno, elementos potencialmente cancerígenos. 

Respecto a los beneficios económicos, la producción de biodiesel es incentivada con importantes exenciones fiscales a nivel nacional e internacional. El Protocolo de Kyoto financia la inversión necesaria para su producción otorgando “créditos de carbono” a quienes logren reducir las emisiones de CO2. 

Por otra parte, su producción reduce la dependencia de los combustibles fósiles, disminuyendo los problemas derivados de su eventual agotamiento y variaciones de precios. Respecto a su utilización, no se requiere incurrir en costos adicionales ya que utiliza las mismas instalaciones que las empleadas para el diesel-oil. Además de esto, su elaboración se puede integrar a la industria aceitera, ahorrando costos de transacción y transporte respecto al combustible fósil. 

Por último, entre los beneficios mecánicos, este combustible incrementa la eficiencia y duplica la durabilidad del motor, mejorando su ignición y lubricidad, entre las principales ventajas. 

Respecto al rendimiento de los vehículos con este combustible, se estima que es un 10% inferior al diesel-oil. Aún así, esta pérdida de eficiencia es compensada con los beneficios anteriormente mencionados, aunque no se descarta que el continuo avance de la ciencia y la tecnología logren superar esta deficiencia.

15.4.2.1.1 La producción de biodiesel en el mundo

Hacia los comienzos del siglo XXI, la producción de biodiesel a nivel mundial sólo alcanzaba las 700 mil toneladas anuales. Para el 2008, esa cifra ascendió a 12,9 millones de toneladas y, según proyecciones de F.O. Licht, la producción en el 2009 sería superior a las 13 millones de toneladas. El Gráfico 15.66 muestra la evolución de la producción a nivel global, donde se puede observar el auge que ha tenido la industria en la presente década.

Entre los principales países productores de este combustible,  Alemania  mantiene su liderazgo con una producción anual de 2,8 millones de toneladas (año 2008). EE.UU. es el segundo mayor productor  y  en  los  últimos  años  ha logrado  avances  notables, acercándose  rápidamente a los  niveles  del  país  europeo. 

Como  se  puede  observar  en el Cuadro 15.10, siguen en la lista Francia, Brasil y Argentina entre los cinco principales países productores. 

Como puede observarse, entre los diez mayores productores mundiales del año 2008, sólo uno ha registrado una disminución en su producción con respecto al año anterior (Alemania). 

El  resto  experimentaron  un  importante  aumento  excepto  Malasia,  que  si  bien  incrementó la elaboración de biodiesel, sólo lo hizo en un 5%. La producción conjunta de estos diez países ascendió de 7 millones de toneladas en el año 2007 a casi 11 millones en el 2008, lo que implica un crecimiento anual superior al 50%.

Respecto  al  caso  particular  de Argentina,  ésta  triplicó  su  producción  en  tan  sólo  un año, pasando de 284.000 toneladas en el año 2007 a 960.000 toneladas el año siguiente (238%), convirtiéndose en el segundo país de mayor crecimiento relativo luego de Polonia (244%). Brasil, el cuarto mayor productor, también mostró un crecimiento importante aunque relativamente menor. 

La producción de biodiesel de este país aumentó un 188%, superando el millón de toneladas en el 2008 contra las 356.000 toneladas del año anterior.

15.4.2.1.2 Precio del biodiesel y su relación con otros commodities

El biodiesel es un sustituto casi perfecto del diesel-oil tradicional por lo que la relación entre los mercados de ambos productos es muy estrecha. Además, mientras mayor sea la participación de los biocombustibles en el consumo energético, mayor será su interrelación con los mercados agroalimentarios, debido a que los principales insumos para la producción de biodiesel son los aceites derivados de la soja, palma y colza. Según estimaciones de F.O. Licht, el 58% de la producción mundial de biodiesel proviene de aceite de soja.

El  Gráfico  15.67  muestra  la  evolución  del  precio en  dólares  del  barril  de  petróleo crudo WTI (precio de referencia  para  el  mercado de EE.UU.) y el precio FOB en dólares de la tonelada de biodiesel  en  puertos  argentinos.  Desde  comienzos  del 2007  hasta  finales  del  segundo cuatrimestre de 2008, los precios del petróleo y del biodiesel  seguían  una  tendencia  ascendente,  encontrando ambos su máximo en julio y agosto de 2008, respectivamente. Sin embargo, durante el tercer cuatrimestre de ese año y los primeros meses de 2009 los precios registraron una brusca caída, como consecuencia de la crisis financiera internacional originada en EE.UU. A partir del comienzo del segundo trimestre de 2009, los precios parecen estar estabilizados, registrando una leve tendencia alcista.

A partir de esta relación se puede establecer que el biodiesel presenta mayores oportunidades cuando el precio del petróleo aumenta, ya que se hace más atractivo evaluar la mezcla de dieseloil con biodiesel. Por otra parte, esto no significa que cuando aumente el precio del petróleo la producción de biodiesel es más rentable, ya que ésta también depende del comportamiento del precio de los commodities agrícolas necesarios para extraer el aceite.

15.4.2.1.3 La producción de biodiesel en Argentina

Parte del plan que está llevando adelante Argentina en materia de biocombustibles se encuentra reflejado en la Ley N°26.093 promulgada el 12 de mayo de 2006, que establece un régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentable de biocombustibles. En el Artículo Nº 7 de esta ley se establece que a partir del 2010 todo combustible líquido caracterizado como gasoil o diesel-oil que se comercialice dentro del territorio nacional, deberá ser mezclado por aquellas instalaciones que hayan sido aprobadas por la autoridad de aplicación para el fin específico de realizar esta mezcla con la especie de biocombustible denominada “biodiesel”, en un porcentaje del cinco por ciento (5%) como mínimo, medido sobre la cantidad total del producto final.

La ley otorga para las empresas habilitadas una serie de beneficios referidos a exenciones impositivas y otros incentivos económicos con el objetivo de desarrollar el sector. Además, establece que podrán ingresar al régimen de promoción aquellas empresas cuyo capital social mayoritario sea aportado por el Estado Nacional, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los Estados Provinciales, los Municipios o las personas físicas o jurídicas dedicadas mayoritariamente a la producción agropecuaria 23.

En  Argentina,  la  materia prima por excelencia utilizada en la producción de biodiesel es el aceite de soja, por lo que la evolución de este sector ha venido de la mano de las empresas  pertenecientes  al  complejo  sojero.  De  acuerdo  a  la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) es posible distinguir dentro de la industria  argentina  de  biodiesel a  tres  clases  de  productores: grandes  aceiteras  con  plantas propias  de  biodiesel,  plantas grandes que no están relacionadas con aceiteras y una tercera clase de empresas medianas y pequeñas independientes. 


23 El Decreto Reglamentario establece que la persona física o jurídica dedicada mayoritariamente a la actividad agropecuaria deberá tener al menos el 50% de sus activos y de sus ingresos relacionados con la actividad agropecuaria.


 Las grandes aceiteras se encuentran en una posición estratégica porque cuentan con algo fundamental: el acceso a la materia prima. Además, en general se ubican cerca de los puertos, tienen un buen acceso a capital de trabajo y un nivel de profesionalismo muy elevado. La segunda clase de productores administran plantas de gran escala pero tienen la desventaja de no tener acceso directo a la materia prima. Por último se encuentra el grupo de las plantas medianas y pequeñas que además de no contar con la materia prima propia, en general se encuentran lejos de los puertos y no tienen la capacidad financiera de las grandes empresas. 

El grupo de los grandes productores con plantas propias de procesamiento de oleaginosas tiene una capacidad instalada, en conjunto, de 850.000 toneladas por año, mientras que el segundo y tercer grupo de productores tienen una capacidad de 570.000 y 200.000 toneladas respectivamente (ver Gráfico 15.68). Según información de la Secretaría de Energía dependiente del Ministerio de Planificación Federal, se encuentran registradas dieciséis empresas elaboradoras de biocombustibles y sus mezclas con gasoil o naftas.

Hasta  el  momento,  la  industria  del  biodiesel  ha  sido exclusivamente  una  industria de exportación.  Por  este  motivo,  el  dato  que  se  presenta sobre  exportaciones  puede ser considerado  también  como  cifras  aproximadas  del  nivel  de producción  (con  alguna diferencia debido a la variación de existencias). 

Al  igual  que  las  exportaciones de granos y aceites, los biocombustibles  fueron  gravados inicialmente  con  una  alícuota en concepto de derechos de exportación del 2,5% (5% de derecho de exportación menos 2,5% de reintegro) hasta marzo de 2008. A partir de entonces, el gobierno nacional elevó dicha alícuota al 17,5% (20% de derecho de exportación menos 2,5% de reintegro).

Como se mencionó anteriormente, la producción nacional de biodiesel ha estado destinada exclusivamente al mercado externo, hecho que cambiará a partir de enero del año 2010 cuando entre en vigencia la disposición de la Ley 26.093 de mezclar el gasoil con un 5% de biodiesel. Para calcular los requerimientos internos de biodiesel y la capacidad de la industria local de proveerlo es necesario conocer primero cuál es el consumo de gasoil en Argentina. 


24 Los datos se encuentran disminuidos en un 10% respecto a los publicados por la AFIP, siguiendo la metodología de la CADER. Ésta se basa en el hecho de que una parte de los registros de exportación no se embarcan luego del registro por múltiples motivos, o se embarcan más tarde de lo previsto por lo que el registro se duplica. La CADER ha estimado que este error rondaría el 10%. Por este motivo, es importante aclarar que los datos presentados podrían tener un margen de error de +/-10%.


  En el año 2008, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, el consumo de gasoil en el país fue de 13.846 millones de litros, cifra muy similar al año 2007 cuando alcanzó los 13.857 millones de litros. Suponiendo que el consumo de gasoil para el año 2010 no experimentará grandes cambios, un corte del 5% significará una necesidad aproximada de 700 millones de litros, volumen que, en principio, podría ser provisto plenamente por la industria local. 

Considerando que la soja tiene un rendimiento aproximado de 18% de aceite, serán necesarios 3,5 millones toneladas de soja para la elaboración de estos 700 millones de litros de biodiesel (616 mil toneladas) que se requerirán para cortar el gasoil en un 5%.

En el año 2008, la producción de biodiesel en Argentina alcanzó las 960.000 toneladas (1.090 millones de litros) y las proyecciones para el 2009 prevén una producción aún superior al millón de toneladas (1.136 millones de litros). De esta manera, la disponibilidad de materia prima para producir este combustible y la capacidad instalada de la industria permitirá abastecer el mercado interno dejando a su vez un remanente para ser exportado.

15.4.2.2 Bioetanol

El bioetanol es un compuesto químico de origen vegetal utilizado como combustible, sólo o en alguna proporción con naftas. Se obtiene generalmente de la caña de azúcar o el maíz, aunque puede extraerse también a partir de otras plantas que tengan alto contenido de sacarosa (caña de azúcar, remolachas, melaza o sorgo dulce), alto contenido de almidón (maíz, papa o mandioca) o alto contenido de celulosa (madera). Los dos mayores productores mundiales, EE.UU. y Brasil, utilizan como insumo el maíz y la caña de azúcar, respectivamente.

La mezcla resultante de combinar etanol y nafta es conocida con el nombre de alconafta y tiene una desventaja importante con respecto al biodiesel: los autos que la utilizan requieren modificaciones especiales (un motor bivalente o flex). Sin embargo, en la actualidad las terminales automotrices ya incorporan esta modificación a los vehículos producidos, la cual hace posible que los mismos puedan funcionar con estas mezclas.

