POBREZA

9.2. POBREZA

La persistencia del alto porcentaje de la población mundial que vive en condiciones precarias, ha llevado a varios países a firmar un compromiso conocido como «Objetivos de Desarrollo del Milenio» entre los cuales se incluye la lucha contra la pobreza. En Argentina esos objetivos se ven retrasados debido a la profunda crisis que sufrió el país en los últimos dos años. Actualmente, más de la mitad de los argentinos son pobres. Sin embargo, durante el corriente año, la desaceleración de los precios que provocó una disminución en el costo de la canasta de alimentos y la aplicación de subsidios de empleo, determinaron una leve disminución en el porcentaje de personas pobres. En la Región Centro las principales provincias afectadas son Santa Fe y Entre Ríos.

9.2.1. Situación Internacional

El Índice de Desarrollo Humano elaborado por las Naciones Unidas es un indicador que sintetiza algunas dimensiones del bienestar en varios países del mundo. La evolución de dicho índice se presentó en el primer capítulo para algunos países seleccionados, pero se calcula para 175 países del mundo. De acuerdo con este índice, en la década del noventa algunos países realizaron progresos sin precedentes (como Corea del Sur) y  otros alcanzaron una fase de punto muerto o incluso retrocedieron. Esto llevó a las Naciones Unidas a concluir en que el desarrollo humano ha sufrido una situación de estancamiento durante los noventa. 

Gran parte de este descenso tiene su origen en la propagación del VIH/SIDA que redujo la esperanza de vida y en un desmoronamiento de las economías, particularmente en la Comunidad de Estados Independientes (CEI)1. También  afirma que el crecimiento es esencial para reducir la pobreza de ingresos pero que esta relación no necesariamente es así ya que existen países como Indonesia y Polonia donde la pobreza aumentó a pesar del crecimiento que experimentaron. 

El bajo crecimiento económico que caracterizó a algunos países durante la década pasada, trajo como consecuencia que 1.200 millones de personas luchen por sobrevivir con menos de U$S 1 diario2. Una síntesis de esta relación se presenta en el Cuadro 9.3 donde se observa que regiones como Asia Oriental y Meridional con elevados niveles de crecimiento, lograron una reducción  importante  de  la  pobreza.  Por  el  contrario,  en América  Latina,  Oriente  Medio  y África del Norte el moderado crecimiento de la década se verificó junto a un aumento en la pobreza.


1     CEI incluye 27 países o territorios: Albania, Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Georgia, Hungría, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Madedonia, Moldova, República de Polonia, República Checa, Rumania, Rusia, Servia y Montenegro, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.

2     Vivir con un U$S1 diario no significa poder comprar el equivalente a 1dolar en moneda local, sino el equivalente a lo que podría adquirirse con 1 dólar en EEUU (como un paquete de arroz, un periódico).


Esta importante reducción en la pobreza en Asia y el grave incremento en países africanos se demuestra en otras investigaciones en las que se establece una clara relación entre crecimiento y reducción de la pobreza3.

En el caso particular de América Latina, la situación social se ha complicado en los últimos años. Durante los noventa, si bien se mejoraron los niveles de crecimiento medio en relación a los ochenta, no se pudo revertir el grave deterioro social. Se estima que el proceso de superación de la pobreza se encuentra estancado en la región desde 19974  (Gráfico 9.28).

Entre 1999 y 2002 la pobreza disminuyó solo 0,4 puntos, mientras que la pobreza extrema creció 0,3 puntos porcentuales. Esto implica que en el año 2002, aproximadamente 220 millones de latinoamericanos eran pobres, de los cuales 95 millones se encontraban en la indigencia. 

Para algunos autores esto confirma que el crecimiento registrado en los noventa no sólo no fue sostenido, sino que expuso a los países a nuevas causas de volatilidad, lo que se asocia a su vez, con un aumento de la pobreza. Son los sectores más pobres los que normalmente sufren con mayor rigor la consecuencias del aumento del desempleo y que no tienen ahorros a los que recurrir5.