15.4.2.2.1 Producción mundial de bioetanol

Durante los ‘80 y los ‘90, la producción de bioetanol a nivel mundial  tuvo  un  crecimiento moderado. En la última década del siglo pasado, el crecimiento de la industria fue de apenas un  12,5%,  un  promedio  anual del orden del 1%. Sin embargo, en  los  primeros  ocho  años  de este nuevo siglo la producción de  bioetanol  ha  registrado  un avance notable: se ha casi cuadruplicado su producción anual pasando de 17.107 millones de litros en el año 2000 a 66.336 millones de litros en 2008. Esto implica un crecimiento promedio anual del 18,5%, impulsado principalmente por los dos mayores productores a nivel mundial: EE.UU. y Brasil.

EE.UU.  es  el  primer  productor  de  bioetanol  a  nivel mundial, con una participación superior al 50% en el año 2008. 

Lo obtiene a partir de maíz, y casi un tercio de su producción nacional de ese cereal en 2008 fue destinada  a  esos  fines.  Si bien  el  crecimiento  de  la  industria ha sido incipiente en los últimos años, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyecta para los próximos años  una desaceleración  en  el sector,  en  línea  con  sus  estimaciones  de  un  crecimiento moderado del uso total de combustibles en los EE.UU.

Además, no sólo la producción norteamericana ha crecido fuertemente sino que lo ha hecho a un ritmo aún superior al registrado a nivel mundial. En la década del ‘80, la participación de EE.UU. era, en promedio, del 18% mientras que en el 2008 ésta ascendió al 50%. Este impulso se debió, en parte, al fuerte apoyo del gobierno norteamericano, que ha otorgado importantes subsidios generando una expansión artificial de la industria.

El segundo productor mundial en el 2008 fue Brasil, que a diferencia de EE.UU., utiliza caña de azúcar como insumo para la obtención del biocombustible. Según estudios de balance energético, la elaboración de etanol a partir de caña de azúcar permite obtener un saldo energético (energía generada menos energía utilizada en el proceso) significativamente superior al obtenido en el caso del maíz. Además, el rendimiento de etanol por hectárea cultivada con caña de azúcar se estima en unos 7.000 litros mientras que por hectárea cultivada de maíz pueden obtenerse aproximadamente 4.000 litros.

De  acuerdo  a  la Renewable  Fuels Association 25,  en  el  año  2008  la  producción  brasilera creció un 29% respecto al año anterior alcanzando los 24.500 millones de litros (ver Cuadro 15.11). Su participación en la producción mundial en el 2007 y 2008 fue de 38% y 37% respectivamente. La producción se localiza en la región Centro y Sur de país, siendo el estado de San Pablo el principal productor.

Como puede observarse en el Cuadro 15.11, los mayores productores de etanol en el mundo han aumentado su producción entre el 2007 y 2008, a excepción de Australia que la mantuvo constante. EE.UU. experimentó un fuerte crecimiento (+45%) al igual que Brasil (+29%), la Unión Europea (+29%) e India (+25%). Mientras tanto, China, Canadá, Tailandia y Colombia, tuvieron una expansión moderada de su industria de etanol.

15.4.2.2.2 El precio del petróleo y la demanda de etanol

El  funcionamiento  del mercado supone la sustitución entre  naftas  de  origen  fósil  y etanol  en  función  de  los  precios  de  ambos  productos.  Es de  esperar  que  aumentos  en el precio del petróleo generen impactos sobre el mercado de etanol, aumentando la demanda  de  los  consumidores.  Esta relación  puede  verse  con  claridad si se analiza el mercado de este biocombustible en los EE.UU., el principal productor y  consumidor  del  mismo.  El Gráfico 15.72 muestra cómo el aumento  sostenido  del  precio del petróleo (eje derecho) hasta mediados del 2008 fue acompañado por un aumento permanente en la demanda de etanol (eje izquierdo) en el país norteamericano. Posteriormente, la caída y recuperación del precio del petróleo fue acompañada igualmente por una caída y recuperación de la demanda de etanol.

15.4.2.2.3 Alconaftas en Argentina para el 2010

Al igual que ocurre con el biodiesel, la Ley 26.093 promulgada el 12 de mayo de 2006 establece un corte al 5% con etanol en las naftas comercializadas en todo el país. Esta disposición entrará en vigencia a partir de enero de 2010 si la producción local logra abastecer el mercado interno.


25 Entidad internacional que nuclea a los distintos actores vinculados a la producción de bioetanol.


  En Argentina, al igual que en Brasil, el etanol se obtiene a partir de la caña de azúcar, por lo que los ingenios azucareros se convierten en los partícipes claves de la industria. Éstos se encuentran localizados en el noroeste argentino, en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy. 

Mediante las resoluciones 698/09 y 733/09, la Secretaría de Energía de la Nación asignó los cupos para el corte de las naftas en el 2010 a nueve ingenios salteños, jujeños y tucumanos. Además, prevé que su producción conjunta para el 2010 será de 202 millones de litros, asignando 141 millones de litros a ingenios tucumanos y los restantes 61 a ingenios de Jujuy y Salta (ver Cuadro 15.12).

En el año 2008, según la Secretaría de Energía de la Nación, el consumo total de naftas en el país (nafta común y nafta especial) llegó a una cifra cercana a los 5.500 millones de litros, un 11% superior al año 2007 (4.600 millones de litros). De esta manera, el cumplimiento de la ley de biocombustibles llevaría a que para el año 2010 se necesiten 280 millones de litros de etanol para cortar las naftas al 5%. Sin embargo, la producción de etanol prevista en Argentina para el año próximo (202 millones de litros) no sería suficiente para lograr este objetivo, y resulta probable que la mezcla se realice en una concentración menor.

15.4.2.3 Proyecciones a largo plazo y consideraciones para un plan estratégico para la producción de biocombustibles

La  actual  matriz  energética  mundial,  fuertemente  concentrada  en  recursos  no  renovables, principalmente derivados del petróleo, genera la preocupación por parte de muchas economías en vistas de un posible agotamiento en los próximos años.

Por esta razón, el desarrollo de nuevas fuentes de energía, en particular las de carácter renovable, marcan la tendencia de los nuevos recursos energéticos de los próximos años. En este sentido, los biocombustibles tendrán una participación creciente entre estos, en parte porque así el mercado lo demande, o bien porque así lo dispongan los gobiernos de las principales economías del mundo a fin de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. 

De este modo, como se puede apreciar en el Gráfico 15.73, el consumo mundial de bioetanol y biodiesel tendrá un crecimiento del 110% y 196% respectivamente considerando el período 2008-2018. Brasil y EE.UU. son los principales países productores y consumidores de bioetanol, los cuales como se mencionó anteriormente lo obtendrán de fuentes diferente. El primero de ellos lo hará a partir de la caña de azúcar, mientras que el segundo lo hará a partir de maíz. 

Respecto al biodiesel, la UE-27 es actualmente el principal productor y consumidor del mismo. En este caso, el aceite proveniente de la canola (o colza) y del girasol constituye el principal insumo para su elaboración.

Aún  así,  la  capacidad  de este conjunto de países en términos  de  producción  de  aceites  vegetales  para  la  producción  de  biocombustibles  está limitada  como  consecuencia de  una  escasa  disponibilidad de  tierras  cultivables  respecto a  otras  economías  del  mundo. 

De este modo, si bien las normativas  establecidas  por  esta unión económica en materia de consumo de biodiesel implican un creciente uso del mismo, su capacidad  de  producción  será menor a estos requerimientos.

Como puede observarse en el Gráfico 15.74, la brecha entre la producción y el consumo de biodiesel en la UE-27 se ampliará en los próximos años, debiendo recurrir al mercado internacional para cumplir con las metas establecidas. 

De este modo, mientras que en el año 2008 en conjunto estos países necesitaron importar cerca de un millón de toneladas de biodiesel, para el año 2018 precisarán 3,9 millones de toneladas más, las cuales deberán conseguirlas en el mercado internacional.

Esta  potencial  demanda puede ser aprovechada por Argentina, ya que la misma cuenta con la materia prima suficiente para  elaborarlos.  Para  ello  es necesario incrementar la capacidad  instalada  necesaria  para producirlos, lo cual requiere de mayores inversiones. 

El  Estado  Nacional,  no sólo  debe  promover  las  mismas, sino que a su vez, debería generar  un  acercamiento  a  la Unión Europea en busca de establecer convenios comerciales bilaterales que permitan la colocación de estos combustibles en su mercado. Ésta es una alternativa válida ya que permite la salida de productos de mayor valor agregado.

Este tipo de medidas, como así también las ya comentadas anteriormente en materia de investigación y desarrollo, permitirán establecer una industria eficiente y competitiva, acorde a los estándares de calidad requeridos por el mercado internacional. 

15.4.3 Producción de carnes

15.4.3.1 Introducción

La  producción  de  carnes  se  desarrolla  en  muchas  partes  del  mundo  aunque  en diferentes magnitudes. La disponibilidad de espacio y alimentos para su desarrollo condicionan en parte los alcances de esta actividad. Es por ello que en algunos países ésta se desarrolla en mayor medida que en otras, permitiendo a algunas abastecer su mercado interno y generar saldos exportables mientras que en cambio otras se ven obligadas a importarlas.

A  su  vez,  es  posible  encontrar una amplia variedad de carnes, las cuales provienen de distintas especies animales. En este sentido, en el 2007 la elaboración de carne vacuna, porcina y aviar representó en conjunto el 87% de la producción cárnica  mundial.  Muy  lejos se  encontró  la producción  de carne  ovina  (3,09%),  de  pavo (2,18%), caprina (1,79%) y de pato (1,33%), entre otras varias especies.

Respecto a los tres tipos de carne más importantes, es válido mencionar que los mismos no se caracterizan por ser los alimentos de mayor producción a nivel global, pero sí se encuentran entre los de mayor valor. Como se expuso en la primera parte de este capítulo, el valor de la producción mundial de carne vacuna, porcina y aviar se ubicó en el tercer, cuarto y quinto lugar en términos de la escala de valor de la producción mundial de alimentos (ver Gráfico 15.5). 

Entre las razones de esta elevada valorización es posible mencionar que existe una demanda creciente de los mismos. En este sentido, el incremento en los ingresos de los países en desarrollo y la posibilidad de incluir este tipo de alimento de elevado contenido proteico en su dieta alimentaria explican este comportamiento de la demanda. Por otra parte, su producción requiere de insumos que pueden ser escasos y costosos. Entre ellos se encuentran los alimentos para la cría y engorde de los animales y una disponibilidad de tierra y agua en cantidad suficiente. 

También resulta interesante analizar la evolución de la producción de estos tres principales tipos de carne ya que existe un cambio en los últimos años en términos de su importancia relativa. Esto se puede observar en el Gráfico 15.76, donde se muestra que desde comienzos de la década del ‘80 la producción de carne de cerdo supera con creces a la de carne vacuna. Más aún,  esta  última es superada  a partir del año 2000 por la producción de carne aviar.

Esta  evolución  permite imaginar  un  escenario  futuro con  una  menor  participación del consumo  de  carne  bovina y mayor participación de otras carnes,  principalmente  aviar y porcina. Las  razones  de  estos cambios se encuentran en las modificaciones en las pautas de consumo y la mayor eficiencia de estos dos últimos animales en términos de conversión de proteínas vegetales a proteína animal.

En las siguientes secciones de este capítulo se estudiará la evolución y perspectivas de la producción y consumo de estos tres principales tipos de carne, evaluando el contexto internacional de esta actividad y el desempeño de Argentina en estos términos.

15.4.3.2 Producción de carne aviar

15.4.3.2.1 Contexto internacional

15.4.3.2.1.1 Producción y consumo

La  industria  mundial  de carne  aviar  ha  tenido  un  importante crecimiento en los últimos veinte años (1988-2008) logrando triplicar su volumen. 