Lamentablemente, y considerando proyecciones que se basan en la ausencia de crecimiento del producto por habitante, se estima que en el 2003 el porcentaje de pobres e indigentes será aún mayor.

Esta es la situación  que ha llevado a varios países del mundo a firmar un acuerdo conocido como Declaración del Milenio a través del cual, se comprometen a luchar firmemente contra la insuficiencia  de  ingresos,  el  hambre  generalizado,  la  desigualdad  de  género,  el  deterioro  del medio ambiente y la falta de educación, atención médica y agua potable. Estos objetivos incluyen una serie de acciones que deben ser llevadas a cabo para reducir la deuda y para aumentar la ayuda, el comercio y la transferencia de tecnologías a los países pobres (PNUD, 2003).


3     Sala-i-Martin J. (2002)

4     Estas son las conclusiones del Panorama Social 2003, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

5     Stiglitz (2003).


 

Para  enfrentar  este  flagelo es  necesario  contar  con  la mayor   información   posible que  permita  comprender  lasituación  particular  de  cada país,  y  así  tomar  decisiones para aplicar las mejores políticas.   Continuando   con   los informes de años anteriores, en la siguiente sección se presenta la situación de Argentina en materia de pobreza, con especial atención a la situación de su Región Central. 

9.2.2. Situación en Argentina

9.2.2.1. Evolución de los umbrales de pobreza

El método más extendido para medir la pobreza en Argentina consiste en establecer un nivel de ingreso por debajo del cual una persona es considerada en situación de pobreza. Este nivel de ingreso constituye el umbral de pobreza y su valor cambia según las variaciones que se produzcan en los precios de los bienes que componen la canasta básica de alimentos (CBA).  Desde abril de 1992 el valor de la CBA se incrementó levemente hasta mediados de 1998. A partir de esa fecha, comenzó a disminuir hasta fines de 2001 por efecto de una leve deflación. Sin embargo, durante el 2002, y luego de la devaluación de la moneda local, Argentina comenzó nuevamente con un período de inflación. Esto afectó el precio de los bienes que componen la Casta Básica de Alimentos (CBA) con la cual se determinan los niveles de indigencia y los de la Canasta Básica Total (CBT), que se considera para estimar la pobreza, ver el Gráfico 9.29. El incremento en la canasta básica de alimentos entre diciembre de 2001 y marzo de 2003 fue del 78%, mientras que el aumento de la canasta básica total fue del 58%. Esto determinó que el aumento en los precios afectara en mayor medida a los hogares de menores recursos, ya que el crecimiento de los precios de los productos alimenticios básicos fue mayor que el de los otrosbienes.

Sin embargo, a partir de abril de 2003 se registró una caída de los precios que se tradujo en una reducción del umbral de indigencia, que en septiembre de 2003 alcanzó los $101,99, y de la línea de pobreza que se estimó en $224,4 por adulto equivalente6.

Los valores anteriores son estimaciones realizadas sólo para el Gran Buenos Aires, en las provincias del interior del país cambian tanto lo que se consume, como los niveles de precios. Es por ello que dos veces al año se realiza un relevamiento de precios por regiones. Las provincias


6     Esto es lo que necesita por mes una persona adulta, varón con actividad moderada para cubrir sus necesidades básicas. Para calcular lo que necesita un hogar se considera cómo esta compuesto y en base a esto se determina el dinero necesario para esa familia.


de la Región Centro, forman parte de la Región Pampeana7  y los valores de sus canastas se presentan en el Gráfico 9.30.  Se  observa  que  entre  septiembre  de  2001  y  septiembre de  2002  se  produjo  un  incremento del 72% en el valor de la  CBA  y  del  54,19%  en  la CBT8. No obstante, entre septiembre  de  2002  y  abril  del 2003  el  incremento  en  dichas canastas  ha  sido  más  moderado, manteniéndose en el orden de  los  $100  la  canasta  de  alimentos  y  en  $210  por  adulto equivalente    el    umbral    de pobreza. Debido a la reducción de los niveles de precios que se registraron  a  partir  de  estafecha,  y  según  lo  observado para el Gran Buenos Aires, se puede prever que en septiembre de 2003 el valor de ambas canastas se habrá reducido.

  

 9.2.2.2. Incidencia del aumento de precios 

Resulta de especial importancia analizar la incidencia del aumento de precios según los niveles de ingreso de la población. Para ello debe considerarse el aumento en los precios según rubro y el porcentaje que los distintos grupos de ingreso destinan a ese rubro.


7  Considera los siguientes aglomerados de la EPH: Bahía Blanca -Cerri, Concordia, Gran Córdoba, Gran La Plata, Gran Rosario, Gran Paraná, Gran Santa Fe, Mar del Plata – Batan, Río Cuarto, Santa Rosa – Toay.

8     Estos valores son similares al incremento de los precios de esas canastas para el Gran Buenos Aires durante el mismo período.


 En el Cuadro 9.4 se presenta esta información. Las primeras dos columnas indican la ponderación que tiene cada rubro dentro del Índice de Precios al Consumidor (IPC)9  y las variaciones en  los  precios  que  sufrieron  entre  junio  de  2003  y  diciembre  de  2001.  La  tercera  y  la  cuarta columna indican las ponderaciones de consumo según rubro para el primer quintil de ingreso (el más pobre) y las variaciones en los precios en el mismo período. Las dos últimas columnas reflejan lo propio para el quintil 5 (el más rico). Un ejemplo de la interpretación de las ponderaciones es que los hogares más pobres destinan aproximadamente el 46,6% de su ingreso a alimentos, mientras que los más ricos utilizan sólo el 23,3 de su ingreso al mismo fin10. Tanto en el IPC como en el primer quintil, los alimentos sonlos que tienen mayor incidencia en la variación en el Nivel General de Precios. Sin embargo, este capítulo explica más del 60% del aumento en los precios en el caso de las personas más pobres, y sólo el 40% en el caso del IPC, debido a que algunos de los alimentos que más subieron de precio, tienen mayor importancia relativa en el gasto del primer quintil (aceite, harina de trigo, carne vacuna, fideos secos, etc.).

Un análisis similar puede realizarse para los otros rubros. Por ejemplo Transporte y Comunicaciones tiene una ponderación similar en los tres grupos (cercanos al 17%), pero la composición interna del capítulo es diferente. Mientras que la variación de precios de este capítulo en el IPC fue de 32,6%, en el 1º quintil fue de 11,8% y en 5º quintil de 46,2%. Esto se explica porque el mayor incremento se registró en la adquisición de vehículos, sus repuestos y servicios relacionados, que tienen mayor influencia en la población más rica y menor influencia en la más pobre. En este último grupo, el gasto se concentra en el transporte público de pasajeros que no registró aumentos. 

Finalmente, se advierte que entre diciembre de 2001 y junio de 2003, las variaciones en el nivel general de precios para el 1º quintil fue de 49,3%, superior a las del IPC (43,9%) y a las del 5º quintil (42,0%). Esto demuestra que las personas más pobres han sido las más perjudicadas por la inflación debido a su estructura de consumo y a que algunos rubros registraron más variación de precios que otros.

  


9     EL IPC de GBA es un indicador que mide los cambios de precios a través del tiempo de un conjunto de bienes y servicios que representan el consumo de la población.

10   La estructura de ponderaciones de la canasta del IPC-GBA es fija, y se calcula a partir de la Encuesta Nacional de Gasto de Hogares (ENGH). La última se realizó en 1996/97.


9.2.2.3. Estimaciones de pobreza en Argentina

En mayo de 2003 aproximadamente 2.960.000 hogares se encontraban por debajo de la línea de pobreza en Argentina, lo que representaba unas 13.002.000 de personas. De este grupo casi el 50% (6.251.000) se encontraba en situación de indigencia, es decir su ingreso no alcanzaba a cubrir las necesidades alimentarias. 