La producción global de carne aviar  pasó  de  algo  menos  de veinticuatro millones de toneladas en 1988 a 71 millones de toneladas  en  2008.  A  su  vez, como  puede  observarse  en el Gráfico 15.77,  el  crecimiento ha sido constante y superior a la  tasa  de  crecimiento  poblacional,  por  lo que  es  sencillo suponer  que  el  consumo  per cápita  mundial  ha  aumentadocon el transcurso de los años. Entre 1988 y 2008 la población creció un 30% mientras que la producción de carne aviar lo hizo un 200%.

Parte de este fenómeno se debe a cambios en los gustos y costumbres de la población pero también a importantes avances en la tecnología aplicada y la relación de costos de producción respecto al sector porcino y bovino. Si bien la producción aviar requiere de una importante dotación  de  tecnología,  es  una  actividad  sumamente  intensiva  y  puede desarrollarse  en  una superficie reducida. Además, el tiempo de engorde de un pollo es de aproximadamente 45 días, muy inferior al tiempo de engorde de un porcino (aproximadamente 6 meses, dependiendo de la alimentación y la genética), y menor aún que en el caso del ganado vacuno.

A nivel internacional, los cuatro mayores productores (EE.UU., China, Brasil y la UE-27) concentraron el 67% del total producido alrededor del mundo durante el año 2008. Argentina ocupó el noveno lugar después de México, India, Rusia e Irán. En el Cuadro 15.13 se presenta la producción de carne aviar de los principales países para los años 1998, 2003 y 2008.

 

En términos relativos, Rusia es el país que ha tenido el mayor crecimiento en los últimos diez años (471%) pero resulta también destacable el caso de la India y Brasil, que también expandieron su producción de manera significativa (251% y 145% respectivamente). La UE-27 mostró el desempeño más bajo con apenas un 8% de crecimiento en este período. Respecto a Argentina, ésta experimentó una caída en la producción en el quinquenio comprendido entre 1998 y 2003, pero se recuperó fuertemente en los cinco años siguientes, superando con creces los niveles alcanzados anteriormente y cerrando el período con un crecimiento positivo del 67%. 

Recuadro 15.5: Producción de carne aviar. Eficiencia en la conversión de granos a carne. Una de las medidas que se puede considerar para estudiar la eficiencia del sector aviar es su capacidad de conversión de proteínas vegetales a proteínas animales, es decir, su capacidad de convertir granos en carne. El índice o factor de conversión se calcula como la cantidad de kilogramos de ración alimentaria necesaria para ganar un kilogramo en peso vivo del animal. En este sentido, como puede verse en el Cuadro 15.14 el avance de la industria en los últimos tiempos fue muy significativo. 

Mientras que en el año 1957 eran necesarios tres kilogramos de maíz para obtener un kilogramo de pollo vivo, en el 2004 sólo fueron necesarios 1,43 kilogramos. Según estimaciones del CEPA (Centro de Empresas Procesadoras Avícolas), este índice de conversión continuará reduciéndose y podría alcanzar en el 2010 un mínimo de 1,20 kilogramos.

En el Cuadro 15.14 también puede observarse un importante aumento en la ganancia de peso diario (de 16 gramos por día en 1957 a 55 gramos en 2004) y la consiguiente reducción del tiempo de crianza (de 120 días en 1957 a 50 días en 2004).

De este modo, se ha logrado producir más carne en menos tiempo y mejorar la eficiencia en la conversión de maíz en carne. Estas ganancias en el desempeño del sector han estado ligadas a nuevas formulaciones de raciones y avances en la genética animal. Según lo establecido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la alimentación nutricional es responsable por el 70% del potencial productivo de las granjas, mientras que la genética y la sanidad representan el 30%.

Respecto  a  los  principales  consumidores  de  este  tipo  de  carne,  es  posible  observar  en el Cuadro 15.15 que EE.UU, China y la UE-27 son los países que registran los mayores niveles de consumo doméstico. Aún así, considerando el consumo per cápita, quienes se encuentran en los primeros lugares son Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, países en los cuales sus habitantes consumen 74,7 kg., 61,9 kg., y 49,7 kg. por año de carne aviar, respectivamente.

 

15.4.3.2.1.2 Comercio mundial de carne aviar

El comercio mundial de carne aviar se encuentra fuertemente concentrado, siendo Brasil y EE.UU. quienes llevaron adelante el 77% de las exportaciones globales en el año 2008. Brasil lidera el ranking de exportaciones, las cuales superaron en este año las tres millones de toneladas. 

Este volumen representa el 30% de su producción anual. En el caso de EE.UU, las exportaciones correspondientes al año 2008 alcanzaron las 3,16 millones de toneladas, es decir, el 19% de su producción doméstica. El Gráfico 15.78 muestra la evolución de las ventas al exterior de estos dos grandes exportadores a nivel mundial y en donde puede observarse el gran desempeño de Brasil respecto a EE.UU. 

Aunque muy lejos respecto al volumen de exportaciones de EE.UU. y Brasil, la UE-27 ocupó  el tercer  lugar.  Durante  el año 2008, ésta envió al exterior 743 mil toneladas, representando esta cifra el 9% del total de exportaciones  llevadas  a  cabo a lo largo de todo el mundo en este período.

En  lo  que  respecta  a  las importaciones, éstas se encuentran  más  diversificadas.  Rusia y Japón  ocupan  el  primer  y segundo  lugar,  los  cuales  demandaron en el año 2008 1,15 millones de toneladas y 737 mil toneladas respectivamente, que constituye el 15% y 9% de las importaciones de este año. Con valores similares a Japón, la UE-27 sigue en la lista importando 712 mil toneladas (9% del total mundial). De este modo, esta unión de países equilibra la balanza comercial de este producto. 

Por último, los precios internacionales  de  este  tipo  de carne  han  logrado  mantenerse a  pesar de  la  crisis  financiera internacional  desatada  en  la segunda  mitad  del  año  2008. 

Como  se  puede  apreciar  en  el Gráfico  15.79,  la  tonelada  de carne  aviar  alcanzó  a cotizarse  US$1.070  en  septiembre de  2008.  En  los  primeros  seis meses del año 2009, los precios aún  se  sostuvieron  en  valores cercanos  a  los  US$975  por tonelada,  nivel  superior  a los valores  promedio  de  la  última década.

15.4.3.2.2 Descripción de la cadena avícola en Argentina

El encadenamiento avícola comprende el desarrollo de dos actividades: la producción de carne de pollo y la producción de huevos. Ambas se encuentran interrelacionadas. Esta sección sólo se referirá al segmento del sector avícola correspondiente a la producción de carne.

En Argentina, la producción de pollos parrilleros es realizada por empresas integradas, las cuales llevan a cabo las tareas de producción de huevos fértiles para incubación, pollitos BB, alimento balanceado hasta la faena y comercialización de la carne a nivel mayorista. Sólo la actividad de engorde es tercerizada, la cual es llevada a cabo por los “galponeros” en sus granjas, que reciben el asesoramiento técnico y la provisión de alimentos por parte de las industrias avícolas.

El proceso productivo comienza con la recolección de los huevos fértiles, los cuales luego son enviados a incubación donde permanecen por veintiún días. Nacidos los pollitos BB, son trasladados a las granjas de engorde. En ellas, los “galponeros” se encargan de la crianza de éstos por un período de entre 49 y 56 días. Finalizada la etapa de engorde, los pollos son faenados por los frigoríficos y comercializados, ya sea como pollo entero enfriado o congelado, con o sin menudencias.

En general, esta actividad se caracteriza por ser sumamente intensiva, desarrollándose en pequeños predios con importante dotación de tecnología. Entre las producciones pecuarias, el sector avícola es el más avanzado en lo que respecta a la incorporación de tecnología. Los principales progresos de la actividad en los últimos años han sido el reemplazo de los hornos a leña por calefacción a gas, la automatización de los comedores, mejoras en términos de higiene y salud de los animales y perfeccionamientos en la dieta alimenticia. Todos estos factores han contribuido a aumentar la eficiencia en la producción y han permitido al sector un mejor posicionamiento relativo con respecto al resto de las carnes.

15.4.3.2.2.1 Engorde, faena y producción de carne aviar

Según datos del SENASA 26, en el año 2008 existían en el país 3.926 establecimientos habilitados como granjas avícolas dedicadas a la cría y engorde de pollos, de las cuales 2.172 se encontraban en Entre Ríos, 1.307 en Buenos Aires, y otras 447 distribuidas en el resto de las provincias.

Asimismo, la faena se encuentra centralizada en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos (ver Gráfico 15.80). De las  538,9  millones  de  cabezas faenadas en Argentina en el año 2008, 251,7 millones se realizaron en frigoríficos entrerrianos y  222,1  millones  en  Buenos Aires. De este modo, estas dos provincias acumulan el 88% de la faena nacional. Muy lejos se encuentran  las provincias  de Córdoba, Santa Fe y Río Negro con  una  participación  del  5%, 4% y 3% respectivamente.


26 Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria.


  

La  producción  nacional viene experimentando un crecimiento  constante  desde  el año  2002  superando  las  expectativas  de  crecimiento  del sector.  En  2003,  el  Centro  de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) realizó una proyección de la evolución del sector, estimando  un  crecimiento  del 20% entre el año 2003 y 2004, y  un  crecimiento  cercano  al 10% para los años siguientes. 

Sin  embargo,  como  se  puede observar  en  el  Gráfico  15.82, el aumento efectivo de la cantidad de animales faenados fue aún superior al proyectado por el CEPA. Esto se debió no sólo a una expansión de los mercados interno y externo sino también al desempeño de la industria en cuanto a los avances en materia de productividad en los distintos eslabones de la cadena, como así también en lo referente al cumplimiento de estrictas normas de sanidad. En este sentido, gracias a los esfuerzos del servicio sanitario nacional (SENASA) y por sobre todo de las empresas privadas, actualmente Argentina mantiene el status de país libre de las enfermedades Influencia Aviar y Newcastle.

En el Gráfico 15.82 puede observarse también la producción  anual  de  carne  de  pollo (eje  derecho),  que  tiene  una relación  directa  con  la  faena.  Según  datos  del  MAGyP, en  el  año  2002  la  producción de  carne  de  pollo  alcanzó  las 671.000  toneladas.  Seis  años más tarde, en el año 2008, esta cifra  ascendió  a  1,4  millones de toneladas (+108%).

En los primeros nueve meses del año 2009, la producción acumulada es de 1,10 millones de toneladas, un 6,9% superior a la producción acumulada en el mismo período del año 2008 (1,03 millones de toneladas). Esto estaría adelantando un posible nuevo récord en cuanto a la producción nacional de carne de pollo para el presente año.

15.4.3.2.2.2 Consumo interno y comercio exterior

Como se observa en el Gráfico 15.83, durante la década del noventa el consumo aparente de carne aviar creció fuertemente, pasando de diez kilogramos por persona en el año 1990 a 25 kilogramos por persona en el año 1999. Sin embargo, la crisis económica del 2001 generó una caída del consumo, la cual se vio más acentuada entre este año y el siguiente, con una baja del 30%. A partir del 2003, el consumo interno comienza a recuperase de manera constante y para el 2005 ya se había alcanzado el máximo logrado durante la década del noventa. En el año 2008 el consumo interno fue aún superior, sobrepasando en un 35% al nivel más alto registrado en la década del ’90 (año 1999).

Aún con este fuerte crecimiento  de  la  demanda  interna, el sector sigue aumentando los volúmenes  exportados.  Según SENASA,  las  exportaciones del  sector  avícola  en  2008  alcanzaron  las  223  millones  de toneladas, de las cuales el 58% correspondió  a  carnes  frescas, el  22%  a  subproductos  aviares, el 12% a harinas animales, el 3% a menudencias, y el 5% restante  a  otros  productos.  De esta manera, casi el 16% de la producción doméstica es enviada  al  exterior.  Los  principales clientes  fueron  Chile,  seguido por Venezuela, China y Sudáfrica. En 2008, las exportaciones de la cadena avícola contribuyeron con el ingreso de divisas al país en 341 millones de dólares, un 47% más que durante el año 2007.