Estas estimaciones implicaron una pequeña reducción con respecto a octubre de 2002, lo que estuvo influenciado por la caída de los precios de las canastas de alimentos y por la aplicación del programa Plan Jefes de Hogar Desocupados que, a través de una transferencia monetaria, buscó aliviar la situación de emergencia social en el país11

En el Cuadro 9.5 se presenta la incidencia de dicho plan tanto en la pobreza como en la indigencia en los hogares y en las personas. Como era de esperar, el plan tuvo mayor impacto en la reducción de la pobreza extrema, por ejemplo en mayo de 2003 la disminución de la indigenciaen las personas fue de 3,4 puntos, mientras que la pobreza lo hizo en 0,6 puntos.

  

 El desafío actual en Argentina se centra en reducir estos elevados porcentajes de población en condición de pobreza. Si el crecimiento del producto fuese del 4% entre el 2004 y el 2006 como se prevé desde organismos oficiales, se estima que el porcentaje de individuos pobres se reduciría sólo al 51,3%12. Es por esto que el crecimiento debe ir acompañado de otras medidas tales como la redistribución de la renta y la consolidación de las instituciones que incentiven las inversiones en el país13.

9.2.2.3.1. Gran Buenos Aires

La  evolución  del  porcentaje  de  personas  pobres  e  indigentes  se  estima  desde  fines  de  los ochenta para el Gran Buenos Aires. En el Gráfico 9.31 puede observarse la evolución del porcentaje de hogares y personas que se encuentran bajo la línea de pobreza en los últimos 14 años. El incremento de este indicador ha sido muy significativo desde mediados de los noventa y se agravó con la inflación del año pasado. En mayo de 2003 la pobreza afectaba a 6.363.000 personas del Gran Buenos Aires, lo que implica una leve mejora con respecto al 2002. El porcentaje de personas pobres pasó de 53,4% en octubre de 2002 a 51,7% en mayo de 2003.


11   Un mayor detalle del PJHD se puede consultar en el Capítulo de Mercado Laboral.

12   Estimaciones del Dr. Gabriel Sánchez para Fundación Mediterránea publicadas en El Cronista 29/09/03.

13   Ver Capítulo Inversiones.


  

  En el Gráfico 9.32 se observa la evolución del porcentaje de personas y de hogares que con su ingreso no cubren una canasta de alimentos básicos y que por lo tanto se encuentran en la indigencia. Ambos indicadores presentan una tendencia creciente desde mediados de los noventa, pero desde fines del año 2001, el incremento en el porcentaje de indigentes fue más significativo, moderándose en el último año. Las primeras estimaciones para el 2003 muestran una leve caída en el porcentaje de hogares indigentes que afectó al 16% de los hogares del Gran Buenos Aires. Sin embargo el porcentaje de personas indigentes no se ha reducido y alcanza al  25,2% de la población (2.671.000 personas).

  

 Como sucede generalmente, la diferencia entre personas y hogares se ha incrementado, sobre todo en el caso de la indigencia. Esto implica que la incidencia de la pobreza es mayor para las personas que para los hogares, ya que en promedio los hogares pobres tienden a tener mayor cantidad de miembros.

 9.2.2.3.2. Región Centro

Como se mencionara anteriormente, para estimar la pobreza en otras ciudades del interior del país se valúa la canasta utilizada para el Gran Buenos Aires con los precios de distintas regiones. Por ejemplo en la Región Pampeana, que comprende las provincias de la Región Centro, se estableció una Canasta Básica Total de $201 por adulto equivalente para abril de 2003. Con este umbral de pobreza se calcularon los porcentajes que se indican en el Gráfico 9.33, donde se presenta también la tasa de desempleo de estas ciudades14

Se puede apreciar que en todos los aglomerados de la región, con excepción de Río Cuarto, la pobreza afecta a más del 50% de las personas. La ciudad más afectada continúa siendo Concordia, con el 73,4% de las personas en situación de pobreza. Le siguen Rosario y Paraná con 61% y 59% respectivamente.

  

 El Gráfico 9.34 muestra  la  evolución  del  porcentaje  de  la  poblaciónpobre en los últimos tres años. En todas las ciuda des se advierte un aumento  significativo  con  respecto  a  mayo  de  2001 aunque  este  indicador  ya era elevado en esa fecha.