En el Capítulo 20 del Balance de la Economía Argentina 2008, se desarrolla con más amplitud el encadenamiento productivo avícola de Argentina.


27 Consumo aparente = Producción + Importaciones – Exportaciones. 


  

15.4.3.3 Producción de carne porcina

15.4.3.3.1 Contexto internacional

15.4.3.3.1.1 Producción y consumo

Como  se  vio  al  comienzo de  esta  sección  dedicada  a  la producción  de  carnes,  aquella proveniente  de  los  cerdos  es la más importante en términos de  producción  y  consumo.  En el  Gráfico  15.84  se  muestra el  avance  de  la  producción  de carne porcina (eje izquierdo) y el crecimiento de la población mundial (eje derecho). Si bien la  tasa  de  crecimiento  de  la producción  de  carne  de  cerdo es  superior  a  la  de  crecimiento poblacional, la brecha entre ambas  no  es  tan  grande  como en el caso del sector aviar. Entre 1988 y 2008, la industria porcina creció un 57% en tanto la población mundial lo hizo en un 30%. De este modo, la producción y consumo per cápita de carne de cerdo se elevó, en veinte años, de 12 kilogramos anuales por persona a 14,5 kilogramos.

Respecto  a  la  distribución de  la  producción  por  países,  es posible  observar  una  gran concentración.  Considerando  los valores  correspondientes  al  año 2008, China produjo el 47% del total  mundial  (46,2  millones  de toneladas28),  la  UE-27  el  23% (22,6  millones  de toneladas)  y EE.UU.  el  11%  (10,6  millones de toneladas). En conjunto, éstos representan el 80% de la producción mundial. Respecto a los países  latinoamericanos,  Brasil  es el  más importante,  ocupando  el cuarto  lugar  de  la  lista  con  tres millones de toneladas producidas y  un  3%  de  participación  en  el total global (ver Gráfico 15.85).


28 Res con hueso.


  

El desempeño de Argentina en materia de producción de carne porcina es relativamente bajo respecto a los principales países productores (220 mil toneladas), ocupando el vigésimo lugar. Su producción se destina casi por completo al consumo interno, debiendo a su vez importar una parte para satisfacer la totalidad de demanda doméstica. 

En este sentido, es importante destacar el desempeño de Chile, que aún sin tener una producción primaria de granos importante 29, su industria porcina sí toma relevancia a nivel mundial. Con una producción de 480 mil toneladas en el año 2008 ocupó el decimocuarto lugar en la nómina de países productores y sexto en la lista de los principales países exportadores. 

Recuadro 15.6: El caso particular de España y Chile

Es notable analizar la producción de carne de cerdo en Chile y España por la razón de que ambos sin  disponer  de  una  importante  dotación  de  tierra  agrícola  para  la  producción  de maíz, principal insumo en la dieta de los cerdos, logran un importante nivel de producción de carne que no sólo les permite abastecer su mercado doméstico sino también generar un saldo exportable.

La producción de maíz de España es relativamente baja respecto a sus necesidades de consumo. De esta manera, como se puede observar en el Gráfico 15.86, las importaciones de maíz superaron a la producción doméstica en los últimos tres años. Las mismas las realiza desde Argentina. 

Más aún, España es el principal destino de las exportaciones de maíz de Argentina, convirtiéndose en su principal proveedor de este insumo.

Por otra parte, la producción de carne de cerdo de este país alcanzó en el año  2007  la  cantidad récord  de  3,5  millones  de toneladas,  luego  de  un continuo  crecimiento  de varios  años.  El principal destino de ésta es el consumo interno, pero aún así también  una  parte  se  envía al exterior (10% de su producción total). Durante el  año  2007,  las  exportaciones alcanzaron las 351 mil  toneladas,  constituyéndose el valor más alto de los últimos años.


29 Principalmente por una escasez de tierra agrícola. Para generar una idea de la magnitud de dicha escasez, basta mencionar que mientras Argentina posee 0,75 hectáreas agrícolas por habitante, Chile cuenta 0,04 hectáreas agrícolas por habitante (una hectárea agrícola por cada 26 habitantes).


  

Una  situación  similar  ocurre  en  Chile,  el cual  debido  a  su  escasa disponibilidad  de  tierras cultivables, tiene una producción de maíz reducida, importando  una  cantidad similar  a  la  que  produce. 

Como  se  puede  observar en el Gráfico 15.88, en el año 2008 este país produjo 1,3 millones de toneladas de maíz e importó un millón  más.  Éstas  fueron provistas  en  su  gran  mayoría por Argentina.

De esta manera Chile, al igual que España, es insuficiente en su producción primaria de maíz respecto a sus necesidades de consumo interno. La cría y engorde de ganado porcino para la producción de carne constituye parte de esta demanda. Como se puede observar en el Gráfico 15.89, Chile produjo en el año 2008 480 mil toneladas de carne, alcanzando el registro más alto luego de un crecimiento constante desde el año 1999.

Según  la  Asociación Gremial  de  Productores de  Cerdo  de  Chile  (ASPROCER),  el  64%  de  la producción  del  año  2008 fue  destinada  al  consumo  interno  mientras  que el resto (36%) tuvo como fin  la  exportación.  Sus principales clientes fueron Japón, Corea del Sur y la UE-27.

En  términos  generales,  es  posible  establecer que  ambos  países  importan materia prima, en este caso maíz, el cual es destinado a la producción de otros alimentos de mayor valor agregado. La carne de cerdo es uno de los tantos ejemplos de ello. 

Como se ha podido ver en las secciones anteriores de este capítulo, Argentina es un importante productor y exportador de maíz. Aún así, resulta necesario revisar la estructura de la actividad porcina doméstica ya que contando con la ventaja de disponer de la suficiente materia prima para producir  carne  tanto  para abastecer  la  demanda  local como  así  también elaborar un  producto  exportable  de alto valor, la producción de carne de cerdo argentina no es suficiente para abastecer el consumo interno, debiendo importar la misma principalmente de Brasil. Estas observaciones deben ser estudiadas con mayor detenimiento e incluidas en el planeamiento estratégico  para el sector agroindustrial.

Respecto al consumo de carne porcina a nivel mundial, China es el principal consumidor, demandando en el año 2008 46,4 millones de toneladas. De esta manera, a pesar de que este país es el mayor productor mundial, casi la totalidad de su producción es destinada a consumo doméstico. 

Le siguen en la lista la UE-27 con 21 millones de toneladas y EE.UU. con 8,8 millones. Si bien estos niveles de consumo parecen elevados, su producción doméstica es suficiente para abastecerla y a su vez suplir parte de la demanda externa.

Considerando el consumo per cápita los resultados son diferentes. Como se puede apreciar en el Cuadro 15.18, Hong Kong, Bielorrusia y los países de la UE-27 en conjunto fueron los que presentaron el mayor consumo per cápita. 

 

15.4.3.3.1.2 Comercio mundial de carne porcina

Al igual que ocurre con la producción, las exportaciones mundiales están concentradas en algunos países. Como se puede apreciar en el Cuadro 15.19, EE.UU. es el principal exportador mundial de carne de cerdo. Durante el año 2008, sus ventas al exterior alcanzaron 2,1 millones de toneladas, representando de esta manera el 34% de las exportaciones mundiales. Le siguen la UE-27 y Canadá con 1,7 millones y 1,2 millones de toneladas respectivamente, las cuales explican el 28% y 18% del total mundial. En conjunto, éstos constituyen el 80% de las exportaciones mundiales correspondiente al año 2008.

En  cuanto  a  las  importaciones,  éstas  se  encuentran menos  concentradas.  Japón lidera  el  ranking  y,  a  lo  largo del año 2008, demandó 1,2 millones de toneladas de carne de cerdo, explicando de esta manera el 21% de las importaciones mundiales de ese año. Rusia y México siguen en la lista. 

Éstos  demandaron  un  millón y  535  mil  toneladas  respectivamente,  constituyendo  así  el 18%  y  9%  de  las  importaciones globales. 


30 Precio de referencia correspondiente al mercado de EE.UU.


  Por último, como se puede apreciar en el Gráfico 15.90, el precio internacional de la carne de cerdo se mantuvo estable al igual que el precio internacional de la carne aviar a pesar de la crisis financiera mundial desencadenada en la segunda mitad del año 2008. Tampoco influyó demasiado en los precios los brotes de la llamada “Gripe porcina” o influenza N1H1. En términos generales, se observa una tendencia creciente en los precios desde el año 2002. El máximo registrado alcanzó los US$2.561 por tonelada en septiembre de 2008. En los primeros seis meses del 2009 este alimento cotizó en promedio unos US$2.230, aún por sobre el promedio histórico (1998-2008) de US$2.055 por tonelada.

15.4.3.3.2 El sector porcino en Argentina

15.4.3.3.2.1 Faena y producción primaria

Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), la producción primaria de cerdos en Argentina comenzó como una actividad secundaria y complementaria dentro de las explotaciones agropecuarias dedicadas principalmente a la actividad agrícola.

En la década de los ‘90, con la apertura económica y el establecimiento del régimen de convertibilidad, el sector experimentó un importante cambio tecnológico y de gerenciamiento. Las nuevas inversiones se orientaron a la intensificación de los sistemas de producción, la mejora en la genética de los animales y la formulación de raciones equilibradas, con lo cual se buscaba mejorar los índices productivos y de calidad.

En algunos casos, también se modificó la organización de la cadena productiva comercial al integrarse hacia atrás la industria con la producción primaria. Esta integración se dio principalmente en las grandes empresas y productores, como una tendencia a cerrar el ciclo más que como una integración propiamente dicha. Este proceso implicó importantes inversiones tanto en infraestructura como en instalaciones y equipos.

La inversión en tecnología, genética e infraestructura mejoró sensiblemente los niveles de productividad, pero sólo algunas empresas pudieron hacer estas inversiones. Las demás, que fueron la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas, desaparecieron o se destecnificaron.

La mayor parte de la actividad de engorde de cerdos se realiza en las provincias de la Región Centro. Como se puede observar en el Cuadro 15.20, en Santa Fe se registraron en el año 2005 unos 2.140 establecimientos, donde se engordaron 576 mil animales, el 28% del stock nacional. Si bien es la provincia que menos establecimientos posee, es la que cría mayor cantidad de animales, lo cual muestra las dimensiones de dichos establecimientos. Algo similar sucede en la provincia de Córdoba, donde se asientan el 9% de los establecimientos porcinos y concentran el 25% del stock porcino nacional. Por último Buenos Aires es una de las provincias que registra mayor cantidad de establecimientos, pero concentra un porcentaje de porcinos similar al de las anteriores provincias. 

Respecto a la faena, a mediados de la década del ‘90 la misma sufrió una fuerte caída como consecuencia de la apertura comercial. El ingreso de carne porcina proveniente de Brasil a un precio bajo ejerció presión sobre las empresas menos competitivas del sector generando un abandono de la actividad por parte de algunas de ellas. A pesar de que la actividad luego se recuperó, la continua amenaza de la industria brasilera y un consumo doméstico cada vez más deprimido provocaron que desde el año 2000 la actividad volviera a caer. 

La devaluación del peso en el año 2002 generó una nueva oportunidad  para  la industria doméstica,  mejorando  la  competitividad  del  sector  respecto de  Brasil.  Desde  el año 2003 hasta  el  2007  la  producción creció  un  72%,  alcanzando  el nivel  récord  de  3,2 millones de  animales  faenados  y  una producción de 275 mil toneladas de carne porcina. Como se puede  observar  en  el  Gráfico 15.91, en el 2008 estos valores se  mantuvieron, registrando sólo una caída del 2%. 

Respecto al destino de la carne, cerca del 85% de es utilizada para la elaboración de fiambres y chacinados, por lo que apenas el 15% restante tiene como destino el mercado del fresco.

El bajo nivel de consumo de carne fresca de cerdo en la Argentina se percibe como una cuestión atribuida mayormente a la falta de información y educación del consumidor sobre las cualidades, calidades y usos culinarios de ésta, como así también a la ausencia de un canal comercial eficiente que permita integrar la res (valorizando todos sus cortes) en el mercado del fresco. Esto último genera mayores costos en la cadena que son trasladadas al precio final del producto, afectando su competitividad.

Hasta el año 2005, tanto la producción de carne de cerdo fresca como los productos elaborados, sólo podían destinarse al mercado interno, lo cual provocaba que la producción primaria fuese muy dependiente de las necesidades de la industria. A partir de mayo de ese mismo año, el reconocimiento de Argentina como país libre de Peste Porcina Clásica, se constituye en una alternativa comercial muy importante y un desafío para toda la cadena, ante la posibilidad de acceso a los mercados de exportación.

15.4.3.3.2.2 Consumo interno y comercio exterior

El consumo per cápita de carne porcina en Argentina es bastante bajo comparado con otros países y, en particular, en relación con países de América Latina. En el 2008 el consumo por habitante en Argentina fue de 7,71 kilogramos por año, muy inferior al de Brasil (12,2 kilogramos por habitante por año) y un tercio del de Chile (20,8 kilogramos por habitante por año). Y si bien este indicador ha permanecido bastante bajo en el transcurso de los años, tuvo importantes variaciones acompañando los vaivenes de la situación económica nacional (ver Gráfico 15.92).

A pesar del reducido tamaño de la demanda interna y el enorme potencial del sector en un país con  una  gran  producción  primaria de granos, Argentina aún continúa  importando  carne porcina para  abastecer  el  mercado  local. 

En términos generales, Argentina es un importador neto de carnes y productos  elaborados provenientes  del  cerdo.  Esto  puede  observarse  en  el  Gráfico  15.93  donde se muestra la evolución de las importaciones de cerdo en volumen y valor.

Durante el año 2008, se importaron 35.131 toneladas por un valor de 90,8 millones de dólares. 

El 71% de las mismas provino de Brasil,  y  un  13%  de  Chile,  por nombrar los principales orígenes de  las  importaciones.  Entre  los productos de origen porcino más importantes  se encuentran:  90% carnes  frescas  y  el  resto  corresponde principalmente a fiambres y chacinados. 

Respecto  a  las  exportaciones, éstas se reducen a unos pocos embarques que consisten en menudencias y desperdicios de la industria. En el año 2008 se enviaron al exterior 3.640 toneladas por un valor de 7,2 millones de dólares. 

15.4.3.4 Producción de carne bovina

15.4.3.4.1 Introducción

La producción de carne bovina se la puede analizar en dos etapas. Una primera etapa, la cual fue analizada en la segunda parte de este capítulo consiste en la actividad de cría y engorde de los animales y una segunda etapa, la cual se tratará a continuación, que consiste en el proceso industrial de faena, procesado y comercialización de la carne lista para ser consumida. 

Como se comentó anteriormente, el proceso de cría y engorde de los animales puede realizarse de diferentes maneras de acuerdo a la disponibilidad de recursos naturales. Uno de los sistemas consiste en el pastoreo directo, donde los animales se alimentan de las pasturas naturales o implantadas de manera independiente. Esta técnica es conocida como sistemas “extensivos”, en los cuales el tiempo necesario para que un animal llegue a un peso ideal de faena necesita entre dos y tres años desde su nacimiento. 

Otros sistemas utilizan una menor superficie, y la alimentación es racionada y controlada por los propios productores. De esta manera, los animales se encuentran en una superficie limitada (feed lot) y hasta muchas veces en establos construidos para tal fin. Este método de cría y engorde se caracteriza por ser “intensivo” y, a su vez, reduce el tiempo necesario para engordar a los animales hasta su peso ideal de faena.

Los resultados de esta etapa en términos de la cantidad de animales criados y el peso alcanzado en la etapa de engorde condicionará la producción final de carne en la segunda etapa, razón por la cual el desempeño de esta actividad reviste gran importancia. 

La segunda etapa es desarrollada por los frigoríficos, los cuales reciben los animales ya engordados y  listos  para  la  faena.  Estos  establecimientos  se  encargan  de  acondicionar  la  carne, separando el cuero, las vísceras y demás partes del animal de manera tal de preparar las medias reses para ser comercializadas. Algunos frigoríficos comercializan el producto de esta manera, aunque otros proceden al desposte de las medias reses, comercializando diferentes cortes de carne o productos más elaborados tales como termoprocesados y embutidos. 

Los frigoríficos, en su gran mayoría, también se encargan de la comercialización y distribución de su producción hasta los puntos de ventas tales como hipermercados, supermercados y carnicerías. 

A continuación se procederá al análisis de la producción de carne bovina, destacando a los principales actores a nivel internacional y una descripción del desempeño de Argentina en los últimos años.

15.4.3.4.2 Contexto internacional

15.4.3.4.2.1 Producción y consumo

Como ya se adelantó anteriormente, la producción de carne bovina presenta un ritmo de crecimiento muy inferior respecto a la porcina y la aviar. En el año 2008, la producción mundial de carne bovina alcanzó los 58 millones de toneladas, algo inferior a la del año 2007 (58,4 millones de toneladas). Las proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) estiman que para el año 2009 la producción caerá aún un poco más, llegando a las 56,8 millones de toneladas.

En el Gráfico 15.94 es posible  observar  que  el  ritmo  de crecimiento  poblacional  ha  superado con creces la producción de carne vacuna. En los últimos veinte años (desde 1988 a 2008), la  producción  de  carne  vacuna creció un 17% en tanto la población mundial lo hizo en un 30%, por lo que la producción-consumo per cápita ha experimentado una leve baja. 

A  su  vez,  la  producción  se encuentra  descentralizada  en muchos países. Para acumular el 80% de la producción global se deben sumar los primeros diez países. EE.UU. es el principal productor mundial de carne bovina. 

Durante el año 2008 produjo 12,1 millones de toneladas de carne, lo cual representa el 21% del total mundial. Brasil y la UE-27 siguen en segundo y tercer lugar, produciendo en ese año 9 millones y 8 millones de toneladas respectivamente, representando de este modo el 15% y 14% del total en ese orden.

Argentina  se  encuentra  en el quinto lugar luego de China. 

En el año 2008 su producción alcanzó las 3,1 millones de toneladas, siendo este volumen el 5% del  total  mundial.  Como  puede observarse  en  el  Gráfico  15.95, siguen  en  la  lista  India,  Australia,  México,  Rusia  y  Canadá completando  los  diez  principales productores de carne bovina.

Respecto  al  consumo  de este  tipo  de  carne,  EE.UU.  es el  mayor  demandante  a  nivel mundial, seguido por la UE-27, Brasil, China y Argentina. Como se puede observar en el Cuadro 15.21, a pesar del elevado volumen de consumo de estos países, en términos de consumo per cápita los resultados son diferentes. Argentina es el país que registra el mayor consumo por habitante, con 68,7 kg. por persona por año, seguido por Uruguay con 52,8 kg. y EE.UU. con 40,9 kg. 

Por otra parte, es interesante resaltar el importante crecimiento  del  consumo  de  este  tipo  de carnes en los últimos diez años. 

Como  se  puede  observar  en  el Gráfico  15.96,  Brasil  y  China han  experimentado  el mayor crecimiento,  superando  el  20% en este período. Más aún, estos países han incrementado su consumo  per  cápita  en  un  6,7%  y 14,4%, respectivamente.

En Argentina puede observarse una caída en el consumo total  en  el  año  2002  del  orden del 5%,  indudablemente  como consecuencia  de  la  crisis  económica.  Sin  embargo,  el  país luego recuperó sus niveles de consumo, ubicándose en el año 2008 un 12% por sobre los niveles del año 1999. De manera contraria, EE.UU y la UE-27 no muestran demasiados cambios, registrando una leve caída en el año 2008. 

15.4.3.4.2.2 Comercio mundial

Las exportaciones mundiales de carne muestran un crecimiento moderado desde 1993 hasta la actualidad. Sin embargo, el porcentaje de exportaciones totales con respecto a la producción mundial siempre ha permanecido en un intervalo comprendido entre el 10% y el 14%. Esto indica que la mayor parte de la producción es consumida internamente por cada país. Puede observarse también en el Gráfico 15.97 que en los últimos cuatro años las exportaciones mundiales no han mostrado grandes cambios.

En el año 1990, Brasil ocupaba  el  décimo  primer  puesto  como  exportador  mundial de  carne vacuna.  Diez  años después,  había  ascendido  seis puestos  en  la  categoría  y,  en  el 2004, desplazó  definitivamente a  EE.UU.  y  Australia  permaneciendo  desde  entonces  en  el primer lugar. En el año 2008, el principal socio del MERCOSUR concentró el 25% de las exportaciones mundiales,  mientras  que EE.UU.  y  Australia  reunieron el 19% y 11%, respectivamente (Cuadro 15.22).

Como se aprecia, Argentina participa del 6% del comercio mundial, habiendo exportando en el año 2008 unas 422 mil toneladas de carne vacuna. De este modo, el país se posicionó como séptimo exportador mundial, detrás de Canadá que ocupó el sexto lugar. Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Colombia (los cinco mayores productores de carne bovina de Sudamérica) concentran el 40% de las exportaciones mundiales.

Como se mencionó en “El Balance de la Economía Argentina 2008”, un factor clave para explicar el desempeño de los países como exportadores de carne bovina es su situación sanitaria. En este sentido, cabe recordar que la crisis de BSE 31 que sufrió EE.UU a finales del año 2003 provocó un derrumbe en sus exportaciones, las cuales pasaron de 1,1 millones de toneladas en el año 2003 a 200 mil toneladas el año siguiente. Esto significó una oportunidad para otros países ganaderos que accedieron a los mercados que anteriormente abastecía EE.UU.


 31 Bovine Spongiform Encephalopathy. Enfermedad comúnmente conocida como “mal de la vaca loca”.


  En cuanto a las importaciones, éstas se encuentran muy diversificadas. En el 2008, EE.UU. fue el mayor importador mundial con una participación del 16,6%. Esto revela que a pesar de que este país es el mayor productor de carne bovina, es al mismo tiempo el mayor consumidor, y su balanza comercial en términos de este alimento es deficitaria. Quienes siguen en la lista de principales importadores son Rusia (16,4%), Japón (9,5%), UE-27 (6,7%), entre los más importantes, concentrando el 50% de las importaciones mundiales.

15.4.3.4.3 Contexto nacional del sector bovino

15.4.3.4.3.1 Faena y producción de carne

La  producción  de  carne en Argentina  es  llevada  a  cabo por  aproximadamente  471 establecimientos  (mataderos  y frigoríficos)  ubicados  en  varias provincias.  En  conjunto, estos produjeron en el año 2008 un total de 3,1 millones de toneladas de carne, un 3,3% menos que en el año 2007, el cual registró un valor récord de 3,2 millones de toneladas. 

Si bien es cierto que en los últimos  cuatro  años  la  producción  de  carne  alcanzó  niveles muy elevados, para evaluar correctamente el desempeño del sector tanto en el presente como el potencial a futuro resulta necesario analizar de qué manera se produjo dicha cantidad de carne. Así, resulta preciso estudiar la cantidad de animales faenados como también la composición de la faena.