Sin embargo, en el último año  disminuyó  en  todos las  ciudades,  excepto  en Rosario y Concordia. Las mejoras  más  importantes se  verificaron  en  Gran Paraná y Río Cuarto.

  

Una situación similar ocurre  con  la  evolución del  porcentaje  de  personas  indigentes.  El  deterioro de este indicador es muy    significativo    en relación a dos años atrás, pero en el último año se observa  una  mejora  en las ciudades de Córdoba, Río  Cuarto,  Paraná  y Concordia,  aunque  esta última  continúa  siendo una de las más afectadas por la indigencia (Gráfico 9.35). 


14  En mayo de 2003 no se realizó la Encuesta Permanente de Hogares en la ciudad de Santa Fe debido a que esta se vio afectada por una inundación.


 Como  se  comentara  en ediciones  anteriores,  esta situación es altamente preocupante  ya  que  como  los hogares   más   pobres   se caracterizan  por  una  alta cantidad   de   menores,   el porcentaje  de  niños  que  se encuentran  en  situación  de pobreza  es  muy  elevado. Esto  se  refleja  claramente en el Gráfico 9.36. En todas las provincias el porcentaje de  menores  de  18  años  en situación de pobreza supera el 70%.

  

 Esta situación afecta las posibilidades de superación de  este  problema,  ya  que niños  criados  en  condiciones   de   extrema   pobreza posiblemente        alcancen bajos  niveles  educativos,  y no  tengan  acceso  a  una nutrición   adecuada.   Esta deficiente  acumulación  de capital los hará vulnerables a empleos informales, situaciones   de   desempleo   o bajos  salarios,  factores  que perpetúan  la  situación  de pobreza.  

Debido a esta situación, no debe sorprendernos el alto porcentaje de jóvenes que no realizan actividad alguna. En el Gráfico 9.37 se muestra la evolución de esta problemática entre 1998 y 2002. El porcentaje de jóvenes excluidos del sistema educativo y del mercado laboral aumentó en  todos  los  aglomerados,  con  excepción  de  Río  Cuarto  y  Gran  Santa  Fe  aunque  sus  valores superan el promedio nacional. Los mayores incrementos se registraron en Gran Rosario y Concordia, donde el 20% de los jóvenes no tiene actividad.

Otro indicador de riesgo es la proporción de nacimientos de madres adolescentes que en la provincia de Córdoba se ha mantenido en 14% del total de nacimientos en el quinquenio 1996-2001. No obstante, tanto en Entre Ríos como en Santa Fe este grupo se ubicó en torno al 18,1% superior al promedio nacional de 14,6%. Si consideramos la maternidad precoz (menores de 15 años)  la  situación  es  semejante,  mientras  Córdoba  registra  tasas  similares  a  las  del  promedio nacional (0,4%), Entre Ríos y Santa Fe duplican este valor ubicándose en el 0,7% y 0,8% respectivamente15.


15   SiEMPRO (2003) Informes provinciales


Por último el Grafico 9.38  presenta  la  evolución de la tasa de desempleo  del  jefe  de  hogar según     condición     de pobreza. En las tres provincias se observa que el desempleo  en  el  grupo de  personas  pobres  es ampliamente  superior  al de las no pobres.  Mientras que en Córdoba el desempleo de los jefes  de  hogar  en  situación de pobreza aumentó en  los  últimos  cuatro años en Entre Ríos y en Santa Fe disminuyó aunque en estas provincias dichas tasas son las más elevadas. Esta reducción en el desempleo de los jefes de hogar puede ser efecto del programa Plan Jefes de Hogar Desocupados. Por  último se observa que el desempleo de los jefes no pobres disminuyó en las tres provincias, principalmente en Santa Fe.