Según lo estimado por la ONCCA y el MAGyP, durante el 2008 la faena nacional alcanzó las 14,5 millones de cabezas de ganado bovino, algo inferior a la correspondiente al año 2007 (14,9 millones de cabezas) pero superior a la media de 12,8 millones registrada en la última década. Sin embargo, es importante destacar que este aumento de la faena ha sido acompañado de una mayor liquidación de hembras (vacas, vaquillonas y terneras), hecho que reduce la potencialidad de la industria para los próximos años.

Parte de la caída en la cantidad de animales faenados en el año 2008 se debió al conflicto que tuvo lugar en el país entre el gobierno nacional y los productores agropecuarios, quienes se oponían al incremento en las alícuotas de los derechos de exportación de granos.

La información para los primeros meses de 2009 permite prever un nuevo récord. En el primer semestre del año la faena acumulada alcanza las 7,8 millones de cabezas, un 14,25% por encima de las 6,8 millones de cabezas faenadas en el primer semestre de 2008 32. Esta cifra proyectada a nivel anual implicaría una faena total de 15,6 millones de cabezas, la mayor en los últimos 30 años 33.


32 La comparación con el primer semestre de 2008 podría resultar en un sesgo a favor del primer semestre del 2009, teniendo en cuenta la disminución en la faena ocurrida en marzo de 2008 por el conflicto agropecuario. Sin embargo, comparando el primer semestre de 2009 con el primero de 2007, también resulta una superioridad del primero en un 11,5%.

33 Según datos del IPCVA, la faena anual del año 1978 alcanzó la cifra de 16,25 millones de cabezas.


  

Esta  información  muestra un  importante  crecimiento  de la industria de carne vacuna en Argentina,  pero  probablemente este crecimiento no sea tan sólido como se puede percibir a primera vista. Un elevado porcentaje  de  hembras  en  la  cantidad de  animales  faenados implica que se está consumiendo las “fábricas” de terneros, con lo cual el stock vacuno no podrá sostenerse y comenzará a caer en los próximos  años  si  no  se  toman medidas  concretas  en el sector. 

Como  puede  observarse  en  el Gráfico 15.100, la participación de hembras en la faena está muy próximo al 50% lo cual implica que se estaría en un proceso de liquidación de vientres.

El  sector  ganadero  tiene un  comportamiento  inverso  que cualquier  otra  actividad  industrial. Cuando los productores tienen expectativas optimistas para su  actividad  retienen  vientres para capitalizarse y poder aumentar  su  capacidad  de  producción futura.  En  cambio,  cuando prevén un  escenario  desfavorable, inician la etapa de liquidación de vientres. Esto se lo conoce como el “ciclo ganadero”. 

Las expectativas no sólo se forman en función de los precios actuales  y  estimados  a futuro, sino también por el contexto general de la economía y la orientación de las políticas económicas establecidas por el gobierno. El cierre temporario de las exportaciones de carne establecido en marzo del año 2006 y las reiteradas intervenciones en el comercio exterior desde ese entonces generaron un cambio en las expectativas del sector hacia un escenario de bajos precios y una política orientada hacia el mercado interno. Este hecho da origen a un período de aumento de la faena y la producción de carne. 

Por otra parte, las variaciones en las condiciones climáticas también jugaron a favor de un aumento en la faena. Ya sea por un exceso de lluvias como sucedió en los meses de marzo y abril de 2007 o por la severa sequía como la de los últimos meses del 2008 y gran parte del 2009, el envío de animales a los frigoríficos resulta de la necesidad de los productores ante la falta de recursos para alimentar a los mismos.

En términos generales, podría establecerse que el incremento en la producción de carne observado en los últimos años obedece a un aumento en la liquidación de animales producto de la decisión de algunos productores en alejarse de la actividad y por otra parte por la influencia propia de las condiciones climáticas que afectan a la producción en general. 

15.4.3.4.3.2 Consumo interno y exportación de carne bovina

La producción de carne fresca y productos procesados en los frigoríficos tienen dos principales destinos. Uno de ellos es el consumo interno y el otro es la exportación. 

Respecto  al  primero  de ellos,  es  posible  observar  en  el Gráfico  15.101  la  cantidad de carne bovina  consumida  internamente. A partir del año 2002, ésta experimentó una importante recuperación, la cual se extendió hasta el año 2008, alcanzando en ese entonces las 2,6 millones de toneladas, nivel récord de los últimos veinte años.

Por otra parte, el incremento  en  el  consumo  doméstico  se correspondió con un incremento en el consumo per cápita. Como puede  observarse  en  el  Gráfico 15.102, en los últimos seis años el mismo pasó de 57 kilogramos por habitante en julio de 2003 a 71,5 kilogramos por persona por año en julio de 2009, lo que significa un crecimiento del 25,4%.

La  preferencia  de  la  carne bovina por parte del consumidor argentino  es  una  característica propia de estos, establecida desde hace muchos años. Aún así, el aumento en el consumo de carne bovina por habitante se debió en parte a la reducción del desempleo, el incremento de los salarios reales y del gasto público, especialmente en subsidios y planes.


34 Consumo aparente = Producción + Importaciones – Exportaciones.


 Por otra parte, también contribuyeron a incrementar el consumo las políticas de intervención y controles de precios que evitaron que los precios internacionales repercutieran en los precios domésticos. El costo de esta política es una constante reducción en el stock ganadero, producto del desincentivo que genera este tipo de medidas en términos de producción de carne bovina.

Para que el consumo entre los distintos tipos de carne se equilibre, es necesario un cambio en los precios relativos a los fines de generar el incentivo suficiente para que se produzca la sustitución en el consumo. Al mismo tiempo debería implementarse una campaña de promoción de las otras carnes poniendo énfasis en sus beneficios y los derivados de la diversificación del consumo de los distintos tipos de carnes en los hábitos de consumo. 

Respecto  a  las  exportaciones de carne bovina, las mismas han caído en los últimos cuatro años. Esto  puede  observarse en  el  Gráfico  15.103  donde  se muestra  el  volumen  exportado y  el valor  de  las  mismas  en  el período  comprendido  entre  los años 1990 y 2008. En 2005, se alcanzó el récord de los últimos 40  años  con  578  mil  toneladas exportadas. Sin embargo, en los años  siguientes  éstas  se  volvieron a contraer como consecuencia de las medidas oficiales que restringieron  las  mismas  con  el objeto de asegurar el abastecimiento del mercado interno. Aún así, el valor de las exportaciones continuó aumentando a razón del incremento en los precios internacionales de estos productos.

En el año 2008, las exportaciones alcanzaron las 359 mil toneladas, generando un ingreso de 1.724 millones de dólares, valor récord de los últimos 20 años. Una parte se envió como carnes congeladas (42%), otra como carnes enfriadas (23%), procesadas (13%) y menudencias (22%). Los principales destinos de estas exportaciones fueron Rusia (26%), Hong Kong (10%) y Alemania (9%).

Un análisis particular requieren las exportaciones correspondientes a la Cuota Hilton. Esta consiste en un cupo de exportación de carne vacuna sin hueso de alta calidad que la Unión Europea otorga anualmente a países productores y exportadores de carnes sobre las cuales no se le aplican restricciones de ingreso 35

El origen de la Cuota Hilton proviene de un acuerdo comercial dado en el marco de las Negociaciones Multilaterales Comerciales del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio) en la llamada “Rueda de Tokio”, llevada a cabo en el año 1979 en un hotel de la cadena Hilton (de allí su nombre). En esta rueda, la Unión Europea acordó distribuir un cupo para realizar exportaciones hacia su mercado de cortes vacunos de alta calidad a algunos países exportadores. 


 35 Fuente: Oficina Nacional de Control de Comercial Agropecuario (ONCCA).


 Actualmente, la cuota que le fue asignada a Argentina es de 28.000 toneladas anuales, siendo ésta la de mayor participación.

Técnicamente, la cuota se constituye de “cortes de carne de animales bovinos de edad comprendida entre veintidós y veinticuatro meses, alimentados exclusivamente con pasturas, cuyo peso al momento de la faena no excede de 460 kilogramos vivos”, de calidad “especiales o buenos”. A su vez, de estos animales sólo se exportan los cortes denominados “cortes vacunos especiales en cartones” (Special Boxes Beef ) los cuales llevan la marca “SC” (Special Cuts)”. Los siete cortes de carne que integran la cuota son: bife angosto, cuadril, lomo, nalga, bola de lomo, cuadrada y peceto.

Una tendencia que se aprecia  claramente  en  el  Gráfico 15.104 es la caída en el volumen de exportación de cortes Hilton. 

Entre 2004 y 2008, las ventas por este concepto medidos en toneladas pasaron de 29.818 toneladas a 18.884, implicando una caída del 36%. Sin embargo, gracias a la suba de los precios internacionales, las exportaciones expresadas en valor aumentaron en ese mismo período un 29%. 

A pesar de ello, si se analiza exclusivamente los últimos tres años,  se  registra  una constante caída  en  el  valor  exportado  de cortes Hilton. En los años 2008 y 2009, las exportaciones medidas en dólares FOB registraron una caída con respecto al año 2007. Como se puede observar en el Gráfico 15.104, lo mismo ocurrió con las cantidades. Además, si bien entre 2008 y 2009 el volumen de exportación de cortes Hilton aumentó, los ingresos en dólares FOB disminuyeron.

15.4.3.5 Proyecciones a largo plazo para la producción de carnes y consideraciones para un plan estratégico

El Gráfico 15.76 presentado al comienzo de esta sección se mostró la evolución en la producción de los diferentes tipos de carnes en el período 1961 a 2007. Allí se podía observar que el sector porcino es líder en cuanto a la producción total de carnes, pero la tasa de crecimiento de la producción aviar era superior.

En línea con esta tendencia, las proyecciones de la OCDE-FAO que se presentan en el Gráfico 15.105 muestran que el consumo de carne aviar superaría a partir del año 2018 el consumo de carne porcina. La mejor capacidad de conversión de proteínas vegetales en proteínas animales de estos dos animales conducirá a que en el largo plazo éstos se conviertan en la principal fuente de producción de carnes. En el período comprendido entre los años 2008 y 2018, el consumo de carne porcina  crecería  un  18%,  mientras que el de aviar un 29%.

Con respecto al consumo de carne  bovina,  éste  continuaría creciendo pero a menor ritmo. Se estima que el mismo crecería un 13% entre los años 2008 y 2018. 

El elevado costo de cría y engorde de estos animales respecto a su rendimiento en carne explica la razón de su menor tasa de crecimiento. Aún  así,  su  demanda se mantendrá sólida al igual que su valor en el mercado. 

Este escenario en términos de consumo de carnes constituye una excelente oportunidad para Argentina, ya que cuenta con los recursos naturales y humanos para proveer al mundo de estos alimentos de alto valor proteico, al tiempo que permite agregar valor a las exportaciones de bienes del país.

Como se mencionó en “El Balance de la Economía Argentina 2008”, es factible pensar en una gran expansión de la producción de carnes en el país, siempre que en los próximos años se transite por el camino correcto, incorporando las últimos avances disponibles en materia de eficiencia productiva y calidad. 

Para ello hace falta una política de estado correctamente definida, orientada hacia incrementar la producción tanto para abastecer correctamente el consumo doméstico como así también aprovechar la demanda externa a los fines de encontrar en este contexto una oportunidad de desarrollo económico.

15.4.4 Producción de lácteos

15.4.4.1 Producción industrial de lácteos

En la segunda parte de este capítulo se realizó un estudio de la producción primaria de leche, es decir aquella que se obtiene mediante el ordeñe de los animales, pero que no recibe ningún tratamiento posterior. En realidad, la mayor parte de ésta es luego transportada a las industrias, donde se la procesa, convirtiéndola en productos de mayor valor y que habitualmente los consumidores encuentran en los mercados.

En esta sección se analizará la etapa de industrialización de la producción de lácteos, analizando la situación de los principales países productores y consumidores, como así también aquellos que participan en el mercado internacional de estos productos. En este sentido, los más representativos son la leche en polvo, los quesos y la manteca, aunque existe una amplia variedad de otros productos en el mercado.

Por último se estudiará los resultados de la industria láctea Argentina de los últimos años, como así también las oportunidades y desafíos que puede y debe enfrentar en los próximos años. 

15.4.4.2 Contexto Internacional

15.4.4.2.1 Leche entera en polvo

La leche en su estado fluido contiene en su composición más de un 90% de agua. La leche entera en polvo se obtiene mediante un proceso de deshidratación, el cual le extrae el agua dejando solamente sus componentes sólidos. Previo a ello se regula el contenido de grasa y se la somete a un proceso de esterilización.

El  proceso  de  deshidratación  de  leche  se  realiza  principalmente  por  dos  razones.  La primera  de  ellas  se  debe  a  que mediante este proceso es posible almacenar este producto perecedero en los períodos en los cuales la producción primaria de leche es superior a las necesidades de consumo. De este modo, la estacionalidad propia de la producción de leche a lo largo del año permite ser controlada mediante este proceso. La segunda razón consiste en que la comercialización  de  leche  en  polvo  es  más eficiente en términos de logística y costos de transporte, ya que la deshidratación reduce el peso, el volumen y alarga la vida útil, permitiendo ser comercializada a muchos destinos sin importar la distancia.

En el Gráfico 15.106 se muestra las cantidades producidas y consumidas durante el 2008 en los principales países productores de leche entera en polvo. Allí se observa que China es el mayor productor mundial con 1,2 millones de toneladas durante el año 2008, un 4,3% superior a su producción de 2007. Este país es, además, el mayor consumidor de este alimento a nivel mundial.

Siguen en la lista de los productores más importantes la UE-27 y Nueva Zelanda con una característica que los diferencia de China: son grandes productores con un consumo interno reducido, lo que les permite generar grandes saldos exportables. En este sentido, Nueva Zelanda, quien produjo en el 2008 unas 651 mil toneladas, sólo consumió internamente mil toneladas, por lo que casi la totalidad de su producción se destinó al mercado externo.

De los países de Sudamérica, se destacan Brasil, Argentina y Chile. El primero de ellos se ubica cuarto en términos de producción de leche entera en polvo pero segundo en cuanto a consumo. 

Sus saldos exportables como porcentaje de la producción son relativamente bajos. Argentina ocupa el quinto lugar en la lista de productores y, en el año 2008, tuvo un bajo consumo que alcanzó sólo el 30% de su producción, dejando el resto como saldo exportable. Según estimaciones del USDA, Chile produjo ese año 70 mil toneladas, consumiendo aproximadamente 51 mil toneladas (70%).

En el Cuadro 15.23 se muestran las exportaciones, importaciones y el saldo comercial de leche entera en polvo de los principales países que participan del mercado internacional. Como se había adelantado previamente, Nueva Zelanda es el principal exportador de leche entera en polvo del mundo. Durante el año 2008 sus ventas al exterior alcanzaron las 670 mil toneladas lo cual representa el 40% de las exportaciones mundiales. Lo siguen la UE-27 con 366 mil toneladas (31%) y Argentina con 117 mil toneladas (8%), entre los países más importantes.

Respecto a los principales países importadores, Argelia demandó 180 mil toneladas de leche entera en polvo durante el año 2008, siendo el mayor importador del mundo con el 43% de las importaciones mundiales. Le siguen Filipinas e Indonesia con 50 mil toneladas (12%) y 44 mil toneladas (11%) respectivamente. 

 

15.4.4.2.2 Leche en polvo descremada

La diferencia con respecto al producto anterior es que la leche en polvo descremada contiene un porcentaje de grasa menor. Del proceso de descremado de leche se obtienen dos productos: la leche descremada, que luego se deshidrata para obtener leche descremada en polvo, y la crema de leche, que puede ser comercializada de esa forma o luego de ser transformada en manteca.

En el Gráfico 15.107 se resumen los valores de producción y consumo correspondientes al año 2008 de este producto, donde se observa que los países toman roles diferentes respecto a lo que ocurre en el caso de la leche entera en polvo.

La UE-27 es el mayor productor y consumidor de este alimento. En 2008, el conjunto de países que conforman esta unión económica  produjeron  990  mil toneladas de leche en polvo descremada y consumieron 819 mil toneladas. EE.UU. ocupa el segundo lugar en estos términos, habiendo  producido  859  mil toneladas y consumido 404 mil toneladas durante el 2008.

Nueva  Zelanda  vuelve  a ocupar  un  rol  importante  en  el mercado  internacional  ya  que, siendo el cuarto productor mundial con 265 mil toneladas de leche en polvo descremada producidas en el año 2008, consumió sólo 3 mil toneladas, disponiendo del resto para ser exportado. Esto se ve reflejado luego en las exportaciones de dicho país (ver Cuadro 15.24).

Respecto a las exportaciones de este commodity, EE.UU. fue el país que registró el mayor volumen comercializado (391 mil toneladas), seguido por Nueva Zelanda (251 mil toneladas). Estos dos países concentran el 36% y 23% de las exportaciones mundiales. A pesar de ello, el escenario para el año 2009 es diferente. EE.UU. disminuiría sus exportaciones y Nueva Zelanda las incrementará, pasando a ser este último el mayor exportador mundial de leche descremada en polvo.

Entre los mayores importadores se encuentran Indonesia, México y Argelia. Estos tres países concentran casi el 50% de las importaciones mundiales de leche en polvo descremada. Además, según las estimaciones del USDA, Indonesia y México aumentarían sus importaciones en 2009, en aproximadamente un 8% y 12% respectivamente.

15.4.4.2.3 Quesos

Respecto a la producción y consumo de quesos, existen dos grandes actores a nivel mundial: la UE-27 y EE.UU. Éstos concentraron el 79% de la producción mundial de quesos correspondiente al año 2008. 

El conjunto de países que integran la UE-27 como un todo, constituyen el mayor productor y consumidor de este alimento del mundo. En el año 2008, su producción alcanzó las 6,8 millones de toneladas, de las cuales destinó al consumo interno una gran proporción: 6,4 millones de toneladas.

EE.UU.,  en  segundo  lugar, produjo  en  este  mismo  año  4,5 millones  de  toneladas  y tuvo un consumo algo superior, 4,52 millones de toneladas. Además, este país ocupa el primer puesto  en términos  de  consumo  per cápita. En el año 2007, cada habitante de este país consumió en promedio 14,93 kg. de queso 36.

Siguiendo  en  orden  de  importancia,  Brasil  y  Argentina ocupan  el  tercer  y  cuarto  lugar en términos  de  producción.  El país vecino produjo 630 mil toneladas de quesos en 2008, destinándolos completamente al abastecimiento de la demanda interna. La producción de Argentina fue algo inferior (540 mil toneladas) pero superó al consumo interno de ese año (490 mil toneladas).

Respecto al mercado internacional, Nueva Zelanda nuevamente juega un rol importante. Este país, por su elevada producción respecto a su consumo doméstico, dispone de importantes saldos exportables. Se convierte de este modo en el segundo exportador mundial de quesos, detrás de la UE-27 que lidera la categoría.


36 Fuente: “El Balance de la Economía Argentina 2008”


  

De esta manera, la UE-27 exportó 490 mil toneladas de queso durante el año 2008, lo cual constituye el 39% de las exportaciones mundiales. Nueva Zelanda y Australia fueron los siguientes en la lista. Sus ventas al exterior alcanzaron las 283 y 202 mil toneladas respectivamente, explicando de este modo el 22,6% y 16,2% de las exportaciones mundiales en ese orden. 

Con respecto a las importaciones, en 2008 Rusia y Japón fueron los mayores compradores en el mercado internacional, adquiriendo 270 mil y 205 mil toneladas respectivamente. De esta manera, concentran el 26% y 19,8% de las importaciones mundiales. 

15.4.4.2.4 Manteca

La producción de manteca se encuentra relacionada de manera directa con la producción de leches descremadas, ya que su elaboración permite obtener la materia prima para la fabricación de manteca. En el Gráfico 15.109 se resume la distribución de la producción y el consumo de este alimento a nivel mundial.

Como puede observarse, India es el principal productor y consumidor de manteca del mundo. Su producción alcanzó las 3,7 millones de toneladas durante el año 2008 y, según estimaciones del USDA, aumentaría un 10% en el año 2009. Este país es, a su vez, el principal consumidor. Casi la totalidad de su producción es consumida internamente, dejando un remanente de exportación muy reducido.

La UE-27 le sigue en orden de importancia con una producción que superó las dos millones de toneladas en el año 2008, esperándose un aumento del 2% para el año 2009. Su consumo también es elevado (1,98 millones de toneladas), por lo que sus saldos de exportación son también reducidos.

De  la  misma  manera  que con  los  productos  anteriores, Nueva  Zelanda  es  el principal referente  del  mercado  internacional  de  manteca.  En  este caso  no  sólo  por  ser  el cuarto productor  a  nivel  global,  sino que  debido  a  su  escaso  consumo interno es el mayor exportador mundial. En el año 2008, el 52% de las exportaciones de manteca tuvieron origen en ese país (367 mil toneladas). 

La  UE-27  y  EE.UU.  también tuvieron una participación importante en el comercio mundial, siendo  responsables  del 21% y 15% de las exportaciones mundiales respectivamente. Sin embargo, las exportaciones de EE.UU. caerían un 76% durante el año 2009, por una combinación de una leve caída en su producción y un aumento en su consumo interno.

Por último, entre los principales importadores se destacan Rusia, la UE-27 y México, que concentraron el 78% de las importaciones del año 2008. Con compras de menor importancia le siguieron Australia, Japón, Argelia y Canadá.

15.4.4.2.5 Precio internacional de los productos lácteos

Tomando  en  cuenta  los precios  históricos  de  los  productos  lácteos,  es  posible  observar que los grandes cambios ocurrieron  en  los  últimos  dos años.  Este  comportamiento  se puede observar en los Gráficos 15.110 y 15.111.

Los  precios  internacionales 37 de la leche entera en polvo y la leche en polvo descremada tuvieron un comportamiento relativamente estable en el período comprendido entre enero de 1998 y octubre de 2006, registrando  un  precio  promedio  de US$1.839 y US$1.793 respectivamente. Sin embargo, a finales de 2006 y principios de 2007 los precios sufrieron un importante aumento, llegando a alcanzar un máximo histórico de US$4.950 en el caso de la leche entera en polvo y US$5.150 en el caso de la leche en polvo descremada en la segunda mitad del año 2008.

Como se explicó en el Capítulo 18 de “El Balance de la Economía Argentina 2008”, este crecimiento de los precios estuvo explicado por los bajos stocks de la Comunidad Europea, la menor producción de los países de Oceanía (principales actores en el comercio internacional de estos productos), la demanda sostenida por parte de algunos países de Asia, y la paulatina devaluación del dólar.

También  puede  advertirse  en  el  Gráfico  15.110  que  a principios  de  marzo  de  2008 los precios comenzaron a descender  nuevamente,  retornando a fines del 2008 a los niveles históricos. En este caso, la apreciación  del  dólar  respecto a  otras  monedas  y  el  incremento  en  la  producción  y  los stocks mundiales del año 2008 ajustaron  los  valores  de  estos productos en el mercado internacional.


37 Este precio de referencia internacional corresponde al valor FOB de los productos lácteos de exportación de Oceanía.


Respecto a los precios de la manteca y el queso Cheddar, los mismos presentan un comportamiento similar al de la leche en polvo (ver Gráfico 15.111). El valor promedio de estos productos entre enero de 1998 y octubre de 2006 fue de US$1.512 para la manteca y US$2.145 para el queso Cheddar. A comienzos del año 2007 los precios empezaron a subir de manera pronunciada, alcanzando cifras récord de US$4.150 para la manteca y US$5.500 para el caso del queso Cheddar a finales de ese mismo año. Sin embargo, al poco tiempo los valores comenzaron a caer acercándose a sus niveles históricos.