 

  

Desarrollo Humano en las Provincias Argentinas

Una de las características de Argentina es la gran heterogeneidad entre las 23 provincias que la componen. Estas diferencias se observan en diversos ámbitos como recursos naturales, producción, capacidad institucional y niveles de bienestar de sus habitantes. Para  medir  las  disparidades  en  relación  a  la  calidad  de  vida,  Naciones  Unidas  elaboró, durante el año 2001, un indicador denominado Índice de Desarrollo Humano, que considera los siguientes aspectos: la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización de adultos, una combinación de tasas de matriculación primaria, secundaria y terciaria y el PIB per cápita. Para poder reflejar mejor las grandes diferencias provinciales decidimos agregar otros indicadores a los ya mencionados. Estos son: la tasa de mortalidad infantil por causas reducibles, la tasa de sobre-edad en la escuela primaria, el índice de calidad educativa y las tasas de empleo y de desempleo, con lo que se elaboró el Índice de Desarrollo Humano Ampliado.

Según este índice, conviven en la Argentina regiones como Capital Federal con un desarrollo muy elevado y cercano a los países más ricos del mundo, con provincias como Formosa y Jujuy que se encuentran en situación crítica y cuyo nivel de desarrollo es similar al de las regiones más atrasadas.

  

Un   análisis   detallado   de estas  disparidades  regionales, de las capacidades competitivas de   cada   provincia   y   de   la influencia de los aspectos políticos se desarrolla en la publicación «Aportes para el Desarrollo   Humano   de   la  Argentina/2002″  del  PNUD.  Según dicho  informe,  el  impacto  del proceso de transformación económico  iniciado  en  la  década pasada  y  la  limitada  capacidad de  respuesta  de  las  estructuras económicas  y  sociales  de  las distintas  provincias,  han  agravado   el   desigual   desarrollo humano  entre  jurisdicciones.

Para  poder  superar  la  crisis  de los últimos años es indispensable retomar el crecimiento económico, para lo cual se necesita una   estrategia   regional   de reconversión productiva, atacar la  inequidad  y  otorgar  importancia a las capacidades humanas  (calidad  de  educación  y mejor  salud).  Se  plantea  también la necesidad de cambios en la política democrática que permitan superar la crisis de representación y construir una democracia  sólida  para  mejorar  el desarrollo humano.

9.2.2.4.  Necesidades Básicas Insatisfechas

Alternativamente al método de la Línea de Pobreza, en Argentina se utiliza el método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Este indicador se construye básicamente con información de los censos, lo que lo diferencia del método de la LP que utiliza información de encuestas. Esto determina que el método de la NBI se utilice con menor frecuencia ya que su actualización se realiza cada diez años, pero posee el beneficio de considerar varias dimensiones de la pobreza (y no solo el ingreso) y de incluir a toda la población del país.

Según el método de la NBI los hogares pobres son aquellos que presentan por lo menos una de las siguientes condiciones de privación: 

–    Hacinamiento: hogares con más de tres personas por cuarto

–    Vivienda: hogares que habitan una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa, departamento y rancho)

–    Condiciones Sanitarias: hogares que no tienen retrete.

–    Asistencia escolar: hogares que tienen al menos un niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asiste a la escuela.

–    Capacidad  de  subsistencia:  hogares  que  tienen  cuatro  o  más  personas  por  miembro ocupado, cuyo jefe no hubiese completado el tercer grado de escolaridad primaria.

La última información disponible con esta metodología corresponde a la elaborada a partir del censo 2001. En base a la misma, se estableció que en Argentina el mayor porcentaje tanto de hogares como de personas con NBI se encuentran en las provincias Formosa, Chaco, Salta y Santiago del Estero. En valores absolutos es la provincia de Buenos Aires, dada su gran concentración de población, y la que alberga el mayor porcentaje de personas con NBI. El Cuadro 9.6 muestra el valor de este indicador para las provincias de la Región Centro. Se puede observar que, en promedio, la región posee el 12% de sus hogares con necesidades básicas insatisfechas, lo que resulta inferior al promedio nacional (14,3%). Sin embargo, en la provincia de Entre Ríos este indicador supera levemente a dicho promedio.