Para estos cuatro productos en particular, los precios comenzaron a recuperarse desde los primeros meses del año 2009. La estabilización de la economía mundial y los primeros indicios de recuperación de la actividad permitió retomar el interés por los lácteos y proyectar un crecimiento sostenido en el consumo de los mismos.

15.4.4.3 La industria láctea en Argentina.

15.4.4.3.1 Producción

La producción de leche es recogida de cada establecimiento y transportada a las plantas que se encargan de procesarla. De este proceso surgen los productos lácteos que se consumen diariamente.

Se  estima  que  en  el  año 2007  existían  848  plantas  procesadoras de leche en Argentina, las cuales se distribuyen a lo  largo  de  todo  el  país.  En  la provincia  de  Córdoba  se  encuentran unas 322, siendo este distrito el que concentra mayor número  de  fábricas.  Le  sigue Buenos Aires  con  276  y  Santa Fe con 162, estando el resto distribuidas en el resto de las provincias, especialmente en Entre Ríos y La Pampa. 

La producción primaria de leche puede tomar tres destinos: leche informal, producción de leches fluidas y otros productos lácteos. Leche informal se le denomina a aquella que se comercializa en la zona de influencia de los tambos sin pasar por el circuito industrial formal. La producción de leches fluidas comprende leche pasteurizada, leche esterilizada y leche chocolatada. El resto de la materia prima es destinada a la fabricación de otros productos tales como leche en polvo, quesos, crema, manteca, dulce de leche, leche condensada, yogur, etc. 

La distribución entre estos tres destinos puede observarse en el Gráfico 15.112, donde se muestra que del total de leche producida en 2008, un 8% tuvo como destino el circuito informal, un 20% fue utilizada para la elaboración de leches fluidas, y el restante 72% se empleó en la producción de otros productos.

En el año 2008, la producción total de leche fluida fue de 1.274 millones de litros, un 3,8% superior a la del año 2007 (ver Cuadro 15.27). De este total, la mayor parte correspondió a leche pasteurizada, en segundo lugar leche informal, luego leche esterilizada y finalmente leche chocolatada. La producción de esta última registró un aumento importante entre 2007 y 2008 (+50%). 

Respecto a los tipos esterilizada y pasteurizada también se observaron cambios. La primera de ellas registró un aumento del 14,7%, mientras que la segunda experimentó una leve caída (-2,4%).

Con respecto a la elaboración de otros productos lácteos, los quesos y el yogur son los de mayor importancia, habiéndose producido en el país 235,7 mil toneladas de queso y 252,3 mil toneladas de yogur en el año 2008. Por otra parte, del total de leche deshidratada, sólo el 9% corresponde a leche en polvo descremada y el restante 91% a producción de leche entera en polvo.

Un análisis detallado de la evolución de cada uno de los componentes del sector puede ser consultado en el Capítulo 18 de “El Balance de la Economía Argentina 2008” donde se realizó un estudio preciso de la cadena láctea argentina de los últimos diez años.

15.4.4.3.2 Consumo interno

A continuación se resumirá el comportamiento del consumo doméstico de los principales productos elaborados, tanto el volumen total como el consumo per cápita.

El  Gráfico  15.113  presenta la evolución del consumo de leche  fluida,  considerando  la misma en su forma pasteurizada,  esterilizada  y  chocolatada. 

La demanda de este producto se vio  afectada  entre  el  año  2002 y 2003, retrocediendo hasta los 1.406 millones de litros en este último año, lo que se correspondió con un consumo per cápita anual de 38,2 litros. A partir de entonces,  la  salida  de  la  crisis permitió  un  crecimiento constante  de  las  cantidades  consumidas,  alcanzando  los  1.708 millones  de  litros  en  el año 2007, cuando el consumo per cápita alcanzó los 42,96 litros por habitante, valor muy similar a los 42,31 litros del año 2000. Durante el 2008, el consumo total y per cápita ha permanecido estable, sin mayores variaciones respecto al año anterior.

Hay dos productos lácteos que merecen especial atención: los yogures y los postres. Ambos  han  registrado  un  crecimiento  notable  en  términos  de consumo total y per cápita. 

El desarrollo de una amplia variedad  de  yogures  y  postres tendientes  a  satisfacer  las  preferencias  particulares  de  los consumidores sumado al crecimiento de los ingresos condujo al  éxito  de  esta  estrategia  de mercado. De acuerdo al Gráfico 15.114, el consumo de yogures en todas sus presentaciones creció de forma constante desde el año 2003, alcanzando las 510 mil toneladas en el año 2008, lo que significa un incremento superior al 100% durante este período. Las cantidades consumidas per cápita reaccionaron de igual manera, pasando de 6,69 kilogramos de yogur por habitante en el año 2003 a 12,84 kilogramos en el año 2008, lo que resulta en un crecimiento del 92%.

El aumento en el consumo de postres es aún más vertiginoso que en el caso de los yogures.

Esto puede observarse en el Gráfico 15.115 donde se muestra el consumo total y consumo per cápita de postres de origen lácteo. Estas variables registraron un crecimiento sin precedentes a partir del año 2003. Ese año, el consumo total de estos productos se ubicó en torno a las 17.000 toneladas y el consumo per cápita en 0,46 kilogramos por año. Cinco años después, en 2008, el consumo total de postres fue de 64.000 toneladas (+276%) y el consumo por habitante alcanzó los 1,61 kilogramos por persona por año (+250%). A igual que los yogures, el desarrollo de una gran variedad de estos productos acorde a las preferencias de los consumidores resultó en un incremento muy significativo en la demanda. 

Un  comportamiento  similar  ha  tenido  el  consumo  de leche  chocolatada.  En  el  año 2004,  el  consumo  por  habitante de leche chocolatada era de 0,37 litros por año mientras que en el año 2008 éste llegó a 2,12 litros por habitante al año. 

Estos  indicadores  muestran una tendencia a consumir productos  lácteos  con  un  mayor valor  agregado  y  constituye, sin lugar a dudas, una oportunidad  para  la  industria  láctea argentina.

15.4.4.3.3 Comercio exterior

Como podrá verse en esta sección, la producción de lácteos en Argentina no sólo satisface la demanda doméstica sino que también produce excedentes de alto valor agregado que son exportados a una gran cantidad de países. Como puede observarse en el Gráfico 15.116, las exportaciones crecientes respecto a un nivel de importaciones casi nulo, permiten un saldo comercial positivo, de manera que puede establecerse que esta actividad genera un ingreso genuino de divisas al país. 

De esta manera, desde el año 1992 se puede observar una tendencia ascendente en el volumen de exportaciones del sector lácteo. Sin embargo, durante el año 2007 esta tendencia se revirtió, al igual que en reiteradas oportunidades, pero esta vez de manera más profunda. Como se mencionó en “El Balance de la Economía Argentina 2008”, uno de los principales factores que generó esta caída fue la menor producción primaria de leche observada durante ese año, como consecuencia de factores climáticos adversos que afectaron las principales zonas productoras. En segundo lugar, tras un escenario internacional de precios elevados, el gobierno argentino estableció una serie de restricciones al comercio exterior de estos productos con el fin de desacoplar el precio interno del precio internacional. Como consecuencia de estos factores, las exportaciones de lácteos (en términos de cantidades) cayeron un 30% entre 2006 y 2007. En el año 2008 las mismas han tenido una leve recuperación, alcanzando las 280 mil toneladas, 11% más respecto al año anterior.

En  el  Gráfico  15.116  se ha presentado también el saldo de la balanza comercial (en valor),  que muestra  un  crecimiento  casi  ininterrumpido desde  el  año  1992.  En  aquel entonces, el déficit de balanza comercial de lácteos se encontraba  en  torno  a  los  109  millones  de  dólares. A partir  de entonces, el sector exportador comenzó a crecer, llegando en el  año  2008  a  generar un  ingreso neto de divisas de 1.068 millones  de  dólares,  su  valor más alto de todos los tiempos.

Argentina ofrece una gran diversidad de productos exportables. Como puede observarse en el Cuadro 15.29, los productos de mayor peso sobre el total exportado son la leche entera en polvo, suero, quesos, yogur y leches maternizadas entre los más destacados. 

En cuanto al destino de las exportaciones, los productos lácteos argentinos alcanzan los más variados destinos. Entre los principales compradores se destaca Brasil, que adquiere principalmente leche entera en polvo y suero. Otros clientes importantes fueron Argelia, Venezuela, Rusia, México y Japón entre los más representativos.

15.4.4.4 Proyecciones a largo plazo y consideraciones generales para la elaboración de un plan estratégico para el sector lácteo

Es una realidad que el consumo de lácteos ocupa un importante rol en la dieta de las personas, más aún cuando las mismas tienen la posibilidad de acceder a ellos. Por otra parte, tanto la producción primaria de leche como su posterior proceso no es posible de realizar en cualquier parte del mundo. 

Para la producción primaria se requiere, en primer lugar, de los recursos naturales suficientes (tierra y agua) necesarios para el desarrollo y la alimentación de los animales que la proveen. 

Por otra parte, por tratarse de un alimento perecedero, es necesaria una industria que se ocupe de procesarla, ya sea para su posterior almacenamiento o para la producción de otros productos tales como quesos, yogures y postres. 

En este sentido, Argentina cuenta con tales recursos, lo cual lo califica como un país productor de lácteos, no sólo para su consumo doméstico, sino también porque es capaz de abastecer parte de la demanda mundial.

De este modo, como puede observarse en el Gráfico 15.117, según estimaciones de la FAO, el consumo mundial de leche en polvo, manteca y quesos se mantendrá sólido. En particular, la demanda de leche entera en polvo y manteca crecerían un 28% entre el año 2008 y 2018 (2,5% anual), mientras que la leche en polvo descremada y los quesos lo harían en un 10% en el mismo período.

De  acuerdo  a  este  contexto,  Argentina  se  encuentra en  condiciones  de  participar en  el  mercado  internacional, aportando sus excedentes y cubriendo parte de este creciente incremento en el consumo. Para ello,  es  necesario  un  acuerdo integrador entre la producción primaria y las industrias, a los fines de que el proceso de crecimiento sea ordenado, eficiente y permita alcanzar los objetivos planteados. Sin un acuerdo entre las partes será difícil conseguir alcanzar estas metas.

Por otra parte, las últimas medidas adoptadas por el Estado Nacional, tales como el cierre de los registros de exportación y los impuestos a las exportaciones con el objetivo de evitar que el incremento de los precios internacionales impacte sobre los precios domésticos de los alimentos, no generan los incentivos suficientes para atraer las inversiones necesarias para incrementar tanto la producción primaria como así tampoco la capacidad instalada de las plantas.

Este tipo de políticas deberán ser sustituidas, eliminando los impuestos y restricciones a las exportaciones, acordando con la industria el abastecimiento interno y subsidiando el consumo de aquellos sectores que realmente lo necesiten. 

Por último, considerando que en el mundo la producción de estos alimentos se encuentra fuertemente subsidiada, existen elevados controles y restricciones no arancelarias, que se manifiestan a través de elevados requerimientos de eficiencia y calidad de los productos. Es por ello que no se debe dejar de apoyar a los institutos de investigación tanto públicos como privados, que trabajan para desarrollar nuevos avances en materia de producción y calidad de leche, como así también en términos del desarrollo de nuevas variedades de productos lácteos, que permitan satisfacer las diferentes preferencias del público en general. Estos nuevos alimentos constituyen productos de elevado valor agregado, con un alto potencial de demanda internacional.

  

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