Se advierte también que dentro de los hogares con NBI, un alto porcentaje no tiene servicio de teléfono fijo ni celular, alcanzando casi al 80% en Entre Ríos. Se destaca que un alto porcentaje de estos hogares no cuentan con obra social ni cobertura médica privada, por lo que sus miembros dependen exclusivamente de los servicios del hospital público. La mayor diferencia entre las necesidades de los hogares en el promedio nacional y las provincias de la Región Centro, se da en provisión de agua y piso de la vivienda, en las cuales la región resulta menos perjudicada.  

Con respecto a la variación en relación a otros años, se puede observar que se ha producido una importante reducción en el porcentaje de hogares con NBI. Sin embargo, y tal como se desprende del Gráfico 9.40, dicha mejora ha sido más significativa entre 1980 y 1991, que en los últimos diez años. Podemos apreciar también que, a pesar de ser Entre Ríos la provincia con mayor NBI de la región, la misma experimentó la mayor reducción en el porcentaje de hogares en esta situación.

  

9.2.2.4.1. NBI en los departamentos de la Región Centro

Como se mencionó anteriormente, una de las ventajas de este indicador es la posibilidad de contar  con  información  para  toda  la  población,  lo  que  posibilita  la  elaboración  de  mapas  de pobreza que incluyan los departamentos de las provincias.

En la provincia de Córdoba, se estima que el 11,1% de los hogares y el 13% de las personas tienen NBI, lo que equivale a que 393.708 cordobeses viven en condiciones precarias. 

Los departamentos con mayor porcentaje de hogares con NBI son Minas y Pocho, aunque en los últimos diez años el primero mejoró significativamente este indicador. Otros departamentos con más del 20% de hogares en esta situación son Tulumba, Río Seco, Sobremonte, Cruz del Eje y San Alberto ubicados al noroeste de la provincia, en estos departamentos, las disminuciones de NBI han sido más importantes. Debe tenerse en cuenta que en general las grandes ciudades concentran la mayor cantidad de población marginal en términos absolutos, por ejemplo Córdoba Capital alberga al 39% de las personas con NBI de la provincia.

Los departamentos con menor proporción de hogares con NBI son Capital, General San Martín, Marcos Juárez y San Justo ubicados en la región pampeana de la provincia y todos cercanos al 9% de hogares con NBI. Otros departamentos que se ubican en esta región presentan bajos niveles de NBI pero en los últimos diez años no han logrado reducir este porcentaje significativamente, como por ejemplo Río Cuarto y Río Segundo.

  

 La provincia de Entre Ríos es la más afectada de la Región Centro, con el 14,7% de sus hogares y el 17,6% de la población con NBI, lo que equivale a que 202.578 personas s encuentran  en esta situación.

El departamento con mayor porcentaje de hogares con NBI es Islas del Ibicuy, ubicado al suroeste provincial. Le siguen los departamentos Feliciano, Federal y La Paz que se encuentran el norte. En términos absolutos, la mayor concentración de personas con NBI se encuentra en el departamento Concordia (19,8%) y luego en la capital provincial Paraná (17,7%). Las mayores disminuciones de este indicador se registraron en La Paz, Nogoya, Paraná y Victoria. La capital de la provincia, Paraná, es la región con menor porcentaje de hogares con NBI (9,4%). 

  

En la provincia de Santa Fe unas 440.346 personas sufren necesidades básicas insatisfechas, lo  que  representa  el  14,8%  de  la  población  provincial.  Los  departamentos  más  afectados  son Vera, Garay, 9 de Julio, San Javier y General Obligado, todos ubicados en el noroeste provincial. Afortunadamente estos departamentos han sido los que más han reducido sus NBI en los últimos diez años. En valor absoluto, la mayor cantidad de población afectada se encuentra en Rosario (37,2%) a la que le siguen La Capital (15,3%) y General Obligado (10,0%). 

Entre los departamentos con menor porcentaje de hogares con NBI se encuentran, Las Colonias, San Martín, Caseros, Belgrano y Castellanos ubicados en la región de la Pampa húmeda provincial.

 

 

 

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